Una perfecta familia, Capitulo 48

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 Una perfecta familia

 Autora: Terry 

 Capítulo 48 

 

 

Mar bajó a la sala encontrándose con María, quien al verlo frunció el ceño… conocía a su novio bastante bien y sabía que Toño se había salido con la suya.

María: al final se queda el perro ¿No? – le dijo cruzándose de brazos

Mar: zi pero ya lo advertí de los cuidados que tiene que tener con el – Mar sonrió pero María no le correspondió

María: no puedes castigarlos y que luego ze zalgan con la suya – Mar rodó los ojos – no me ruedes los ojos como zi fueras uno de los niños – a veces no entendía a Mar

Mar: bueno cuando zubi fue pa decirle que no podía quedarse al perro pero – se quedo callado, aquello era confidencial después de todo – tengo mis razones – María bufo

María: está bien pero mañana quiero que vayas a comprar una caseta para el perro, que aquí no entra – Mar suspiro, ya se veía en medio de su hijo y María

Mar: de acuerdo, además ya lo había pensado, no lo voy a dejar que duerma una noche más con Toño – María seguía enfadada

María: también tendrás que llevarlo al veterinario para que le pongan las vacunas que necesite y una cosa más… no pienso limpiar nada de eze chucho, azin que zi no lo hace Toño lo harás tú – Mar la abrazo a ver si aplacaba a la bestia, pero María lo hizo a un lado y Mar llevó las manos al cielo como diciendo que meujer mas problematica sin que María lo viera

Mar: zera mejor que vallamos a dormir – quiso aplacar el coraje de María

María: ve tú si quieres yo voy a dar una vuelta al jardín – salió dejando a Mar con la palabra en la boca

Mar subió las escaleras a su habitación no discutiría con María y dejaría que se le pasara el coraje; a la mañana siguiente se levantó y se preparó para ir al trabajo llevaba una semana sin ir y tenía mucho que hacer, María también se levantó y antes de bajar a hacer el desayuno le dijo a Mar que levantará a los chicos.

Mar: pero zi es temprano y están de vacaciones – le dijo fundiendo el ceño, no le gustaba por donde iba la cosa

María: zi ya ze, pero quiero que recojan las pocilgas que tienen por habitación – y sin más salió del dormitorio dejando a Mar  

Mar ya estaba molesto era la segunda vez que lo dejaba con la palabra en la boca, pero hizo lo que le pidió; los chicos se levantaron pero muy molestos se suponía que estaban de vacaciones y tenían que madrugar pero no era tanto ya daban las nueve, aun así bajaron no muy contentos a desayunar en medio de refunfuños, solo a Toño se le quito cuando su perrito empezó a saltar para jugar con él pero la felicidad se esfumo cuando se sentaron en la mesa a desayunar y todo por la aguafiestas de mamá.

María: deja el chucho de una vez y desayuna – le dijo molesta a Toño, desde la noche que se enteró que el perro se iba a quedar estaba con coraje, Toño la miro mal y cuando la veía descuidada le daba de comer lo que había en la mesa, pero no él solo también Lucas y Chus hasta Mar en alguna ocasión y María se puso más molesta por ver a todo volcados con el perro que decidió que el perro se fuera al jardín – Toño zaca al perro al jardín

Toño: peroooo….

María: nada de peros zacalo ¡ahora! – Toño miró a su papá para ver si intervenía,  pero Mar se quedó al margen

Toño: está bien zi zale el zalgo yo también – le dijo elevado la voz levantándose de la silla dirigiéndose él y su amiguito fuera de la casa

María: ¿no le vas a decir nada? – María se cruzo de brazos exigiendo una respuesta a Mar

Mar: que quieres que le diga no a hecho nada, además ya te he dicho que esta tarde le compró la casa para perros

Mar hizo un sándwich para llevarlo a Toño al jardín, casi no había desayunado.

Toño: está reloca – le decía a su amiguito, Mar reía a su adentros por escucharlo – ¡Toño aquí no puede estar el perro!... ¡Toño recoge el desastre de tu habitación! – decía imitando a María con la voz y gestos

Mar: PLAF – no te hagas el vivo – Toño se dio la vuelta sorprendido, él no vio a su papá acercarse –  ¿Que es ezo de estar haciendo burla a la mamá? – le pregunto, mejor cortar ahora que si María lo veía sería malo

Toño: que ziempre está gruñendo – Mar se hizo el molesto

Mar: pues por algo zera ¿No? – Toño levantó las manos como diciendo lo que hay que aguantar

Toño: pero ziempre está azin y lo zabes – Toño se sentó en el césped debajo de un árbol y su compañero hizo igual que él

Mar: toma anda – le dio el sándwich – churri pórtate bien

Toño: ¿te vas? – pregunto apenado

Mar: zi, llevo una zemana zin ir y tengo mucho que solucionar, azin que pórtate bien y no hagas renegar a la mamá  que no está muy contenta con ninguno de los tres

Mar se agachó y le dio un beso en la cabeza y salió para su trabajo, pillándose con Cris, su gran amigo y confidente.

Cris: dichosos los ojos que te ven compadre – Mar levantó la mirada de sus papeles para mirar a su amigo

Mar: zolo fue una zemana – dijo a manera de disculpa y Cris lo miro rodando los ojos sin aguantarse de reír

Cris: ventajas de ser el jefe

Mar: algo que tenga que zaber – pregunto sin dejar de mirar sus papeles ofreciéndole asiento a su amigo

Cris: no nada todo bien por aquí – respondió acomodándose en el respaldo cómodo de la silla – y yo tengo algo que zaber – su amigo lo conocía como si fuera su propio hermano y por alguna razón intuía que algo le paso a Mar, algo importante, tenía un aurea de felicidad contagiante

Mar: bueno yo aproveche de la naturaleza y una romántica noche le pedí matrimonio a María – confeso con los ojos iluminados, Chris lo miró con una gran sonrisa

Cris: pedazo de ¡cabrón! que calladito lo tenias – le dio un abrazo de esos apretados – y ella supongo que acepto ¿No?

Mar: zi claro

Cris: pues esto hay que celebrarlo después del trabajo, el futuro marido supongo me invitará a unas cervezas para celebrar – Mar movió la cabeza como diciendo no tienes remedio

Mar: está bien nos bebemos un par de cervezas – claro está que no fue eso solo

Después de que dejaran el trabajo hecho, fueron a un bar a tomar cerveza con sus respectivas tapas, el entusiasmo de la charla y la cañita, es hizo abrir la tripa y se fueron a continuar a otro bar donde servían bebidas mas fuertes, mientras los familiares ya estaban bastante preocupados por la tardanza y no contestaban al teléfono.

Toño: mami ¿cuando vienes papá? – María miró el reloj y ya eran las cuatro de la tarde y estaban todos sin comer esperando a Mar

María: no lo ze, lo estoy llamando y no contesta pero no te preocupes estará terminado algún trabajo atrasado, mientras llama a Chus y a Lucas que vamos a comer ya comerá papá después – le dijo mirando a su suegro que estaba enfrente de ella

Antonio: yo no ze que le abra pazao pero me temo que no está en la empresa, estoy llamando a Cris y tampoco me lo coge – los dos se miraron sabiendo lo que quería decir el abuelo

María: me quieres decir que ¿se fue de juerga? – Antonio levantó una ceja

Antonio: me temo que zi

Mientras Taya y María terminaron de calentar la comida Toño subió a llamar a Lucas después se dirigió a llamar a Chus.

Toño: Chus dice mi mamá que bajes, que ya vamos a comer – salieron de la habitación encontrándose en el pasillo con Lucas

Cuando iban a bajar las escaleras Chus no pudo aguantar más la envidia que tenía a Toño, María no era su mamá pero lo trataba como si fuera su propio hijo y el nunca tuvo eso con su propia madre, es más le tenía como miedo.

Chus: Toño – lo llamo y Toño se dio la vuelta y Lucas también – ¿Porque le dices mamá?

Toño: ¿a quién? – Toño había se le olvidaba que María no era su propia mamá

Chus: no te hagas Toño a María a quien más ¿porque le dices mamá? – Toño se quedó en silencio sin saber qué contestar

Toño: no lo ze Chus, un día me zalio zin penzar y la quiero como una madre puede ser por ezo – le dijo con sinceridad

Chus:  pero ezo nunca va a ocurrir, María no es tu mamá Toño y algún día ze va a canzar de ti – Toño ya no dijo nada más y bajó las escaleras apurado, Lucas movía la cabeza en negación mirando feo a Chus

Lucas: ¿qué adelantas con ezo? – le dijo un poco enfadado

Chus: no le he dicho nada más que la verdad – bueno ya abrió la boca y aun cuando se dio cuenta de error, era tarde ya, así que se quedaron mirando mutuamente – oh es que contigo no lo hizo, te llevo a eze internado para deshacerse de ti – Lucas apretó los puños y Chus retrocedió, se le fue la lengua por puro instinto

Lucas: no hables de lo que no zabes – y también bajó por las escaleras dejándolo parado

Toño estuvo toda la comida en silencio, se veía muy triste Antonio y María ajenos de lo que pasó en los pasillos de la segunda planta le achacaron a la ausencia de Mar.

María: Toño ¿ya no comes más ? – Toño levantó la mirada de su plato

Toño: no María – le dijo sorprendiendo a Lucas y a Chus también

María: ¿quieres el postre? – pregunto extrañada de que le diga Maria pero pensando que quizás solo era un despiste, sobre todo porque Toño negó con la cabeza, eso le preocupo más porque Toño acababa de rechazar su postre favorito, que natillas de chocolate que le hizo Taya – ¿Te zientes mal Toño? – se apuro en preguntar

Toño: no María estoy bien, es solo que no tengo más hambre nada más – respondió tratando de sonreír

María lo dejo así pero cuando estuvieran a solas le preguntarían qué porque le llamaba ahora María, oportunidad que se presento cuando terminaron de comer, María le dijo a Toño que se quedara, que hoy le tocaba ayudarle a recoger la cocina; Toño fue detrás de ella aunque no podría hacer mucho con su escayola en la mano.

María: acercarme ezos platos zin hacerte daño en la mano – Toño hizo lo que María le pidió – ¿estás triste porque no vino el papá? – Toño se encogió de hombros, se distrajo con lo que le dijo Chus que casi se olvido de su padre, María se limpió las manos iría al grano tenía que saber porque de un momento a otro la había empezado a llamar por su nombre otra vez – Toño zientate a mi lado – le dijo después de sentarse en la silla dejando el trapo encima de la mesa – Toño se sentó miró a María sin entender – ¿estas molesto conmigo? – María pensaba que era por lo que había pasado en la mañana con el perro

Toño: no – le dijo haciendo una mueca con la boca como diciendo por qué me preguntas eso

María: ¿entonces porque has dejado de llamarme mamá? – Toño soltó el aire

Toño: Porque no lo  – María se quedó en silencio asimilando lo que Toño acababa de decir 

María: está bien Toño llevas razón, no lo soy y no quiero obligarte a decírmelo, pero yo zi te quiero como un hijo, es más… para mí lo eres – Toño se dio cuenta que no cogió las palabras adecuadas y que le había hecho daño a María, porque se le veían los ojos cristalizados

Toño: yo también te quiero como a una mamá… yo… no quise decir ezo – Toño bajo la mirada, María le puso la mano en el mentón para que la levantará y la mirara

María: ¿Que paza Toño? – a Toño se le aguaron los ojos y María sabía que algo le pasaba por su cabeza y que tenía que saber que es

Lucas que estaba escuchando ya no aguantó más salió de su escondite, seguro de que Toño no diría nada por no complicar a Chus, pero él no podía quedarse callado, lo que le dijo Chus fue cruel e innecesario.

Lucas: paza que Chus le metió en la cabeza que tú te vas a canzar de él y no vas a querer zer zu mamá – María se quedó sin reaccionar tanto por la sorpresa de la aparición de Lucas como de sus palabras

María: yo... ¡Toño! yo no me canzo de ti – le dijo abrazándolo –  ¿porque pienzas ezo ¿he? – Toño se echó a llorar

Toño: porque mi madre zi ze canzo de mí y me abandonó –  María lo abrazo y le dijo con señas que Lucas se acercara y también lo abrazo

María: quiero que me escuchéis los dos – dijo y cuando los ojos de los dos la miraron atenta agrego – ahora zomos una familia en la que todos nos queremos y no me voy a cansar nunca de ustedes ¿me estáis escuchando? – María lo dijo para los dos porque ella sabía que Lucas se sintió abandonado por ella

Tras solucionar aquel mal entendido Toño se fue a comer por fin su postre, mientras María miraba que hacer hasta que llgue Mar, que aun no aparecía por ningún lago; y como María Antonio estaba en las mismas, no dejaban de llamar al móvil que solo contestaba como  número no disponible.

Antonio empezó a molestarse, por lo menos hubiera llamado para que no estuvieran todos los de la casa preocupados, ya habían cenado incluso y estaban preparándose para dormir, es que Antonio mandó a los niños a la cama sobre las diez de la noche mas o menos, sabía que cuando Mar volviera no iba a estar en condiciones para que los niños lo vieran en ese estado, y aunque los muchachos dejaron clara su postura y reclamos, el se mantuvo firme y a los chicos no les quedo otra que subir a sus habitaciones a regañadientes; María aguanto un poco más, pero casi cerca de la media noche decidió retirarse, estaba quedándose dormida en el sofá.

María: Antonio yo también me voy a la cama, él está de fiesta y no voy a estar aquí muerta de sueño – le dijo levantándose del sofá

Antonio: zi hija ve, yo me quedo un rato más haber si viene

Al rato de subir María, Antonio escuchó ruido en la puerta, se levantó para abrir cuando un estruendo de risas escandalosas se oían a través de ella que inmediatamente Antonio reconoció eran de su hijo.

Cris: compadre métela ya – le decía doblado de la risa

Mar: no es tan fácil quillo tienes que atinar y yo veo dos agujeros – los dos explotaron a carcajadas como dos adolescentes que ríen de todo y nada

Mar fallaba una y otra vez, no atinaba a meter la llave en la cerradura y Antonio al darse cuenta que habían pasado como 10 minutos en lo mismo, no podría abrir la puerta sin ayuda, asi que lo hizo él y Mar se fue hacia delante porque apoyo su frente en la puerta, menos mal Antonio lo sujeto para que no cayera al suelo.

Mar: papiii – grito parpadeando señalándolo con un dedo a su amigo – es mi papi – aseguro mientras Cris soltaba una carcajada agarrado de la puerta y Antonio rodó los ojos pensando hace cuánto hacía que su hijo no lo llamaba así 

Antonio: Mar ¿dónde has estado todo el día? – Antonio después de hacerle la pregunta se sintió estúpido era obvio don había estado

Mar: pazandolo de escándalo – Mar y Cris no podían dejar de reír por el estado de embriaguez que traían a los dos

Antonio como pudo los metió a ambos y con cuidado de que no se cayera ninguno los dejo en el sofá y fue a la cocina a prepararles café… iba a ser difícil bajarles la borrachera que tenían aquel par de sinvergüenzas que no dejaban de reír a lo tonto.