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domingo, 13 de febrero de 2022

Una perfecta familia, Capitulo 40


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 Una perfecta familia 

 Autora: Terry 

 Capítulo 40 

 

 



 
Estaba claro que Toño empezaba a sacar poco a poco algunos rasgos que seguro dominarían en el adolescente que pronto haría su aparición, y Mar se vio por primera vez sin saber qué hacer, el que no ignore no fue de su agrado.


Mar: Toño estoy aquí – le dijo Mar al ver que Toño estaba hablando de él como si no estuviera presente pero el siguió como si no hubiera escuchado a nadie – zi quieres montar lo haces cuando ze vaya el zol y con el abuelo o conmigo – recalco pero Toño siguió como si no escuchara a nadie y siguió mirando a un lado, cosa que empezó a irritar a su padre – Toño te estoy hablando – murmuro molesto  cogiéndolo de los codos dándole una leve sacudida, era claro que se controlaba – Toño que la coza va contigo – ya estaba por darle la vuelta y sonarlo pero Antonio cogió a Mar del brazo a la altura del codo negando con la cabeza que no lo hiciera

Antonio: Toño mi ijo lo ziento no debí de juzgarte zin zaber lo que pazo – se disculpo su abuelo, cogiéndolo de la barbilla con la mano levantando la cabeza para que lo mirara, fue cuando Toño le sonrió, era claro que aun era un niño, los niños toman las palabras tal cual son y si alguien se disculpa no dudan de su sinceridad, no le buscan peros ni sombras ocultas

Toño: No paza ná abuelo, pero zi quisiera que me escucharan un poco más ya que nunca lo hacen – se quejo sin siquiera pensarlo – es como zi yo no importará lo que me paza – y  Antonio lo abrazo con cariño

Antonio: Claro que nos importa zolo que a veces hablamos sin pensar, no volverá a pazar – y aquello fue suficiente para que Toño se ponga de a buenas con su abuelo, Antonio no solo se disculpó por no escucharlo, sino que le prometió que no sucedería nunca más – pero sin querer zonar agu fiesta, tu papá tiene razón, ahora el zol está muy fuerte para zalir a montar, además va a ser la hora de almuerzo – Toño se puso triste de inmediato, quería salir un momento pero no solo por disfrutar de galopar, sino para no estar cerca de su padre, Toño empezaba a darse cuenta que su padre empezaba a hacer promesa vacías solo por hacerlo callar y no tomaba en cuenta realmente sus opiniones – pero zabes una coza – Toño negó con la cabeza – Yuli tuvo cachorritos – y a Toño le brillaron los ojos y sin darse cuenta empezó a dar saltitos

Toño: ¿Puedo ir? …¿puedo ir?, abuelo ¿puedo ir? – pregunto entusiasmado con esos arranques cada vez más escasos en la vida de Toño, que provoco que Antonio se reía a carcajadas

Antonio: ¡Claro que puedes ir! – contesto besando su cabeza,   Mar no dijo nada al respecto, era normal que Toño algunas veces le pidiera permiso al abuelo aunque él estuviera el presente, casi siempre cuando estaban en su casa

Toño: Vamos Lucas – se giro cogiendo la mano del muchacho, tirando de él para que corriera y Lucas puso los ojos en blanco pero fue con el

Lucas: Espera Toño no corras, zi cuando llegues van a estar ahí – pero Toño tiraba más fuerte de su mano para que se diera prisa


Los cachorros podrían seguir ahí, pero el tiempo no iba a esperar, cuando mas tarden más corto seria el tiempo de disfrutarlos.


Toño: Hola preciosa – saludo Toño a la perra que al verlo empezó a mover la cola, estaba acostada con los cachorros a su alrededor, Toño pensó que eran la cosa más pequeña y hermosa que sus ojos vieron, eran tan diminutos que los midió con su mano, pero los cachorritos  ya andaba y daban ladridos muy pequeños, sí que seguro tenían más tiempo – que bonitos zon tus hijitos – le decía a la perra como si le entendiera y empezó a acariciarlos pero en el momento que Lucas contagiado del entusiasmo se agachó para tocarlos, la perra empezó a gruñir para que no se acercara – no Yuli el también es de la familia – le dijo a la perra moviendo su cabeza diciendo no mientras la perra lo miraba atento y Lucas se quedó mirando a Toño, él También lo veía como familia pero por mas que le gustará no lo era

Lucas: No Toño, no soy de la familia porque mi hermana esté con tu papá; eso no quiere decir que seamos familia – murmuro medio triste mientras la perra no hacía nada más que mirar uno y al otro como si entendiera lo que estaban hablando

Toño: Ezo es ahora, pero cuando tú hermana y mi papá se cazen, entonces si seremos hermanos – y abrazo a Lucas – ziempre quize tener un hermano – le confesó alegre – cuando vino Chus en un inicio fue extraño, pero luego me alegré pensando en que podía ser como mi hermano y no estaría zolo; pero el zolo ze mete conmigo no como tú, además él se irá a su casa tarde o temprano, en cambio tu zi vivirás con nosotros para siempre y por lo tanto zeremos hermanos – Lucas sonrió y negó con la cabeza pero por dentro estaba feliz de que Toño lo viera así


La perra al ver que Lucas no le hacía daño a los cachorros no volvió a gruñirle y en cambio le empezó a mover la cosa y le lamió la palma de la mano en señal de aceptación, así estuvieron un buen rato jugando con los perritos, mientras tanto Antonio estaba hablando con Mar.


Antonio: Mar que es lo que a pazao – le pregunto y Mar se sentó en el sofá

Mar: Que no dejan de pelear y hoy en el choche han liao una tremenda, tanto que cazi pierdo el control por estar retándolos – le conto y Antonio se sentó frente a Mar, lo comprendía porque Luis y Mar hacían lo mismo cada vez que tenían que viajar

Antonio: ¿Preguntaste que es lo que pasó? – Mar se froto la cara

Mar: AAHHH – suspiro resignado – no papá… no pregunte

Antonio: ¿Castigaste a los dos por igual? – Mar ya se estaba molestando, le estaba interrogando como cuando era más chico y hacía algo mal

Mar: No papá – respondió medio molesto, fastidiado de tener que justificarse, ya era un adulto – Toño como siempre empezó hacer berrinche, me contestó mal, me gritó azi que no les di el mismo castigo – agrego enojado subiendo el Tono de voz

Antonio: Afloja el ánimo Mar – le dijo con calma y Mar cerro la boca – al parecer el único que grita no es Toño y puedes enfadarte todo lo que quieras pero al parecer la situación ze te fue de las manos – lo acuso – segundo, ¿cuándo te castigue con más pena a ti o a tú hermano por resistiros a un castigo? – le pregunto echando por la borda sus argumentos – porque te recuerdo que tú a su edad también lo hacías y no por ezo te castigaba más, zi lo hubiera hecho aún no podías zentarze – lo reto molesto porque Mar se comporte tan tajante, mientras Mar se puso rojo como un tomate, siempre hacia lo mismo lo avergonzaba y a veces delante de María como ahora sucedía pensó

Mar: Bueno la coza ze dio azin ¡ya está! – prácticamente le grito a su padre, molesto, levantándose para irse a otro lugar porque no quería discutir con su padre

Antonio: Marco Jesús Páez no te atrevas a dejarme con la palabra en la boca – Mar puso los ojos en blanco, ¿a caso su papá no se dio cuenta que ya era grande? – no me tuerzas los ojos y habla como el adulto que eres – fue cuando María decidió irse diciendo que iba a la cocina, este era un asunto entre padre e hijo que era mejor que lo resolvieran a solas, no quería presenciar algo que sea vergonzoso para Mar, la conversación que estaban sosteniendo su futuro seguro y su novio, iban por mal camino

Mar: ¿Y ahora qué? – pregunto sentándose de nuevo de mala gana – ¿no zoy tan buen padre como tú?, es lo que me quieres decir – Antonio apretó los dientes para contenerse de poner a su hijo en su lugar, ya era un adulto pero Mar estaba actuando como si tuviera quince años y no veintisiete

Antonio: Mira Mar, deja de hacer un berrinche como lo hace Toño – Mar iba hablar porque se sintió ofendido pero Antonio lo corto – y no voy a discutir contigo, azi que escucha con atención, el adulto eres tú no tu hijo, y en cuanto a las peleas de Toño y Chus están yendo demasiao lejos, zi paza lo de hoy los castigas por igual pero zi pelean en caza pues pregunta, habla con ellos aunque después no los castigues del mismo modo sino según su delito y por separado haciéndoles saber porque lo haces – le aconsejo y Mar sin querer admitirlo aun, empezó a tomar nota de aquello viendo por donde sea las faltas que estaba cometiendo – y en cuando a Chus no le haces ningún bien ziendo  blando y pazándole too y culpando ciegamente a tu propio hijo, con eso lo único que logras es crear una barrera entre tú y tu hijo, zin contar que Toño le guardara resentimiento a Chus – y  Mar bajo la guardia y como siempre su padre tenía razón

Mar: Pero no quiero que Chus piense que no lo quiero tener en caza y que zi lo riño o lo castigo sea porque tenga favoritismo por Toño, por ser mi hijo – Antonio negó con la cabeza sabiendo que su hijo no lo tenía claro,  se sentó al lado de su hijo

Antonio: Pues le dejas bien claro que te gusta tenerlo en caza, pero una coza no va con la otra, que está bajo tu responsabilidad y una de esas responsabilidades es velar por su conducta – Mar le sonrió de medio lado como diciendo llevas razón – bueno creo que ya tienes claro – sonrió Antonio golpeando la rodilla de Mar – ahora mejor me voy a ver a ezos niños, que Toño es capaz de estar revolcándose con los perritos


Los dos se echaron a reír y el abuelo no se equivoco, pero no solo era Toño, también Lucas estaba tirado en el suelo rodeado de los cachorritos quienes ladraban y jugaban a sus anchas, lamiéndoles por todos lados; Antonio tras disfrutar de la escena, decidió darles un pequeño susto.


Antonio: ¿Se puede zaber que hacen? – les pregunto con una voz potente y las manos en la cintura, Lucas al sobresaltarse dejo caer a uno de los perritos que de inmediato lloro y obviamente Lucas no dudo en alzarlo y consolarlo con caricias –  ¡cochinos!...dejando que los perros los laman en la cara

Toño: o abue zi zon bezitos – Antonio se le quedó mirando, ¿acaso Toño era una reencarnación de Mar a la misma edad?

Antonio: No importa, sabes bien, que no debéis dejar que os lama la cara, ¡venga!... a los dos os quiero duchados antes de sentaros en la meza – cuando empezaron a caminar los cachorros fueron detrás de ellos

Toño: ¡Oh! abuelo no quieren quedarse, quieren venir conmigo – y frunció el ceño en un gesto de pena y el abuelo miro al cielo

Antonio: Toño déjalo y cierra la puerta, después de comer viernes otro rato

Toño: Pero abueloooo – insistió empezando a zapatear en el suelo 

Antonio: Pero nada, el perro ze quea aquí


Toño no dijo nada mas, pero se fue para la casa pegando pisotones fuertes distraído lo que ocasiono que Antonio y Lucas se echaran a reír y aquella pequeña complicidad hizo que Antonio le echo el brazo sobre los hombros de Lucas cosa que le supo muy agradable al muchacho, era un gesto cálido y cariñoso que le hizo sentirse en casa, sentirse apreciado y amado.


Antonio: Toño te he dicho que te bañes – replico Antonio  cuando vio a Toño vestido tal cual estaba, el problema era que  no podía con la mano y no quería pedirle ayuda a su padre así que solo bajo la cabeza, menos mal Mar se dio cuenta y soltó los platos que tenía en las manos

Mar: Vamos que te ayudo – Toño se fue detrás de su padre, no quería tener problemas con el pero no le hablaría

Antonio: Mar ¿dónde ha ido Chus?

Mar: A mí no me ha dicho nada, creí que te lo dijo a ti – los dos miraron a María pensando que quizás ella sabía algo – ¿te dijo algo a ti?

María: No, a mi no me dijo nada


Y la cara de Antonio se transformo, estaba molestó porque Chus saliera de casa sin pedir permiso a nadie y decidió esperarlo en la sala, mientras tanto Mar subió con Toño a la ducha, quiso aprovechar la oportunidad para conversar con él, pero Toño no contesto ni sí ni no, como tampoco emitió ninguna queja; Lucas en cambio se estaba vistiendo ya porque se baño antes e iba a bajar a la sala cuando ya no mas oyó a Chus y a su abuelo intercambiar impresiones, lo que hizo que el se quede en las escaleras medio escondido, tenía algo de curiosidad.


Antonio: Plas plas plas – Chus fundió el entrecejo pensando que lo castigaba por lo de Toño, su abuelo acababa de tomarlo por sorpresa apenas cruzo la puerta, cogiéndolo del brazo para sonarlo – ¿Con que permiso zaliste? – le pregunto mientras seguía repartiendo palmadas sobre la ropa –  Plas plas plas plas plas plas plas

Chus:  Aaaah solo fui a ver a Nicolás

Antonio: Pues pides permiso – contesto su abuelo soltándolo poniendo sus manos en las caderas – lávate las manos y ve al comedor de inmediato – le ordeno – y más vale que la próxima pidas permiso, que si no lo haces, no va a zer mi mano la que caiga en tu trasero, que ella no tiene la culpa de que tu zeas un desobediente – y se dio la vuelta para ir a la cocina, pero  Chus no se movio, se quedo detrás imitando a su abuelo creyendo que lo no oiría, pero se equivoco, Antonio se dio la vuelta y lo cogió de la patilla

Chus:  AEstaba claro que Toño empezaba a sacar poco a poco algunos rasgos que seguro dominarían en el adolescente que pronto haría su aparición, y Mar se vio por primera vez sin saber qué hacer, el que no ignore no fue de su agrado.


Mar: Toño estoy aquí – le dijo Mar al ver que Toño estaba hablando de él como si no estuviera presente pero el siguió como si no hubiera escuchado a nadie – zi quieres montar lo haces cuando ze vaya el zol y con el abuelo o conmigo – recalco pero Toño siguió como si no escuchara a nadie y siguió mirando a un lado, cosa que empezó a irritar a su padre – Toño te estoy hablando – murmuro molesto  cogiéndolo de los codos dándole una leve sacudida, era claro que se controlaba – Toño que la coza va contigo – ya estaba por darle la vuelta y sonarlo pero Antonio cogió a Mar del brazo a la altura del codo negando con la cabeza que no lo hiciera

Antonio: Toño mi ijo lo ziento no debí de juzgarte zin zaber lo que pazo – se disculpo su abuelo, cogiéndolo de la barbilla con la mano levantando la cabeza para que lo mirara, fue cuando Toño le sonrió, era claro que aun era un niño, los niños toman las palabras tal cual son y si alguien se disculpa no dudan de su sinceridad, no le buscan peros ni sombras ocultas

Toño: No paza ná abuelo, pero zi quisiera que me escucharan un poco más ya que nunca lo hacen – se quejo sin siquiera pensarlo – es como zi yo no importará lo que me paza – y  Antonio lo abrazo con cariño

Antonio: Claro que nos importa zolo que a veces hablamos sin pensar, no volverá a pazar – y aquello fue suficiente para que Toño se ponga de a buenas con su abuelo, Antonio no solo se disculpó por no escucharlo, sino que le prometió que no sucedería nunca más – pero sin querer zonar agu fiesta, tu papá tiene razón, ahora el zol está muy fuerte para zalir a montar, además va a ser la hora de almuerzo – Toño se puso triste de inmediato, quería salir un momento pero no solo por disfrutar de galopar, sino para no estar cerca de su padre, Toño empezaba a darse cuenta que su padre empezaba a hacer promesa vacías solo por hacerlo callar y no tomaba en cuenta realmente sus opiniones – pero zabes una coza – Toño negó con la cabeza – Yuli tuvo cachorritos – y a Toño le brillaron los ojos y sin darse cuenta empezó a dar saltitos

Toño: ¿Puedo ir? …¿puedo ir?, abuelo ¿puedo ir? – pregunto entusiasmado con esos arranques cada vez más escasos en la vida de Toño, que provoco que Antonio se reía a carcajadas

Antonio: ¡Claro que puedes ir! – contesto besando su cabeza,   Mar no dijo nada al respecto, era normal que Toño algunas veces le pidiera permiso al abuelo aunque él estuviera el presente, casi siempre cuando estaban en su casa

Toño: Vamos Lucas – se giro cogiendo la mano del muchacho, tirando de él para que corriera y Lucas puso los ojos en blanco pero fue con el

Lucas: Espera Toño no corras, zi cuando llegues van a estar ahí – pero Toño tiraba más fuerte de su mano para que se diera prisa


Los cachorros podrían seguir ahí, pero el tiempo no iba a esperar, cuando mas tarden más corto seria el tiempo de disfrutarlos.


Toño: Hola preciosa – saludo Toño a la perra que al verlo empezó a mover la cola, estaba acostada con los cachorros a su alrededor, Toño pensó que eran la cosa más pequeña y hermosa que sus ojos vieron, eran tan diminutos que los midió con su mano, pero los cachorritos  ya andaba y daban ladridos muy pequeños, sí que seguro tenían más tiempo – que bonitos zon tus hijitos – le decía a la perra como si le entendiera y empezó a acariciarlos pero en el momento que Lucas contagiado del entusiasmo se agachó para tocarlos, la perra empezó a gruñir para que no se acercara – no Yuli el también es de la familia – le dijo a la perra moviendo su cabeza diciendo no mientras la perra lo miraba atento y Lucas se quedó mirando a Toño, él También lo veía como familia pero por mas que le gustará no lo era

Lucas: No Toño, no soy de la familia porque mi hermana esté con tu papá; eso no quiere decir que seamos familia – murmuro medio triste mientras la perra no hacía nada más que mirar uno y al otro como si entendiera lo que estaban hablando

Toño: Ezo es ahora, pero cuando tú hermana y mi papá se cazen, entonces si seremos hermanos – y abrazo a Lucas – ziempre quize tener un hermano – le confesó alegre – cuando vino Chus en un inicio fue extraño, pero luego me alegré pensando en que podía ser como mi hermano y no estaría zolo; pero el zolo ze mete conmigo no como tú, además él se irá a su casa tarde o temprano, en cambio tu zi vivirás con nosotros para siempre y por lo tanto zeremos hermanos – Lucas sonrió y negó con la cabeza pero por dentro estaba feliz de que Toño lo viera así


La perra al ver que Lucas no le hacía daño a los cachorros no volvió a gruñirle y en cambio le empezó a mover la cosa y le lamió la palma de la mano en señal de aceptación, así estuvieron un buen rato jugando con los perritos, mientras tanto Antonio estaba hablando con Mar.


Antonio: Mar que es lo que a pazao – le pregunto y Mar se sentó en el sofá

Mar: Que no dejan de pelear y hoy en el choche han liao una tremenda, tanto que cazi pierdo el control por estar retándolos – le conto y Antonio se sentó frente a Mar, lo comprendía porque Luis y Mar hacían lo mismo cada vez que tenían que viajar

Antonio: ¿Preguntaste que es lo que pasó? – Mar se froto la cara

Mar: AAHHH – suspiro resignado – no papá… no pregunte

Antonio: ¿Castigaste a los dos por igual? – Mar ya se estaba molestando, le estaba interrogando como cuando era más chico y hacía algo mal

Mar: No papá – respondió medio molesto, fastidiado de tener que justificarse, ya era un adulto – Toño como siempre empezó hacer berrinche, me contestó mal, me gritó azi que no les di el mismo castigo – agrego enojado subiendo el Tono de voz

Antonio: Afloja el ánimo Mar – le dijo con calma y Mar cerro la boca – al parecer el único que grita no es Toño y puedes enfadarte todo lo que quieras pero al parecer la situación ze te fue de las manos – lo acuso – segundo, ¿cuándo te castigue con más pena a ti o a tú hermano por resistiros a un castigo? – le pregunto echando por la borda sus argumentos – porque te recuerdo que tú a su edad también lo hacías y no por ezo te castigaba más, zi lo hubiera hecho aún no podías zentarze – lo reto molesto porque Mar se comporte tan tajante, mientras Mar se puso rojo como un tomate, siempre hacia lo mismo lo avergonzaba y a veces delante de María como ahora sucedía pensó

Mar: Bueno la coza ze dio azin ¡ya está! – prácticamente le grito a su padre, molesto, levantándose para irse a otro lugar porque no quería discutir con su padre

Antonio: Marco Jesús Páez no te atrevas a dejarme con la palabra en la boca – Mar puso los ojos en blanco, ¿a caso su papá no se dio cuenta que ya era grande? – no me tuerzas los ojos y habla como el adulto que eres – fue cuando María decidió irse diciendo que iba a la cocina, este era un asunto entre padre e hijo que era mejor que lo resolvieran a solas, no quería presenciar algo que sea vergonzoso para Mar, la conversación que estaban sosteniendo su futuro seguro y su novio, iban por mal camino

Mar: ¿Y ahora qué? – pregunto sentándose de nuevo de mala gana – ¿no zoy tan buen padre como tú?, es lo que me quieres decir – Antonio apretó los dientes para contenerse de poner a su hijo en su lugar, ya era un adulto pero Mar estaba actuando como si tuviera quince años y no veintisiete

Antonio: Mira Mar, deja de hacer un berrinche como lo hace Toño – Mar iba hablar porque se sintió ofendido pero Antonio lo corto – y no voy a discutir contigo, azi que escucha con atención, el adulto eres tú no tu hijo, y en cuanto a las peleas de Toño y Chus están yendo demasiao lejos, zi paza lo de hoy los castigas por igual pero zi pelean en caza pues pregunta, habla con ellos aunque después no los castigues del mismo modo sino según su delito y por separado haciéndoles saber porque lo haces – le aconsejo y Mar sin querer admitirlo aun, empezó a tomar nota de aquello viendo por donde sea las faltas que estaba cometiendo – y en cuando a Chus no le haces ningún bien ziendo  blando y pazándole too y culpando ciegamente a tu propio hijo, con eso lo único que logras es crear una barrera entre tú y tu hijo, zin contar que Toño le guardara resentimiento a Chus – y  Mar bajo la guardia y como siempre su padre tenía razón

Mar: Pero no quiero que Chus piense que no lo quiero tener en caza y que zi lo riño o lo castigo sea porque tenga favoritismo por Toño, por ser mi hijo – Antonio negó con la cabeza sabiendo que su hijo no lo tenía claro,  se sentó al lado de su hijo

Antonio: Pues le dejas bien claro que te gusta tenerlo en caza, pero una coza no va con la otra, que está bajo tu responsabilidad y una de esas responsabilidades es velar por su conducta – Mar le sonrió de medio lado como diciendo llevas razón – bueno creo que ya tienes claro – sonrió Antonio golpeando la rodilla de Mar – ahora mejor me voy a ver a ezos niños, que Toño es capaz de estar revolcándose con los perritos


Los dos se echaron a reír y el abuelo no se equivoco, pero no solo era Toño, también Lucas estaba tirado en el suelo rodeado de los cachorritos quienes ladraban y jugaban a sus anchas, lamiéndoles por todos lados; Antonio tras disfrutar de la escena, decidió darles un pequeño susto.


Antonio: ¿Se puede zaber que hacen? – les pregunto con una voz potente y las manos en la cintura, Lucas al sobresaltarse dejo caer a uno de los perritos que de inmediato lloro y obviamente Lucas no dudo en alzarlo y consolarlo con caricias –  ¡cochinos!...dejando que los perros los laman en la cara

Toño: o abue zi zon bezitos – Antonio se le quedó mirando, ¿acaso Toño era una reencarnación de Mar a la misma edad?

Antonio: No importa, sabes bien, que no debéis dejar que os lama la cara, ¡venga!... a los dos os quiero duchados antes de sentaros en la meza – cuando empezaron a caminar los cachorros fueron detrás de ellos

Toño: ¡Oh! abuelo no quieren quedarse, quieren venir conmigo – y frunció el ceño en un gesto de pena y el abuelo miro al cielo

Antonio: Toño déjalo y cierra la puerta, después de comer viernes otro rato

Toño: Pero abueloooo – insistió empezando a zapatear en el suelo 

Antonio: Pero nada, el perro ze quea aquí


Toño no dijo nada mas, pero se fue para la casa pegando pisotones fuertes distraído lo que ocasiono que Antonio y Lucas se echaran a reír y aquella pequeña complicidad hizo que Antonio le echo el brazo sobre los hombros de Lucas cosa que le supo muy agradable al muchacho, era un gesto cálido y cariñoso que le hizo sentirse en casa, sentirse apreciado y amado.


Antonio: Toño te he dicho que te bañes – replico Antonio  cuando vio a Toño vestido tal cual estaba, el problema era que  no podía con la mano y no quería pedirle ayuda a su padre así que solo bajo la cabeza, menos mal Mar se dio cuenta y soltó los platos que tenía en las manos

Mar: Vamos que te ayudo – Toño se fue detrás de su padre, no quería tener problemas con el pero no le hablaría

Antonio: Mar ¿dónde ha ido Chus?

Mar: A mí no me ha dicho nada, creí que te lo dijo a ti – los dos miraron a María pensando que quizás ella sabía algo – ¿te dijo algo a ti?

María: No, a mi no me dijo nada


Y la cara de Antonio se transformo, estaba molestó porque Chus saliera de casa sin pedir permiso a nadie y decidió esperarlo en la sala, mientras tanto Mar subió con Toño a la ducha, quiso aprovechar la oportunidad para conversar con él, pero Toño no contesto ni sí ni no, como tampoco emitió ninguna queja; Lucas en cambio se estaba vistiendo ya porque se baño antes e iba a bajar a la sala cuando ya no mas oyó a Chus y a su abuelo intercambiar impresiones, lo que hizo que el se quede en las escaleras medio escondido, tenía algo de curiosidad.


Antonio: Plas plas plas – Chus fundió el entrecejo pensando que lo castigaba por lo de Toño, su abuelo acababa de tomarlo por sorpresa apenas cruzo la puerta, cogiéndolo del brazo para sonarlo – ¿Con que permiso zaliste? – le pregunto mientras seguía repartiendo palmadas sobre la ropa –  Plas plas plas plas plas plas plas

Chus:  Aaaah solo fui a ver a Nicolás

Antonio: Pues pides permiso – contesto su abuelo soltándolo poniendo sus manos en las caderas – lávate las manos y ve al comedor de inmediato – le ordeno – y más vale que la próxima pidas permiso, que si no lo haces, no va a zer mi mano la que caiga en tu trasero, que ella no tiene la culpa de que tu zeas un desobediente – y se dio la vuelta para ir a la cocina, pero  Chus no se movio, se quedo detrás imitando a su abuelo creyendo que lo no oiría, pero se equivoco, Antonio se dio la vuelta y lo cogió de la patilla

Chus:  AAHH abuelo ¡zueltame! – grito colgando de la mano del abuelo para que no tirara más fuerte

Antonio: Na de abuelo que te estáz riendo de mí plas plas plas plas plas – y Lucas prefirió desaparecer en el pasillo, además que oyó el seguro del baño abrirse y si Mar lo pescaba sabría que estuvo espiando – anda a lavarte las manos y a la meza que vamos almorzar y cuando termines te vaz directo a tu habitación que tenemos un azunto que tratar



Y Chus sintió su estómago encogerse, sería hablar o su abuelo le daría la versión completa de sus famosas charlas.AHH abuelo ¡zueltame! – grito colgando de la mano del abuelo para que no tirara más fuerte

Antonio: Na de abuelo que te estáz riendo de mí plas plas plas plas plas – y Lucas prefirió desaparecer en el pasillo, además que oyó el seguro del baño abrirse y si Mar lo pescaba sabría que estuvo espiando – anda a lavarte las manos y a la meza que vamos almorzar y cuando termines te vaz directo a tu habitación que tenemos un azunto que tratar

Y Chus sintió su estómago encogerse, sería hablar o su abuelo le daría la versión completa de sus famosas charlas.


 

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