一一一一一一一一一一一一一一一
Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.
一一一一一一一一一一一一一一一
Una perfecta familia
Autora: Terry
Capítulo 60
Mar se quedó parado sin saber cómo reaccionar cuando vio a Lucas con la policía a su lado, pero Lucas desde lo sucedido estaba con él estómago encogido, no quería que Antonio se enterara y ver a Mar vio la oportunidad de saltarse el detalle de su nuevo padre o sea como su tabla de salvación.
Lucas: ¡Mar! – se abrazó a él y a Mark no le quedó de otra que corresponder el abrazo – no le digas a tu papá por favor
Mar: cálmate Lucas – no podía decirle que no le diría hasta que no supiera que había pasado
Lucas: por favor no le digas – pero fue demasiado tarde porque Antonio acababa de llegar al escuchar que habían llamado a la puerta
Antonio: ¿decirme el que? – recién se dio cuenta de la policía parada en la puerta, Antonio los hizo pasar amablemente – ¿me quieres decir que a pazao? – le pregunto a Lucas el que se puso nervioso de inmediato
Lucas: yoooo – a Lucas no le salían las palabras de la boca y el policía decidió acabar con la situación, total no era tanto el asunto
Policía: señor – Antonio le tendió la mano
Antonio: perdón por no presentarme, soy Antonio el papá de Lucas – el policía le estrechó la mano
Policía: como le iba diciendo no pasó nada importante, zolo que zu hijo con otros muchachos rompieron una ventana accidentalmente – Antonio con un gesto con la mano le dijo al policía que parara de hablar
Antonio: ¿ezo es cierto? – le pregunto a Lucas, este bajó la cabeza y Antonio se la levantó poniendo la mano en el mentón para que lo mirara
Lucas: zi – le respondió aguantando las ganas de llorar porque Antonio confío en él, lo dejo salir hasta le dio dinero para la salida y el seguro lo había defraudado
Antonio: ¿qué pazo? – Lucas se relajo al ver que Antonio no estaba enfadado y se animó a contarle
Lucas: estábamos jugando un partido de baloncesto y la pelota cruzó el muro del parque y la caza de eze zeñor está justo al lado y ze quebró la ventana – a Lucas le sudaban las manos y se retorcía los dedos de la mano con la otra mano, estaba muy nervioso; Antonio miró a los policía para ver si la exposición que le dio Lucas era la misma que ellos
Policía: si zolo pazo ezo, pero lo que paza es que eze zeñor ya está muy quemado porque con esta es la quinta vez que los amiguitos de su hijo le rompen la ventana – Antonio alzó una ceja – pero los chicos no lo hacen con intención pero esta vez estaba zumamente molesto y quiere que ze hagan cargo de la factura de la ventana rota – a Antonio le entró un descanso en el cuerpo, al ver la policía creía que Lucas se metió en un lío serio
Antonio: no ze preocupe yo corro con la cuenta – pero Lucas aunque veía a Antonio que no estaba enfadado no estaba con la suya, creía que al irse la policía le iba asaltar a la yugular
Policía: bueno ziendo azin nozotros nos vemos – el policía miró a Lucas – que pena que tus amigos no hayan corrido la misma suerte – Antonio miro al policía no sabía a lo que se refería con lo que no corrieron la misma suerte
Antonio: que quiere decir con ezo
Policía: pues que el papá de ellos no ze encuentran en la ciudad y no hay ningún vuelo para que pueda zacarlos de la comisaría – Antonio no se lo podía creer solo fue un accidente y tendría que pasar la noche en una celda
Antonio: ¿y no puede hacerse cargo otra persona? – Antonio preguntó con toda la intención de poder ir por ellos si podía
Policía: zi claro, pero el papá nos dijo que no tenía ningún familiar en la ciudad
Antonio: pero yo puedo encargarme esta noche hasta que el papá vuelva – los dos policías se miraron porque no sabían si eso era posible
Policía: no ze señor, ezo tendría que hablar con el comisario – Antonio miró a Mar cogiendo las llaves del coche que estaba en el mueble de la entrada
Antonio: Mar voy a ver zi es posible que pueda traerlos a caza – a Mar no le extraño, pero Lucas lo miraba incrédulo de que Antonio hiciera eso
Mar: está bien
Antonio: andando – le dijo a Lucas, se lo llevaría asi los chicos no se sentirían tan incómodos ni desconfiados, al ver que no se movía lo cogió del brazo para que caminara al coche
El trayecto fue silencioso hasta que Lucas rompió el silencio quería saber si de verdad Antonio no estaba enfadado o era una fachada.
Lucas: Antonio ¿estás enfadado? – le pregunto con voz tímida, Antonio lo miró un momento y puso la mirada de nuevo en la carretera
Antonio: no Lucas no lo estoy – le aseguro, aun así Lucas lo miro detenidamente para ver si decía la verdad, dándose con la mirada de Antonio – mira Lucas creo que estás confundido con mi actuar… asi que quiero que sepas no me voy a enfadar por que hagas algo por accidente como ahora pero ya zabes las consecuencias y no quiero que vuelvas a ir a jugar a esa cancha sabiendo lo que puede suceder que es el cazo de tus amigos que por lo visto es la quinta vez – Lucas bajó la cabeza
Lucas: es que mis amigos no tienen tanto dinero para alquilar una pista para jugar al baloncesto
Antonio ya no pudo seguir con la conversación porque ya habían llegado a la comisaría y los policías que fueron a casa lo estaban esperando para que bajaran del coche; Antonio habló con el comisario y le dijo que tendría que llamar al papá de los chicos para pedir permiso, si el estaba de acuerdo Antonio podría llevárselos a casa, menos mal el hombre accedió tras hablar personalmente con Antonio, así que solo quedaba firmar unos formularios y listo con lo que Antonio se tranquilizó bastante porque no quería imaginar que un par de chavales pasen la noche detenidos por un tonto vidrio, pero su sorpresa fue cuando vio salir a los chicos que eran gemelos, ¡que decir gemelos! eran una fotocopia, eran idénticos, Lucas le había dicho que eran hermanos pero no que eran gemelos.
Finalmente en casa los esperaban con la cena lista, así que todos pasaron al comedor, el único que falto fue Toño quien se quedo dormido y ni María ni Mar tuvieron éxito en despertarlo, solo que el despertó cuando todos estaban casi terminando de cenar, estaba desorientado de la hora pero bajó porque tenía hambre, pero cuando iba a entrar sintió que estaban riendo y hablando muy amenamente y retrocedió, se fue a la sala y un montón de deprimentes pensamientos, total no lo despertaron para cenar, tenían visita y lo estaban pasando bien, seguro su papá no quiso despertarlo para que no arruinara la cena con su presencia, en resumen… no querían estar con él, tan sumido estaba en sus pensamientos sentado en el sofá que no se dio cuenta que los tres adultos salían de la cocina dirección a la sala, Antonio había dejado encargados a los tres chicos que limpiara la cocina ese sería su castigo les dijo bromeando.
Mar: hijo estas durmiendo aún – le dijo Mar poniendo su mano sobre el hombro de Toño
Toño: ojalá – María y Mark se miraron sin saber a qué se refería
María: vamos Toño y cenas te guarde tu cena – Toño la miro y se contuvo de gritarle que se metiera su cena en el culo pero no quería problemas
Toño: no tengo hambre – pero para mala suerte de Toño sus tripas dijeron todo lo contrario
María: anda vamos que tu estómago no dice lo mismo – Toño la miró indignado, ahora se hacía la preocupada cuando ella tampoco le importó ir a despertarlo
Toño: cométela tú qué la cocinaste – le dijo gritando, al final su boca lo traiciono
Mar: PLAF cuantas veces te he dicho que no grites – Toño empezó a llorar no porque que le doliera si no porque ninguno de los dos se acordó de él, a ninguno de los dos le importaba si no comía – Toño… ¿que tienes ? – lo abrazó y lo sentó en sus piernas pero Toño siguió llorando sin responder a su papá – churri ¿te encuentras bien? – pero nada Toño o iba a contestar nada y siguió llorando mientras Mar le besaba la cabeza y le acariciaba la mejilla – ya churri dile a papá que te – María se sentó en el sofá y empezó a acariciar la espalda
María: Toño no estás azuztando hijo estoy preocupada por ti – Toño se separó un poco de su papá para mirar a María
Toño: ezo ¡es mentira! – volvió a gritar
Mar: Toño que te acabo de decir – advirtió – además ¿porque dices ezo? – y le volvió a besar la cabeza
Toño: porque es verdad – empezó de nuevo a llorar
Mar: que es verdad
Toño: que no ze preocupan de mí, ni ziquiera me llamaron prefieren estar zolos o con otras compañías… no quieren estar conmigo buuuuaaaa – Mar lo abrazo y miro a María
Mar: Churri mi vida zi fuimos a llamarte, primero zubio mamá pero no consiguió despertarte y al rato subí yo y tampoco despertabas, te quite las zapatillas y te deje dormir un rato más hijo – Toño estaba abrazado al cuello de su papá sin dejar de llorar, recien se dio cuenta que era verdad que no tenía las zapatillas y el no se las había quitado
María: ya mi príncipe – lo mimo ella besándolo su mejilla mojada – ¿cómo te íbamos a dejar olvidado, he? Zi eres lo más importante de nuestra vida – y siguió acariciando su espalda ya que no se despegaba de Mar
Mar: Churri, mi vida… ¿cuando vas a entender que eres lo que más quiero en esta vida?, zin ti no podria vivir – Toño seguía abrazado a su papá pero ya estaba más calmado por lo que le estaban diciendo – ya mi cielo – lo consolaba, dando caricias y besos hasta que se calmó – vamos que tienes que cenar – Toño negó con la cabeza Mar lo separó un poquito – hijo en el almuerzo cazi no comiste y no tomaste ni la merienda
Toño: es que no quiero comer zolo – Mar respiro profundamente
Mar: no vas a comer zolo yo te voy acompañar – se fueron a la cocina y cuando Toño vio el plato no tardó en arrugar la nariz, Mar se dio cuenta del gesto y decidió que esa noche ya no le iba a dar más disgusto a su niño – Toño ¿zi te hago una hamburguesa lo tendremos en un zecreto? que no ze enteré tu mamá – eso le provocó a Toño una sonrisa y Mar se tranquilizo al saber que su hijo se sintiera mejor, ese día ya había llorado mucho
Cuando por fin Mark le preparó la hamburguesa con tomate lechuga y todos su aderezos, entro pasó María a decirle que se iba a la cama pillando a sus dos sinvergüenzas con las manos en la masa, frunció el ceño porque ya habían hablado lo de las comidas e iba a reclamarle, menos mal Mar se dio cuenta y le dijo con una seña que saliera fuera.
María: Mar ya hemos hablado de esto – Mar se rasco la nuca
Mar: lo ze María, pero quería verlo con una sonrisa hoy ya lloro mucho – María levantó una ceja pero por dentro le dio la razón a Mar, hoy había sido un día difícil para Toño
María: está bien pero luego no te quejes cuando te arme la pataleta del ziglo cuando no quiera comer lo que se cocine
María entró y se despidió de Toño estaba cansada lo mismo que Mar, solo que Mar no pudo acostarse rápido porque Toño no tenía sueño, durmió mucho, asi que Mar se armó de paciencia y lo convenció de jugar a “que cosita es”, metidos en la cama logrando que Toño se duerma y el a su lado.
Mientras en el dormitorio de Lucas, los gemelos sentados en el suelo sobre la alfombra, aun no habían ido al cuarto de invitados porque Lucas estaba buscando un par de pijamas para prestarles a ambos
Andrés: mi papá estará furioso, tú te zalvaste pero a nozotros nos va a matar – el otro niño le dio la razón
Aron: zi ya no podemos ir más a jugar allí tendremos que ir al descampado – Antonio que tenía la intención de arropar a su nuevo hijo y ver si los gemelos estaba cómodos, entró en la habitación sin llamar ya que tenían la puerta abierta oyendo la conversación
Antonio: y porque no los invitas a jugar aquí Lucas – los tres niños dieron un respingo, no se esperaban esa voz – aquí hay una cancha de baloncesto y de más cosas que podéis usar, no tenéis que ir a ningún zitio – a Lucas se le iluminó la cara con una sonrisa, que Antonio le dieran permiso de llevar a sus amigos a casa era una pasada; Antonio se acercó a Lucas y le dio un beso en la cabeza – buenas noches Lucas buenas noches chicos
Lucas: Antonio podemos dormir aquí los tres – pregunto y Antonio se lo pensó un poco pero al final cedió
Antonio: está bien, traigan los colchones del cuarto de invitados, pero una coza Lucas, no duermas muy tarde mañana a primera hora tenemos cita con tu doctora – a Lucas se le borró la sonrisa de inmediato
Lucas: pero yo estoy bien – reclamo y Antonio se dio la vuelta justo cuando iba saliendo de la habitación
Antonio: zabes que no y ya hemos hablado de esto – y salió de la habitación sin darle más tiempo a Lucas para hacer reclamos
A la mañana siguiente Antonio pasó a despertar a Lucas pero el chico no estaba muy de buenas y le dijo que no quería ir, que él no tenía nada y Antonio solo con decirle un par de cosas terminó cediendo.
Antonio: Lucas vamos a ir al doctor coge tu ropa y te duchas en mi baño para no despertar a tus amigos, zi en cinco minutos no estás allí vengo y yo mismo te ducho y te visto y no me pruebes Lucas que no me va a importar que estén aquí tus amigos
Y con eso se dio la vuelta y salió de la habitación y a Lucas no le quedó de otra que hacer lo que le dijo, pero se puso de peor humor de lo que estaba, meintras Antonio bajo a la cocina y preparó el desayuno para los dos ya que todos dormían aún y a Lucas no le quedo otra que bajar a desayunar, no iba a quedarse en el baño para siempre.
Antonio: paza y zientate a desayunar – Lucas rodó los ojos, como quería que desayunaran si tenía el estómago revuelto de los nervios por ir al doctor
Lucas: no tengo hambre
Antonio: no importa, tienes que desayunar – ya lo tenía harto pensó Lucas erradamente
Lucas: pues espera sentao – respondió en un momento de locura temporal, antes siquiera de darse cuenta y se dio la vuelta para salir de la cocina, Antonio apartó la sartén del fuego y fue dentras de él lo cogió de la oreja llevándolo a la mesa – auuu zuelta ¿que te paza? – pero Antonio no le contesto
Antonio: PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF te zientas y desayunas y después vamos al doctor y te haces los exámenes que te digan zin chistar ¿me has oído? – Antonio no dijo nada más, pero Lucas empezó a comer
Cuando terminaron por fin se fueron pero cuando la doctora le dio los resultados y el tratamiento que Lucas tenía que llevar no le gustó para nada y ya se lo iba a hacer saber a Antonio, vamos es que inyecciones era lo último que quería el muchacho, pero no quedaba otra su anemia había empeorado un poco y todo por no tomar sus pastillas ni querer comer verduras.
Antonio: está bien zi es lo mejor pues empecemos con el tratamiento – pero Lucas que hasta ahora había estado callado no se aguanto más
Lucas: yo no me voy a poner las inyecciones – Antonio lo miro porque ya lo veía venir
Antonio: ya has oído a la doctora has empeorado y es lo más eficaz – Lucas apretó las mandíbulas ¿es que su opinión no contaba?
Lucas: pues póntelas tu – la doctora un poco incómoda salió para que arreglaran las cosas
Doctora: yo voy a por más recetas vuelvo en un rato – y salió de la consulta exhalando el aire
Antonio: que es eza falta de respeto – Lucas se levantó de la silla que estaban sentados
Lucas: no es una falta de respeto, es que no me las voy a poner y zi tanto insistes te las pones tu – Antonio quiso mantener la calma porque se dio cuenta que estaba hablando así por miedo, lo sabía por experiencia, a Mar le pasaba lo mismo… era tan grande el miedo que perdía las formas
Antonio: Lucas te vas a tranquilizar no hay otra opción, la que había ya lo hicieron pero tú no quisiste tomar las pastillas zi estás en esta situación, nadie tiene la culpa más que tu mismo – para ese momento Lucas estaba respirando lo mismo que un toro a punto de investir tanto por la ansiedad como por el enojo que traía encima, el tenia terror a las agujas pero no lo iba a admitir, el mismo pensaba que era irracional y de crio y él ya era grande
Lucas: ¿Zabes que? que me importa una puta mierda lo que digas tu o la doctora, ¡no me las voy a poner! y lo que me digáis me lo pazo por los cojones – y se dirigió a la puerta para irse, pero Antonio fue más rápido y lo cogió por el brazo para impedir que saliera, se sentó en la silla y lo puso en su regazo bajándole de un tirón el pantalón del chándal, casi causando el infarto del pobre chaval
Antonio: PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF – y antes de nada lo sorprendió con una buena tanda de nalgadas que no era una caricia para nada – no te lo vas PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF a pazar por ningún lao PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF que zi estás en esta… PLAF PLAF PLAF
Lucas: ya DÉJAME – le dijo a punto de llorar por la situación
Antonio: PLAF PLAF PLAF PLAF en esta zituacion es por zer PLAFF PLAF irresponsable PLAF PLAF – Antonio lo levantó y Lucas se le escaparon unas lágrimas subiéndose el pantalón desesperadamente, la vergüenza era tan grande que le costaba articular palabras o tragar saliva – Lucas… – le dijo acercándose a él, le dio pena de verlo tan vulnerable como un animal herido, quizás se precipito, pero Lucas le apartó la mano con brusquedad, se notaba que le temblaba el labio y sus ojos estaban desencajados por el miedo a todo, a él a las agujas a la situación y se sentía apretado – Lucas no lo hago porque quiero yo, ya has oído a la doctora, tú estabas delante… no te estoy engañando hijo, tu mismo lo has oído y no voy a dejar que te enfermes más de lo que ya estas – Lucas se limpió las lágrimas con el brazo, al final el llanto lo venció y sintió un nudo en el pecho y equivo la mirada, quería darse la vuelta pero estaba tan ansioso que no podia moverse, es más sintió que se iba a caer, menos mal Antonio se dio cuenta de eso – no estás zolo yo voy a estar contigo – le prometió y poco a poco se acercó a Lucas hasta que se dejó abrazar
Y Lucas por fin lloro en voz alta, drenando su miedo en el pecho de quien ahora era su padre…
No hay comentarios:
Publicar un comentario