Translate

sábado, 31 de diciembre de 2022

Especial Navidad ,2022


一一一一一一一一一一一一一一一

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

一一一一一一一一一一一一一一一




 

 



 
Primera navidad con los Uzumaki

Autora : Pili 

Punto uno: Antes de comenzar quiero aclarar que me gustan los personajes de boruto, la trama en si no me gusta nada, la odio. No veo el anime por lo mismo y seguía el manga hasta que SPOILER SPOILER (murió kurama)

Punto dos: En esta pequeña historia Naruto tendrá una vida feliz y plena con su familia, ya peleó con kara Y ganó, ganó con mucha ventaja y el mundo está en paz.

Punto 3: Un pequeño pequeño resumen para que entiendan la historia, naruto fue un niño de un mundo ninja a quien le encerraron el espíritu del zorro en su interior, sus padres murieron y gran parte de su vida es rechazado, ya que la gente temía que el zorro fuera liberado, al pasar los años naruto comienza a ganar respeto ya que es demasiado bueno, derrota a los enemigos más fuertes y crece siendo un buen hombre, cumple su sueño de ser la autoridad ninja de más alto rango el Séptimo Hokage, se casa con hinata hyuga y tienen dos hijos una niña (Himawari) y un niño (Boruto), al paso de los años naruto se encuentra con kawaki a quien el grupo kara (otros enemigos) había comprado para hacer experimentos, al encontrarlo y salvarlo, naruto lo lleva a casa, kawaki tiene un pasado oscuro y triste y por consecuencia posee varios traumas.

******"********************************

 

Boruto.

Con papá como hokage no siempre pasamos navidad en familia y está vez fue diferente solo por que estaba kawaki.

Papá aún tenía que custodiarlo, a pesar de no tener el karma.

Todo comenzó por el dichoso árbol. había llegado de una misión y Hima y mamá habían sacado adornos navideños y luces para adornar fuera de casa. Era tradición adornar todos juntos y siempre iba con papá a buscar el árbol perfecto. No podía reflejar la ilusión que me hacía eso. Era una de las pocas instancias del año que podía pasar con papá, aunque claro mi orgullo no me dejaba expresarlo.

Ayude a mamá con las cajas confiando que papá estaba en la oficina con kawaki y aún no llegaban, pero a los pocos minutos sonó la puerta de la entrada. Era papá junto a kawaki con el árbol de navidad.

La casa se llenó con el olor del pino y Hima aplaudió feliz la hazaña. Papá se sacudió un poco de nieve que traía encima y mamá ayudó a Kawaki a quitarse el abrigo.

Yo a diferencia de ellos me quedé ahí, parado con las luces navideñas más enredadas de lo que estaban cuando las comencé a desenredar.

- ¿Por qué no me esperaste? -le reproche a papá.

- ¿Eh? ¿Esperar para qué?

- Para ir por el árbol. Siempre vas conmigo.

- Pero si no te gusta ir. La última vez me dejaste solo.

Eso era verdad, pero aún así me correspondía a mí y no a ese arrimado que se había colado en mi familia.

- ¡Aún así deberías llevarme a mi! ¡Yo no soy una amenaza como ese idiota! ¡Seguro que asustó a más de una persona!

- ¡Boruto! - Esa fue mamá.

- ¡Es cierto!

- Ya basta de gritos, el árbol ya está acá, mejor adornarlo y dejar las peleas a un lado.

La conciliadora fue Hima. Pero yo no estaba en el mismo tren.

- Voy afuera, con los chicos.

- No, todos están en sus casas y todo ya está cerrado.

Me respondió papá.

- No me interesa.

Papá impidió que saliera de casa jalandome de un brazo.

- Boruto si no quieres estar con nosotros ve a tu cuarto o siéntate en el sofá, pero afuera hace demasiado frío, te vas a congelar.

Me regaño.

- ¿De verdad? Pues no se si más amenazante es el frio o este idiota.

Le di un choque con el hombro a kawaki y sin esperarlo mamá me dio una, una... Una nalgada frente a todos.

- Ya basta. Basta de referirte de esa forma a kawaki, es tu hermano y no es una amenaza para nadie. Discúlpate.

Me ordenó.

- ¡No!

Papá se pasó la mano por el rostro un tanto exasperado.

- Anda boruto, discúlpate y luego adornamos todos juntos, mañana vamos por otro árbol y lo ponemos en la entrada.

Me revolvió el pelo y quite su mano, mire a Kawaki enfadado. No me iba a disculpar, no señor, y menos cuando me miraba con una mueca burlesca. Me enfade más y por supuesto mamá y papá no notaron la sonrisa maliciosa que me dedico y solo vieron el puñetazo que le di a kawaki.

Antes de que cualquiera pudiera reaccionar me vi arrastrado por papá hacia su despacho. No deje de resistirme, pero si estaba asustado, eran contadas las veces que papá me había castigado y ahora ya me tenía en su regazo.

Me tenía bien sujeto, pero yo no dejé de dar patadas, por lo menos no, hasta que sentí mi pantalón y calzoncillos en las rodillas, desde ahí en adelante, me quedé quieto.

- ¡¡TE ODIO!! TONTOO...

- PLASS PLAAAS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASS PLASSS ahh PLASS PLASS

- ¡¡AYYY deja!! ¡¡No, no, no papá no, ya no te odio, ya no te odio!!

PLASS PLAAS AYYY PLAASSS PLASSS DUELEE PLASSSSS PLASSS PLASSS

Okey ya estaba arrepentido, papá seguro estaba usando chakra, por que si dolía un buen.

- PLAS, PLASS Auu PLAS, PLAS.

- No tan fuerte snif papi duele.

- PLASS PLASSS buuug PLASSS PLASS ayyy buaaa PLASSS. Baww

No pude resistir las lágrimas. Papá no me había llevado a buscar el árbol y me había ganado una paliza por culpa de Kawaki.

PPLAASS PLLASSS PLAAS AYYY BUAAA PLASS PLASS buaa no... No papá ya no más baww

- Te vas a disculpar con todos allá afuera, especialmente con kawaki. ¿Está claro?

- ...

No quería hacerlo, pero me dolía.

- PLASS PLASS Au buaaa PLASS.

- PLASS AHHH PLASS PLASS AUuu PLAS esta, esta snif está claro papá. Baww.

Subió mi ropa y luego me puso de pie, me fue imposible no fregarme el trasero. Picaba mucho.

Miré a papá que estaba frente a mi, aún sentado en la silla y no se por que verle hizo que llorara aún con más fuerza.

No pude resistir un sollozo cuando papá me tenía apresado en un abrazo, también me abracé a él y luego de unos mimos, me llevo afuera.

Hima estaba sentada en el sofá al igual que Kawaki. Y mamá estaba fregando con fuerza los platos. Yo aún sentía lágrimas caer por mis mejillas, pero el despacho estaba al lado, estaba bastante seguro que habían escuchado toda la paliza.

- Boruto tiene algo que decir.

- Snif siento lo snif de antes y haberte dado snif el puñetazo snif lo siento.

Mi orgullo lo sentí herido, era verdad que no debí darle aquel golpe, pero disculparme con él que me había robado el poco tiempo que pasaba con papá, hizo que doliera más.

- Bien hecho. - Papá besó mi cabeza. - Ahora continuemos los preparativos.

- Prefiero ir a mi cuarto.

Respondí y subí para lanzarse sobre mi cama y seguir llorando.

Lo que no esperé bajo ningún motivo es que a los minutos después subiera kawaki completamente pálido y...

¿Preocupado?

- ¿Boruto estás bien?

- Dejame solo, idiota.

- Pero ¿Estas bien?

Quien se creía este imbécil. Me giré para mirarle a la cara y estaba verdaderamente preocupado.

- Si, estoy bien.

¿Por qué se preocupaba? Ni que fuéramos cercanos.

- Le pregunté a Hinata que era lo que hacía el Séptimo cuando te llevo dentro... ¿Te pegó verdad?

Puse los ojos en blanco.

- Si viniste a reírte de mí, ya vete.

- Entonces es cierto. Escucha, tengo un plan. Huyamos juntos, nos llevamos a Hima. No creí que el Séptimo fuera como Jiguen, hay que huir lo antes posible. Antes que se entere.

- ¿Qué? ¿Estás loco? Papá no es como ese tarado.

- Te pegó.

- Lo sé, pero... Aghh lo merecía.

- El no puede torturarte. Estás aqui bajo tortura.

- No es tortura idiota.

- Entonces qué es imbécil.

- Es solo... ¡Qué frustrante eres! Si quieres huir, vete solo, me harías un gran favor.

- Claro que voy a huir, pero me llevaré a Hima, no puedo dejarla aquí.

- Claro que no.

- Si no quieres que la lleve dame una razón para no hacerlo.

- Es mi hermana, genio.

- Mi padre era mi padre y me vendió a un desconocido.

¿Lo vendió? ¿Escuche bien?

-Qué te dijo mamá sobre lo que papá hizo conmigo.

- Dijo que te castigo, pero se oía como te pegaba y que si yo hacía algo parecido igual me castigaría a mi, que me daría en el culo.

Qué rumbo más raro tomaba esta conversación, claro que le castigarán, que se esperaba.

-Pues sí, supongo.

- Pero no quiero, yo creí que eran buenas personas.

- ¡Claro que lo son!

-Pero te pegan.

- Sí pero, tú no lo entiendes Kawaki.

- Ellos te golpean, no hay mucho que entender.

Estaba muy avergonzado.

- Todos lo hacen.

- ¡¿Todos te golpean?!

- No idiota, los padres, acá en la aldea, es normal que castiguen a los hijos.

¿Acaso nunca te castigaron?

- ¿Castigar? No sé, pero si me han golpeado.

- Ves.

- Hay que fugarse, me voy a fugar.

- ¿Estás loco?

- Tú estás loco por quedarte en un lugar donde te golpean, me voy, le diré a Hima, vamos.

-No kawaki, y a mi hermana la dejas en paz.

-Pero...

-Pero nada, largo.

- Si no quieres ir conmigo, bien, pero yo me largo y pobre de ti que hables o te metas en mi camino.

Insistió mientras salía de mi habitación

-No me voy a ir y para que lo tengas en cuenta fugarse es la forma más rápida de que te lleves una paliza. Aunque quizás te sale bien y no vuelves. Tienes mi bendición hermano.

Repuse con sarcasmo.

Fui a ver a Hima para que el idiota no la llevara y me quede con ella.

Papá y mamá nos llamaron a cenar y kawaki no aparecia, no puedo creer que sea tan idiota.

Naruto

Kawaki no venía a cenar, habíamos gritado tres veces y al fin Hinata, rendida a la falta de respuesta fue a inspeccionar donde se había metido.

Yo estaba frente a Hima y Boruto, ambos comían la cena en silencio, lo que me dio una sutil pista que estos dos sabían algo. No logré preguntar nada, cuando sentí la chakra de Kawaki casi en la frontera de la aldea. Idiota. Si llegaba a cruzarla iban a dar alarma y le iban a atrapar. Y el problema que venía con eso era que si le atrapaban, lo encarcelarían y no le permitirían seguir conmigo.

Llegué justo a tiempo, estábamos al límite de la aldea, cuando le frené.

- ¿Qué es lo que pensabas hacer? Te hubieran atrapado al instante y ahora estarías de camino a una celda.

- Séptimo ¿Es usted?

Preguntó una tercera voz. Era konohamaru. Estaba haciendo guardia.

- Si, soy yo, ya nos vamos.

- Claro que no ¡Vete tú solo! ¡A mi me dejas en paz!

- Entrenamos con Kawaki y ahora no se quiere ir.

Mentí y mentí muy mal así que saqué a kawaki lo más rápido que pude.

Le llevaba sujeto de la panza y él lanzaba patadas a lo desquiciado hacia adelante. En algún punto del camino, avanzando de ese modo, recibí un codazo en el rostro.

Ya era suficiente berrinche.

- Suficiente. -Concentré chakra en mi mano y le dí tres azotes fuertes.

- PLASS AUU PLASS AHH Noo !PLASS! AYY

- Coopera.

- ¡Suéltame! Usted no tiene derecho.

No le respondí, le jale de la oreja y así le lleve a casa. Se quejó durante todo el camino.

- Metete ¡Entra a la casa kawaki!

Le insistí mientras se resistía y finalmente le metí dentro solo con mis méritos. Allí le solté.

- ¡En que estas pensando kawaki! ¡¿Acaso tratabas de escapar?! ¡Te hubieran atrapado al instante después de poner un pie fuera de la aldea! ¡¿Qué no piensas?! O vuelvo a preguntar ¡¿En qué estabas pensando?!

No respondió y el público comenzó a asomarse en la puerta de la cocina. Kawaki estaba alerta y pude leer que ante cualquier oportunidad trataría de huir, pero ahora sin el karma en él, ni entrenamiento ninja, solo era un niño, un niño con bastante coraje.

Aish mocoso este.

Le tomé de la ropa y le lleve al despacho boruto le dijo un sutil "te lo dije" Kawaki no respondió. Seguía jalando para que lo soltara.

Kawaki

El séptimo me había encontrado muy rápido, demasiado rápido.

Entramos a su despacho y me vio enojado.

-Bájate el pantalón.

Me quedé parado sin hacer nada y volvió a darme palmadas como cuando me encontró.

PLASSS

PPLASS

PLASS.

Me mordí el labio, pero no le obedecí.

-Kawaki obedece.

Me quedé en mi sitio sin hacer nada.

El séptimo en cosa de segundos comenzó a arrastrarme a una silla y a pesar de todos mis intentos de resistencia, él ganó.

Me puso en su regazo boca abajo y mi estómago se retorció de forma extraña, intente levantarme, más no se en que momento apresó mis piernas con una de las suyas.

-Suéltame.

No me respondió y metió una de sus manos bajo mi abdomen, sentí como el pantalón se soltaba, comencé a moverme lo más que pude para que me dejara ir, pero de pronto sentí que nada cubría mi... Mi... Mi retaguardia, mis ojos se llenaron de lágrimas por instinto.

Me quedé quieto, el séptimo tenía una mano rodeando mi espalda y con la otra arrastraba mi ropa más abajo de los muslos. Me sentí muy indefenso.

- Por qué es este castigo kawaki.

No pude responder.

-PLASSS

El primer golpe a piel desnuda, jooooo dolió un buen, pero luego sentí muchos más.

-Ay

-PLASS, PLASS PLASS ¡No! PLASS PLASS, PLASS, PLASS ¡Au¡ ...PLASS, PLASSS.

Fueron rápidos y fuertes, pero fue un dolor distinto, nunca había sentido algo así. Quería llorar, pero al mismo tiempo no quería hacerlo.

Logre soltar una mano y la lleve atrás para cubrirme, pero el séptimo me lo impidió.

-No metas las manos. Kawaki vuelvo a preguntar: ¿Por qué te estoy castigando?

-Suéltame dijiste que eras diferente.

- Diferente a quién kawaki.

No pude aguantar las lágrimas.

- A ellos... Snif

El Séptimo me subió la ropa y me levanto. Con un brazo me tape la cara y el otro lo lleve donde me había pegado.

-¿Quienes son "ellos"?

Me tomó ambas manos y me miró con intensidad.

-Mi padre.

-¿Él te pegaba?

- Si

- ¿Por qué te pegaba?

- Porque no había alcohol.

- ¿Te estoy pegando por eso?

- No... Snif.

-¿Por qué lo hago?

- No sé... Snif, solo quería que no... Snif.

¿Estaba llorando?

- Te estoy castigando por huir, por ponerte en peligro y lo sabes por que te lo dije. Debes entender que ya no tienes el karma y que tu entrenamiento ninja es básico, no te puedes defender de cualquiera que te haga frente como ahora por ejemplo, si no llego a tiempo quizas como te hubiera encontrado, los guardias te hubieran atacado y llevado a una celda.

- No soy débil. - Repuse enojado.

- Pues lamento decir que si, lo eres. Yo te voy a entrenar si quieres ser un ninja, pero igual te voy a proteger y si para eso debo zurrarte, lo voy hacer.

-No voy a dejar que me pegues.

No lo dejaría, jamás.

- No es una decisión que pase por ti y no te estoy pidiendo permiso para que me autorices o niegues, aquí el adulto a cargo soy yo.

El tono que usaba el Séptimo no me gustaba nada, me sentía pequeño.

- No eres mi padre.

-No... Si tengo suerte puede que me veas como uno algún día, mientras tanto yo te veré a ti como mi hijo y eso significa que te amare, te mimare, pero también te regañaré y si es necesario te castigaré.

-No quiero.

El Séptimo suspiro, para ese momento ya no estaba tan alerta y la verdad es que sus palabras me habían gustado hasta cierto punto, pero como iba a confiar en alguien que quería golpearme.

- ¿Tu padre te dio nalgadas?

- ¡¿Qué?! ¡No!

- ¿Él fue violento contigo?

Asentí con la cabeza.

-Jigen igual.

El Séptimo me abrazo.

- Lo lamento mucho, lamento que hayas tenido que vivir eso, pero yo no seré violento contigo.

¿Esta era mi oportunidad? ¿Ahora qué? Si no podía salir de casa ¿Me iba a mi cuarto?

-Gracias, me voy a mi habitación.

-Kawaki no seré violento, pero te voy a castigar.

-Pero dijiste que...

- Ven, terminemos con esto. No es tan terrible como crees. Tengo que asegurarme que no volverás a huir.

Con una rapidez casi inhumana del Séptimo, me encontré una vez más sobre sus rodillas, en la misma posición de hace unos minutos.

¿Así habían castigado a Boruto? ¿Esto era a lo que Boruto llamaba normal? ¿Acaso a todos en las aldea le habían castigado así? ¿Al Séptimo igual?

No, eso era imposible, Boruto había dicho "Los padres" y el Séptimo era huérfano de nacimiento.

Tampoco es tu padre y aquí estás.

Retumbó una voz en mi cabeza.

No, pero él dijo que si yo lo quería, él podía ser mi padre.

- PLAS PLASS ¡Ay! PLAS PLAS PLAS

- Kawaki respondé lo que pregunté.

¿Qué? ¿Qué cosa? ¿Me había hablado en ese momento?

- PLAS Au no  PLAS PLAS PLAS detente PLASS  ¡No lo sé!

¿Qué clase de sentimiento era este? quería llorar y, y... Quería un abrazo, me sentía pequeño. ¿Esto era un regaño? ¿Así se sentía ser reprendido por tus padres?

Tenía muchas más dudas pero las palmadas de Séptimo iban en aumento y yo perdido en mis pensamientos no había prestado atención a lo que preguntó. No sabía que debía responder.

- ¡Si lo sabes! - Respondió a lo que le había contestado antes. 

- PLAS PLASS PLAS Mgh PLAS PLAS Séptimo no PLAS PLAS PLAS PLAS.

Diez fuertes en el centro de mi desdichada retaguardia.

- Última vez que lo pregunto, si no voy por un cepillo.

¿Qué?

- ¡¿Por qué es este castigo?!

Castigo. Mi mente procesó la pregunta, alertado por la advertencia de un cepillo, que vamos, no había que ser un genio para entender lo que haría con aquel objeto.

- Huir- Dije entre jadeos.- Huí.

- ¿Sabés a lo que te arriesgaste? - Para ese momento estaba preocupado. Tenía una mano sujeta a la pata de la silla y la otra estaba aferrada al pantalón del séptimo, No podía huir. Mi única alternativa era responder lo que me pedía pero mi mente estaba en blanco. - Bien, te lo voy a decir yo, si te tomaban los ninjas, que es lo que hubiera pasado de no haberte ido a buscar, te hubieran dado una paliza y te hubieran encerrado y yo no hubiera podido hacer nada frente al consejo. Y si hubieras sido lo suficientemente astuto para burlarlos te hubieran podido secuestrar unos bandidos, aunque jiguen no esté, aún queda gente de kara que busca venganza. No son una amenaza para mi o para un Jonin calificado, pero si para tí, ya no eres el mismo de antes ya no tienes habilidades implantadas, ahora eres solo Kawaki. ¡Entiendelo!

- PLAS ¡Au! PLAS PLASS ¡Ahh! PLAS PLAS PLAS PLAS Snif au PLAS PLAS PLAS.

En ese momento no tuve ninguna duda, era cierto, El Séptimo tenía razón, solo era Kawaki, ya no prestaba ninguna utilidad para nadie y aún así el Séptimo y Hinata me acogieron y me trataban bien, solo había bastado unos instantes con ellos, para poder asegurar que me habían tratado mejor que cualquier persona en toda mi vida y yo les había rechazado. Boruto tenía razón al decir que merecía esos azotes, porque ahora yo me sentía igual.

Las lágrimas caían hace unos minutos pero el llanto no lo pude reprimir más.

- PLAS PLASS PLAS Baww PLAS PLAS PLAS  Snif PLAS PLAS PLAS ay PLAS.

- Lo siento Buaaa  PLAS PLASS PLAS PLAS PLAS Lo Snif siento PLAS PLAS PLAS PLAS *

- PLAS PLASS ¡Ay! Buaaa  PLAS PLAS PLAS PLAS Buaaa  PLAS PLAS Bwaaa PLAS.

- PLAS Lo bwaaa snif PLAS PLASS ¡Au! Lo siento bwaa PLAS PLAS PLAS bwaa PLAS PLAS  ¡Ay! PLAS PLAS

- PLAS  !No volveré... PLASS ¡Au! PLAS PLAS Snif ... ¡A huir!  PLAS PLAS bwaa PLAS PLAS Perdón PLAS PLASS perdón...

Picaba demasiado. El Séptimo no se detenía y no me hablaba, debía estar muy molesto conmigo.

- PLAS PLASS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS.

Puse mi mano en mi boca y presione con fuerza para que no se oyera mi llanto, quizás eso le molestaba, pero fue inútil, mi espalda vibraba por los sollozos reprimidos. Fue entonces cuando sentí que con la mano que rodeaba mi espalda, el Séptimo, sujeto la mano que llevé a mi boca instantes antes y con su otra mano, la mano verduga, me acarició la espalda.

- No hagas eso Kawaki, puedes llorar si quieres, no te cubras, no pasa nada.

Suavemente quitó mi mano y no pude evitar sollozar.

- Lo Sniff Lo siento bwaaa Lo siento snif lo siento.

Sentí mi ropa interior subir y luego me vi sentado en el regazo del Séptimo envuelto en sus brazos. Mi pantalón estaba en el piso, en algún momento de la paliza lo debí lanzar con las patadas, pero ese detalle quedó en segundo plano cuando sentí un beso en la cabeza que hizo renovar el llanto con más fuerza.

Yo no lloraba, a mi no me besaban, yo era rudo, era malo, a mi no me quería nadie... Pero por qué el Séptimo si.

Me toqué el cabello, precisamente el lugar que besó y luego me acurruque en su cuello y hombro para llorar. Creo que no llorar en tantos años me había provocado un ataque de llanto. No podía parar.

- Ehh, pero qué pasa muchacho, tranquilo. - Ese era el Séptimo que me consolaba. - No llores así, no te dí tan fuerte, ni siquiera usé chakra.

Dijo en tono conciliador.

- Snif ¿Qué?

Le pregunté ante tal afirmación. ¿No uso chacra? El debió leer mi rostro porque no tardó en responder.

- Eso es para que  veas que ya no eres el mismo de antes.

Era verdad, ya no había nada que hacer, el Séptimo tenía razón.

Me quedé dormido en su regazo y al día siguiente nadie hizo comentarios, ni Boruto, fue como si nada hubiese pasado.  Fuimos por un nuevo árbol, esta vez para la entrada. Decoramos la casa todos juntos, las luces fueron lo más complicado y al fin llego noche buena. Me dieron obsequios que no esperaba, Hima me regaló un dibujo de ella conmigo, Boruto me regaló un juego de video, Hinata una bufanda y un gorro de lana y el Séptimo me dio unos kunai para mi entrenamiento ninja.

Me gustaba esta familia, me gustaba la mamá de esta familia, Los hijos igual, aunque le cambiaría algunas cosas a Boruto, también me gustaba el Papá de esta familia y me gustaba más sentirme parte de esta familia.

Era mi familia, eran mis hermanos, era mi mamá y el Séptimo era mi papá. No les diría nunca así, pero todos conocen ese dicho:

"Nunca digas nunca"

Mis primeras navidades habían sido las mejores, obtuve lo que siempre quise.

Mi familia.



















 

 

2 comentarios:

  1. Muy buena historia, aunque sinceramente no soy fan de Boruto, pero ví algunos capis y más o menos son parecidos a los de Naruto en algo, tampoco soy fan de NaruHina, para mi tenía que quedarse con Sakurita, Kishi me decepcionó mucho.
    Ahora con tu historia, me alegro que Naruto haya castigado a Burrito, es de lo más caprichoso y malcriado, Hima me cae mejor y sobre el otro chico, pobre ha sufrido un montón según cuentas, es curioso, pero apesar de no ser muy fan de la primera persona, te quedó muy bien la narración, desde el punto de vista de tres personajes. Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario 💕
    Pily

    ResponderEliminar