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jueves, 19 de noviembre de 2020

Un nuevo horizonte, Capítulo 5


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 Un nuevo horizonte 
 Autora: Terry 
 Capítulo 5 


Yolanda se tenso al ver a su padre acercase y miro a su hermano enojada, creyendo que la había traicionado                           

- ¿Porque haces esto? – miro a su hermano con la mirada nublada por las lágrimas – yo confiaba en ti creía que me apoyabas y me ibas a ayudar – Óscar llevo la mano a la mejilla de su hermana la acarició con el pulgar

- Lo estoy haciendo Yoli, papá solo quiere hablar contigo está muy arrepentido… solo escúchalo y luego decides si lo perdonas o no  – Yolanda miro a su padre sentía como se le oprimía el pecho, su papá no tenía mucho tiempo para ellos pero siempre los apoyaba en las decisiones que ellos tomaban; era la primera vez que su papá se portaba así y ella también sabía cómo su hermano que su mamá manipulaba a su papá a su antojo

- Hola princesa – Yolanda ya no pudo contener más su compostura y se tiró a los brazos de su papá, necesitaba de él y su padre no la defraudo, la apretó fuerte en su pecho – lo siento mi vida, siento haberme comportado así contigo – Yoli no podía dejar de llorar en el pecho de su padre que difícil era pasar por todo eso – ya mi niña no llores no me lo merezco – Laura que no se había ido muy lejos por si tenía que intervenir y oír a Armando arrepentido y a Yoli llorar, salió para que entraran dentro y hablarán cómodamente en el despacho de su marido

- ¿Por qué no invitas pasar a tu papá? En el despacho de Diego podéis hablar con más intimidad – les dijo en voz baja para no sobresaltarlos

Cuando pasaron a la sala, Manu que acababa de salir de la ducha bajaba por la escalera cuando vio al papá de Yolanda,  pasando el peor miedo de su vida, imaginando por lo que pudiera pasar, pero decidido a batalla, ellos tendrían a ese bebé y nadie se lo iba a impedir.

- ¿Qué hace aquí? Vallase ¿Quién lo dejo entrar? – decía gritando muy alterado menos mal Laura lo detuvo sino se iba como un toro sobre el hombre

- ¡Manu cariño! deja que hable con su papá – le dijo Laura pero Manu no quería,  no dejaría que volvieran a lastimar a su novia; aunque no le pusieron un dedo encima la habían lastimado y mucho con las palabras hirientes que le dijo sobre todo la víbora de su mamá

- NO – le dijo poniendo a Yolanda detrás suya

 Armando con ese simple gesto se dio cuenta que ese mocoso la cuidaría, la estaba defendiendo de su propio padre, Diego que estaba llamando para pedir comida a domicilio era tarde y no tenían ganas de ponerse a cocinar, con todo el alboroto que armo Manu salió de la cocina

- ¿Qué ocurre aquí? ¿Qué tanto escáldalo – dijo mirando a su hijo que no le quitaba la mirada de encima a su suegro y se dio cuenta que estaba el papá de Yolanda  – ¿a que vino? – pregunto con algo de aspereza y miro a su esposa buscando una señal

- Yo solo quiero disculparme con mi hija – y Diego bajo la guardia si el se equivocara con su niño también querría tener una segunda oportunidad

- No necesitamos su disculpa asi que váyase de aquí – le dijo Manu  caminando hacia Armando con intención de lanzarse a él y Diego que se dio cuenta cogió a Manu por las muñecas atrayéndolo a él para que lo mirara

- Manu hijo solo va hablar con ella, tiene derecho es su papá – pero eso en vez de tranquilizar a Manu lo puso peor

- ¡No! No tiene derecho – decía gritando con todas sus fuerzas  – el quiere hacerle daño a ella y al bebé

- Cálmate Manu que no va a pasar eso

- Te equivocas si crees que voy a dejar que este hijo de puta le haga daño al bebé – y Diego se quedó sorprendido, su hijo no era de tener malas palabras

Plas plas plas – tres fuertes nalgadas fueron al trasero de Manu que no esperaba que hiciera eso delante de todos  

- hijo cálmate tu no hablas así y nosotros no te educamos de esa manera.- Diego comprendía a su hijo pero no podía dejar que se comportará de esa manera

- Tranquilo Manu no dejare que le haga daño al bebé – intervino Yolanda para tranquilizar a su novio y se fue a dirección del despacho de su suegro para que su padre le siguiera, pero Armando antes de seguir a su hija cogió a Manu por los hombros

- Tranquilo, sé que no he obrado bien y quiero disculparme con mi hija por hacerle este daño y también quiero pedirte disculpas a ti…  ya me di cuenta que mi hija va a estar en buenas manos y que la cuidaras mucho – Armando se encaminó detrás de su hija pensado que esa familia se portó muy bien con él al recibirlo en su casa y no echarlo a patadas como casi hizo el

Manu al ver que ya entraron al despacho de su padre reclamo a su padre.

- Me pegaste delante de mi noviale reprochó a su papá

- Pues si no quieres que te castigue delante de ella te comportas – le dijo Diego algo molesto

- Y que quieres que le dijera – Manu no se dio cuenta que su cuñado estaba en un rincón de la sala pero fuera de eso su padre no se esperaba ese ataque

- Nada Manu sólo que te comportes – contesto consciente de la presencia de Oscar

- A ¿si? ¿qué me comporte?... a ellos le valió una mierda y casi se tira encima de mí para darme un puñetazo ¿y quieres que lo respete? – le pregunto molesto, eso si que no encaja con lo que su padre le dijo alguna vez, que había que hacerse respetar no pisotear

- Ya basta Manu – Diego no quería seguir hablando del tema y  menos que Óscar oyera a su hijo hablar así

- No basta, yo no soy tan idiota como tú para que  convencerme tan pronto – dijo enrabietado, molesto de que su padre sea tan condescendiente con Armando y lo trate a él como a perrito faldero, Diego lo miro

- ¿Qué has dicho? – Diego camino hacia su hijo y este retrocedió lo cogió de los hombros – se que estás nervioso y está siendo difícil para ti pero desde ahora te advierto que si vuelves a insultarme o comportarte como hace un rato no te va a ir nada bien y te vas a echar una siesta bien calentito así que te dejo elegir  – Manu lo miro con rabia y se trago sus palabras para no decir algo inadecuado

Sabía que su papá estaba hablando en serio y sin decir nada más se soltó de su papá y subió a su habitación se sentía impotente, no podía hacer nada… tenía que depender de los adultos y eso lo ponía de muy mal humor, tenía que hacer algo al respecto sino estaba pedido; Diego en cambio se disculpó de Óscar por el comportamiento de Manu y lo invito a sentarse y le ofreció un refresco mientras esperaban que salieran del despacho Armando y Yolanda que cuando entraron en el despacho se sentaron en el sofá y empezaron hablar de lo sucedido.

- Yolanda hija, siento mucho lo que a ocurrido – los dos se quedaron en silencio  durante unos segundos

- Papá – pero Armando no la dejo hablar le puso un dedo en la boca

- No hemos estado lo suficientemente pendiente de ustedes… ni siquiera sabía que estabas saliendo con un chico y eso era nuestra responsabilidad – Yolanda miro a su papá

- Hace mucho que las cosas no son como antes y sí, me equivoqué… lo sé; pero creía que de tu me apoyarías no que me des la espalda – le dijo dolida y con ganas de llorar, pero sin hacerlo, no valía ya la pena, Armando le acarició la mejilla

- Lo sé y lo siento, siento haberme portado así contigo y que tuvieras que dar este paso y si te equivocaste cariño es porque nosotros no te guiamos… hemos estado más pendiente de mi trabajo que de vosotros, pero yo no quiero que os falte de nada – Armando la abrazo

- A veces no es tan importante lo material papá por lo menos para mi

- Así estuvieron Yolanda y su papá hablado, mientras que en la sala no se escuchaba nada más que golpes que provenían de la habitación de Manu, Diego ya cansado se levantó para ir a la habitación de su hijo

- Diego ¿qué vas hacer? – le dijo Laura como diciendo no estamos solos

- Córtale esa rabieta que me está teniendo, ya es suficiente – respondió molesto, sabía que Manu lo estaba pasando mal pero ya se estaba saliendo del límite, así no se solucionaban las cosas

- Te paciencia con él – con eso Diego sabía que su esposa quería decirle que no fuera duro con su hijo

Diego subió las escaleras y llamo a la puerta de su niño con la esperanza de que eso bastase, pero este tenía tanto alboroto que ni se enteró, Diego miro el desastre que tenía en la habitación, tenía tirado todo por el suelo, los libros, juguetes de las estanterías hasta las matas de la cama… sólo quedaba el colchón.

- ¿Qué sucede aquí? – dijo elevado la voz sobresaltando a Manu, pero claro como el chico ya estaba muy furioso porque sus padres no hicieron nada para que ese hombre se fuera de la casa

- Nada que te importe – respondió, Diego soltó el aire el solo subió hablar con él pero al parecer iba a tener que hablar de otra forma

- Bájame el tono Manu – no le dio tiempo a decir más nada, cuando Manu lo volvió a interrumpir

- Hablo con me da la gana

 Diego se hizo espacio entre la cosas que había en el suelo  y la poca paciencia que tenía se le había esfumado, Manu al ver a su papá quiso correr pero al tener las cosas todas tiradas por el suelo tropezó cayendo al suelo, Diego lo cogió del brazo para ayudarlo a levantarse pero no fue bien recibido por parte de su hijo

- Suelta me idiota –  a Diego le subió la furia, era la segunda vez en el día que su hijo lo insultaba y ya no iba a déjaselo pasar

- Plaf PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF – todas se las dio encima del pantalón – pero que te has creído tu – lo llevo hasta la cama  como pudo haciendo espacio en sus pies, se sentó y sin esperar un momento puso a Manu sobre sus rodillas bajado de un tirón los  – PLAFF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF que vas a estar insultándome y faltando el respeto – pero Manu no respondió  – PLAF PLAF PLAF PLAF te estoy hablando

- No

- No que PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF

- No te vuelvo a insultar – y se soltó en llanto, Diego subió un poco más su pierna para poder tener mejor acceso a donde iba a castigar

Plaf PLAF PLAF PLAF – eso espero

- Papi ya – Diego al sentir la voz de Manu se dio cuenta que estaba llorando en bajito

PLAF PLAF PLAF –  con esas tres terminó el castigo –la próxima vez no seré tan suave usaré mi cinturón – lo levanto de sus piernas y le subió el pantalón – y ahora quiero que dejes esto como estaba – Diego iba a cerrar la puerta pero el llanto tan sentido de su hijo le hizo regresar sobre sus pasos y lo abrazo y Manu se aferro con fuerza a su papá – todo va a salir bien hijo

 

Las cosas estaban siendo muy difíciles para un niño de quince años.



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