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sábado, 3 de octubre de 2020

Pena escondida,Capítulo 2




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 Pena escondida
Autora Terry
Capítulo 2


Hugo por más que intento dormir no podía, le sonaba las tripas de hambre no había otra, es que no había comido desde el desayuno porque papá lo llamo para decirle que llegaría tarde y no podrían almorzar  juntos, y que como nadie iba a estar en casa, que cogiera dinero que tenía encima de su cómoda para pagar la comida y él bueno no es de los comen solos, así que no había almorzado nada y solo devoró un par de chuches en toda la tarde y ahora su estomago se quejaba más de la cuenta, quizás era hora de hacer una excursión a la cocina, se dijo y sin mayor pereza fue lo que hizo, ir a la cocina y empezó trastear cogiendo todo lo típico de embutidos de Andalucía: jamón serrano salchichón y chorizo y cuando lo tenía todo en la mesa listo para hincar el diente, su hermano Álex que estaba estudiando en la oficina de su padre al sentir ruido fue a la cocina a ver quién era, pero a decir verdad el ruido solo fue un pretexto, también quería tomar algo para no dormirse.


  • ¿No crees que eso es muy pesado para comer a estas hora? – le pregunto Alex viendo el festín sobre la mesa, demasiado pesado para digerir en la cama
  • Que ¡susto! – dijo llevándose las manos a su pecho
  • Quieres que te prepare una tortilla francesa – es que era nada menos que la una de la mañana
  • NO gracias, solo voy a comer algo pequeño de cada cosa y me voy otra vez a la cama – y se fue al frigorífico a saco una Coca-Cola para beber, cuando Sam decidió intervenir, había estaba en el quicio de la puerta mirando a sus hermanos,  tampoco podía dormir por el asunto de la mudanza del día siguiente
  • A papá no le hará gracia que bebas eso tan tarde – los dos hermanos que no se dieron cuenta dieron un respingo del susto que se dieron
  • Papá no está y a ti no te interesa – le dijo de malos modos pero Sam como que no se dio por enterado y siguió en lo suyo
  • Renacuajo es muy tarde deja ese refresco, coge mejor un zumo
  • No quiero, voy a tomar la Coca-Cola – faltaba más que después de ser un mentiroso, rompe promesas viniera a decirle lo que tenía que hacer – y ya te dije, no te intereas
  • Pues si me interesa – le respondió más serio y se dirigió a la mesa cogió la lata y la metió en el frigorífico sacando en su lugar un zumo y se lo dio
  • Tu no me mandas ¡imbécil! – reacciono Hugo y cogió el zumo y lo volvió a meter en el frigorífico, sacando la lata llevándola de nuevo a la mesa


Pero Sam repito la operación mas decidido cogiendo de nuevo la lata para meterla en el frigorífico y sacar el zumo, mientras Álex que estaba viendo todo desde segundo plano sabía que no iba a terminar bien la cosa; Hugo al ver a su hermano llevarse de nuevo con la lata se levantó como un rayo, se la quería quitar y en eso me metieron en una abrir y cerrar la puerta del frigorífico forcejeando tanto que al final la puerta se descolgó cayendo al suelo provocando un estruendo horrible despertando a Rafael, quien sobresaltado se paró de la cama asustado.

  • Joder Sam te has puesto a la altura del enano – le reprochó el proceder, vamos Sam era el mayor y debería haber parado la situación no echar calda –  miren recojamos todo esto antes de que el papá se dé cuenta que si no, no les va a ir muy bien a ninguno de los dos
  • No hace falta… ya me entere – dijo Rafael, haciendo una pausa para respirar hondo ¿qué diablos hacían su tres hijos en la cocina con ese desastre? – ¿Qué hacen a estas hora levantados? – y ninguno se atrevió a romper el silencio, ninguno de los tres ninguno sabía que decir, pues se notaba que Rafael que no estaba de muy buen humor por ser despertado a esa hora – ¿qué hacen los tres levantados a estar hora? – repitió, para nada mas casi gritar – y ¡¿qué diablos hace la maldita puerta en el suelo? – y de nuevo nadie respondió – está bien ¿no quieren hablar? pues me dirán uno por uno que hacían levantados… Álex ¿que haces de levantado a esta  hora? – pregunto mirándolo fijo y no había opción para no contestar
  • Estaba en tu despacho estudiando, el lunes tengo un examen – no había necesidad de mentir, era lo que había pasado, además el no destrozo la puerta
  • Y como acabaste en la cocina – Álex respiro hondo no quería meter en problemas a su hermanos pero tampoco quería pringarse
  • Escuche ruido y vine a ver quién era
  • ¿Quién era? – esto estaba empezando a ser un  interrogatorio muy infantil o muy policiaco, según se vea, pero era una técnica que nunca le fallo cuando sus tres hijos se mentían en problemas siendo y al final conseguía sacarles  la verdad aunque Álex y Sam ya estaban grandecitos para esto
  • Hugo – Jo pensaba Hugo, ahora con el hambre que tenía  por culpa de su hermano el rompe promesas se iba a ir a la cama hambriento y con el trasero calentito de nuevo, ¡maldita sea!
  • ¿Qué hacías en la cocina? – por un instante pensó que Hugo estaba llegando a casa de algún sitio por escaparse pero al darse cuenta de que estaba en pijama y descalzo lo descarto de inmediato, aunque no suavizo el semblante
  • Yo… yo, es yo tenía hambre – dijo con los ojos cristalizados en lágrimas, es que cuando su hermano le contara a su papá le daría la razón a Sam como siempre
  • Y tu Sam
  • Yo no podía dormir, me levanté al baño y sentí hablar en la cocina
  • Y porque todo este desastre – silencio – Sam te estoy preguntando
  • Al sacar cosas de frigorífico la puerta cedió – Rafael dio un palmetazos en la mesa
  • CRACCH – retumbo la cocina asustando a los tres hermanos, al parecer papa estaba más enojado de lo que supusieron – ¡maldita sea Sam!, ¿ahora me vas a venir a mentir? – y Sam cerró los ojos y a Hugo se le cayeron las primeras lágrimas – quiero la verdad Sam
  • Yo… verás Hugo quería coger algo de la nevera y yo no lo deje y al forcejear la puerta se rompió – dijo al final sin contar que era la coca cola – yo no me porte a la altura – y papa clavo los ojos a Hugo
  • Ven aquí – lo llamo con el dedo índice señalando que se acerque y Hugo le dio rienda suelta a sus lágrimas, papá lo iba a castigar de nuevo y todavía le dolía – cuéntame lo que a pasado – quería saber la versión por boca de Hugo, ya que sus hermanos más de una vez habían mentido para no meterlo en problemas
  • Shif shif yo… me dio hambre y baje a comer – y  a Rafael le estaba dando risa, pero tenía que esconderla muy bien porque cada vez que Hugo tenía que dar explicaciones no se saltaba ni una coma de lo nervioso que se ponía – y cuando saque las cosas vino Álex me dijo que si quería una tortilla que él me la  shif shif shif preparaba y yo  le dije que no, que iba a comer cualquier cosa y me iba a la cama  shif fue cuando cogi una Coca-Cola en eso vino Sam y después ya sabes lo demás Shif Shif Shif – y  Rafael lo abrazo para que dejara de llorar y Sam se decía a si mismo lo imbécil que fue, en vez de de cuidarlo como intento Álex el se comporto peor sienso su mayor con once años
  • Ustedes dos a la cama, yo recojo esto – dijo a los mayores, pero cuando iba a salir Sam lo cogió del brazo y le dijo bajito en el oído para que nadie más escuchara: mañana me explicas como acabaste peleando con tu hermano de catorce años y Sam salió directo a su habitación – y tu que haces descalzo
  • Paaaapi
  • Nnada de papi ¿cuantas veces te he dicho que no andes descalzo he? – y sin más empezó a dar nalgadas – PLAF PLAF  PLAF – y Hugo metió la mano porque fueron fuertes
  • Papii buaaa todavía me duele – y Rafael se acordó que lo había castigo hacia unas horas, pero decidió darle tres más antes de terminar
  • PLAF PLAF PLAF que no te vuelva a ver descalzo que luego te enfermas y no quieres tomar las medicinas – lo reto
  • Sguuf sfhi no ya no lo hago más – al final Rafael lo abrazo y lo sentó en la mesa, no le iba a regañar por el desastre de la cocina ya que tampoco lo hizo con Sam y los dos estaban involucrados
  • Anda deja de llorar mi príncipe – finalmente lo mimo y le dio un beso en la cabeza – ponte cómodo que te voy a preparar algo para que comas


Hugo afirmo con la cabeza, Rafael le preparo pechuga de pollo a la plancha, le tostó pan y le dio un zumo y esta vez no rechisto ya que había salido bien parado, cuando termino de comer Hugo, papá lo iba a mandar a la cama y el recoger el desastre pero después pensó que era mejor que lo hiciera Sam cuando se levantará así se le quitaba las ganas de pelear con su hermanito.


  • Vamos a la cama que ya es tarde – lo saco de la cocina apagando la luz
  • ¿Y esto? – Hugo señalo todo el desastre con la cabeza
  • Mañana será otro día
  • Yo puedo recoger y luego voy a la cama
  • NO, déjalo así, mañana ya lo harás que es tarde cielo, que son las dos y mañana tenemos que ayudar a la mudanza de tu hermano – y a Hugo otra vez le cambio la cara a una de   tristeza total y papa se dio cuenta – y esa carita emmm – pregunto
  • No es nada estoy cansado – respondió

Pero Rafael arrugó el entrecejo ya era la segunda vez que le decía que estaba cansado, ¿se estaría poniendo enfermo?, pensó, pero no dijo nada, en vez de eso lo metió en la cama… a su cama, ya le había calentado el culete dos veces así que dormiría abrazado a él y fue lo que hizo, lo arropó y abrazo a su bebé, esperando que con un buen sueño se le quite el cansancio y deseando que el siguiente día, sea un día más tranquilo que el de hoy… pero con ese estado de ánimo de Hugo, todo podía ser.





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