Pequeñas travesuras capitulo 7

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 Pequeñas travesuras

 Autora: Anaís bvm

 Capítulo7 fin de la cuarentena

 

 

Capítulo 7: Fin de la cuarentena 

• - Esta tarde con mucho agrado podemos anunciar que la cura de este virus fue descubierta esta mañana en el laboratorio de Washington, Estados Unidos. Aquí podemos ver a gente afuera de este edificio agradeciendo por aquel acontecimiento, nos dirigimos en vivo por allá en este mismo minuto. 

• - Bueno, como ya se sabe encontraron la cura del Covid-19 y al hablar con uno de los representantes nos dijo la siguiente información. Los países tendrán su vacuna lo antes posible para evitar que se siga propagando el contagio, por el momento espera que se mantengan en cuarentena hasta que el país tenga aquella sustancia. Piensan distribuirla esta misma tarde a los principales países afectados.. 

Ethan

• - ¡No! Volver a clases será una tortura.- dije al ver las noticias con total desagrado.

• - No seas tonto, no ves que tendremos libertad después de estar tanto tiempo encerrados.- Liam estaba más que emocionado.

• - Por una parte es genial, lo admito pero por otra no. Odio asistir a clases y ver a los mismos idiotas de siempre.

• - Concuerdo contigo.- Mateo dijo en voz alta mientras se tapaba con el brazo la cara acostado en el sofá.

• - Se viene muchísimo trabajo, probablemente la consulta se va a llenar apenas inicie la jornada de vacunación. Tendré que dejarlos con Marco por el momento cuando comiencen a distribuirla. Mucha gente va a querer aprovechar la oportunidad de obtenerla.- Decía papá mientras tomaba una taza de chocolate caliente.- Y hablando de vacunas..

• - Noo. Por favor, estamos bien, ¿si?.- Todos notamos a que se refería papá así que le dimos el apoyo incondicional a la frase de Mateo.

• - Es cierto, están bien pero se la tienen que colocar igual, seguramente sea obligatoria. Además, ¿Desde cuando tan miedosos? ¿No que me habían dicho que ya no eran unos niños para mimarlos y protegerlos?.- es un tramposo, usa nuestras palabras en contra.

• - Decimos que ya somos grandes para un par de palmadas, nunca sobre ese tema en especial.- susurró Liam.

• - Odio a los doctores, menos a ti, obviamente.- Marco bajó las escaleras y le dio un abrazo a papá. - No seas tan terco y déjanos así. ¿Que te cuesta?.- colocó ojos de cachorro abandonado.

• - Ay niños, enserio. Me dan tanta ternura pero saben que es necesario. Se hará y punto. Fin de la discusión. Los amo pero su salud está primero. Quizá hasta vaya a ser en el colegio y yo ni los obligue. Nadie sabe.- colocamos una mueca sobre todo Marco.

• - Cambiando de tema hoy tenemos que ir al supermercado, ¿recuerdas? Ya estamos en la primera semana del mes.- Avisó Liam.

• - Si, cariño. Puedo llevar a uno solo, así que como el mes pasado fue Ryan hoy le toca a Liam a menos que quiera darle su puesto a alguien más. Saben que los llevaría a todos pero permiten máximo dos personas y lo mejor sería solo una.

• - No papá, quiero ir. Lo siento Ethan pero tengo ganas de salir, ya la próxima será con todos.- lo miré mal.

• - Pero yo quiero ir.- mis ojos se cristalizaron. Hoy estoy sensible y no tengo ni la menor idea de porqué lo estoy.

• - Cariño, seamos justos, ¿sí?. ¿Que le pasa a mi cachorrito hoy? No llores, mi amor. Luego te duele la cabecita. Ven con papá.- lo abracé inmediatamente alargando su salida con el idiota de mi hermano. - ¿Mejor? 

• - Si.- susurré.- No se olviden del cereal con estrellas. Ni la leche con chocolate o el ingrediente para hacer gelatina. 

• - Si, amor. Todo anotado.- guardó la lista en el celular y se despidió de todos dejando a cargo al mayor. - No se porten mal, no quiero ninguna queja al llegar, no rompan nada, sin pelotas aquí adentro, si tienen hambre aún quedan cosas en el refrigerador. ¿No se me olvida nada? Creo que no, los amo. - siempre da el típico discurso y apenas llega hay un problema, cosas de los Miller.

Nosotros no buscamos los problemas, ellos vienen a nosotros.

Casa sola, sin padres. ¿Que significa? Un gran desastre asegurado. Ryan y Mateo se miraron y salieron corriendo al patio en media lluvia, pensamos que con la nieve de ayer el tiempo iba a mejorar pero al parecer nos equivocamos.

No somos unos críos para saltar en los charcos o mojarnos sin nada que nos proteja pero a veces hacemos cosas que sabemos que están mal pero eso nos llama aún más la atención. Sobre todo a los más idiotas, como ese par diría yo.

• - ¿Quien juega al atrapar? Busquen la pelota y salgamos al patio.- Ryan dijo mientras Mateo lo seguía.

• - No, saben que no pueden. Estoy a cargo pero eso no significa que no les pueda decir nada ni mandarlos. Afuera hay una tormenta terrible y ¿quieren jugar? ¿A caso se cayeron de la cuna al nacer?.- Marco se cruzó de brazos.

• - No seas aguafiestas. Queremos salir, eso no te importa.- Al parecer Ryan no está de muy buen humor hoy.

• - Ustedes eligieron. Vayan a mojarse, a ver si se pegarán un gran resfriado por no pensar. Ya les advertí. 

• - Uy si, nunca me enfermo. Ni que tuviéramos tanta mala suerte, ¿Que tan malo nos podría pasar?.- Ryan y Mateo salieron al patio enojados. Yo por lo menos preferí quedarme adentro, un resfriado es lo menos que quiero ahora.

• - Se van a arrepentir, créeme.- Prendió la televisión.

• - Lo sé. - Netflix apareció en pantalla.- Busca esa que viste el otro día, ¿Como se llamaba? 

• - ¿Dark?.- asentí.- Ya casi la voy a terminar y lo mejor es que la nueva temporada se viene en un par de semana más. 

• - Es buenísima, estoy ansioso de saber lo que se viene. Los viajes en el tiempo me encantan y me causan curiosidad.

Nos quedamos dormidos viendo unos de los últimos capítulos de la serie, fue exactamente una hora y me desperté desorientado.

• - Marco, despierta. Ey, te estoy hablando. Son pasada las 7 de la tarde, seguro papá ya viene de vuelta.

• - Mhm.- se acomodó.- ¿tan tarde? Nos quedamos dormidos, tendremos que retrocederla. Y los chicos, ¿siguen allá afuera?

• - No lo creo, dudo que no tengan inteligencia para quedarse tanto tiempo afuera en medio de una tormenta que se ve cada vez peor.

• - ¡Chicos!.- no respondieron. - ¡Mateo, Ryan! Vengan a la sala. - No se escuchó nada y nos empezamos a preocupar.

• - Que te apuesto que están congelados afuera, un dólar. 

• - No seas pendejo, no voy a apostar por algo así. Papá me va a matar si se entera, no ves que yo estoy a cargo.

• - Bueno, "señor a cargo", vamos a buscarlos, no pudieron ir tan lejos.- dije con sarcasmo y me fulminó con la mirada.

Al mirar en el patio y no encontrar ningún rastro de ese par decidimos ir a sus habitaciones, Ryan salió de la ducha y nos dijo que no sabía dónde estaba nuestro hermano menor, que le importaba muy poco y que se habían peleado hace media hora aproximadamente. 

Lo buscamos por toda la casa y Mateo no estaba. Al ir al cuarto donde lavamos la ropa lo encontramos acurrucado en un pequeño sillón que teníamos para regalar. Estaba empapado y temblaba mientras dormía.

• - ¡Que te dije! No salgan, pero parece que son unos sordos, Ryan y tú.- Marco enfadado parecía papá y en estas circunstancias es mejor ni hablarle. - Despierta, ve a darte una ducha.

Mateo abrió los ojos un poco y asintió. Mientras salíamos de ahí la puerta principal se abrió dándonos la seña de que habían llegado.

• - Chicos, estamos en casa. Bajen a buscar las cosas que traemos del supermercado. Mateo, tengo tus gomitas preferidas, cariño. - Marco y yo nos miramos asustados.

• - No se dará cuenta.- hablé con un pequeño susurro.

• - ¡Eso solo si borraron la evidencia del piso mojado y si es que no le da fiebre a Mateo!.- habló bajo casi gritando.

• - Hey, de acuerdo pero no la pagues conmigo. Tú eras el que estaba cargo, no yo. Además eres mayor. Papá seguramente vaya a buscar una niñera porque no puedes cuidar ni a tus propios hermanos.- su cara cambió por completo a una dolida. Creo que me pasé. - Lo siento, fui un tonto, perdóname.

• - No, está bien.- se apartó de mi lado y encerrándose en su habitación. - soy un pésimo hermano. 

Le dolieron mis palabras, es obvio. Ahora es cuando me arrepiento de decirle esas cosas, no se las merecía para nada. 

En el piso de abajo Papá estaba con una ceja levantada y Liam miraba el piso lleno de agua. Para eso existen dos palabras, estamos muertos.

• - ¿Cariño que ocurrió aquí? - me quedaron mirando y yo no sabía que responder.

• - Hmm.- estaba en blanco.- y-yo.. 

• - Está todo el piso mojado, hijo. Yo te ayudo a limpiar si derramaste agua. No es nada malo. Por cierto la tormenta allá afuera está muy fuerte.

• - S-Si tienes razón. Yo traigo un paño.- salí al cuarto de limpieza lo más rápido que pude.

Connor

Estos niños me tienen con un mal presentimiento, algo hicieron. Siempre pasa algo en mi ausencia, les advierto pero ni caso me hacen. Los nervios de Ethan no son normales, lo conozco demasiado bien.

• - Liam coloca las bolsas en el comedor. Yo subiré a ver que pasa con tus hermanos. - asintió.

• - ¿Chicos?.- toqué las puertas de todos y al llegar a la de Mateo escuché sollozos, inmediatamente entré a ver que estaba pasando.

• - ¿Que le pasa a mi niño? ¿Por qué lloras bebé?.- mostró un puchero. Me senté en su cama mientras él me abrazaba. - ¿Ese llanto es de culpabilidad, cierto?

• - ¿Como supiste?.- Más lloriqueos se hicieron presentes.

• - Los conozco muy bien como para equivocarme en adivinar. Cuéntale a papá lo que pasó. 

• - Pero me vas a castigar y no quiero.- sonreí.

• - Eso lo veremos después de ver que tan grave es ese problemita.

Relató todo pero absolutamente todo lo que había pasado con lujos de detalles, al principio me enfadé y al final traté de entender la situación.

¿Como se les ocurre salir en un momento así?. Ahora me pregunto, ¿Por qué Marco no los detuvo? ¿Y por qué no bajó cuando llegué del supermercado? Él siempre lo hace.

• - Mira, sabes muy bien que no tienes permitido hacer tal cosa. Te dije miles de veces que puedes salir al patio pero cuando esté soleado, no con plena tormenta y estarte mojando para pegarte un resfriado. Estas en problemas y tu hermano también, fue irresponsable de su parte. Si Marco les dice que no, es no. 

- Si papá. Lo siento.

• - Las disculpas no son solo para mí, a tu hermano mayor también se las debes.- bajó la cabeza.

• - Ven aquí.- me miró y luego lloró otra vez. Respiré profundamente, esto no me gusta para nada, odio castigarlos pero siempre están de problema en problema.- Cariño, es la segunda y última vez que te vuelvo a llamar. Para la otra el castigo va a aumentar y no lo hago porque probablemente tengas un resfriado sino por exponer de esa manera tu salud. 

En silencio se acercó, le acaricie la espalda antes de empezar. Seguramente ellos piensen que soy un completo monstruo al hacer esto y más a su edad. Pero son todavía unos niños, mis pequeños traviesos.

Empecé muy suave, me molestó lo que hizo pero no es como si fuera algo tan grave para llevarse un castigo grande.

• PLAS PLAS PLAS 

• - No quiero volver a saber que cometes un acto así de irresponsable e ir a mojarte de la nada.

• PLAS PLAS PLAS PLAS 

• - A la próxima el castigo será bastante mayor. Y lo tienes claro, esta es una advertencia. 

• PLAS PLAS *snif* PLAS PLAS *snif* PLAS 

• - Ya estás más grande, no son necesarias tantas charlas como esta.

• PLAS PLAS *snif* PLAS PLAS *Au* PLAS 

• - ¿Quedó claro?.

• - Si, papá.- lo levanté cuidadosamente y le di un fuerte abrazo mientras repartía besos por su frente. 

• - Nada más de perjudicarte así, amor. Tienes que cuidarte y más en este tiempo.- asintió y limpié sus lágrimas cuidadosamente.

Cuando salíamos de la habitación mi celular comenzó a sonar, al principio lo dejé porque creí que no era importante al ser un número desconocido pero al ser tan insistente en llamar decidí contestar y quedé en blanco, esperé todas las llamadas del mundo pero nunca creí que fuera mi hija, Emily.

• - ¿Hola?

• - ¿Papá?..- unos sollozos se hicieron presentes en la línea.- Tienes que ayudarme.