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domingo, 13 de febrero de 2022

Una perfecta familia, Capitulo 38


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 Una perfecta familia

 Autora: Terry 

 Capítulo 38 

 

 

Mar después de que Lucas se fuera echo una furia a su habitación el también se subió a la suya pensando en lo que había sucedido, pensando en cómo decírselo a maría y ver como podía ayudarla, amaba a  María y queria mucho al chiquillo como para verlos enfadados todo el tiempo, sabiendo que hasta mañana no podría hacer nada;  pero cuando entro encontró a María echa un mar de lágrimas sentada en la cama y Mar supo que no necesitaba preguntarle nada, era un hecho que oyó su discusión con Lucas, así que solo se acercó sentándose al lado suyo dándole un abrazo cariñoso.


Mar:  Hey ¿qué es lo que paza? – María se abrazo a él llorando sentidamente – María que es lo que sucede – pregunto pese a que sabia la respuesta

María: Mar no ze que es lo que voy hacer con Lucas para que me perdone

Mar: ¡Ay! María es un niño que ahora mismo está amoscao (enfadado) – dijo restándole importancia solo para no alarmarla, la verdad es que el también estaba pensando en eso – y es normal yo también lo estaría

María: Pero tu zabes que no me quedó de otra

Mar: Lo sé cariño lo sé – la abrazo con amor – pero ya te dije cuando hablamos, que Lucas lo que necesitaba era una somantapalos (una paliza) y contarle la verdad – y era cierto, Mar nunca estuvo de acuerdo con no avisarle lo que realmente pasaba al muchacho

María: Pero el ya no quiso escuchar más cuando le dije que nos veníamos a vivir aquí – repito una vez más aquello rompiéndose la cabeza por saber donde se equivoco – se puso hecho una furia y ya no pude hablar con él… no me escuchaba y cuando trataba de contarle me gritaba y me decía de to lo mas malo que ze le venía a la boca – Mar suspiro sin interrumpirla, eso venía diciendo María desde ingresara a Lucas en aquel colegio

Mar: Pues enfrentarlo y que te escuché… a la fuerza zi es necesario – María se limpiaba las lágrimas con la mano

María: Pero me dice que yo no zoy nadie para mandarle – se quejo, pensando en qué momento se torcieron tanto las cosas con Lucas

Mar: María yo zi que es verdad que no zoy nadie – dijo Mar mirándola fijamente – soy el que menos puede decirle algo a Lucas

María: Pero a ti no te requina (no te réplica)

Mar: Zi lo hace pero yo no lo dejo que ze zuba a mi cabeza – respondió sentándose a su lado –  ¿quieres un consejo? – le pregunto pasando un brazo sobre sus hombros – la próxima vez que te empieza a insultar tienes que dejarle en claro que no puede hacer ezo, que tiene que respetarte

María: Es fácil pa ti – respondió ella resignada

Mar: Pa mi no es fácil María si apenas le llevo unos pocos años – y María lo miro como diciendo ya ves? – lo que quiero decir es aunque te sea difícil para ti tienes que darle candela – agrego moviendo la mano en señal de azote o castigo – y dejarle claro que hay límites y de una vez por todas contarle la verdad, como te lo dije desde un inicio

María: Lo sé, pero tú sabes que no podía hacerlo… Lucas eztaba zufriendo mucho la muerte de mis padres – y sin querer recordó todo, Lucas primero como un fantasma sin querer hacer nada y luego tan rebelde como si fuera otra persona, lo mismo que estaba sucediendo ahora

Mar: Puez a lo mejor zufrio más por no decirle la verdad, quizás de saberlo hubiera aflojao el ánimo (se hubiera tranquilizado) – y María lo miro a los ojos, quizás Mar tenía razón

María: No ze cuando la cagué tanto – respondió María moviendo la cabeza y Mar al abrazo con fuerza, sabía lo que era sentirse impotente de no poder hacer nada por quien amas

Mar: Anda vamoz a dormir y mañana tratamos de arreglar las cosas con Lucas, yo estaré ahí contigo si me necesitas, aunque creo sinceramente que tienes que tratar primero en privado – la aconsejo sabiamente

María: Pero y si no quiere escuchar

Mar: Puez vas a tener que actuar con dureza, zi no nuca te va a escuchará – tras aquello ambos decidieron ir a dormir, aunque María no pudo hacerlo, no podía dejar de pensar como pudo irse de las manos el asunto de Lucas.


A la mañana siguiente como siempre María preparo el desayuno y Mar despertó a los niños también como siempre, era una rutina en casa; cuando bajaron ya tenía las tostadas hechas, la fruta cortada y la leche para los niños… un desayuno sano pensado en los menores, pues cuando vino Lucas y lo llevaron al médico este que las comidas tenían que ser más saludables, solo que ahora Mar tenía que ser un poco más flexible con Toño, le había prometido que no tenía que beber leche si no quería.


Mar: María a Toño no le sirvas leche por favor – Lucas los miro

Lucas: Yo tampoco quiero tomar leche – María dio un resoplido no entendía a Mar primero que los niños tenían que comer sano y después le salía con estas, que será como quiera, ella no tenía ganas de discutir con nadie que se sirvieran lo que quiera cada cual y se sentó en la silla y empezó a desayunar, Mar se dio cuenta enseguida que María se había molestado y no la culpaba, ya hablaría con ella

Mar: Esta bien, zi no quieres no te la bebas – no podía obligarlo a él y a Toño no – y tú Chus te sirvo

Chus:  Me da igual pero puedo ponerle cola cao – Mar sonrió su sobrino era un encanto no sé de qué se quejaba tanto la mujer de su hermano

Mar: Claro que puedes


El desayuno trascurrió con normalidad, solo que Lucas comía poco y siempre tenían que estás regañándolo para que lo hiciera, pero se armo la gorda cuando María quería asegurarse que todos llevaran sus cosas a la hora del colegio.


María: ¿Lo lleváis todo? – le dijo a los niños – y tú Lucas ¿cogiste todo? – pregunto pero como era de esperarse no contesto – y no olvides tus medicamentos – agrego, pero Lucas aunque su hermana no dijo nada del otro mundo se enfureció

Lucas: Llevo lo que me salen los cojones a ti que te importa pelandrusca (puta)

Mar: ¡Lucas! – él no quería que le hablara así a María ni a nadie, menos delante de Toño pero Lucas no escucho a nadie y se dispuso a salir


Chus se quedó blanco y Toño se tapo la boca como si esa palabra hubiera salido de la suya, María se quedó descolocada pero reacciono antes de que Lucas saliera de la cocina corriendo, Mar tenía razón si no lo ponía en su lugar lo perdería para siempre, así que cogió la paleta que estaba en la encimera y se acerco a Lucas rápidamente hirviendo de enojo.


María: ME CAGO EN LA LECHE PLOF PLOF PLOF que parió el demonio – Lucas se quedó quieto por un momento mirando a su hermana, nunca la había visto así de enfadada – ZIÉNTATE Lucas que vamos hablar – pero Lucas le enseño el dedo medio a su hermana y a Toño se le escapó una risita que con la mirada de Mar se le quito de inmediato, Mar les hizo un gesto a Chus y Toño para salir de la cocina pero antes de salir cogieron un cruasán cada uno y dejaron a Lucas y María a solas – plof plof plof ¡Me cachis en los mengues! ZIENTATE Lucas

Lucas: No me da la gana

María: No me rechistes Plof – y sonó un paletazo en el trasero

Lucas: Vete a la mierda estúpida

María: Como zigas piando (hablando) – le enseño la paletita – te voy a dar pal pelo (azotes) – Lucas quiso salir y María alzo la paleta y Lucas se detuvo – zientate y afloja el ánimo (tranquilízate) – Lucas se sentó no quería que su hermana volviera a calcarle otra vez la paletita eso dolía a errores – zin tan amoscao (enfadado) estás conmigo ya es hora de explicar lo que a pazao no te muevas de ahí vengo en seguida

Lucas: Cuanto tendré que esperar un mes – fue el tiempo que estuvo internado

María: Espera que venga y hablamos no quiero que te muevas de ahí Lucas que te doy una somantapalos (te doy una paliza) – Lucas ya no dijo nada más, tenía intriga sobre lo que quería hablar su hermana así que esperaría, tampoco quería que le pegara ahora que la veía muy capaz de que le diera una paliza; hasta eso María salió de la cocina al ver que Lucas y parecía que ya no se iba a mover de allí, así que subió a su habitación cogió los papeles de internado y volvió a bajar con ellos en la mano y los tiro encima de la mesa que Lucas estaba sentado – léelo – Lucas la miro extrañado  pero le hizo caso y lo leyó

Lucas: Y con esto que – en los papeles decía que iba a estar solo un mes pero para el no cambiaba nada

María: Que no me dejaste de otra

Lucas: zi ya

María : Mira Lucas, cuando los papás tuvieron el accidente vinieron los tíos recuerdas? – le pregunto pero Lucas no se acordaba mucho de eso, suponía que si estuvieron por el entierro – pues cuando paso el entierro, ellos sostuvieron una reunión privada conmigo, y me dijeron que yo no me podía hacer cargo tuyo, que era joven para lidiar con un adolescente

Lucas: Zi claro y por ezo me mentiste ahí

María: No Lucas escúchame y por una vez – Lucas cerro la boca, la iba a dejar explicarse a ver por donde le salía todo – prácticamente me exigieron tu custodia, que ellos al no tener hijos y estar en mejor posición te darían una mejor educación que yo, yo más o menos los mandé a freír espárragos – a Lucas se le dibujo una sonrisa con aquella frase hecha por su hermana, imaginando la cara de sus tíos – pero luego cuando te dije que no veníamos a vivir con Mar tú no me dejaste terminar

Lucas: Te ibas a venir a jugar con tu familia feliz ¿y yo qué?... ¿qué me parta un rayo?

María: No Lucas, las cosas estarían ziendo igual que ahora… tu, yo, Mar y Toño, los cuatro hermano… los cuatro – lloro María y Lucas abrió los ojos

Lucas: ¿Yo también iba a venir a vivir con ustedes? – pregunto aun con duda, era claro que Lucas sentía mucha vulnerabilidad en esto

María: Zi Lucas, zi me hubieras dejao hablar nada de esto estaría pazando

Lucas: ¿Me estás echando la culpa entonces? – pregunto apenas conteniendo el temblor en los labios

María: No Lucas, lo único que te reprocho es que no me escuchabas te ibas to el día y casi toas las noches y yo no zabía dónde buscarte – esta era la primera vez que hablaba María de aquello sin gritar, cogiéndole la mano a Lucas para que entienda que no le reprochaba – me pasaba toa la noche de aquí paya con el coche buscándote por  toa la ciudad, hasta que termine yendo a la policía y no una sino muchas veces, hasta que en una de esas oportunidades, el jefe de policía me advirtió que si recibía una nueva denuncia de desaparición tendría que llamar asuntos sociales – a María se le estaban cayendo  las lágrimas quitaba con la mano Lucas bajo la mirada ahora comprendía un poco porque lo metió ahí ese mes – y sabes que significa

Lucas: No – le dijo muy bajito se estaba sintiendo avergonzado por haber tratado así a su hermana

María: Pues que le daba carta blanca a los tíos de conseguir tu custodia – y Lucas se puso blanco, la sola idea era espeluznante – ellos de enterarse de todas las denuncias podrían decir que yo no estaba capacitada para cuidarte y como ellos eran la única familia directa que teníamos y te hubieran llevado y créeme Lucas eso no te hubiera gustado nada – concluyo María sin dejar de llorar, aun después de tantos meses esto la afectaba, la idea de haberle fallado no solo a Lucas sino a sus padre en el cuidado de su hermano la agobiaba

Lucas: Y porque no me lo explicaste después – quiso saber Lucas también conmovido

María : Fui tres veces y no me quisiste recibir – y bueno otra vez más su hermana tenía razón – Lucas – le dijo acariciando su mejilla con mucho amor, no podía imaginarse su vida en ella – yo también lo estaba pasando mal con la muerte de los papas y lo último que quería era perderte a ti también, eres… eres mi hermanito al que cazi pierdo en una zemana – Lucas vio a su hermana llorar mientras lo acariciaba y se sintió mal él también tenía mucha culpa, estaba tan perdido cuando sus padres murieron que no vio mas allá de su dolor, el mismo dolo que seguro sintió su hermana así que solo la abrazo

Lucas: Perdón yo no zabía

María: No perdóname tu a mi pequeño – le dijo devolviendo su abrazo, al fin podía tocarlo sin que le diera un manotazo o la pusiera a parir de insultos – tuve que hacerle cazo a Mar – Lucas se separó del abrazo para mirar a María

Lucas: ¿A Mar? – pregunto extrañado, que pintaba Mar en esto

María: Zi – murmuro ella por primera vez, arreglándole el pelo – cuando le conté la primera vez me dijo que te diera una somantapalos y que te obligará a escúchame, tenía razón hubiera zio mejor pa los dos – María pazo de llorar a embozar una sonrisa de la cara que puso Lucas

Lucas: Es que Mar es un pijotero (quisquilloso) – él también se echó a reír liberado y se volvieron abrazar


Mar que se asomó para ver qué pasaba pero retrocedió al verlos abrazados, que se arregló las cosas entre ellos mientras Toño ya avía desaparecido de la sala.


Mar: Chus mi arma has visto a tu primo – Chus se encogió de hombros

Chus: Estaba aquí hace un momento – no acabo cuando se sintió gritar a Taya que solo le estaba siguiendo la corriente a Toño

Taya: Ven paca granuja deja que te ponga las manos encima noma (nada más) – las risitas de Toño se escuchaban por los pasillos hasta llegar a la sala donde estaba Mar, que se enfadó cuando vio a Toño correrse de Taya y ella detrás de él, pensando mal y lo cogió del brazo

Mar: ¿Qué le hiciste a Taya? – le dijo molesto

Toño: Zolo una bromita – le dijo ya serio con cara de angelito, sorprendido, el estaba jugando

Mar: ¿Qué broma Toño? – Toño bajo la cabeza dijo que se iba a portar mejor y otra vez metió la pata se decía en sus pensamientos

Toño: Le puze la zerpiente de goma en la cama – la serpiente era un juguete de Toño pero que daba muy bien el pego y la veía a su viejita con el susto para que le diera un infarto

Mar: PLAF PLAF PLAF Toño hijo no ves que Taya ya es viejita


En ese momento llegó Taya y le echo una mirada fulminante a Mar y recien se dio cuenta que Taya solo estaba llevando la corriente a Toño que empezó a llorar, no porque Mar le hubiera dado la paliza del siglo si no porque él no lo había hecho con intención ninguna.


Mar: Toño ya – le dio un beso en la cabeza dándose cuenta de su error – discúlpate con la abuelita – prefirió decir eso que disculparse de su hijo, algo así como salir del paso

Toño: Lo ziento abuelita yo no quería que te paze nada – le dijo asustado, de verdad creyendo que algo le pudo pasar a Taya a quien se abrazo con fuerza

Taya: No paza ná mi niño – le dijo quitándole los rastro que tenía de las lágrimas, a pero vengaría a su nene

Mar: Toño ¿llevas todo lo que necesitas? – le pregunto queriendo distraer a su hijo de llorar y Toño afirmo con la cabeza – pues ve y le dice a mamá y a Lucas que zi podemos zalir ya – Toño se marcho a hacer lo que le pidió su papá y Taya se fue hacia Mar armada de una cuchara de palo y le dio risa de las intenciones que tenía Taya, pero por si acaso se puso detrás de Chus

Taya: ¿Te dan avenates? (arranque de locura) – Mar no podía dejar de reír llevando a Chus de un lado para otro, poniendo a Chus cómo escudo – deja al gachi (niño) que lo vas a tirar

Chus: Tiooo – le dijo Chus sin poder parar de reír una de las veces que Taya fue a darle con la cuchara a Mar que le cogió la mano para impedir que le diera y la abrazo

Mar : ¡AY! mi viejita creí que ze azustó de verdad y no quiero que le paze na – dijo el zalamero

Taya: Zolo le estaba dando cova (la corriente) – dijo bajando la cuchara y Mar le dio un beso en la mejilla, pero antes de salir no se aguanto y le calco un sonoro cucharazo en el trasero – PLOP – sonó con un eco sordo, dejando a Mar sorprendido y a tres pilluelos riendo la gracia – pa que aprendas a no zer tan manos largas y menos con mi niño amao – le advirtió mostrándole la cuchara – ala, que ze hace tarde pa llegar al cole – y se giro sobre sus pasos

Mar: ¿Qué a zio too eso? – pregunto Mar a María que se había acercado a darle un beso riendo

Toño: Justicia

Grito contento y salió corriendo al garaje... esta gracia de Dios le duraría lo que tenga de vida, eso era cierto.


 

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