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La llegada de un Ángel
Autora: Terry
Capítulo 5
- Pero qué sorpresa – Rosa se lanzo sobre su hijo abrazándolo como si no hubiera mañana – anda entra, no te quedes ahí – le dijo cediéndole el paso – ¿y Emilio no vino? – pregunto mirando hacia afuera por si acaso Emilio se quedo a contemplar las rosas de su jardín
- No mamá, vine solo... yo... yo quería hablar un asunto privado con ustedes – respondió asustando un poco a su madre quien frunció el ceño de inmediato; era la primera vez Raúl les iba a pedir un favor a sus padres relacionada directamente con su posición
- Raúl hijo ¡me estas asustando! –contesto seria, colocando una mano en el pecho y con la otra acarició la mejilla de su hijo
- No te alarmes, no es nada malo mamá solo quiero contarles algo personal – pero para Rosa eso fue casi lo mismo
- Esta bien pues, voy a llamar a tu padre, mientras ya sabes donde esta el café
Y con eso dicho fue al jardín a llamar a su esposo quien regaba con entusiasmo sus anturios.
- ¡Fernando!... amor – se acerco por detrás tocando su hombreo para llamar su atención haciendo que su marido se gire apagando el agua
-¿Qué sucede cariño? – pregunto dándole un tierno beso en los labios
-Vino Raúl y quiere hablar con nosotros – dijo muy seria y Fernando alzó una ceja mirando a su esposa con complicidad, considerando que su hijo era demasiado reservado con su vida, quizás aquello solo signifique una cosa... que por fin iba a casarse
- Vamos entonces
Y ambos se fueron en dirección al salón donde estaba su hijo sentado, enviando un mensaje de texto a Emilio, despidiéndose rápidamente cuando vio a sus padres entrar.
- Papá, ¿Cómo has estado? – le pregunto a tiempo de responder al abrazo de su padre.
- Aquí hijo, como siempre con achaques, tu madre die que quieres conversar con nosotros, así que tú dirás – y se sentó al lado de su esposa viendo a su hijo frotar las manos en sus pantalones, señal que estaba nervioso, lo hacía desde chico y eso no pasó desapercibido a su padre.

- Hace una semana al llegar a casa me encontré con un niño que quería entrar a robar – respondió Raúl aún con las ideas dispersar, tratando de ordenar su historia, su padre no dijo nada escuchando atengo a su hijo, Rosa en cambio se relamió los labios, no sabía que tenía que ver eso con lo que vino a hablar
- ¿Y qué pasa con eso? – pregunto al final encogiéndose de hombros
- Déjalo que termine – conminó Fernando a su esposa
- Bueno pues el chico se lastimó una pierna y lo lleve al doctor, entre una cosa y termino en casa y estuvo unos días con nosotros – relató incluyendo a Emilio en el tema – inicialmente me dijeron que podía visitarlo, pero luego no me dejaron poniendo mil excusas y hoy cuando fui por fin me dejaron verlo y solo porque me enoje y me entero que en los tres días que estuvo allí, no ha comido y no le han curado la herida porque dicen que él no los deja – Rosa miro a su hijo no sabía lo que quería decir, en cambio su padre ya se dio cuenta de lo que su hijo pretendía
- Hijo habla claro ¿a dónde quieres llegar con todo esto? – quiso saber Rosa y Raúl soltó el aire pesadamente
- En pocas palabras quiero adoptarlo –y bajo la mirada, no quería ver a sus padres, no sabía cómo iban a reaccionar y no porque no sepan que era gay sino por lo de la adopción así que fue una sorpresa que su padre se parará para abrazar a su hijo
- Eso es estupendo hijo, me alegro por ti – Raúl no sé creía que su papá se lo tomara tan bien y reaccionara de esa manera, sin embargo estaba su mamá con la cara ausente de expresión
-Mamá ¿no vas a decir nada? –pregunto cuando la vio con esa cara
- Hijo yo también me alegro pero... –se quedó momentáneamente callada– tu mismo has dicho que ese chico trató de robar en tu casa
- ¿Y? – Raúl la miro fijamente
- A lo que voy... ¿cómo puedes querer adoptar a un... un chico de mala vida? – pregunto horrorizada – porque si estaba robando en la calle no es tan sano – Rosa se imaginó en su cabeza que si estaba robando en la calle sería un adolescente y podría estar actuando para que su hijo lo creyera y no lo denunciara y encima sacar provecho
- Bueno mami, por desgracia no tuvo buena infancia y a pesar de ser tan chico tuvo que vivir de la calle –Rosa aun no se daba por enterada pero su marido prefirió hacer la gran pregunta
- ¿Qué edad tiene el niño? – y Raúl entendió recién la reticencia de su mamá
- Tiene ocho – Fernando y Rosa se quedaron perplejos ¿cómo demonios un niño de esa edad estaba en la calle?
- ¿Y como está ese niño solo en la calle? – Rosa estaba indignada
- Pues no tiene padres y los tíos lo llevaron a un orfanato y las monjas no lo trataban bien y se escapó –Rosa iba a decir algo pero su esposo no la dejo
-Me alegro que Dios lo haya puesto en tu camino, ¿cuándo vas solicitar la adopción? – Raúl puso una mueca de disgusto
- A eso venía hablarles, creo que esa mujer que trabaja en servicios sociales no me lo va a poner fácil por ser homosexual – Fernando frunció el ceño, con las nuevas leyes no se podía negar la adopción a las parejas gay – y la mujer que está a cargo de Aarón que así se llama el niño al principio no puso pegas a nada, incluso me insto a presentar los papeles y dejo que lo llevara a casa pero al enterarse que mi pareja es un hombre lo recogió sin darme la oportunidad de la tutela temporal y me lo saque a la fuerza amenazándolos con presentar a mi abogado... Mayer Fritzer, que obviamente no esta a mi servicio –confeso un poco avergonzado del asunto
- Pero porque hiciste eso hijo, es una imprudencia – le dijo su madre pensando en los líos que pudiera tener
- Es que mamá, Aarón ha comido desde que se lo llevaron de casa y ni lo han llevado al hospital para que le curen la herida... se que no hice bien, pero... – Fernando analizó un poco lo que le había contado su hijo, la mujer podría denunciarlo por secuestro que no era poco
- Pues si has dicho que Mayer Fritzer es tu abogado, entonces contactemos con él – contesto Fernando hablando con su oficina – ¿Valeria? – murmuro – habla Fernando Ponce de León... buenas tardes... si muy bien gracias ¿y usted? – era claro que eran palabras de cortesía, la que siempre usaba con sus empleados – cuando me alegro, bueno necesito comunicarme con Mayer Fritzer de inmediato, dile que el senador Ponce de León necesita hablar con él por un asunto delicado, si puede devolverme la llamada a mi numero privado sería muy amable de su parte, sino es posible concerté una cita con él a primera hora de mañana... si es un asunto personal... muchas gracias Valeria – se despidió y colgó el teléfono después de esperar unos minutos
Y antes de que se seque a tinta sobre el papel, estaban recibiendo la llamada del más famoso abogado de la ciudad que hablo con Fernando, quien le conto a grandes rasgos los sucedido, poniendo en hincapié la acatitud homofóbica de la encargada de asuntos sociales de la casa de acogida y después de unos minutos de soloaja, aja si, muy bien claro, colgó y miro a su hijo con una sonrisa.
- Bueno Raúl, Mayer te está esperando ahora mismo en su residencia privada – le dijo a su hijo
-¿De verdad? – le dijo con cara de felicidad
- Si hijo, te está esperando para hablar no solo de lo ocurrido, sino para llevar a cabo la adopción de Aarón –y a Raúl se le formó una sonrisa en su rostro hasta que su papá volvió hablar
-¡No puedo creerlo! – dijo emocionado– gracias papá, voy a llamar a Emilio para ir juntos – anuncio despidiéndose – no se cómo agradecerte esto papá
- Pues yo sé cómo – Fernando la apretó las mejillas como cuando era niño y Raúl se puso serio pensando en lo que se pudo idear a su padre ahora – que mañana vengan a comer con mi futuro nieto
Y eso le volvió otra vez la sonrisa al rostro...
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