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jueves, 14 de julio de 2022

Un pequeño asesino capítulo 3


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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

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 Un pequeño asesino 

 Autor: Manu



Un pequeño asesino


 


El dolor se supone que debe desaparecer cuando las heridas cierran, pero entonces ¿por que el del corazón nunca termina de sanar?…



A la mañana siguiente me desperté aún desnudo de mi cintura hacia abajo, me sentía muy adolorido por el castigo de Arthur y no solo mis nalguitas se sentían lastimadas, sino que todo mi cuerpo dolía, lo cuál atribuía al cambio tan brusco de volver a ser un niño.


Salí del cuarto usando solo mi playera para vagar por la casa, está era mucho más grande por dentro de lo que parecía desde afuera: tenía varias habitaciones y todas estaban cerradas, nada raro en realidad mi hermano era muy meticuloso no le gustaba el desorden y una puerta abierta entraba en esos términos sin embargo una puerta en específico llamó mi atención, pues tenía un extraño símbolo grabado sobre la madera; no pasaron un par de segundos cuando mis pequeñas manos fueron directo a tocar el símbolo que por alguna razón dejaba un cierto deje de melancolía, tristeza y orgullo al rozar mis dedos sobre los finos bordes del grabado.


—¿Qué crees que hacer Aiser? —resonó la voz de mi hermano detrás mío, haciéndome saltar del susto mientras me giraba para verlo. Su rostro reflejaba extrañeza y una pizca de reproche; su entrenada figura vestía un pantalón y una toalla al cuello que evitaba que el agua de su cabello se fuera al suelo. 


—Perdón hermano, solo estaba viendo ese símbolo —señale el tallado de la puerta y él volteó casi con indiferencia—, por alguna razón no lo recuerdo de los libros que nos mostraban en el gremio —le hice saber tocando giré a mirarlo una vez más.


—Bueno eso puede ser porque es un símbolo único de la familia más respetada dentro del gremio, pero a la vez la más maldita del mismo...—respondió con un tono que mostraba cierta tristeza— es el de la familia Davenport…


Es cierto en el gremio se hablaba mucho de nuestra familia, pues siempre habían salido los mejores asesinos de nuestro linaje y por eso se nos exigía tanto al entrar, pero a la vez el símbolo de la familia se mantenía oculto se todos por ser tan especial para nuestra familia, aunque ya no había muchos integrantes.


8—Bien Aiser date vuelta para ver tus nalguitas—ordeno mi hermano mientras se ponía en cuclillas y sin reparo obedecí dando la vuelta—aún están algo lastimadas—me tocó un poco haciendo que un dolor me recorriera la espalda


—Au...au…no hermano!—conteste llevando mis manos a mis nalgitas pero sin tocarlas porque dolían.


—Lo siento solo quería ver si aún te dolía y veo que si, espero no tengamos que repetir esa charla hermano— me miro serio como siempre.


—No hermano te prometo que ya no me portare mal te lo prometo—respondí dando un par de pasos atrás, esto fue más que raro porque yo nunca retrocedía ante nadie y esta vez lo hice, incluso mi hermano se me quedó viendo extrañado.


—Curioso nunca te había visto acerté hacia atrás, un par de nalgadas te hizo tener miedo...—levantó la ceja y lo dijo en un tono burlón


—Claro que no, es solo que…yo...am...—no supe ni que decir en ese momento


—Así que es el punto débil del pequeño asesino celeste, anda hermano por que no me muestras un poco de lo que aprendiste en el gremio y vemos si es verdad que eras una leyenda como papá—se cruzó de brazos.


—No creo que sea justo, ahora parezco un niño de ...—extendí mis manos 


—Bueno eso es cierto, pero no pareces de 5 más bien como de 8 o algo así...—me miró de pies a cabeza—ya se podemos averiguarlo sígueme


Lo seguí por la casa hasta la entrada a la sala donde había unas marcas muy peculiares en el marco de estas, pues era una línea y un número tallado en la madera.


—¿Qué es esto hermano?—Pregunte al ver lo anterior.


—Bueno ahí es donde nuestros padre marcaban mi estatura cuando cumplía años, de hecho hasta abajo hay un par tuya de cuando tenías 2 y 3 años—por primera vez lo vi hacer una pequeña sonrisa— anda párate ahí para que veamos que edad tienes o por lo menos lo más parecido.


Obedecí a mi hermano parándose a un lado del marco y al medir quedaba arriba ligeramente de los 6 años osea que según esto así cumplía los 7 años, esto era creíble ya que en un par de semanas cumpliría otro año.


—Bien entonces 7 años serán los que tengas a partir de ahora—comentó sonriendo 


—Y ahora qué haremos hermano—Pregunté mientras estaba viendo sus ojos azules parecidos a los míos.


—Bueno la idea es que para el gremio tu ya no existes y tal vez sea bueno que lleves una vida normal, no te gustaría tener otra oportunidad—


"Otra oportunidad para vivir mi niñez, no me lo había planteado" 


En ese momento llamaron a la puerta y al abrir no encontramos con Vanesa quien venía vestida de civil, era extraño verla así con unos jeans y una playera.


—Hola Arthur...—se detuvo al ver a mi hermano en la entrada sin playera


—Hola amor!—llegue corriendo a verla


—Pero que rayos pasa con ustedes!—


Nos grito en la puerta de la entrada mientras que a mí hermano le dio una cachetada por andar sin playera y a mi por andar sin pantalones…


—Cómo es que tu novia puede mandar a dos de los mejores asesinos a vestirse—comentó Arthur ya en el cuarto junto a mi mientras buscaba una playera 


—No lo sé, pero mejor no la hagamos enojar y vamos a vestirnos, aunque tengo un problema me duele si uso pantalones…—me queje mientras llevaba mis manos a mis pompis que a decir verdad aún ardían un poco.


—Toma ponte un a de mis playeras y pondremos de pretexto que no tienes ropa—


Asentí mientras bajábamos las escaleras hasta la sala donde ya también está Martin en la mesa con su laptop listo para trabajar.


—¿Por qué sigues desnudo Aiser?— me miro algo apenada y por instinto me refugio detrás de mi hermano, incluso ella lo noto extraño—¿pasa algo?


—Tranquila Vanesa es solo que no tenemos ropa para él y hubo un accidente ayer, así que ahorita no tenemos nada que ponerle—respondió Arthur algo relajado y serio.


—Bueno bueno en lo que resuelven sus cosas personales nesecito que me ayudes Arthur con esto, es importante darnos prisa en dar de alta la identidad de Aiser en el sistema para que lo ocultamos ante el mundo, lo que vamos a hacer es dejar los documentos de su misión en el gremio y los del gremio modificarlos para que tenga papeles reales—propuso Martin sin quitar las manos del teclado.


Mi hermano estaba impresionado con lo rápido que trabajaba mi amigo, pero esto no era nada para él, así que me acerque al sillón para sentarme junto a mí novia pero el simple roce del sillón me hizo levantar de un salto y me lleve las manos a mis nalgitas una vez más.


—Bueno en lo que ustedes terminan su papeleo llevaré a Aiser a comprar algo de ropa y a comer—comentó Vanesa.


"Claro" 


Respondieron ambos mientras se sentaban juntos en la computadora para crear mi nuevo perfil, así que nos dirigimos nuevamente a la camioneta de Vanesa para ir rumbo a alguna tienda y me subí con cuidado al asiento de enfrente tratando de no lastimarme más.


—Oye Aiser enséñame que te paso en tus pompitas—comento mi novia mientras me ponía rojo por la indicación que me dio.


—Pero Vanesa yo…—


—Aiser has lo que te pedí!—levantó un poco la voz  ella era bastante enérgica cuando pedía algo, asi que mejor hacerle caso y me levante la playera mostrando mi aun rojo trasero—Ese idiota de Arthur como se atreve a golpearte…


—Ey no Vanesa no le digas nada, al final yo tuve la culpa por no decirle nada de la misión a Inferum, tiene razón de estar enojado—intente calmarla porque yo sabía bien que mi hermano también era de mecha corta y lo que menos quería era una pelea entre ellos.


—Aun así no le da derecho a lastimarte así, a los niños no se golpea de esa manera solo es un correctivo, pero no al punto de dejarte moretones— vio molesta hacia el volante de la camioneta.


"Como que niño...bueno sí lo era pero hablaba como si yo no fuera..amm yo" 


Termine de vuelta en el asiento de la camioneta hasta que Vanesa se detuvo en una farmacia y se veía bastante irritada, así que bajó de la camioneta casi azotando la puerta y sin decir nada, mejor solo esperare en el auto hasta que volvió con una bolsa y abrió la parte de atrás de la camioneta para subirse.


—Anda amor ven para acá—dijo mientras palmada el asiento de atrás y yo solo obedecí—acuéstate un momento en mis piernas


—No...me vas a pegar verdad...—respondí con algo de miedo mientras cubría mis pompis, pero que rayos pasa conmigo!


—Claro que no amor, ven traje una pomada para que te alivie el dolor y además compre estos también—sacó unos pañales de cintas de la bolsa


—¿Para qué trajiste pañales Vanesa?—


—No dijo tu hermano que tuviste un accidente?—


—Un accidente de esos no!—Dije algo irritado por que ella pensara que me orine como los niños chiquitos 


—Lo lamento fue un mal entendido, pero además este te ayudará para que la pomada haga efecto más rápido y no te duela tanto sentarte—


—Estas loca si crees que me pondrás un pañal—me crucé de brazos algo molesto por la propuesta 


—Anda ven amor y a cambio te bañaras conmigo hoy, sabes lo mucho que te gusta—sonrió maliciosa.


—Hay eso no es justo...—


Ella sabía muy bien cómo jugar con mi cabeza, así que obedecí recostandome en sus piernas en lo que tomaba la pomada y la puso con sus manos en mis nalguitas tan doloridas, después puso un pañal entre mis piernas para cerrarlo mientras estaba ahí parado sosteniendo mi playera, me sentía de lo más infantil.


Volvimos al camino de nuevo y la verdad tenía razón con lo del pañal, pues gracias a lo acojinado no me dolía tanto estar sentado en la camioneta. Llegamos hasta el estacionamiento de la plaza comercial y mientras ella fue a comprarme ropa me quede viendo a través de la venta, lo cierto es que me sentía tranquilo estando en la calle sin estar pensando en que en cualquier momento vendrían para acabar con mi vida; las calles de Inglaterra nunca las había visto tan hermosas y tranquilas, mientras el toque inglés se vivía en sus habitantes.


Pasaron unos minutos y volvió Vanesa con una bolsa grande donde traía la ropa que compró, además que traía un par de helados que me dio para sentarnos dentro a comerlos.


—Sabes Aiser creo que es una buena oportunidad para ti—comentó mientras probaba su helado de vainilla 


—¿Tú crees?—la miré extrañado.


—Si, lo cierto es que tu niñez no fue buena y ahora que estás fuera de todo, puedes aprovecharlo—sonrió mientras yo volvía mi mirada al helado pensando en lo que pasaría.


Con todo eso en mente volvimos hacia la casa de mi familia, dentro estaba Arthur firmando documentos y Martin los acomodaba para terminar el proceso.


—Que bueno que volvieron, te tenemos una sorpresa Aiser— sonrió Martín al verme parado en la entrada 


Ya con calma me contaron que ya había terminado de ingresar mis papeles al sistema de gobierno, así que a partir de hoy mi hermano era mi tutor legal y además aprovecho para inscribirme en la mejor escuela del país, pero había una condición pues él seguiría dentro del gremio en sus misiones para no levantar sospechas y por eso tanto Martin como Vanesa tendrían que cuidarme, no era necesario en realidad pero él insistió por sí en algún punto descubrían todo.


Más tarde Vanesa comentó que cumpliría su promesa de bañarse conmigo, así que preparamos el cuarto de baño principal, pues era el más grande de la casa y sin problema nos podríamos bañar ahí.


—Bueno Aiser quítate la ropa y métete a la bañera mientras me desvisto—indico mi novia mientras comenzaba a quitarse la ropa delante mía.


Era un poco extraño que lo hiciera sin sentir pena como cuando estábamos solos, incluso nunca me permitía ver cuando se cambiaba de ropa, ahora era diferente y sin reparo se desnudo para meterse a la bañera conmigo.


—No te da pena bañarte conmigo?—Pregunté mientras me quedaba viendo algo apenado,pues también era curioso que mi…amiguito...no reaccionará a la desnudes de Vanesa.


—Bueno amor, era un niño de 7 años ahora y pues es algo común para mi, recuerdas que yo cuide un tiempo a los niños del orfanato del gremio—reprendió mientras me echaba agua en la cabeza para tallarla.


Es tarde me baño como si fuera un niño pequeño, incluso no me dejo enjuagarme solo y eso me tenía algo deprimido. Terminamos la ducha volviendo al cuarto donde estaba la ropa nueva que compró y la extendió en la cama, lo que vi fueron conjuntos de ropa para niño pequeño con dibujos de caricaturas lo que me hizo molestar.


—¿Qué sucede contigo!?—me giré enojado—¿Por qué compraste todo eso, no soy un niño recuerdas tengo 20 años!


—Tranquilízate Aiser—Levantó la voz igual que yo 


—Es que desde hace rato me tratas como un niño pequeño y soy tu novio—reclame golpeando el piso con el pie, pero se me cayo la toalla


—Y como quieres que te trate como un adulto si te comportas como un niño...—se dio la vuelta dejándome dentro desnudo viendo como salía enojada.


Terminé sentándome en el cuarto a pensar en lo que dije, pero es que como podía tratarme así siendo su novio, creo que era también bastante obvio y es que todo se había acabado desde que me vio así.


Llamaron a la puerta del cuarto y solo atiné en ponerme la playera que me dio Arthur, para permitir que entrará la persona que tocaba a la puerta y era Vanesa.


—Puedo entrar?—preguntó asomándose desde la entrada 


—Si pasa...—Dije en un tono serio esperando a que pasara de vuelta al cuarto y se sentará frente a mi.


Pasamos un buen rato platicando de esto y es que para ella ahora era un crío, mientras que para mi eso no era justo, pero al final decidimos que lo mejor era darnos un tiempo para asimilar todo estos y decidir lo que pasaría con nuestra relación, por que si me quedaría como un niño de 7 años no sería apropiado ser pareja y aunque me dolía la decisión tenía que afrontarlo como hombre que aún era…


El resto de la tarde la pasé en mi cuarto pensando en lo mucho que había cambiado mi vida en 24 horas, sentía como si fuera una pesadilla que esperaba terminará en algún punto, pero eso no pasaría.


Cayó la noche y mi hermano terminó llamándo me a cenar, la verdad que era muy bueno cocinando y era un gusto probar su comida.


—Escucha es mejor para ustedes que hayan terminado esa relación…—comento mi hermano mientras se sentaba frente a mi 


—Tu que sabes de una relación!—golpee la mesa con los puños fastidiado como si todos supieran lo que sentía.


—Baja la voz escuincle que no te permitiré una falta de respeto!—se levantó de su lugar él también 


—No pienses que por parecer un niño lo sea, tengo 20 años!— 


—Pues esa misma actitud de un crío de 5 años no lo demuestra—me tomo por la playera cerca del cuello levantándome un poco del piso


—Olvidas una cosa...—me baje por la playera quedando desnudo y le lance un golpe a la cara, pero lo detuvo con un bloqueo de su brazo 


—¡No permitiré esa insolencia!—me tomo por el brazo jalandome hacia el piso y lanzándome hacia el.


Antes de que tocara el suelo me giré en este quedando de pie frente a él, no permitiría que me siga tratando como un crío y me puse en guardia.


—Estás seguro que vas a desafiarme, hermano…—me miro serio como lo hacen los asesinos.


—Ya estoy arto que me creas inferior a ti—respondí molesto 


Di un par de pasos hacia él para lanzar una patada hacia el abdomen, pero mi hermano era muy hábil y la bloqueo con ambas manos así que de un giro lance otra patada giratoria que el tomo con el brazo y con la mano libre me dio un golpe en el estómago sacándome el aire mientras me llevaba las manos al vientre.


—Esa es la diferencia entre nosotros hermano, tu te dejas llevar por tus emociones y por eso nunca estarás a mi nivel— Anuncio mientras pasaba a mi lado—recoge todo y lavas los trastes mañana temprano iremos para inscribirte en una escuela.


Salió de la habitación mientras yo aún no recordaba el aire que perdí...




 

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