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Un nuevo horizonte
Autora: Terry
Capítulo 5
Yolanda se tenso al ver a su padre acercase y miro a su hermano enojada, creyendo que la había traicionado
- ¿Porque haces
esto? – miro a su hermano con la
mirada nublada por las lágrimas – yo
confiaba en ti creía que me apoyabas y me ibas a ayudar – Óscar
llevo la mano a la mejilla de su hermana la acarició con el pulgar
- Lo estoy
haciendo Yoli, papá solo quiere hablar contigo está muy arrepentido… solo
escúchalo y luego decides si lo perdonas o no – Yolanda
miro a su padre sentía como se le oprimía el pecho, su papá no tenía mucho
tiempo para ellos pero siempre los apoyaba en las decisiones que ellos tomaban;
era la primera vez que su papá se portaba así y ella también sabía cómo su
hermano que su mamá manipulaba a su papá a su antojo
- Hola princesa – Yolanda
ya no pudo contener más su compostura y se tiró a los brazos de su papá,
necesitaba de él y su padre no la defraudo, la apretó fuerte en su pecho –
lo siento mi vida, siento haberme comportado así
contigo – Yoli no podía dejar de llorar en el pecho de su padre
que difícil era pasar por todo eso – ya mi
niña no llores no me lo merezco – Laura que no se había ido muy
lejos por si tenía que intervenir y oír a Armando arrepentido y a Yoli llorar,
salió para que entraran dentro y hablarán cómodamente en el despacho de su
marido
- ¿Por qué no
invitas pasar a tu papá? En el despacho de Diego podéis hablar con más
intimidad – les dijo en voz baja para no
sobresaltarlos
Cuando pasaron a la sala, Manu
que acababa de salir de la ducha bajaba por la escalera cuando vio al papá de
Yolanda, pasando el peor miedo de su vida, imaginando por lo que
pudiera pasar, pero decidido a batalla, ellos tendrían a ese bebé y nadie se lo
iba a impedir.
- ¿Qué hace
aquí? Vallase ¿Quién lo dejo entrar? – decía
gritando muy alterado menos mal Laura lo detuvo sino se iba como un toro sobre
el hombre
- ¡Manu cariño!
deja que hable con su papá – le
dijo Laura pero Manu no quería, no dejaría que volvieran a lastimar a su
novia; aunque no le pusieron un dedo encima la habían lastimado y mucho con las
palabras hirientes que le dijo sobre todo la víbora de su mamá
- NO – le
dijo poniendo a Yolanda detrás suya
Armando con ese simple gesto se dio cuenta que
ese mocoso la cuidaría, la estaba defendiendo de su propio padre, Diego que
estaba llamando para pedir comida a domicilio era tarde y no tenían ganas de
ponerse a cocinar, con todo el alboroto que armo Manu salió de la cocina
- ¿Qué ocurre
aquí? ¿Qué tanto escáldalo – dijo
mirando a su hijo que no le quitaba la mirada de encima a su suegro y se dio
cuenta que estaba el papá de Yolanda – ¿a
que vino? – pregunto con algo de aspereza y miro a su esposa
buscando una señal
- Yo solo quiero
disculparme con mi hija – y Diego bajo la guardia
si el se equivocara con su niño también querría tener una segunda oportunidad
- No necesitamos
su disculpa asi que váyase de aquí – le
dijo Manu caminando hacia Armando con intención de lanzarse a él y Diego
que se dio cuenta cogió a Manu por las muñecas atrayéndolo a él para que lo
mirara
- Manu hijo solo
va hablar con ella, tiene derecho es su papá – pero
eso en vez de tranquilizar a Manu lo puso peor
- ¡No! No tiene
derecho – decía gritando con todas sus
fuerzas – el quiere hacerle daño a
ella y al bebé
- Cálmate Manu
que no va a pasar eso
- Te equivocas
si crees que voy a dejar que este hijo de puta le haga daño al bebé – y
Diego se quedó sorprendido, su hijo no era de tener malas palabras
Plas plas plas – tres
fuertes nalgadas fueron al trasero de Manu que no esperaba que hiciera eso
delante de todos
- hijo
cálmate tu no hablas así y nosotros no te educamos de esa manera.- Diego
comprendía a su hijo pero no podía dejar que se comportará de esa manera
- Tranquilo Manu
no dejare que le haga daño al bebé – intervino
Yolanda para tranquilizar a su novio y se fue a dirección del despacho de su
suegro para que su padre le siguiera, pero Armando antes de seguir a su hija
cogió a Manu por los hombros
- Tranquilo, sé
que no he obrado bien y quiero disculparme con mi hija por hacerle este daño y
también quiero pedirte disculpas a ti… ya me di cuenta que mi hija va a
estar en buenas manos y que la cuidaras mucho – Armando
se encaminó detrás de su hija pensado que esa familia se portó muy bien con él
al recibirlo en su casa y no echarlo a patadas como casi hizo el
Manu al ver que ya entraron al
despacho de su padre reclamo a su padre.
- Me pegaste
delante de mi novia – le
reprochó a su papá
- Pues si no
quieres que te castigue delante de ella te comportas – le dijo Diego algo molesto
- Y que quieres
que le dijera – Manu no se dio cuenta que su
cuñado estaba en un rincón de la sala pero fuera de eso su padre no se esperaba
ese ataque
- Nada Manu sólo
que te comportes – contesto consciente de la
presencia de Oscar
- A ¿si? ¿qué me
comporte?... a ellos le valió una mierda y casi se tira encima de mí para darme
un puñetazo ¿y quieres que lo respete? – le
pregunto molesto, eso si que no encaja con lo que su padre le dijo alguna vez,
que había que hacerse respetar no pisotear
- Ya basta Manu – Diego
no quería seguir hablando del tema y menos que Óscar oyera a su hijo
hablar así
- No basta, yo
no soy tan idiota como tú para que convencerme tan pronto – dijo
enrabietado, molesto de que su padre sea tan condescendiente con Armando y lo
trate a él como a perrito faldero, Diego lo miro
- ¿Qué has
dicho? – Diego camino hacia su hijo y este
retrocedió lo cogió de los hombros – se que
estás nervioso y está siendo difícil para ti pero desde ahora te advierto que
si vuelves a insultarme o comportarte como hace un rato no te va a ir nada bien
y te vas a echar una siesta bien calentito así que te dejo elegir – Manu
lo miro con rabia y se trago sus palabras para no decir algo inadecuado
Sabía que su papá estaba
hablando en serio y sin decir nada más se soltó de su papá y subió a su
habitación se sentía impotente, no podía hacer nada… tenía que depender de los
adultos y eso lo ponía de muy mal humor, tenía que hacer algo al respecto sino
estaba pedido; Diego en cambio se disculpó de Óscar por el comportamiento de
Manu y lo invito a sentarse y le ofreció un refresco mientras esperaban que
salieran del despacho Armando y Yolanda que cuando entraron en el despacho se
sentaron en el sofá y empezaron hablar de lo sucedido.
- Yolanda hija,
siento mucho lo que a ocurrido – los
dos se quedaron en silencio durante unos segundos
- Papá
– pero Armando no la dejo hablar le puso un dedo en la boca
- No hemos
estado lo suficientemente pendiente de ustedes… ni siquiera sabía que estabas
saliendo con un chico y eso era nuestra responsabilidad – Yolanda
miro a su papá
- Hace mucho que
las cosas no son como antes y sí, me equivoqué… lo sé; pero creía que de tu me
apoyarías no que me des la espalda – le
dijo dolida y con ganas de llorar, pero sin hacerlo, no valía ya la pena,
Armando le acarició la mejilla
- Lo sé y lo
siento, siento haberme portado así contigo y que tuvieras que dar este paso y
si te equivocaste cariño es porque nosotros no te guiamos… hemos estado más
pendiente de mi trabajo que de vosotros, pero yo no quiero que os falte de nada
– Armando
la abrazo
- A veces no es
tan importante lo material papá por lo menos para mi
- Así estuvieron
Yolanda y su papá hablado, mientras que en la sala no se escuchaba nada más que
golpes que provenían de la habitación de Manu, Diego ya cansado se levantó para
ir a la habitación de su hijo
- Diego ¿qué vas
hacer? – le dijo Laura como diciendo no estamos
solos
- Córtale esa
rabieta que me está teniendo, ya es suficiente – respondió
molesto, sabía que Manu lo estaba pasando mal pero ya se estaba saliendo del
límite, así no se solucionaban las cosas
- Te paciencia con él – con eso Diego sabía que su esposa quería decirle que no fuera duro con su hijo
Diego subió las escaleras y
llamo a la puerta de su niño con la esperanza de que eso bastase, pero este
tenía tanto alboroto que ni se enteró, Diego miro el desastre que tenía en la
habitación, tenía tirado todo por el suelo, los libros, juguetes de las
estanterías hasta las matas de la cama… sólo quedaba el colchón.
- ¿Qué sucede
aquí? – dijo elevado la voz sobresaltando a Manu,
pero claro como el chico ya estaba muy furioso porque sus padres no hicieron
nada para que ese hombre se fuera de la casa
- Nada que te
importe – respondió, Diego soltó el aire
el solo subió hablar con él pero al parecer iba a tener que hablar de otra
forma
- Bájame el tono
Manu – no le dio tiempo a decir más nada, cuando
Manu lo volvió a interrumpir
- Hablo con me
da la gana
Diego se hizo espacio
entre la cosas que había en el suelo y la poca paciencia que tenía se le
había esfumado, Manu al ver a su papá quiso correr pero al tener las cosas
todas tiradas por el suelo tropezó cayendo al suelo, Diego lo cogió del brazo
para ayudarlo a levantarse pero no fue bien recibido por parte de su hijo
- Suelta me
idiota – a Diego le subió la furia, era
la segunda vez en el día que su hijo lo insultaba y ya no iba a déjaselo pasar
- Plaf PLAF PLAF
PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF – todas
se las dio encima del pantalón – pero que
te has creído tu – lo llevo hasta la cama como pudo
haciendo espacio en sus pies, se sentó y sin esperar un momento puso a Manu
sobre sus rodillas bajado de un tirón los – PLAFF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF
PLAF PLAF PLAF que vas a estar
insultándome y faltando el respeto – pero Manu no respondió –
PLAF PLAF PLAF PLAF te estoy hablando
- No
- No que PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF
- No te vuelvo a
insultar – y se soltó en llanto, Diego
subió un poco más su pierna para poder tener mejor acceso a donde iba a
castigar
Plaf PLAF PLAF PLAF – eso
espero
- Papi ya – Diego
al sentir la voz de Manu se dio cuenta que estaba llorando en bajito
PLAF PLAF PLAF – con
esas tres terminó el castigo –la próxima
vez no seré tan suave usaré mi cinturón – lo levanto de sus
piernas y le subió el pantalón – y ahora
quiero que dejes esto como estaba – Diego iba a cerrar la
puerta pero el llanto tan sentido de su hijo le hizo regresar sobre sus pasos y
lo abrazo y Manu se aferro con fuerza a su papá – todo va a salir bien hijo
Las cosas estaban siendo muy difíciles para un niño de quince años.
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