la familia,capítulo 12

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 la familia

 Autor: Adán 

 Capítulo :12

 

 

Ya habían pasado  4 meses desde los últimos acontecimientos, Arturo seguía intentando hablar con Pamela sin éxito, Aurelio seguía intentando enamorar a Cat e incluso considero declararle su amor; Adán seguía sin hablar a su padre y estaba en trámites para tratar de vender la fábrica y quizás cambiar de rumbo profesional…

Lunes 24 de septiembre de 1973

Como cada mañana Mónica despidió a Adán en la puerta, aunque esta vez algo preocupada habían pasado 2 semanas desde el golpe de estado y hasta ahora nadie había salido a la calle.

• ¿Enserio tienes que ir amor? Puede ser peligroso – Mónica estaba preocupada

• Si amor debo ir… estoy tratando desde principios de mes vender esa fábrica y se han atrasado los tramites por los acontecimientos, no podemos seguir alargándolo – respondio Adán antes de besar a su esposa

• Está bien pero cuídate ¿Sí?

• Estaré bien – Adán sonrío a manera de despedida

Tenía que encontrarse con Don Fabricio un hombre de negocios que estaba interesado en comprarle la fábrica a Adán y quedaron en verse ahí para echar un vistazo a las instalaciones.

• Don Adán – Fabricio bajó de su auto apenas vio a Adán

• Hola Don Fabricio – Adán saludo con un apretón de manos y entraron a la fábrica viendo de paso las instalaciones mas cercanas, la fábrica estaba algo deteriorada tanto por dentro como por fuera

• Bueno ¿Entonces habíamos quedado en $600.000 como un precio justo? – pregunto Fabricio sentándose junto con Adán

• Si… Bueno quizás ahora que usted vio el estado en que está la fábrica quiera darle unas vueltas al precio… no se… – Respondió Adán sirviendo café

• Oh no se preocupe – contesto el hombre cogiendo el café – Me parece un precio razonable, mi idea es derrumbar y volver a construir algo más moderno… Además, usted me conto que es un negocio que paso de generación en generación

• Pues si… Tiene casi 100 años de historia y bueno he pensado que ya cumplió su ciclo – Adán no pudo evitar el dejo nostálgico en la voz, quizás si no hubiera ocurrido lo que paso él hubiera hecho algo más por la fábrica – A mí me gustaría probar otro rumbo profesional y que mis hijos no se sientan obligados a seguir con este negocio – agrego dejando el café en la mesa

• Bueno… Usted dirá cuando concretamos la venta

• Yo primero debo hablar con mis empleados – respondió Adán haciendo cálculos mentales –  bueno no es fácil además tanta gente que quedara sin trabajo… Tengo que pagarles el sueldo y hacerles alguna

• Está bien, ¿qué le parece si lo dejamos para 1 mes? Así se hacen todos esos trámites con calma – tentó Fabricio

• Me parece bien…

Tras eso el día transcurrió bastante normal y con muy poca actividad en la fábrica así que Adán decidió finalizar la jornada más temprano, al llegar a su casa vió a Mónica hablando por teléfono lo que le parece raro a Adán ya que casi nunca usaban el teléfono solo en casos de emergencia.

• ¿Amor? – murmuro Adán y Mónica lo miro poniéndose el dedo en la boca como diciendo que aguante un poco, pero la mirada de Mónica era nerviosa

• Si acaba de llegar… Yo le diré… – Respondió Mónica cortando saludando a su marido

• ¿Qué ha pasado? – Preguntó Adán con el ceño fruncido esa era una mirada que nunca ponía Mónica

• Era tú madre, le han informado de que tú padre está hospitalizado… No me dio muchos detalles, pero me dijo que fueras… Están todos allá – Respondió Mónica secándose las lágrimas

• Ayy… Está bien iré – Adán cambio de semblante, mal que mal seguía siendo su padre

• Te acompaño si quieres… Dejo a los niños con la vecina y vamos – sugirió Mónica, como siempre buscando apoyar a su marido y estar con él en los momentos difíciles

• No, está bien. Ire solo, además estaría más tranquilo sabiendo que los niños están contigo – la verdad es que Adán no quería que Mónica lo viera preocupado, nervioso con tristeza ni llorando en caso de que las cosas se pongan feas con la salud de su padre, hubo veces en que Mónica lo ha visto así, pero era algo que a Adán no le gustaba

• Está bien, si insistes… – A Mónica no le quedo más que respetar lo que Adán había decidido – Pero me avisas cualquier cosa

• Claro amor – Responde Adán besando a Mónica

Mónica sintió pena por su marido, no tuvo tiempo ni para comer, pero la verdad es que su suegra sonaba desesperada por teléfono.

• Mamá ¿Qué ha pasado? – Pregunto Adán abrazando a su madre

• Hijo me llamo tu tío y me aviso que tu padre estaba hospitalizado en un estado de gravedad, al parecer se deterioro mucho los últimos meses y su enfermedad se agravo… Según me dijeron esta en las últimas que no le queda mucho… – Pamela se secó las lágrimas, después de todo había compartido 35 años con él, más los años de enamorados

Pasaron unos minutos esperando que los médicos les permitan entrar, habían ingresado a evaluarlo y apenas pudo Adán decide entrar a ver a su padre y ahí lo vio… conectado a unas máquinas deteriorado.

• Papá… – Adán toma una silla y se sentó al lado de la camilla

• Hijo… No esperaba tu visita, de hecho, no esperaba a nadie – murmuro con dificultad –  Después de todo cometí muchos errores en mi vida y parece que ahora los estoy pagando – agregó Arturo mirando a Adán

• ¿Cómo paso esto? ¿Por qué? – Preguntó Adán aun sin poder creer que su padre estuviera hospitalizado, aunque no se veían hace meses tampoco se veía venir que la salud de Arturo se deteriorara drásticamente

• Deje de tomar los remedios, deje de venir al doctor, hace días me dio un ataque cardiaco muy fuerte… Apenas pude llegar vivo, pero no sé si me quedé mucho tiempo… – Respondió Arturo cerrando los ojos haciendo una mueca de dolor

• Te vas a recuperar, aun eres joven – Respondió Adán dándose cuenta por primera vez en que no se había dado cuenta de la salud de su padre

• No hijo… Así lo quiere dios… Él sabe porque hace las cosas… Quiso darme una vida corta y está bien… Creo que lo merezco… Me arrepiento de todo el daño que hice… A tú madre, a ti, a tus hermanas, en general a todos… No he sido un buen esposo y tampoco un buen padre lo siento hijo… – Arturo cerro los ojos haciendo una mueca de dolor

• Está bien, eso no importa ahora, además todos cometemos errores… – Adán se aguantaba sus ganas de llorar no sabía que decir

Y aprovechando que su padre empezó a dormitar prefirió retirarse del cuarto e ir a la sala de espera.

• Amor, lo siento sentía que debía acompañarte y los niños están bien no te preocupes los deje con la vecina – le dice Mónica mientras abraza a su esposo  Adán solo suspira apoyando su cabeza en su hombro en el fondo quería que su mujer estuviera ahí con el

Mientras Adán estaba hablando con Mónica, Cat decide entrar a ver s u padre.

• Hija… No pensé que pasarías… Digo… Estos últimos años he estado algo insoportable contigo – Arturo medio sonrió a manera de disculpa, siempre había querido ver a su hija casarse y formar una familia

• Ayy papá… Sé que tuvimos muchos problemas estos años que han deteriorado nuestra relación pero quiero que sepas que igual me preocupas – contesto Cat besando la frente de su padre

• Lo siento Cat, no era mi intención molestarte… Lo que yo quería y quiero es que formes una familia… No quiero verte sola y creo que me obsesiones porque bueno nunca tuviste novio… – Responde Arturo agarrándole la mano a Cat, cada vez le costaba hablar sin hacer pausas para respirar

• Papá… Si yo no me he casado ni formado una familia es porque no he encontrado al hombre ideal… No me casare con cualquier persona, quizás algún día llegue el momento pero eso será cuando me sienta lista y preparada para hacer mi vida y cuando encuentre al indicado – explico Cat

• Eso si… No me gustaría que te cases con cualquiera… – sonrió Arturo antes de volver a dormirse, su estado era ese, momentos cortos de lucidez y luego sueño

Después de unos minutos Cat sale del cuarto y va con su madre y hermano.

• ¿Has podido hablar con Maggie y su madre? – Preguntó Adán a Pamela

• He intentado llamar a su casa, pero no contesta nadie – Respondió Pamela – ¿Qué tal si van a comer? Seguramente no han comido nada… Yo me quedare aquí

• ¿Y tú comiste mamá? – Pregunta Cat

• Si, no se preocupen por mi  – Respondió Pamela sonriendo levemente, la verdad es que quería unos minutos a solas con su marido

Y van a buscar un lugar para comer aunque Cat opta por irse a casa, debía pensar muchas cosas, además tenía que ir a ver la academia de baile mientras Adán y Mónica van caminando a un restaurante.

• ¿Cómo estaba? – Pregunta Mónica

• Pues… Estaba conectado a unas máquinas, se le veía muy débil, más cansado – suspira Adán con tristeza

• Pero se va a recuperar, aun es joven amor – Mónica no puede perder la esperanza

• No lo sé, ten en cuenta que mi familia por parte de padre ha muerto jovenes… mi abuela murió en sus 50 y algo y mi abuelo apenas cruzo los 60… Yo tendría como 3 años en ese momento… – recordó Adán

• Pero no creo que todo sea genético amor… También depende del estilo de vida – Responde Mónica

• Eso si

Mientras tanto Pamela decide entrar a ver a Arturo, con todo lo que le dijo su hijo e hija, quizás sea una de las ultimas veces que pueda hablar y ver a su marido.

• Arturo… – murmuró Pamela entrando al cuarto

• Pamela – Arturo quiere sentarse pero no pudo – Siento mucho todo el daño que te hice… sé que una disculpa no arreglara el pasado, pero quiero que veas que si estoy arrepentido – Arturo le tomo la mano a Pamela apretándola con la poca fuerza que tenía

• ¿Por qué lo hiciste Arturo? Nosotros… Creía que éramos felices con nuestras peleas y todo, pero felices… Digo ¿Por eso nos casamos no? – Pamela había estado pensando todos estos meses en su matrimonio

• Yo… Claro que me casé contigo por amor, pero tuve un pasado – era hora de hablar claramente pensó Arturo – cuando tenía unos 16 años conocí a una chica, Clementina nos hicimos amigos muy íntimos al cabo de 1 año de habernos conocido y decidí declararme ella me acepto y fue todo perfecto hasta el punto de considerarla… mi primer gran amor… pasamos un poco más de 3 años y medio juntos, yo quería casarme con ella, pero ella tenía otros planes en su vida y decidimos dejarlo hasta ahí… fue doloroso terminar, me sentí muy triste, al año siguiente te conocí a ti y claro que me enamore de ti por eso nos casamos pero yo seguía sin superar a Clementina y cosas del destino nos reencontramos cuando tu estabas embarazada de Dulce… y bueno le mentí… le dije que era soltero y sin compromiso porque yo aún no la había superado…

• Pero… ella me dijo que se conocieron en 1940… – para  Pamela fue duro oír aquello y no pudo evitar llorar

• Quizás no se acordaba mucho de nuestro pasado pero yo si… bueno comencé una doble vida con ella… y si, la verdad… Maggie es mi hija… sé que hice mal y me comporte como un inmaduro y descargue mi frustración en ustedes. Lo que quería era de alguna forma dejarlos a ustedes para irme con ella… sé que hice mal y lo siento mucho – Responde Arturo

• Pero si se supone que era tu verdadero amor ¿Por qué se separaron de nuevo? – Preguntó Pamela pensando en lo último que dijo Arturo que aunque dolió mucho decidió no lo demostrarlo

• Porque a ella también la hice sufrir… Y además se enteró que ya tenia familia… – Responde Arturo y eso fue suficiente para Pamela, Arturo podía estar enfermo pero no por eso ella iba a seguir siendo lastimada

• Bueno, ya me dijiste todo… Yo ya me tengo que ir – Pamela se paró algo enojada por la confesión de Arturo, y Arturo se dio cuenta

• Por favor no te vayas – suplico Arturo en medio de una horrible tos

• No está bien… Yo… – Pamela se ve interrumpida cuando entra el doctor y Pamela se sienta

• Bueno, desearía tener buenas noticias… Pero tengo los resultados del corazón y los pulmones – hablo el Doctor con el expediente de Arturo

• ¿Pulmones? – Pamela frunció el ceño y miro a Arturo, al parecer había otra cosa que no le había dicho

• Si… Hace 2 años se le diagnosticó cáncer de pulmón y nunca hizo tratamiento solo venia mensualmente y se le recetaban unas pastillas y bueno durante los últimos meses su cáncer se empezó a desarrollar, ya no hay solución porque es muy riesgoso operarlo ahora… Arturo tiene cáncer terminal… – Y Pamela se lleva las manos a la cara y Arturo solo cierra los ojos intentando no llorar

• Doctor… dígame… ¿Cuánto me queda? – Pregunto Arturo totalmente abatido

• Quizás… 1 o 2 semanas… – el Doctor no podía mentir y tras esas palabras se formó un silencio incomodo – De verdad lo siento mucho…

Tras eso se retiró dejando a Arturo y Pamela con un silencio muy incómodo, Pamela no sabía qué hacer, bueno si sabía, quería abrazarlo y decirle que todo estaría bien pero tras la confesión de Arturo se sintió como una extraña para ese hombre que ahora la veía con los ojos desolados y temerosos, así que Pamela entra al baño para poder llorar.

Llorar por todo, por la salud de Arturo, por su muerte inminente, por el amor traicionado, por los años engañada, por saberse usada… y pese a todo eso porque aun lo ama.