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Una perfecta familia
Autora: Terry
Capítulo 41
El almuerzo fue de lo más silencioso que pudo ser en mucho tiempo, algo inusual en casa del abuelo sobre todo cuando estaban sus nietos, pero era dable Toño no quería hablar y Chus estaba distraído pensando en la charla que tendría con su abuelo, además la comida eran verduras… cosa que no gustaba ni a Toño ni a Lucas, pero Toño no rechisto y comió sin quejarse haciendo pasar la verdura con mucha agua para disimular, en cambio Lucas cómo siempre desde que estaba en casa comió poco, por su parte a Chus le daba igual, el comía lo que ponían en la mesa y no se quejaba, es mas todo le parecía rico.
María: Lucas haz el favor y come – Lucas la fulminó con la mirada – no me importa cómo me mires, hoy no te levantas hasta que no te termines el plato
Lucas: no tengo más hambre y además no me gusta _ estaba incómodo todas las miradas estaban puestas en el además era la primera vez que comía en la casa del abuelo y no quería ser grosero
María: Pues yo ya te dije, puedes hacer lo que quieras – Lucas rodó los ojos y todos siguieron comiendo menos Lucas que solo removía con el tenedor en el plato, tratando de ganas tiempo, pero cuando terminaron de comer María estaba decidida de llevar a cabo su promesa pero Lucas no le iba a obedecer – ¡Lucas! ¿dónde crees que vas? – Lucas miro a su alrededor y a no ver a Antonio se animo a contestar como quería
Lucas: pues con Toño a ver a los cachorros – María ya estaba harta de que nuca hiciera caso
María: Zientate ahora mismo y termina de comer – le dijo furiosa, pero Lucas no estaba acostumbrado a que su hermana lo regañara o lo obligará hacer algo y le hizo lo mismo que cuando sus padres estaban vivos y peleaban le enseño el dedo corazón, Toño empezó a reír y Chus también lo hizo solo que más disimulado; María no sabía porque ahora le daba tanta rabia de que le hiciera eso ¿sería porque ahora estaba a su cargo?, así que se quitó la zapatilla y se fue hacia Lucas, este al darse cuenta salió corriendo para ponerse detrás de Mar, Mar empezó a darle risa de lo cómica que se veía María con una chancla si y otra no cojeando por el desequilibrio de no tener los pies calzados – zal de ahí Zinvergüenza
Lucas: Pero ¿qué te paza?
María: ¿Que me paza?... ¡ZAL! y tú – le dijo mirando a Mar – ¿de qué te ríes zoquete(tonto)? – María empezó abalanzarse para coger a Lucas
Lucas: ¡Ya déjame en paz!
María: Zal de ahí detrás, escuchimirizao (flaco) – y al ver que su hermana lo iba a coger porque Mar estaba riendo salió corriendo, obviamente no se alarmaron ya que en la hacienda no corría peligro de salir a la carretera, María quería seguirle pero Mar se lo impidió cogiéndola del brazo
Mar: Espera déjalo que ze tranquilice – María lo miro indignada – no vas ganar nada peleando a hora
María: ¿Pero es que no te das cuenta que va a ponerse peor?... no come nada
Mar: zi lo ze, pero no vas a estar como el gato y el ratón, mejor cuando vuelva habláis – y le dio un beso en la frente
María le dio la razón se volvió a calzar las sandalias, mientras sucedía aquello, Chus fue como le dijo su abuelo a su habitación para conversar, y se sentó en una merecedora que tenía su abuelo tenía aquella habitación… muy acogedora pensó Chus.
Antonio: ¿Te gusta mi merecedora? – le dijo entrando a la habitación, sobresaltando a Chus que se tenso al ver a su abuelo; Antonio se dio cuenta enseguida se sentó en la mecedora y cogió a Chus de la mano haciéndolo sentar en su regazo, igual que cuando era más pequeño
Chus: Abuelo – le dijo haciendo un puchero
Antonio: ¿Que es lo que paza? uumm – Chus lo miro, no entendía la pregunta
Chus: Que paza… ¿de qué?
Antonio: Entre tú y Toño – Chus rodó los ojos ya lo estaba defendiendo
Chus: Ya lo vas a defender – dijo resignado pero el abuelo interrumpió sus quejas
Antonio: No estoy defendiendo a nadie, zolo te estoy preguntando
Chus: ¿Por qué no le preguntas a él? – le dijo elevado la voz
Antonio: Porque te lo estoy preguntando a ti – le dijo un poco molesto, pero luego se tranquilizó… quería hablar con Chus, no discutir – mira Chus ¿tu primo ze mete contigo? – Chus se quedó pensando y nunca lo había hecho, cada vez que peleaban era porque él lo provocaba, así que negó con la cabeza – y esta vez ¿qué pazo? – Chus cerró los ojos, su abuelo lo iba a matar cuando le contara por lo que fue
Chus: Ze quedo dormio y se echó en mi hombro y estaba apretujao
Antonio: ¿Y por qué no le dijiste que no ze apoyara en ti? – le dijo Antonio esperando la respuesta, sabiendo que en realidad no fue por eso
Chus: Ze lo dije, pero como ziempre ze zale con la zuya pues na – tuvo el tremendo descaro de mentir
Antonio: A ver ¿por qué ze zale con la zuya según tu?; que yo zepa zu papá lo ha castigado
Chus: Le contesto a su papá por ezo lo castigo, zi no, no lo castiga
Antonio: Yo creo que no fue por contestar a zu papá, pero ahora mismo vamos aclarar lo que paza entre ustedes – se levantó de la mecedora, levantando a Chus de su regazo – ¡Toñooooo! – le gritó y Toño que estaba viendo la tele con María abrió los ojos asustado, él no había hecho nada desde el almuerzo, no sé movió de allí – Toño ven a mi habitación AHORA MISMO – Toño miro a María
Toño: No hice nada – le dijo en un susurro
Antonio: Toño ¡última vez! o quieres que vaya yo a por ti – estaba fingiendo, y lo hacía para mostrarle a Chus que no tenia favoritos
Mar que estaba en la entrada fumándose un cigarro y al oír a su padre gritar apago el cigarro y entro encontrándose a María en la sala y a Toño con un puchero caminando casi llorando en dirección a la habitación de su papá.
Mar: ¿Que paza? – le pregunto a María
María: No ze – le dijo sorprendida
Mar: ¿Que hizo ahora? – Mar estaba cansado de que últimamente Toño se metiera en problemas, pero esta vez poco le iba a importar si su papá lo castigaba, igual lo haría él después de que su abuelo termine… está vez iba aprender
María: Después del almuerzo estuvo conmigo y no hizo nada, excepto acompañarme – respondió con el ceño fruncido y Mar suspiro sentándose a su lado a ver qué pasaba – ¿has visto a Lucas?
Mar: Zi está debajo del árbol donde está la casita – María se levantó – ¿dónde vas?
María: A hablar con él para que entre en caza, hace demasiado calor – María camino fuera en busca de su hermano
Hasta eso Toño había llegado a la habitación de su abuelo sorprendiéndose al encontrar a Chus con él, seguro el muy mentiroso metelio, ya lo estaba acusando con su abuelo cuando no hizo nada, pero esta vez iba a defenderse uñas y dientes.
Toño: Yo no le hice nadaaaa – le dijo a su abuelo saliéndose unas lágrimas por la rabia que sentía ese momento y Antonio solo le puso un dedo en sus labios
Antonio: Shhuuu yo no he dicho que le hicieras algo – como abuelo le dio penita ver a su nieto así, pero no podía abrazarlo sino ya empezaría Chus a decir que estaba de parte de Toño y hoy tendría que aclarar las cosas entre ellos, estaba cansado de verlos pelear – sentaros en la cama que vamos hablar – los dos se sentaron en la cama y Antonio fue a por una silla y se sentó en frente de ellos – ¿qué le hiciste en el choche a Chus? – le pregunto a Toño, quien ya no aguanto más y empezó a llorar enojado, no era miedo, era enojo… primero su papá le dio una buena sin ni siquiera escucharlo y ahora su abuelo también le estaba regañando y seguro ahora se enfadaría sin razón, pues él no le hizo nada a Chus
Toño: Nada shisj shisj zolo me dormí y caí en zu hombro shisj shisj pero no lo hice a posta – Mar que había ido a ver qué estaba pasando, se freno en seco en la puerta al oír a su hijo hablar enterando de esta manera de lo que realmente pasó
Antonio: ¿Eso es verdad Chus? – a Chus no le quedó de otra que decir que si
Chus: Zi pero estaba apretujao… ¡ze lo dije! – repitió a manera de defensa y al ver la cara de su abuelo repitió – ¡y lo volvió a hacer! – Toño lo miro asombrado limpiándose las lágrimas con la manga de la camisa, sintiendo el coraje hacerlo preso, esta vez se iba a defender
Toño: ¡Tú estás GRILLAO! – grito enfadándose con Chus y el abuelo decidió intervenir, si se iban a los golpes los iba a dejar que cada uno sacará lo que sentía – ¿zabes? – le dijo mirando a Chus con un nudo en la garganta, aguantándose, no iba a darle la satisfacción de llorar – cuando mi papá hablo conmigo y me dijo que te quedarías en caza con tiempo indefinido en el fondo me alegré – Chus lo miraba como si tuviera tres cabezas mientras Antonio y Mar se sorprendieron al escuchar decir eso a Toño – porque ya no estaría zolo, estaría como con el hermano que nunca tuve, pero luego me demostraste que me equivoqué
Chus: No te equivocaste – Toño reía sarcástico
Toño: A ¿no?... yo alucino entonces – Chus bajo la cabeza
Chus: No alucinas tonto, ezo es lo que hacen los hermanos fastidiarse mutuamente… pero lo del coche ni yo ze porque lo hice, lo ziento Toño – y lo abrazo con cariño, le daba pena verlo así, todavía se le caían lágrimas pero Toño le correspondió el abrazo
Fue cuando Mar decidió entrar a la habitación, el también tenía que disculparse de su hijo se estaba equivocado a menudo y Toño ya estaba creciendo, si seguía así cuando entrara a la adolescencia lo iba a perder.
Mar: Toño – cuando él y Chus se soltaron, él lo quiso abrazar pero Toño lo esquivo sin ser grosero y se fue a su habitación dejando al resto sin decir una palabra, lo que asombro a todos
Toño siempre estaba dispuesto a un mimito y más si era de su papá, pero al parecer estaba muy dolido con su padre; Antonio no le dijo nada, esta vez Mar tendría que arreglárselas solo con Toño así que abandono la habitación poniendo una mano sobre su hombro en silencio también, quedándose solo Chus quien se acercó a su tío arrepentido, su actitud ocasiono que su primo no quiera hablar con su padre.
Chus: Lo ziento tío, yo provoque que estéis azí… es mi culpa – Mar miro a su sobrino y le dio un abrazo
Mar: No Chus… yo no zupe llevar la situación, tú no tienes la culpa de nada – admitió en voz alta tranquilizando a su sobrino y fue a la habitación de Toño
Tenía que arreglar las cosas con el pero cuando giro la manivela no se podía abrir la puerta, Toño la había cerrado con el pestillo por dentro obligando a su padre a tocar la puerta, pero sin abrirla, no iba a abrir.
Mar: Toño hijo, abre quiero hablar contigo – pero Toño no quería hablar con él por ahora
Estaba muy dolido con su papá así que para no oír los golpes se puso los audífonos y Mar harto de tocar la puerta y no tener respuesta bajo a la cocina a preparar la merienda porque María fue a hablar con su hermano.
María: Hace calor aquí – le dijo sobresaltando a Lucas y cuando la miro se dio cuenta que tenía los ojos rojos de haber estado llorando un buen rato – ¿que tienes mi vida? – se sentó en el suelo a su lado
Lucas: Echo de menos a los papás – María lo abrazo
María: Lo ze Lucas, pero zabes que no está zolo… yo también los extraño fue un golpe duro – Lucas se puso a llorar abiertamente – tranquilo mi vida nunca más vas a estar zolo te lo prometo Luki
Lucas: Pero ya quiero que las cosas contigo zean igual que antes – gimió y María le dio un beso en la sien
María: Ezo no va a poder ser, ahora estás a mi cargo y te tengo que guiar por el buen camino – Lucas la miro con un puchero
Lucas: Pero quiero conservarte como eras antes… por lo menos que me quede ezo
María: Pero Luki – le dijo con cariño
Lucas: Por favor María – María se quedó mirándolo, lo único que podía hacer era que cuando tuvieran que castigarlo lo hiciera Mar, paro por más que quería no podía ser como antes, no podía simplemente ser quien socape sus diabluras
María: Está bien… yo no te voy a castigar, cuando lo merezcas lo hará Mar, pero Lucas… tampoco puedo hacer lo de antes, estas a mi cargo, no puedo socapar las cosas que hagas mal – Lucas afirmo con la cabeza era muy raro cuando su hermana lo castigaba – ahora vamos a la caza que hace calor aquí fuera – cuando llegaron a la casa Mar saco los sándwich, zumos y dos yogures
Mar: Lucas ¿quieres decirle a Toño que baje? – mientras María hablo con Mar de que Lucas no quería que lo castigará ella, todos estaban en la sala
Al parecer Mar tuvo éxito con la merienda, cuando vio que ya habían terminado de comer a Toño y a Lucas les dio un yogur, primero se lo dio a Toño quien lo acepto aunque no quería, pero ese fue el trato que hizo con su papá si no bebía leche se comería un yogur y él prefería mil veces un yogur, solo que no resulto igual con Lucas.
Lucas: yo no quiero Mar
Mar: Eze era el trato, zi no bebían leche luego comerían un yogur – Lucas lo miro de mala gana pero lo cogió quitándolo de la mano de Mar con mucha fuerza y al ser el envase de platico al apretarlo la tapa se abrió derramándose en el sofá y el suelo, Mar lo miro conteniendo las ganas de calentarle ese trasero rebelde que tenía
María: Ya lo recojo – no quería que su hermano tuviera problemas con Mar estaban todos juntos y no quería arruinar el momento
Mar: No – le dijo con la voz un poco potente – lo recoge él… ve y le pides a Eva algo pa limpiar este dezatre mientras voy yo a por otro a la cocina – Lucas fue en busca de Eva que era la chica que hacía la limpieza en la hacienda y volvió con una fregona y un trapo para limpiar el sofá después de eso Mar volvió a dale el yogur
Mas tarde los chicos fueron a dar una vuelta a ver a sus amigos y presentárselos a Lucas; Antonio fue a la oficina de la hacienda a ver a su administrador a ver lo de la venta de caballos, Antonio tenía una cría de caballos de pura raza española, Mar y María también salieron a dar un paseo y llegaron a casa a la hora de la cena, Mar llamo al móvil de Chus diciéndole que si no llegaban en quince minutos cobraban; Chus rodó los ojos y dio el mensaje a los otros dos pero ninguno se quejo, total ya iban de camino a casa.
Para la cena como siempre el único que no comió fue Lucas pero Mar no le dijo nada… todavía, y a la hora de levantarse lo retuvo y le dijo que no se levantaba hasta que no terminara de comer, Lucas se puso furioso y no tardó en manifestarlo.
Lucas: tu filpas voy a ver la tele
Mar: Tu no te mueves de ahí hasta que no termines de cenar – como en el almuerzo le fue bien se levantó dirigido a la puerta de la cocina pero Mar lo cogió del brazo – plaf PLAFF PLAF PLAF PLAF PLAF ¡como esas hay muchas más!, azin que ¡zientate y come! – no quería que Mar le pegara así que se sentó y se puso a comer asqueando
Cuando ya llevaba medio plato le dijo a Mar que no podía comer más en tono de suplica, de verdad ya no podía y Mar vio en sus ojos que decía la verdad así que le perdono lo que faltaba y ambos fueron a la sala, pero Toño ya no estaba, por evitar darle la buenas noches a su papá subió a su habitación.
Mar: ¿Dónde está Toño? – le pregunto a María que estaba sentada en la sala
María: Me dijo que estaba cansado y ze retiraba a dormir – Mar subió las escaleras a la habitación de Toño y llamo a su puerta; Toño sabía que era su papá y se hizo el dormido y a no le quedo otra que solo sentarse con cuidado en la Mar cama y besar a su hijo en la cabeza
Mar: Buenas noches churri – murmuro derrotado
Salió de la habitación golpeándose mental mente esta vez su niño no lo iba a perdonar fácilmente.
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