Translate

domingo, 13 de febrero de 2022

Una perfecta familia, Capitulo 37


一一一一一一一一一一一一一一一

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

一一一一一一一一一一一一一一一




 Una perfecta familia 

 Autora: Terry 

 Capítulo 37 

 

 



Mar agradeció a Lucas y subió las escaleras a ver a Toño, tenía que averiguar que era todo aquello pero sabía que no sería fácil porque conociendo a su niño, tenía que preguntar y preguntar para sacarle a Toño la verdad, no podía ir directamente si no se daría cuenta que Lucas le contó y es no sería bueno, Mar tenía en Lucas un aliado; sí que aprovechando que la puerta de la habitación de su hijo estaba abierta decidió entrar, pero de todas formas a último minuto Mar golpeó la puerta con los nudillos respetando la  privacidad de Toño, que justo estaba acostado de espaldas a la puerta.

Mar al no tener respuesta pasó y se sentó en el borde de la cama, Toño al sentir que se hundía el colchón al lado suyo volvió la cabeza dándose de frente con su padre mirándolo con los ojos muy abiertos pensando que su papá estaba de malas con él, fue cuando Mar le quito a Toño los audífonos que llevaba puestos para poder conversar.


Mar: Toño hijo ¿Qué te paza? – Toño bajo la cabeza mientras Mar se acomodo mejor en la cama

Toño: Na…nada – pudo decir al final, es que tenía un nudo en la garganta que si empezaba hablar lloraría

Mar: Churri cariño ze que te paza algo y quiero zaber que es, me duele el alma verte azin – Mar lo abrazo y empezó a jugar con su pelo, papá sabía que eso le gustaba, Toño estaba con la cabeza pegada en el pecho de papá sintiendo los latidos de su corazón, pero  la caricias en su pelo en vez de aliviarlo despertó más bien un dolorcito dentro suyo que iba creciendo de a poco y que sabía  no lo dejaría hablar – hoy ha zio un día raro para mí Toño – murmuro su padre, mientras Toño estaba haciendo su mayor esfuerzo por contener las lágrimas – no he visto tu zonrisa en todo el día, en cambio zolo he visto tu tristeza y algo me dice que yo tengo mucho que ver – Toño respiro varias veces antes de hablar para ver si podía controlar ese nudo de la garganta que lo estaba ahogando

Toño: No papá, tú no tienes na que ver – seguro mientras Mar dejo de enredar el pelo en sus dedos, ese papá tan seco dolía

Mar: Yo creo que zi, no me as llamao más papi zolo eze frío papá – ya Toño empezó a llorar en silencio

Toño: No zolo no quiero perder esto – Mar no sabía de qué estaba hablando Toño

Mar: Que es lo que no quieres perder – a Toño se le fue un gruñido

Toño: ¡Esto!... que estés conmigo – dijo con la voz ahogada pero haciendo acopio de valor –  que me zigas queriendo y no me abandones por zer un tonto – todo aquello ya se lo contó Lucas, pero oírlo con la voz y tristeza de Toño hizo que Mar se sentía mucho peor

Mar: Churri mi niño –  lo apretó más fuerte contra su pecho – ¿cómo puedes penzar que yo te voy abandonar? – le pregunto dolido –  …hijo yo no podría vivir zin ti zin que estés junto a mi… ¡por Dios!… me moriría

Toño: Paaaapi …yo… yo te te prometo zer mejor – dijo llorando ahora si con todo

Mar: Hijo shuuu amor – dijo papá suspirando profundamente – yo no te quiero de otra manera, te quiero justo como eres mi niño,  alegre y eres un hijo perfecto no tienes que intentar no zer tu – le dijo besando su rostro mojado de llanto

Toño: Pero yo ziempre te hago enfadar y ziempre te doy problemas …yooo – pero Mar le puso un dedo en la boca

Mar: Pero tú eres lo que mejor que me pudo dar Dios, un hijo perfecto cariñoso, introvertido risueño  ¿Qué haría yo zin ti? – mimó papá y Toño se puso a llorar como si no hubiera un mañana

Toño: Papi shijjshijjshijj no me dejes nunca… no te hartes de miiii – pidió aun vulnerable mientras Mar empezó a limpiar las lágrimas, luego lo cogió por la cara con las manos a ambos lados y lo acercó a su rostro

Mar: Escúchame bien nunca… nunca nadie me va a zeparar de ti, ¿me entiendes Toño?, nadie lo va hacer por el que quiera hacerlo tiene que pazá por encima de mi cadáver – le aseguro y Toño se abrazo fuerte a su papá, su calidez lo relajaba y Mar empezó a enredar los dedos en su pelo nuevamente, relajándolo – Toño el que yo te regañe o te castigue no quiere decir que yo no te quiera o que te valla abandonar, yo nuca haría ezo un padre a veces ze enfada con los hijos, los riñe o los castiga pero no los hace a un lado, o ¿tú crees que el abuelo no me quiere? – le pregunto y Toño lo miro confundido

Toño: Zi te quiere – respondió sin entender a dónde quería llegar su papá

Mar: Pues el abuelo también ze enfado una sarta de veces conmigo – le explico con paciencia –  y cuando me pazaba de la raya también me castigaba, es más algunas veces todavía ze molesta conmigo Toño – agrego para sorpresa de su hijo que si no se lo decía su padre no lo creería – es algo muy normal entre padres e hijos es la convivencia – finalizo dándole un beso en la cabeza


Y con eso Toño le dio una gran sonrisa a su papá, ya no hablaron más ninguno de los dos, Toño se acurruco en el  pecho de su padre, y las caricias que le daba en el pelo lo relajaron bastante, al punto de quedarse dormido, Mar tras disfrutar un rato más de él lo acostó en la cama bajo a la cocina donde Taya y María estaban preparando la cena.


María: ¿Y Toño?

Mar: durmiendo

María: ¿Qué a pazao?

Mar: Los miedos de Toño que a cada momento ze cree que lo voy abandonar por haber hecho alguna trastada – Taya lo cogió del hombro

Taya: Mar habla con el, dile las normas que hay llegar a un acuerdo los dos y después de hay el tiene que entender que hay consecuencias pero que lo quieres – Mar se sentó la silla

Mar: Ya he hablado con el de ezo, pero termina siempre azin que lo voy abandonar… no sé qué hago mal – María le puso la mano en la mejilla acariciándole con el pulgar

María: Na… no haces na mal, zon inseguridades de los niños, zolo ezo – lo consoló

Mar: Ezo espero

María: Anda y llama a los tres mosqueteros – y los tres se rieron

Mar: A Toño lo voy a dejar dormir luego le zubo yo la cena – explico, es que tenía intención hablar con Toño y mediar en algunas cosas


La cena no estuvo a gusto, estuvieron todo el rato retando a Lucas para que comiera algo, su apetito habia disminuido bastante, al final de la batalla los chicos se fueron a ver la tele y Mar preparo un bocadillo para Toño.


Mar: Toño hijo despierta – Toño se estiró restregando los ojos

Toño: Tengo zueño papi – a Mar ese papi le alegro el corazón

Mar: Pero tienes que cenar

Toño: Pero no quiero

Mar: Mira te traje un bocadillo de jamón con tomate y un zumo – eso del bocadillo de jamón serrano con tomate lo hizo incorporarse era algo que sí que le gustaba como cena

Toño: Que bien ezo zi me lo voy a comer

Mar: De ezo también quiero hablar – y Toño se puso morro ya sabía el que esa cena era por algo – no puedes estar comiendo zolo lo que te gusta

Toño: Yo no hago ezo –  Mar puso los ojos en blanco

Mar: Zi lo haces Toño zi lo comes es porque te lo hago comer a la fuerza

Toño:  Pero es que la leche no me gusta – le dijo alzando la voz

Mar: Toño estamos hablando no hay necesidad de gritar –  Toño bajo la cabeza

Toño: Es que me da mucho asco beberla

Mar: Esta bien zi no bebés leche, te comes por la tarde un yogur – Toño abrió los ojos

Toño: Pero papiiii tampoco quiero – Mar cogió el bocadillo que Toño había dejado olvidado cuando empezaron hablar y lo puso en la boca haciendo que Toño le dé un bocado

Mar: Pues elige cariño leche o yogur

Toño: : No es justo – se quejo cruzándose de brazos

Mar: Yo creo que estoy ziendo muy justo Toño

Toño:¡No lo eres! – volvió a gritar otra vez

Mar: No me grites Toño

Toño:¡NO TE GRITO!... Solo hablo fuerte – Mar se armó de paciencia, se prometió tener más paciencia con Toño

Mar: Pues yo creo que zi Toño porque a mi mi papá no me preguntaba qué es lo que quería comer zolo había que comer lo que estuviese en la meza zi armaba un berrinche que no quería comer zolo me calentaba el culete y me volvía a zentar para acabar mi comida azin que zi, elije – Toño lo miro pensando que su papá lo estaba engañado pero Mar no lo había hecho, era así como lo hizo Antonio cuando eran chicos y al ver que papá no cambiaba de postura se resigno, no tenía de otra

Toño: El yogur

Mar: Muy bien no abra más leche

Toño: Pero tampoco me gusta las ramitas – con las ramitas se estaba refiriendo al brócoli y papá lo sabía

Mar: Ni las ramitas, ni las espinacas ni las zanahoria… no te gusta nada de ezo, pero Toño ahí no hay acuerdo, además ezo no lo comes todos los días azin que zi tienes que comer cuando te lo zirvan

Toño: ¿Ves como eres?

Mar: Toño vistes lo que dijo el doctor en la última revisión, azin que tienes que comer zano – Toño se quedó callado por un momento

Toño: ¿Y zi no lo hago?

Mar: Pues ya zabes… habrá un castigo – y Toño miro a su papá de mala gana – pero ya zabes Toño que zi te castigo no quiere decir que no te quiera – agrego por si acaso dándole un beso en la sien – ahora anda termina de comer y a dormir que mañana nos vamos a la hacienda y me tienes que ayudar a pedirle matrimonio a mamá


Toño dibujo una sonrisa eso le gustó bastante, Mar se quedo a acompañarlo hasta que termino su bocadillo tras eso y ayudarlo a acostar se fue a su alcoba a hablar con María.


Mar: ¿Ya ze fueron  Chus y Lucas a la cama?

María: Chus zi, pero Lucas no me hizo cazo como siempre pa hacerme zaber lo enojado que está conmigo siempre retándome – se quejo


Mar aun cansado como estaba después de aquella queja, bajo a la sala a ver a Lucas y lo encontró dormido en el sofá con la tele encendida se sentó a su lado despacio para no asustarlo y empezó a moverlo suavemente.


Mar: Lucas despierta he – y lo movió un poco más fuerte y Lucas despertó sobresaltado

Lucas: ¿Qué paza? Le dijo con preocupación en la voz

Mar: Ezo digo yo ¿Qué paza?

Lucas: Me quedé dormio

Mar: Lucas no hace ni diez minutos que te mando tu hermana a la cama y te encuentro dormio aquí – le dijo haciéndole ver el problema

Lucas: Y cuál es el problema – pregunto él arrugando el entrecejo

Mar: El problema es que nunca obedeces a tu hermana

Lucas: Ni lo voy hacer – contesto levantado la voz

Mar: Bájame lo humos – dijo Mar en tono serio

Lucas: Ya me tienen hasta los cojones tu y mi hermana – Mar abrió los ojos pero luego lo primero que pensó es que uno de los dos tenía que poner autoridad, María o él y como no quería castigarlo hizo algo que su padre hacía con él mismo y a él le funcionaba… se avergonzaba cuando estaba un rato puesto en la esquinase y el mal humor se pasaba

Mar: Ponte ahí – ordeno y le señalo una esquina de la sala – mirando la pared y te calmas

Lucas:¡¿Queeeeee?! tu flipas en colores – le dijo moviendo la cabeza – te chutaste quillo – Mar se quedó helado y no sabía que decirle, no podía decirle cómo a Toño: me respetas que soy tu papá, pero con Lucas era diferente, no sabía que decirle pero sabía que tenía que poner un límite

Mar: Ponte en la esquina, no lo voy a repetir y mide tus palabras – esa era una gran oportunidad después de lo que le dijo, pero a Lucas le valió madre

Lucas: Y yo te he dicho que NO,  que no tengo tres años y no me voy a poner en la esquinita por  tu mujercita

Mar: Lucas ze que estás molesto con ella pero no te da derecho a tratarla azí – le dijo y Lucas lanzo una risotada y le hizo un comentario que hasta él mismo se sorprendió pues nunca faltaba el respeto a nadie de esa manera

Lucas: ¿Zabes una coza?, en vez de perder el tiempo con que la perdone zube y te la follas que es lo único que le a importao última mente – y a Mar fue lo único que le faltó para perder la paciencia y ponerle un límite a ese mocoso porque solo era un mocoso que María no sabía manejar

Mar: Ze acabó – lo cogió por la parte de la axila haciendo que Lucas camine casi de puntillas porque Mar era mucho más alto que él, media uno noventa y cinco y Lucas no llegaba a los uno setenta y al darse cuenta que Mar lo iba a castigar empezó a tirar para soltarse sin éxito, porque Mar también era mucho más fuerte claro esta

Lucas: ¡Zueltame me haces daño! – grito pero sin sonar arrogante

Mar: Ya te di la oportunidad y no la quisiste, ahora azume tu las conzecuenzias

Lucas: Ya Mar ¡déjame!

Mar: No no te voy a dejar porque tú tienes que respetar, en la caza hay límites y tú te los estas zaltado a lo grande PLAF PLAF PLAF PLAF – le dio esa cuatro para que andará, quería llevarlo al sofá para ponerlo en sus rodillas pero a Lucas no podía maniobrarlo como a Toño así que lo inclino en el respaldo de sofá y entre palmadas y forcejeo pudo desabrochar el pantalón del muchacho para bajarlo hasta las rodillas y así empezar la paliza – plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf  PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf – se las dio sin descanso y Lucas bajo la guardia y lo pudo llevar hasta el sofá se sentó y lo tumbo en sus piernas

Lucas: ¡Déjame!... ¡déjame ya! – se quitoneaba gruñendo, aun sin llorar

Mar: No astas que aprendas  a respetar y no tener eza boca PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf  PLAF PLAF PLAF plaf plaf

Lucas: Yaaaa Mar – no sabía porque no podía aguantar más las ganas de llorar, su papá cuando se portaba mal le daba más fuerte y ahora no podía sujetar las lágrimas –  shijj shijj shijj shijj Mar ya déjame – Mar al oírle llorar y pedirle que lo soltara con esa voz no pudo seguir

Mar: Que sea la última vez que te comportas azin sino – pero Lucas lo corto

Lucas: Zi no me lleváis otra vez allí – acabo gritando con resentimiento en la voz y en la mirada, dejando a Mar desenchufado – ¿zabes? yo no pedí que me trajeran ¡OS PODÉIS IR A LA MIERDA LOS DOS!

Mar: PLAF PLAF PLAF nadie te a dicho ezo – corto Mar y lo incorporo llevandolo a la esquina – te quedas ahí y te calmas cuando te calmes hablamos

Lucas: No me voy a quedar ahí yo no zoy Toño y no soy tu hijo además ya zoy grande

Mar: A ¿no? puez te comportas de la mima forma – Lucas se quitó de la esquina sin decir nada, Mar lo cogió y lo volvió a poner en ella – PLAFFF PLAFF PLAF PLAFPLAF te quedas AHÍ – ordeno agarrándose el cinturón – en años se a utilizao el cinturón en esta caza pero parece que tú me lo estás pidiendo a gritos


Con esa amenaza Lucas se estuvo en la esquina sin dejar de llorar, lloraba no de dolor físico sino emocional, el tiempo, el ver a María con Mar y Toño, el enterarse que lo había cuidado como una madre no hacían mas que dar vueltas y vueltas en su cabeza y sentir mas y mas resentimiento por su hermana, la muy perra lo había dejado en un internado con el puro pretexto de no saber qué hacer con él cuando bien estuvo jugando a las casitas con Mar y con su hijo, eso le dolía y podía decir mierdas o bendiciones, no iba a quitarle el hecho de hacerlo sentir como un estorbo

Mientras tanto Mar se sentó en el sofá, quería abrazarlo… se notaba que estaba mal pero mejor lo dejaba un rato que se calmara y después hablaría con él al cabo de diez minutos cuando Lucas dejo de maldecir entre dientes y solo lloraba Mar fue a sacarlo de la esquina.


Mar: Ven aquí – le dijo Mar cogiendo del cuello llevándolo a su pecho en un abrazo – ¿Por qué dices toas ezas tonterías? – pero Lucas se quedó callado – nunca más vas a volver allí

Lucas: Ya no me interesa si me lleva o no, sino que me llevo sin importarle como yo me sentía shijshij

Mar: Lucas los dos sabemos porque lo hizo y cuando me enteré no estuve de acuerdo… con una buena paliza ze hubiera cortado

Lucas: Pueden decir pimientos ahora, pero la verdad es que yo no le importaba me lo demostró mandándome allí – insistía mientas María escuchaba aquella charla en las escaleras sin ser vista

Mar: Bueno tu tampoco fuiste un zanto – lo acuso –  estuviste dos semanas fuera de casa sin decir dónde estabas, tu hermana desesperada tuvo que ir a la policía por la angustia de no encontrarte ya que no le contestabas el teléfono Lucas – le dijo cogiendo su mentón y le levanto la cara para que lo mirara – escucha una cosa… para ella no a zio fácil perder a tus padres y tú desaparecías todo el día y la noche… ella no quería perderte, por ezo tomo la decisión llevarte allí, para que no te ocurriera algo… ella no podría soportar perderte a ti también – Lucas bajo la cabeza, en parte tenía razón

Lucas: Dormía en la caza de un amigo

Mar: Zi pero ella no lo zabia, ze tiraba la noche entera buscándote, hasta que al final terminaba yendo ziempre en la policía – viendo desde ese punto, esas dos semanas se las hizo a su hermana a cuadritos – ¿Por qué lo hacías? – pregunto y Lucas miro a Mar enfadado

Lucas: Me dijo que quería vivir contigo – Mar ya vio por donde iba Lucas

Mar: Y ¿tan mal ze vive aquí? – Lucas lo miro como si tuviera tres cabezas

Lucas: Tu no lo entiendez… ella quería hacer su vida sin mí – le dijo con rabia y Mar supo que las cosas no eran tan simples como pretendían todos – y entiendo que le hiciera la vida un poco caótica a mi hermana – reconoció mirando seriamente a Mar a los ojos, era como si envejeciera dos siglos en dos minutos – fueron dos semanas duras para mí también,  pero luego me dejo ahí y nunca vino a verme – en eso tenía razón María no había ido al internado por una u otra razón –  y luego me entero que se vino a vivir contigo sobre la marcha y que trató a tu hijo como zuyo – quiera o no tenía un poco de celos de aquello –  dándole mucho amor y comprensión y demáz cuando yo la necesitaba quizás un poco como madre y mucho como hermana – y Mar no tuvo oportunidad de decir nada a favor de María y se echo la culpa, el debió preguntar por Lucas, insistir a ir a verlo y traerlo a casa o de plano no pedirle a María que se venga a vivir de inmediato sin saber cómo estaban las cosas con su pequeño cuñado, en parte fue su egoísmo, fue fácil y cómodo para él que María lo apoye la cien por ciento con Toño y fue fácil olvidar convenientemente a Lucas – … azin que no es porque le hiciera renegar o ze lo ponga difícil, era porque ella quería otraz cozas donde yo no estorbara – estaba más que claro que para Lucas María desde un inicio tenía un turbio asunto entre manos y un plan donde no encajaba él

Mar: Lucas no es azin ¡por Dios! – murmuro Mar queriendo abrazarlo, pero Lucas retrocedió sin darle oportunidad, no quería nada ahora mismo

Lucas: Lo es, porque ezas doz semanas que siguieron a la muerte de mis padres de las que ella se queja tanto – dijo y María bajo dos peldaños en silencio para oír un poco más, arrepintiéndose de su decisión porque lo que dijo Lucas se le clavo como un puñal en su corazón – María estaba más pendiente del teléfono y tus llamadas viniendo a verte y ninguna, NINGUNA de esa veces me pidió acompañarla – y María hizo un recuento en su cabeza rápidamente, dándose cuenta de su error, ella no había querido que su hermano piense que estaba más ocupada con Mar que no se paso por la cabeza que sus actos la llevaban justo a eso – azín que perdona que dude de sus intenciones, puede zer que tu zi quizieras tenerme aquí en tu caza, pero ella no tuvo la intención de traerme nunca, ahora si no hay nada mas de que hablar quiero ir a dormir

Y dejo a Mar parado en la sala y María tuvo que correr escaleras arriba y encerrarse en su alcoba con el corazón en la mano para que no sepa que lo había oído, no era necesario que nadie le diga que las cosas con su hermano estaban más que turbias, iba a necesitar armarse de paciencia y buscar ayuda para superar este mal trago o todo estaría perdido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario