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domingo, 13 de febrero de 2022

Una perfecta familia, Capitulo 36


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 Una perfecta familia

 Autora: Terry 

 Capítulo 36 

 

 



En cada lugar que se sentaban los niños había un tazón de leche, Toño al ver la suya empezaron a nublarse los ojos…. verdaderamente le daba mucho asco bebérsela pero tampoco quería tener un conflicto con su papá, no quería que lo viera como un niño desobediente y caprichoso, no quería que se cansara de él y lo abandonara; Mar al ver el conflicto de Toño se levantó y le puso cola cao, él tampoco quería regañar a Toño ese día porque se dio cuenta que su niño estuvo raro desde la noche anterior y quería averiguar qué le pasaba, no quería estar mal con él, pero Toño sorprendió a todos, cogió el tazón sin chistar y lo bebió rápido para no tomarle el sabor aunque bajaron dos lagrimitas por la cara que papá de momento limpio dándole un beso en la coronilla; por su parte María untó tres tostadas de  mermelada y las puso en los platos de los chicos pero el único que la comió fue Chus, Lucas no comía mucho, se le había cerrado el estómago y Toño tenía en ese momento mucho asco y si comía algo más vomitaría, es más empezó a tener arcadas y corrió al baño de prisa logrando a último minuto evitar arrojar la leche, pero se sentía descompuesto totalmente, y se puso pálido.


Mar: Estas bien? – pregunto su padre que lo habia seguido sin que Toño se dio cuenta

Toño: ZI papá – y ahí iba el segundo papá del día – solo creo que me tome la leche demasiado rápido – contesto y volvió al comedor como si nada sentándose de nuevo en su lugar, mientras María termino de poner mermelada en los panes sin preguntar qué paso porque vio a Toño aparentemente normal hasta que claro, Toño no cogió su parte

María: ¿No penzáis comer las tostadas? – les dijo a Lucas y Toño; Lucas rodó los ojos y Toño rezaba para que no lo obligarán a comer nada, Mar le hizo una seña para que no obligará a Toño en lo que María se centró en Lucas – Lucas comete la tostada – y Lucas la miro de mala gana

Mar: Lucas tu hermana te está hablando lo menos que puedes hacer es contestar – le dijo sin gritar pero firme

Lucas: No tengo hambre – María sabía que lo hacía por desafiarla, pero no era así, realmente no tenía hambre, no era un capricho era una consecuencia de su enfermedad  

María: Mira Lucas no comes como es debido y apuesto que el mareo de anoche tuvo que ver mucho con tu alimentación – Lucas la miro con desprecio, no sabía porque pero de un tiempo a la fecha estaba demasiado irritado sobre todo con ella

Lucas: ¿Como zi a ti te importará lo que me paze?

María: ¡Claro que me importa!, ¿qué te hace penzar lo contrario?

Lucas: No ze – contesto y  se puso los dedos en la barbilla como si estuviera recordando algo – am ya ze… que me dejaste abandonado en eze horrible lugar – lo de horrible lugar era exagerar, era unos de los mejores internados  solo que Lucas con la muerte de sus padres no lo aprecio de mejor manera y el que María lo mandara allí le hizo sentir abandonado porque en esos mismos momentos necesitaba llorar en un hombro familiar y ser consolado por ella, no pasarse el día en un lugar ajeno sin nadie a quien contarle su pena

Mar: Ya está bien la coza Lucas – reclamo Mar y Lucas bajo la cabeza – ¡comete la tostada!

Lucas: Pero no tengo hambre

Mar: Me da igual cómela

Lucas:  Pero Toño no sé la come –  al soltar aquello se odio por lo infantil que se escuchó y por si metió Toño en problemas

Mar: No estoy hablando con Toño zi no contigo – la voz firme que le ponía y la mirada penetrante hizo que cogiera la tostada y empezó a comérsela, aunque Mar pensó en hablar con él seríamente, María tenía los ojos aguados por las palabras de Lucas, Taya paso a saludar y se reprochaba no madrugar como antes para preparar el desayuno

Taya: Buenos días – todos le devolviendo el saludo pero sus ojos se le fueron a una polvorilla que hoy estaba bastante callado y con los ojitos tristes – ¿y esos ojitos? – le dijo acariciando su pelo, Toño le regaló media sonrisa encogiendo los hombros como diciendo que no pasaba nada pero Toño al ser tan extrovertido y hablador a leguas se le notaba que le pasaba algo


Cuando terminaron de desayunar fueron al colegio, allí lo estaba esperando Luis a quien no le dio tiempo de ir a la casa pues había un atasco en la carretera y al final llamo a su hijo pare decirle que lo vería a la puerta del colegio; cuando recogieron las notas Toño se llevó la mayor decepción de su vida cuando su papá le dio el boletín para que las viera, es que había una calificación en rojo, y claro el susto hizo que se fije solo en esa nota y no se fijo que en todas las demás que tenía sobresalientes, Toño se paró en seco haciendo que Mar también lo hiciera subió la mirada de el boletín para mirar a su papá a la cara.


Toño: Papá – dijo con pánico en la voz, empezó a sentir mojadas las manos y había empezado a respirar más rápido, cosa que Mar se dio cuenta y sabía bien la razón

Mar: Toño no te preocupes ya lo sabía – Toño corto a su papá él quería explicar que si estudio para todos los exámenes pero con todos los cambios que hubo en casa no se dio cuenta que no había hecho de esa materia en los exámenes finales

Toño: Papá te juro que estudie, no ze lo que a pazao

Mar: Toño no rendiste eze ezamen

Toño:  Pero yo hize todos… yo no he dejado ninguno en blanco –  contesto desesperado, no podía pasarle a el justo ese día que empezó a portase mejor para ser el mejor hijo y que papá estuviera orgullo de él

Mar: Toño escúchame, cuando dieron eze ezamen estabas en el hospital con lo del accidente – pero Toño ya estaba llorando bajito sin hacer escándalo y papá lo pego a su costado y lo saco de la escuela; Lucas y María se quedaron sorprendidos de que Toño saliera así, Mar les dijo que esperaran, se fue con Toño al coche y se metieron en la parte trasera que era más amplia para poder hablar con él y para evitar que lo vieran sus compañeros – Toño no llores, déjame que te explique… cuando tuviste el accidente hicieron eze ezamen, me llamo el profesor y le conté el cazo y me dijo que te lo tomaría luego cuando regreses, pero se le pazo a él y a mí  también, azin que no llores – pero el nuca había sacado un suspenso –  tus profesores me hablaron muy bien de ti, que eras muy respetuoso con ellos y tus compañeros…. además mira – le dijo haciéndole  mirar su boletín – todos son sobresalientes hijo,  sacaste unas notas excelentes – Toño empezó a limpiase las lágrimas con las manos, Mar cogió un pañuelo de papel y le limpio las lágrimas y los mocos que empezaron a asomar por la nariz, cuando estaba mas calmado empezó las promesas a su papá

Toño: Papá te prometo que pa zeptiembre la recupero, te lo juro

Mar: Churri no hace falta que me lo jures zé que la vas a recuperar pero no estés azin no es tu culpa –  Toño se relajo un poco más, pero Mar aunque le hablaba no logro arrancarle una sola sonrisa, se suponía que iba a ser un día agradable total era el primer día de vacaciones


Como padre Mar esperaba tener a su pequeño terremoto dando tumbos, en vez de eso estaba mustio y tenía que admitir que no le gustaba que su hijo estuviera así, además tampoco le agradaba eso de que lo llame papá, el quería el papi de siempre cuajado de alegría no ese papá seco al que lo condeno,  y empezó a darle vueltas al castigo de la noche llegando a la conclusión que no fue diferente a otras veces, no le dijo alguna barbaridad por el enfado, reflexionando que él aunque estuviera enfadado y Toño lo sacará de sus casillas siempre media sus palabras porque su hijo era muy sensible y tendía a sentirse mal y la noche previa no fue diferente o si?, pero ya no tuvo tiempo de pensar en nada, María y Lucas decidieron unirse a ellos en la movilidad además también y se acercaban Luis y Chus.

Luis había hablado con los maestros de su hijo y vio que sus notas habían subido bastante, además vio a su hijo más relajado y feliz, ya era casi hora de despedirse pero antes de llevarlo al coche para que fuera con su tío, Luis le dijo que tendrían que hablar y solucionar el problema que tenia con su madre, que ya no estaría más separado de él y que el próximo fin de semana vendrían sus hermanos y su madre.


Luis:  Hijo, creo que ez hora de que vayas empacando tuz cozas,  que el fin próximo de zemana venimos a recogerte, tú y mamá tienen que hablar y tienes que venir con nosotros a casa es hora Chus – le dijo y Chus se puso tenso, él no quería volver a casa y menos a la rutina de siempre y Luis sabia que no sería fácil asi que opto por el lado emotivo – te echo de menos y tú hermanos también a Isma el otro día lo tuve que castigar

Chus: ¿Por qué? – aquello despertó su curiosidad y desvió su negativa

Luis: Porque preparo un bolso de viaje y nos dijo que como no queríamos traerlo a verte cogería un autobús y cuando zalí para regresarlo a la caza armó un escándalo y lo tuve que darle de azotes pa que cediera pazar a la caza – Chus se rio triste, reconociendo que aunque estaba muy bien en la casa de su tío echaba de menos a su familia, sobretodo a su hermanos, total pasaba mucho tiempo con ellos

Chus: Yo también los echo de menos pero al parecer la que no quiere hablar conmigo es mamá, yo nunca la he bloqueado pero no he recibido una llamada ni un mensaje por parte de ella  – se quejo sin poder evitar el enojo y la tristeza en la voz y su padre no supo que decir


Y avanzaron en silencio hasta llegar al coche de Mar sintiendo el brazo de su padre en sus hombros, para Luis era difícil ser imparcial, digamos estaba entre la espada y la pared.


Luis: Ya hablaremos de todo eso hijo – murmuro papá besando la cabeza de su hijo, finalmente Chus se montó en la parte de atrás de la movilidad de su tío después de abrazar a su papá y darle un beso de despedida

Mar: ¿No te quedas a comer? – pregunto para que pasará más tiempo con Chus

Luis: No, tengo que ir a dar una vuelta a la empreza y a estar con Ismael, no zaco buenas notas y desde que Chus no está lleva un mal humor que a veces se hace insoportable y la verdad no quiero dejarlo con Carla a zolas, ella no tiene paciencia – dijo pensando en lo que paso con su Chus y no queria repetir la misma historia

Chus: Es que ella es una imbécil –  dijo por lo bajo Chus sin poder frenarse en su comentario a riesgo de que lo oigan

Luis: ¿Qué dijiste? – le pregunto su padre porque no logro oírlo bien

Chus: Nada, que a Isma le tienes que ayudar hacer los deberes porque zolo ze canza  y no los termina, yo lo ayudaba cuando estaba en caza –  contesto en voz alta y Lucas y Toño soltaron una risita cómplice, porque ellos si escucharon lo que dijo antes, pero lo que dijo tampoco era un invento, Luis no sabía eso y se sintió mal, total él era el papá y él era el que tenía que saber las necesidades de sus hijos y ayudarlos,  no  Chus… pero al parecer Chus sabía llevar mejor la situación con sus hermanos que él y su mujer como padres

Luis: Gracias hijo por decírmelo – Chus se le quedó mirando

Chus: Yo no tendría que decírtelo – le dijo de prono sintiendo una violencia nacer en su corazón, era su enojo – zi estuvierais más con nozotros zabrias lo que pasaba en caza – le dijo enfadado y elevo un poco la voz y tanto Lucas como Toño dejaron de sonreír y lo miraron sorprendidos, y Chus al  darse cuenta de lo acababa de hacer se retiro de la ventanilla por si su papá le tiraba de las orejas por gritarle

Luis: Tenéis razón hijo – respondió Luis abriendo la puerta y sacando a Chus de la movilidad para darle un abrazo apretado mirándolo triste – prometo que cambiare con ustedes


Después de eso se despidieron y Mar fue al centro comercial para comprar lo que le faltaba a Lucas, llegaron a una tienda de deportes porque Lucas necesitaba zapatillas, para sorpresa de todos habían sacado el nuevo modelo de NIKE y a los tres se le notaba que estaban deseosos de tenerlas, pero tanto a Toño como Chus les habían enseñado desde muy chicos que aunque tenían dinero pues no se compraba por comprar cuando no necesitaban nada, además a Toño papá le había comprado unas no hacía ni dos semanas porque las suyas se le quedaron chicas y aunque le gustaban no se las iba a pedir; y lo mismo le pasaba a Chus con un motivo sobreañadido, Mar era su tío no su papá y aunque le gustaban a morir aquel par de zapatillas sabía que era un capricho porque las suyas las tenía nuevas.

Pero Mar tenía otros planes, cuando se dijo que los chicos prestaron especial atención a aquel nuevo modelo le dijo a la dependienta que le sacara tres de los números de cada chico, cosa que alegro mucho a los dos mayores sobre todo, es más Lucas y Chus se las estaban probando ya, pero Toño no se veía muy entusiasmado y su padre creyó que era por la escayola, así que se llevo a Toño a un banquito para ayúdale a probarlas.


Toño: Papá pero ya me compraste unas no hace ni dos semanas – le dijo como si se quejara y Mar se extraño, por lo general Toño estaría pidiendo otros colores

Mar: Ya lo ze Toño

Toño: Pero tú dices que no hay que comprar si no hace falta

Mar: Pero a ti te guztan ¿no? – y Toño se quedo callado – te gustan o no te guztan hijo

Toño: Bueno zi

Mar: Y yo quiero hacerte un regalo  – y a Toño le brillaban recién los ojos porque realmente le gustaba, solo que había decidido no ponerse caprichoso para que se las comprará pero si su papá quería hacerle un regalo era otra cosa

Toño: Gracias papá – contesto medio seco y Mar frunció el ceño, a su hijo realmente le estaba pasando algo malo

Mar: No hay porque Toño, eres mi hijo y yo quiero comprarte cozas – contesto


Y aquello  no paso solo con las deportivas sino con todo lo que compraron, así si le compraban a Lucas una gorra a ellos también y eso era porque no querían hacer que se sintieran celositos cosa que les gusto mucho a los tres, solo que al cabo de un tiempo se hizo tedioso porque como siempre pesada María cada vez que iba de compras tardaba una eternidad  y los chicos ya estaban cansados, Lucas y Chus ya estaban protestando pero Toño se sentó en una banca, no quería quejarse aún cuando estaba muy cansado y María no terminaba de escoger y comprar rápido.


Lucas: Yo no pazo a ninguna tienda más – murmuro sentándose al lado de Toño, además le estaba volviendo a dar mareos y trato de disimular

Chus:  Ni yo …estoy muerto – comento y como era de esperar Mar espero la queja de Toño, pero su hijo no se quejo aunque estaba sentado y se veía a mil leguas que ya no podía más

María: Esta es la última, quiero que os compréis algo más elegante porque quiero llevaros a un buen restaurante al que no podréis ir en chándal  ni en vaqueros – sonrió mientras  cogió a Toño del brazo y tiro de el para que se levantará, entusiasmada con la idea de verlo de pajarita

Toño:  No maaaami estoy muy canzao  – esa era la primera queja mimosa que hizo en todo el día y a Mar se le encogió el alma,  sobre todo cuando a María le dijo mami y a él en todo el día solo le dijo papá pero a pesar de eso le echo un cable a los chicos

Mar: María dejamos ezo pa otro día mira qué hora es y los chicos no han comido todavía – María miro su reloj y eran casi las dos y media y si se paraban mientras que miraban y se probaban la ropa se pasaría más de una hora, así que acepto pero con la condición que tendrían que ir el lunes cuando vinieran de la hacienda y todos dijeron que si

Toño: Voy al baño –  se disculpo Toño levantado se de la silla

Mar: Espera que yo también voy  – respondió su padre viendo la oportunidad en sus manos,  quería preguntarle a Toño que si estaba bien, a ver si podía sacarle que es lo que le pasaba –  ¿Estás bien?

Toño: Zi papá, ¿por qué? – respondió medio sonriendo, pero esa sonrisa no llegaba a sus ojos, y Mar no dijo nada, solo le echo el brazo por los hombros y lo apego a el

Mar: ¿Seguro que estás bien? – repitió  

Toño: Zi, ya te lo dije… estoy bien papá –  Mar lo miro fijamente

Mar: Pues yo creo que no – Toño miro a su papá – no me llamas papá casi nunca y hoy lo has hecho en todo lo que llevamos de día

Toño:  Es que ya …ya zoy grande – respondió sintiendo vergüenza

Mar:  Vaya… creciste en una noche  – y apenas dijo eso se arrepintió, a Toño se le opacaron los ojos y agacho la cabeza y no contesto absolutamente nada


Y así en silencio llegaron al servicio y cada uno se metió en un baño, cuando terminaron se lavaron las manos y no sacaron más el tema, cuando terminaron de comer fueron al cine y después a casa; María fue a preparar algo de merienda pero Taya había preparado tarta de manzana y ya tenía la merienda solucionada, puso en una bandeja platos y zumos para los niños y Taya saco la tarta que alegro un poco el corazón de Toño, después de comer Toño se subió a su habitación sin hacer el intento de mirar la tele pese a que estaban pasando su programaba favorito, cosa también rara ya que él nunca quería estar solo, eso empujo a Mar a buscar a Lucas y aprovecho para hablar con él cuando Chus se fue a la ducha.


Mar: Lucas podemos hablar un momento  – al principio Lucas dudo, creyendo que era por lo de la mañana en el desayuno pero al final cedió

Lucas: Claro

Mar: pero vamos al jardín – le pidió y se sentaron en lo sillones de forja – ¿Por qué estabas con Toño anoche? – le pregunto directo, no había necesidad de irse por las ramas y la pregunta tan directa hizo que Lucas no sepa que decir, aunque Toño no le pedido nada en concreto y menos que no le contara a su papá, aun así a él le parecía que lo estuviera delatando y no le gusto la sensación

Lucas: No lo ze – le dijo para salir del paso

Mar: Venga Lucas no digas que no lo zabes, él te contaría algo – le dijo con paciencia porque ese esquinazo era un claro signo de que algo paso

Lucas:  Pero ze desahogo conmigo y yo no debería contártelo – para él era importante la confidencialidad aun con la familia, en su sentido de honor tan desarrollado el contar aquello tan intimo era como traicionar la confianza que le tuvo Toño y quiso entrar en la casa pero antes de que se levantará Mar lo cogió de la muñeca

Mar: Lucas espera – le rogo y Lucas se freno – zi fuera otra cosa no te pediría que me contarás – le dijo escogiendo muy bien sus palabras – pero tú lo has visto como yo que no está bien, algo está atormentándolo – y Lucas pudo ver la preocupación sincera en la mirada de Mar – Toño tiene muchos miedos e inseguridades y desde el abandono de zu mamá el no ha estado bien – si quería que Lucas se abra con él, necesitada confiar y que mejor que contar lo que había pasado con su niño y Pilar – y cuando parecía que estaba zuperándolo apareció Pilar otra vez, pero no pa pazar tiempo con él zi no pa lastimarlo y no quiero que ezo vuelva a suceder, no quiero que la esté viendo a mis espaldas, eza mujer es muy mala Lucas – Mar estaba convencido de que Pilar tenía algo que ver, es que no le cuadraba eso de que ya era grande y que por eso le decia papá y no papi, es que ese papá además sonaba muy duro, muy seco y el echaba de menos las infantiles formas y modos de su niño, así que le aterraba la idea esa mal nacida estuviera acosando a su hijo a sus espalda y Lucas al ver la desesperación de Mar se animó a contarle pero lavándose las manos y cubriendo sus espaldas

Lucas: Zi te cuento no quiero que le digas que yo te dije nada, no quiero que pienze que soy un chismoso – le explico y Mar entendió aquello y sonrió quizás demasiado pronto – en serio Mar – agrego Lucas muy serio y Mar se vio obligado a hacer un asentamiento con la cabeza – es que me ziento como que si lo estuviera traicionando, aun cuando él no me prohibido decirte nada – le explico y Mar empezó a entender porque Lucas se portaba a veces tan agresivo con su hermana, su sentido de lealtad era bastante alto, incluso más que el suyo propio – azin que tu busca la manera de sacarle lo que le paza – concluyo

Mar: Esta bien Lucas, te doy  mi palabra que Toño nunca ze va a enterar que hablaste conmigo – a Lucas le basto aquello y se volvió a sentar y decidió a contarle lo que le había dicho Toño

Lucas: Yo me levanté a la cocina a por agua y al pazar lo zenti llorar, azome la cabeza porque la puerta estaba entre abierta y zi era él que estaba llorando muy duro – y una punzada le atravesó a Mar – yo paze a su cuarto creyendo que ze encontraba mal para llamarte y me dijo que no, no quizo que te llame; luego me conto que te enfadaste con él y me dijo que ziempre metía la pata pero que iba a portaze mejor para que tú no te cazarás  de él y lo abandonarás igual que zu mamá – y Mar empezó a repasar en su cabeza que fue lo que hizo mal para que su hijo pensara aquello sin dar  con algo en concreto –  después me dijo que zi quería quedarme con él y me quedé para que estuviera más tranquilo –  para cuando termino, Mar se quedó sin palabras, no sabía cómo le iba a quitar ese miedo a Toño, él creía que ya lo había superado pero seguía con los mismos miedos y lo peor que todos esos miedos los había provocado él, eso se le clavó como una espinita en el corazón, tendría que tener más paciencia con su hijo eso era un hecho, el problema era saber si aun estaba a tiempo o era ya demasiado tarde

Mar: Gracias Lucas por ser tan bueno con el


Murmuro Mar muy apagado y se levantó como un rayo, dispuesto a ir hablar con su niño, quizás otra vez tendría que empezar a llevarlo al psicólogo pensó con pesar y con temor al mismo tiempo. 


 

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