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domingo, 20 de febrero de 2022

Una perfecta familia, Capitulo 70


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 Una perfecta familia 

 Autora: Terry

 Capítulo 70 

 

 


 
Antonio: ¿Qué es ezo de ahí? – le dijo Antonio cogiendo el antebrazo de Lucas

Lucas: Zuelta – le dijo queriendo escapar de agarre  de Antonio

Antonio: No, no te voy a zoltar. ¿Cómo te atreves hacer semejante…? – le dijo, poniéndose la mano en la de frente, cuanto más quería calmarse más le subía furia – ¿Quieres decirme que es esto?

Lucas: ¿Acazo estás ciego? – le dijo dándole la espalda a Antonio, a este se le fue la poca paciencia que tenía, así como estaba le soltó dos palmetazo fuertes

Antonio: PLAF PLAF… Creí haberte dejado en claro que no tenías permiso para hacerte el tatuaje ¿Dónde te lo hiciste?

Lucas: Donde zalieron los huevos – Antonio perdió la paciencia que estaba intentando estirar, cogió a Lucas por el brazo llevándolo a su costado izquierdo, doblando lo apoyándolo en su cadera

Antonio: plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas

Mar: Aaauuu – se quejó cuando Antonio lo puso de pie

Antonio: Eso no ze va a quedar en tu brazo, la paliza la has ganado solo, ahora llamaré para que nos den cita y te lo quiten – Lucas se quedó callado al ver la furia de Antonio – ahora ve a mi cuarto – Lucas lo miró sorprendido al escuchar eso – y no me mires así, a mí cuarto, pero antes te pasas por mi estudio y coges la regla que te voy a dejar el culo tatuado, y este te zaldrá gratis – Lucas lo miro con mucho odio, y ya no tuvo reparos en contestar

Lucas: Metete la regla por el culo


Y antes de que Antonio pudiera reaccionar salió corriendo escaleras arriba…


Mar: ¿Qué son esos gritos? – pregunto Mar entrando en la cocina, Antonio metió las manos entre sus cabellos como si se peinara con ellos

Antonio: Ese mocoso ze hizo un tatuaje, pero no un tatuaje cualquiera, es una carabela – Mar  empezó a reír – hijo no sé qué te hace tanta gracia – Mar intentó contener la risa, por ver la cara de su padre.

Mar: Papá no zera para tanto… ziempre ezajeras, no ze porque te extrañas tanto si tú mismo tienes uno – le dijo mirando como diciendo eres hipócrita y Antonio miró a su hijo de mala manera

Antonio: Zi, yo tengo uno pero no me lo hice con 15 años porque estaba de moda tatuarme, además ¿porque correr tanto?... tiene quince años, tiene tiempo de hacerse un tatuaje cuando de verdad signifique algo para él, no una calavera sangrienta


Y salió de la cocina pasando por su estudio para coger la regla y subir las escaleras a su habitación; cuando Lucas lo vio pasar con esa cosa se le encogió el estómago de miedo, quizás fue demasiado lejos.


Antonio: Lucas ven aquí – pero él no se iba a ir, él no estaba loco.

Lucas: No voy a ir, ¡no es justo que me pegues!

Antonio: ¿Y es justo que me desobedezcas?, que te hagas un tatuaje, que aunque te dije que no tú te lo pasaste por el forro – Antonio se levantó ya perdiendo la paciencia lo cogió por el brazo para llevarlo a la cama, pero Lucas empezó a removerse pero eso no impidió que Antonio llegará a su cometido, se sentó en la cama tumbando a Lucas en su regazo le dio un tirón al short que llevaba y empezó a darle azotes con la mano – plas plas plas plas plas ¿qué te dije cuando me pediste  permiso? – pregunto pero ninguna respuesta salio por parte de Lucas – plas plas plas plas bien si no quieres hablar yo también haré oídos sordos y cogió la regla que había subido plas plas plas plas – Lucas empezó a removerse para salir del agarre de Antonio, pero no sirvió de nada

Lucas: No es justo, Mar tiene uno y no le dices nada

Antonio: Zi, tiene uno y tú no sabes cómo le fue en zu momento pero ahora no estamos hablando de el hablo contigo plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas

Lucas: Shssj shsjj ya para no es de verdad zon de los que ze quitan – Antonio respiro más tranquilo porque se hizo un tatuaje con una carabela horrible, como esos que llevan los presidiarios, aun así Antonio alzó un poco su pierna y los últimos se los dio en la unión del muslo con las piernas – plas plas plas plas

Lucas: auuuuuu ya para – pero no se dio cuenta que Antonio ya había parado, lo ayudó a levantarse  e intentó abrazarlo, pero Lucas no quiso – ¡déjame vete!

Antonio: No, no me voy Lucas, quiero hablar contigo – pero Lucas se metió en la cama y se tapó hasta la cabeza.


Eso recordó a Antonio un episodio similar con Mar, cuando se tatuó el brazo, la paliza que le dio y cuando Luis habló con él y le explicó lo que significaba ese tatuaje para Mar.

Ese entonces Mar le estaba ayudando a cocinar, estaban pasando un rato muy ameno cuando a Mar se le levantó la manga de la camisa, fue cuando le vio el tatuaje, Mar trato de esconderlo pero Antonio le cogió la mano con brusquedad.


Antonio: ¿Qué es esto, Mar? – el chico se le vio la cara de sorpresa y miedo a la vez, él no se comportó desafiante como Lucas

Mar: Papá yooo

Antonio: No quiero escusas, te he preguntado qué es esto – Mar bajo la cabeza

Mar: Un tatuaje – le dijo con la voz que apenas le salió del cuerpo

Antonio: ¿Yo te di permiso para que te lo hicieras? –  Mar se quedó callado pero Antonio estaba demasiado enfadado como para lidiar con un silencio – plas

Mar: ay

Antonio: te estoy hablando y es mejor que respondas

Mar: No papá. no me distes permiso – no le iba a contar como hizo para obtener el permiso porque si no, lo mataría del todo

Antonio: Eso me parecía a mi zube a mi habitación – Mar abrió la boca, con esa orden para protestar pero Antonio no le dejó ni hablar – será mejor que zubas si no quieres que te dé la paliza aquí mismo – Mar subió decepcionado, sabía que en el momento que se lo hizo se ganaría una paliza pero al menos creía que su papá le dejaría explicarle porque se hizo ese tatuaje


Pero antes de ir a su habitación pasó por la suya para ver cómo estaba su hijito, estaba despierto mirando al juguetito que le colgaba del techo en lo alto de la cuna, agitaba sus bracitos y piernas para intentar alcanzarlo, Mar le puso la mano en la pancita mientras le hablaba con amor.



Mar: ¿Te gusta? te lo compre con la mesada que me dio el abuelo – lo que creía que solo iba a ser un momento se pasó quince minutos observando y hablando con su bebé, Antonio subió a su habitación y cuando no vio a Mar se puso rojo de la furia, camino con la regla en la mano y entró a la habitación de su hijo y no paro a nada

Antonio: ¿Es que te gusta desobedecerme? – a Mar se le fue el color de la cara quedándose pálido al ver a su papá con tal magnitud de enfado

Mar: Papá yo…. – pero Antonio no lo dejó terminar, se fue hasta él lo cogió del brazo y camino a la cama se sentó y puso a Mar sobre sus piernas – no te desobedecí

Antonio: ¿Ha no y esto qué? – dijo mostrándole el brazo pero sin fijarse en el tatuaje en si – ¿Donde dije que me esperaras –  Mar no tenía ganas de discutir con su papá así que no dijo nada se quedó callado para terminar de una vez por todas –  plas plas plas plas

Mar: uuuu – se quejó Mar ya que Antonio le dio demasiado fuerte

Antonio: plas plas plas plas

Mar: Buaaaaaa yaaaa… ¡para!... perdón – Antonio suspiro no le gustaba hacer eso con sus hijos pero había veces que no le dejaban de otra

Antonio: Que zepas que no se va a quedar en tu brazo – y le dio un tirón al pantalón bajándolos a mitad de los muslos – si creías que con unos cuantos reglados te ibas a salí con la tuya estás muy equivocado – plas plas plas

Mar: papiiiii

Antonio: plas plas plas – Mar lloraba desconsoladamente eso habían dolido mucho, Antonio se los había dado en las flexuras de los glúteos – Mar… hijo cálmate – pero Mar no tenía intención de calmarse se levantó de las piernas de su papá y se metió en la cama, Antonio le dio un beso en la cabeza, se sentía mal de ver cómo lloraba Mar con esa pena, con ese sentimiento… si, había sido un poco más duro que otras veces y ahora se sentía culpable de verle así – ¡ya cariño!... no llores… lávate la cara y vamos almorzar – Antonio quiso sacarlo de la cama pero Mar no lo dejo, se arropó aún más

Mar: No tengo hambre, quiero dormir un poco – Antonio sabía que si tenía hambre, además están ilusionado ayudándole a preparar la comida porque era su favorita

Antonio: Mar sé que estás enfadado pero tienes que comer

Mar: No estoy enfadado, solo quiero dormir un poco

Antonio: Está bien te subiré un sándwich – Mar quería gritarle, pero prefirió morderé la lengua


En realidad lo que más sentía Mar no era la paliza, era que le quitarán el tatuaje pero sabía que no podía decir nada, sólo lograría empeorar las cosas, Antonio le dio un beso en la cabeza y salió de la habitación, bajo a la cocina y preparo un sándwich para Mar y le dijo a Luis que se lo subiera, este se lo subió y no pregunto nada, sabía que había castigado a su hermano, así que solo se lo subió ya hablaría con él para ver qué había pasado.



Luis: Mar puedo pasar – pero sin esperar a más paso y dejo el plato en la mesita, se sentó en la cama, Mar había llevado a Toño en su cama y lo estaba abrazando, desde que muriera su madre, el bebé era su fuente de consuelo – ¿qué ha pasado? – Mar lo miro un poco molesto, lo último que necesitaba es que su hermano lo empezara a molestar

Mar: Déjame Luis, no estoy para tus tonterías no estoy de humor

Luis: No he venido a molestarte, papá me dijo que te trajera un sándwich – le dijo dejando el plato en la mesa de noche pero sin poder aguantar preguntar  ¿por qué te castigo papá?, hasta donde yo sé estabais muy animados cocinando – Mar le acarició la carita  a su bebé

Mar: Me hice un tatuaje – Luis abrió la boca

Luis:¿Estás loco?

Mar: Ya Luis, papá me regaño lo suficientemente, no me molestes – Luis soltó el aire, su hermano tenía razón

Luis: Me lo enseñas – Mar se remangó la manga y le tendió el brazo a su hermano, Luis cuando lo vio lo acarició, al verlo ya sabía que significaba ese tatuaje – ¿Te volviste loco?... ¿La echas de menos? – Mar ya no pudo contener las lágrimas

Mar: No es eso Luis, estoy zeguro que zi mamá estuviera aquí me ayudaría sin gritarme, sé que se enfadaría cuando hiciera algo mal, pero me explicaría las cosas sin estar todo el rato enfadada conmigo como lo está papá… para una vez que estábamos bien, se fue todo a la mierda – Luis sabía que Antonio moriría por ellos, pero sí que perdía los nervios fácilmente

Luis: Sabes que papá te quiere ¿no? – Mar se limpió sus ojos con la manga mirándolo con duda

Mar: A veces lo dudo – dijo con la voz desgarrada y Luis se sintió mal, a ese paso su padre perdería a Mar

Luis: No digas eso, sabes que papá te quiere, además ya tienes el tatuaje… que te quiten lo bailao

Mar: No Luis, me lo va a quitar, va a coger cita y me lo quitará – dijo volviendo a llorar, ante esto Luis empezó a sentirse cada vez más molestó con su papá, pero ya le cantaría él las cuarenta y luego que lo pegue también, pensó

Luis: De eso no estás seguro, zabes que papá tiene sus arrebatos, peo pronto recapacita, ahora voy a ser tu Hada madrina me voy a llevar a Toño y tú vas a tener la tarde para lo que tú quieras


Mar sonrió a su hermano tímidamente con una mirada que lo decía todo, sabía que lo estaba haciendo era para que se sintiera mejor, sin más Luis salió con Toño en brazos bajando donde estaba su papá.


Antonio: ¿Dónde va mi príncipe? – era un hecho que Antonio tenia debilidad por el bebé de su hermano, pero Luis lo fulminó con la mirada – ¿comió Mar? – pregunto con remordimiento, como Luis él también encontró a Mar un poco extraño

Luis: No papá, y dudo que lo haga – le dijo a su padre poniendo a Toño dormido en el parque cuna para irse a sentar en la mesa para empezar almorzar, aunque ya no tenía tanta hambre, ver a su hermano así le quito el apetito

Antonio: Luis no me mires azi, saliste tu bien parado cuando te lo hiciste y ya tenías diecinueve, no se lo iba a dejar pasar a él…

Luis: A caso te fijaste en el tatuaje por lo menos? – estallo Luis sin dejar que su padre lo convenza de lo contrario – ¿le preguntaste a qué significa para el? –  Antonio no supo qué decir – unas alas de un Ángel una ¡A!, ¿zabes lo que quiere decir?... ¡Ángeles! el nombre de mamá, quiere llevarla siempre con él y lo haces sentir como si hubiera cometido tremendo pecado – Antonio trago el nudo que tenía en la garganta y quedó en silencio, aunque Luis estaba enfadado, también sentía pena por su padre, pero alguien tenia que decirle verdad – ¿zabes que para todos está ziendo difícil de zuperar la muerte de mamá?, pero ponte en su lugar papá, es un niño que ha perdido a su mamá, que se ha visto ziendo papá con quince años… ¿zabes lo que me dijo?, que ojalá mamá estuviera aquí, que zi de enfadaria con él, pero no le gritaría tanto y lo enseñaría a cuidar a zu bebé sin sentirse un estorbo

Antonio: Yo lo hago Luis, zabeis que zois lo más importante de mi vida, pero como tú has dicho, tiene quince años no puede hacerse un tatuaje, no puede hacer lo que le venga en gana – Luis puso la mirada en su plato cogió el tenedor y pincho un trozo de carne y antes de meterlo en la boca no pudo quedarse callado

Luis: Mejor no digo nada, contigo no se puede hablar

Antonio: Porque dices eso?, ¿estas dudando de mi amor por él?

Luis: Zi lo quieres demuéstraselo – y dejo los cubiertos sobre su plato metiéndose un último boca, dejando en claro que ya no quería hablar más del tema


A Antonio ya se le había quitado el apetito y apenas Luis dijo provecho y salió, dejo su plato intacto, no comió nada y se metió a su dormitorio a pensar en lo que le dijo Luis, al final a la hora de la merienda fue a despertar a Mar pensado que estaba dormido pero cuando subió y entro y lo vio que aún lloraba, el mundo se le cayó a los pies… había sido un reverendo idiota.


Antonio: Mar hijo – le dijo sacándolo de la cama a la fuerza y sentadolo en sus rodillas – mira cómo estás – le limpio los lágrimas con sus pulgares dándole un beso en la frente – ¿me vas a decir que ocurre es que no estás así porque te castigue?

Mar: Nada – Antonio suspiró

Antonio: Ratoncito no se llora azi por nada, o verdaderamente te lastime – Antonio cogió el elástico del calzoncillo para bajarlo pero Mar de inmediato lo detuvo

Mar: No papá no me lastimaste

Antonio: Entonces me vas a decir que te pasa porque lloras – pero de la boca de Mar no salió ni una palabra, solo se le nublaron los ojos; Antonio ya estaba frustrado porque Mar desde que su mamá murió no se abría con él, ya no le contaba sus cosas;  ¿Luis llevaría razón?, ¿estaría siendo muy duro con su bebé? – a ver me ¿enseñas el tatuaje? – le dijo cogiendo la muñeca para verlo, Mar le dio un tirón soltándose bruscamente

Mar: ¡Qué más da? – le dijo gritándole – que  te importa – le dijo furioso, ¿ahora quería ver el tatuaje?,  ni siquiera preguntó nada ni lo dejo hablar, Antonio lo pegó más a su cuerpo, bajando la mano y dándole una palmadita suave en el trasero

Antonio: No he venido a discutir azin que no me chilles – dijo un poca firmeza, Mar respiro profundamente para calmarse, no quería que le volviera a castigar aún dolía su retaguardia. Antonio volvió a coger la muñeca mirando el tatuaje viendo ahora sí lo bonito y especial que era – es muy bonito, Mar – el chico se quedó callado porque si hablaba iba a soltar cualquier barbaridad – ¿La echas de menos? – y otra vez se formó ese nudo en la garganta que no lo dejaba hablar, así que se quedó callado, pero Antonio hablaría con él, su hijo mayor le hizo abrir los ojos necesitaba ponerse en el lugar de su  hijo, ser más cariñoso que estricto

Mar: Zi la echo de menos – empezó a llorar el nudo que se le hizo en la garganta no lo dejaba casi respirar – quiero que esté aquí, conmigo a mi lado –  Antonio apretó más el abrazo dejándole besos en la coronilla

Antonio: Mar, aunque zea duro contigo, yo te quiero hijo, tú y tu hermano zois lo más importante en mi vida... tu mamá ziempre estará contigo desde el cielo y el tatuaje pues… no lo puedes describir mejor, tu mamá ziempre fue un Ángel

Mar: Pero me lo vas a quitar – le dijo más infantil de lo que quiso sonar

Antonio: No Mar, el tatuaje se queda contigo – Mar apretó el abrazo a su papá, casi asfixiándolo


 

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