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sábado, 1 de mayo de 2021

la familia 8


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  la familia

 Autor: Adán 

 Capítulo8

 

 

Adrián y sus hermanos apenas se dieron cuenta de que Andrea desapareció de su radio, se pusieron a buscarla como locos por los alrededores del barrio sin éxito, mientras Andrea se encontraba desorientada llorando sentadita en una de las calles aledañas al parque porque se había perdido, en eso se acerca Amalia junto con Antonio que eran los padrinos de bodas de Adán y Mónica.

Amalia era una de las mejores amigas de Adán durante la infancia, fue una de sus mejores confidentes y sabía muchos detalles sobre la relación de Adán con su padre, como él conocía pormenores de muchos problemas que tuvo Amalia a lo largo de su vida, así que conocía a los hijos de Adán y no le fue difícil reconocer a la niña.


  • Mi niña ¿Qué haces aquí sola? – le pregunto acercándose a ella, alzándola de inmediato secándole las lágrimas

  • Estaba con mis hermanitos y me perdí… – respondió Andrea abrazándose a su cuello

  • Que irresponsables esos niños – murmuró Antonio con su carácter fuerte, mirando por si acaso los chicos estuvieran por ahí

  • Iré a dejarla a su casa… Tú si quieres ve a comprar – sugirió Amalia a su esposo

  • Está bien – y se despiden con un beso

Mientras tanto, Mónica estaba terminando de poner la mesa, mirando la hora, hace mucho que sus hijos ya deberían llegan a casa.

  • Cómo se demoran los niños… – murmuro para si misma, viendo la hora los niños debían haber llegado hace unos 20 minutos ya

  • Si quieres puedo ir a buscarlos yo a la plaza – se ofrece Cat parándose

  • Si, sería bueno – Mónica se siente aliviada con eso, porque no quería salir de casa y que no haya nadie en ella por si acaso se cruzaran en el camino


Mientras Cat va caminando se encuentra con Aurelio en una esquina de pura casualidad


  • Cat – Aurelio sonríe

  • Aurelio que casualidad verte por aquí – Cat sonríe y le da un abrazo a Aurelio

  • Vi a los niños recién, andaban apurados – le comenta penando que quizás los chicos estaban con ella porque daba la casualidad que iban en la misma dirección y con escasos segundos de diferencia – adivinare, como siempre se les paso la hora y mi hermana con tu hermano los regañaran por no cumplir con la hora

  • Algo así, pero es que también llevaban a Andrea y Mónica se preocupó un poco

  • ¿Andrea? No los vi con Andrea – Aurelio frunce el ceño

  • ¡Pero estaba con ellos!… ¿No será que la perdieron? –Cat se llevó las manos a la cabeza

  • Ahora que recuerdo si andaban raros, tano que no me oyeron cuando los llame – le dice mirando de un lado a otro – vamos a buscarlos, no deben estar lejos, no hace ni 3 minutos que me los cruce – sugiere Aurelio


Y Aurelio y Cat van a buscar a los niños mientras Amalia llegaba con Andrea a casa de la niña que para eso ya había dejado de llorar.


  • Amalia hola – Saluda Mónica un poco decepcionada de no ver a sus hijos, pero luego frunce el ceño extrañada de ver a su hija con su amiga

  • Hola Mónica… Encontré a tu hija por ahí solasaluda Amalia entrándole a la niña que estaba comiendo una galletita que le compro Amalia

  • Ayy no… Mis hijos debían cuidarla y la descuidaron… – Mónica abrazó a Andrea y le salen lágrimas, nunca habría pensado que sus hijos fueran irresponsables al descuidar a su hermana pequeña

  • Lo sé, pero no creo que sea buena idea que niños que no superan ni los 12 años estén con una niña de casi 3 años en la calle sin supervisión – respondió Amalia

  • Tienes razón fue mi culpa – acepta Mónica cargando a Andrea y suspira

  • No… No dije eso, no es tú culpa los niños si debían hacerse cargo de ella lo que quise decir es que no es buena idea porque son niños y ellos que van a saber de responsabilidad – responde Amalia

  • Supongo que tienes razón – Responde Mónica bajando a Andrea

  • Bueno nos estamos viendo – ambas se despidieron


Hasta eso los niños recorrieron ya todo el barrio y se reunieron en una de las esquina.


  • Mierda donde estará – murmuró Adrián nervioso, él era el mayor y por ser el mayor lo más fuerte le caía a él y si con malas notas y falta de respeto le caían casi 100 nalgadas como le iría cuando sus padres se enteren de que perdió a Andrea pensaba apesadumbrado

  • ¿Y si le contamos a mamá?,  o sea ella sabrá que hacer mejor que nosotros, ella es grande – insinúa Pedro sentándose en la vereda, con mucha sed

  • ¡Claro! como a ti no te ha pegado el papá – contesto Adrián  enojado

  • ¿Entonces qué hacemos?, tengo hambre – se queja Pedro y Adrián le iba a responder pero escuchan los pasos corriendo de Ignacio, que venía aún más nervioso como si hubiera visto algo

  • ¿Tú donde te metes? ¿acaso quieres perderte también? – le grita Adrián

  • Tenemos que irnos acabo de ver al tío y la tía venir hacia acá y no tardan en llegar hasta aquí – Ignacio esta agitado después de la tremenda carrera que  pego

  • Mierda y yo que no quiero meterme en problemas – reniega Pedro, poniéndose de pie

  • Ya es demasiado tarde… O nos matan a los 3, o nos matan a los 3 – Responde Adrián echando un vistazo a ver si Aurelio y Cat se acercaban


Cuando estaban a punto de correr un bus para justo en la parada y baja Adán, venia cargado de unos detallitos para los niños.


  • Niños ¿qué hacen por aquí? ¿no deberían estar en casa? – pregunto Adán a sus hijos y frunce el ceño mientras se acerca a ellos, notando su nerviosismo

  • Ya nos íbamos a casa – contesta Adrián poniendo su mejor cara

  • ¿Qué hacen por aquí?, no me digan que querían ir a la carretera ¡saben que es peligroso!

  • No papá, solo queríamos ver si aquí hay una venta de juguitos, es que tengo sed – mintió Ignacio

  • Bueno vamos a casa


Los niños empezaron a caminar junto a su padre, pensando que se pondría furioso cuando se entere que perdieron a Andrea, entonces se acordaron de que sus tíos venían por esa dirección y fue Adrián quien decidió desviar el paso.


  • ¿Dónde vas Adrián? Es por aquí – pregunto su padre

  • Por aquí es un atajo – Adrián intentó engañar a su padre pero solo logro impacientarlo

  • Yo siempre me voy y vengo por aquí, es más rápido ahora ven y no digas tonterías – lo freno su padre medio enojado

  • Por eso, siempre vas por ahí, vamos por aquí ahorainsistió Adrián

  • ¿Para dar una vuelta innecesaria? – lo cuestiono su padre esperando que su hijo recapacite, pero Adrián no se movió y tras un buen rato agrego – Enserio Adrián no quiero nalguearte pero estás haciendo méritos – amenazó Adán; en estos momentos de verdad tenía poca paciencia

  • Es fácil que pierdas la paciencia por todo – grave error de Adrián contestar así

  • Tienes 2 opciones ¡Vienes o te busco! – Adán levanto dos dedos enojado, mientras Ignacio y Pedro solo se preguntaban porque su padre estaba así de enojado


Y cuando Adán cogió por fin a Adrian del brazo, aparecen  Aurelio y Cat.


  • Hermano que casualidad encontrarte – saludo Cat dándole un beso en la mejilla a su hermano

  • Hola, hermana hola cuñado, que casualidad – Adán extiende la mano a Aurelio quien responde con un apretón de manos

  • ¿Sabes que más es casualidad? encontrar a los niños aquí contigo y no ver a Andrea por ningún lado siendo que ellos la llevaron al parque – dijo Cat viendo las caras nerviosas de los niños y Adán se le pinto la cara de furia

  • ¿Saben niños? Qué casualidad que venía pensando en que ustedes últimamente se estaban portando bien las últimas 2 semanas… sin quejas ni nada y por eso les compre estos detallitos… Y AHORA SOLO QUIERO LLEGAR A CASA PARA DEJARLES ESE TRASERO BIEN ROJO COMO UN TOMATE – Adán había empezado tranquilo y luego elevó la voz mientras los niños no veían la hora de que esto termine, Adrián ya estaba presionado por su padre y Adán intenta agarrar a Ignacio sin éxito porque tenía las bolsas en la otra mano, Ignacio se apartó y cuando está a punto de escapar Aurelio lo agarró

  • ¡Suéltame tú no eres mi padre! – gritó Ignacio intentando zafarse de su tío

  • Te soltare en casa ¿qué te parece esa idea? – respondió Aurelio como burlándose de Ignacio

  • ¡Nooo déjame ya! ¡Papá! – Ignacio pataleaba  luchando

  • Pues a mí me parece buena idea que te suelte en casa – Adán empezó a caminar rumbo a casa

Ya lo oíste, ahora deja de patalear porque conseguirás un varillazo en las piernas – lo amenazo su tío – Eso hacia tú abuelo cuando le pataleaba un varillazo y se me iban las ganas de seguir


Finalmente llegaron a casa donde Mónica los esperaba afuera, algo triste y a la vez enojada, aunque no se esperaba que su marido trajera a los niños.


  • Hola, amor… veo que ya te enteraste – le dijo con ojos tristes – Andrea está bien, por suerte Amalia la encontró y la trajo – agrego Mónica acercándose a su marido para darle un beso en la mejilla

  • Qué bueno que Andrea este bien amor – una preocupación menos pensó Adán

  • Estoy muy decepcionada de ustedes, nunca pensé que no se preocuparían por su hermana que ni 3 años tiene – dijo Mónica enojada y los niños bajaron la cabeza

  • No te preocupes por eso… Estos dos irresponsables – y Adán agarró a Ignacio fuerte del brazo dejando las bolsas a un lado – que al parecer les gusta que uno los ande castigando van a pagar por su grave irresponsabilidad

  • Lo sentimos no lo volveremos a hacer – los niños nerviosos respondieron  a coro

  • No hay disculpas que valgan, a su hermanita le pudo haber pasado algo – respondió Adán enojado y luego mira a Pedro – y tú, eras el único que faltaba… vas a venir aquí y veras como les doy de nalgadas a tus hermanos para que veas lo que te espera si te vuelves, así como ellos


Y con eso Adán entró con los niños llevándolos al cuarto y Pedro solo bajó la cabeza y cuando va a entrar Mónica le da una nalgada y hace que Pedro se voltee.


  • A ti te di una orden, te dije que veas que tus hermanos cuiden a tu hermana y no hiciste nada – dice su madre cruzada de brazos

  • Mamá lo siento… Pero por favor no permitas que papá me deje ver como nalguea a mis hermanosPedro pones sus manos como si rezara rogándole a su madre aquello

  • Ese es tu castigo… Te hará muy bien ver lo que te espera si sigues el camino de tus hermanos – Mónica ya no quería saber nada y así fría se va a ver a Andrea y Pedro va al cuarto


Al entrar Pedro vio como su padre nalgueba al pobre de Adrián, quien lloraba desconsoladamente, cosa que tomo por sorpresa a  Pedro ya que nunca vio a su hermano mayor llorar así.


  • PLAF… PLAF… plaf… plaf… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… plaf… plaf… ¡Para que aprendas a ser más responsable la próxima vez! plaf… plaf… plaf… PLAF… PLAF… plaf… plaf… PLAF… PLAF… PLAF…

  • ¡BUAAAAAAAAAA! ¡PAPÁ! – chillaba Adrián pero al darse cuenta que Pedro estaba ahí, agacho la mirada escondiendo su cara mordiéndose los labios

  • No quiero estar aquí – gimió en voz baja Pedro a nadie en particular

  • Ve acostumbrándote y haciéndote a la idea, que de aquí en adelante cuando toque que nos castiguen tu estarás presente y en algún momento vas a estar así… – Ignacio lo sobresalto tocándole el hombro, Pedro no se dio cuenta de su presencia hasta ese momento

  • ¡YA PAPÁ POR FAVOR A ANDREA NO LE PASO NADA! – gritó Adrián, pero su padre siguió  

  • PLAF… PLAF… PLAF… plaf… plaf… plaf… plaf… plaf… plaf… plaf…  ¡No es que no le haya pasado nada!  PLAF… plaf… plaf… PLAF… PLAF… plaf… plaf… plaf… plaf… plaf  ¡Es que pudo haberle pasado y se perdió por irresponsabilidad de ustedes! PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF ¿¡Entiendes eso!?


Y con las ultimas nalgadas lo dejó y fue por Ignacio jalándolo del brazo, no iba a discutir con él sobre las razones del castigo, ya estaba de suficiente mal humor como para perder tiempo, así que lo acomodó en sus piernas y le baja el pantalón empezando a castigarlo.


  • PLAF… PLAF… plaf… plaf… plaf… PLAF… PLAF… PLAF… plaf… plaf – cayeron las primeras 10 nalgadas

  • ¡PAPÁ POR FAVOR YA! – No tardó en chillar Ignacio

  • plaf… plaf… plaf… plaf… plaf… plaf… plaf… plaf… plaf… plaf… ¿Te quejas apenas cuando empiezo y no voy ni a la mitad – anuncio para desgracia del pequeño siguiendo con la paliza –  plaf… plaf… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… plaf… plaf… PLAF… PLAF… – Adán al igual que con Adrián le dio un poco más de fuerza de lo normal llevado no solo por el enojo

  • ¡FUE CULPA DE MAMÁ ELLA NO DEBIO DARNOS A ANDREA PARA QUE LA CUIDARAMOS! – Ignacio cometió el error de culpar a su madre, algo que a Adán le molestó porque era una falta de respeto a Mónica

  • plaf… plaf… plaf… plaf… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF ¿¡Y todavía culpas a tu madre!? ¡Si ella les dejo a Andrea en sus manos fue para que la cuiden y nunca pensó que fueran a cometer ese acto de irresponsabilidad con su hermana! PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF… PLAF…


Y con eso termino, dejando a Ignacio en la cama y se acercó a Pedro el cual retrocedió unos pasos asustado.


  • ¿¡Y tú!? – le dijo en tono áspero al pobre de Pedro que empezó a sentir un hueco en el estómago – ¿otro que quiere una paliza? – aseguro y Pedro se quedó callado te hice una pregunta – insistió su padre y Pedro solo asiente con la cabeza lo que le enojó a Adán que lo agarró fuerte del brazo, mientras Adrián e Ignacio pensaban que ahora sí, su padre iba a darle de nalgadas ¡Nadie es mudo, todos tenemos voz aquí así que si te hablo espero que me respondan igual! ¿¡Entendido!?

  • Si… – Pedro apenas pudo hablar con un nudo en la garganta


Mónica que estuvo bastante rato tras la puerta, oyendo lo que sucedía, decidió que era hora de entrar.


  • Ya amor ¡suficiente! – Mónica intervino a tiempo,  calmando a Adán abrazándolo y dándole un beso, Adán responde al gesto y finalmente se va a la ventana a tomar un poco de aire para calmarse, mientras Mónica se volteó para ver a Pedro – Las nalgadas que da tu padre no son como las que doy yo, hoy solo fue para que veas a tus hermanos, la próxima vez te castigara – y con eso le da un abrazo y lo lleva junto a sus hermanos – Espero que esto no se vuelva a repetir

  • Si mamá – se oyó a los niños a coro

  • Bueno vayan a lavarse las manos, la comida se enfría – y los 3 hermanos no tardaron en correr al baño, cuanto más lejos de su padre, mejor Sé que estás enojado con esto y con lo de tu padre – le dijo Mónica cuando los chicos salieron – pero no es bueno que descargues la rabia contra los niños

  • Cierto, creo que se me fue un poco la mano… No supe medirme – Cortó Adán

  • Ojalá pronto quieras hablar con tu padre para arreglar esto – Mónica quería que su marido converse con su padre ya no más, ese asunto estaba enturbiando su carácter

  • Bueno… si, pero eso será cuando yo lo decida


Y salió de la alcoba a ver a su muñeca… la pequeña Andrea, tras besar a su esposa y Mónica no insistió, sabía que en algunas cosas, era mejor dejar que Adán evalúe sus tiempos.




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