Una familia fuera de lo común capítulo 11

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 Una familia fuera de lo común

 Autor: little writer

 Capítulo 11

 

 

Después de comer salimos de casa de Sebastián cada uno en su auto, no puedo confiar en él no todavía, él es amable conmigo y ese es el problema nadie es tan amable menos con los errores como yo algo esconde, pero no sé qué es.

De su expediente no conseguí nada útil solo datos personales y que es un gran agente del departamento de crímenes mayores, eso y que a su jefa le gusta irse de vacaciones al caribe con su esposo e hijastro, pero nada incriminatorio.

También busque datos de sus padres nada están limpios su padre tiene una compañía de gemas o como sea que se llame vende gemas y joyas de gran calidad comenzó como un simple tasador de genas y logro tener éxito en el negocio.

El lado de su madre por otra parte es más interesante ella está limpia no hay crímenes su familia por otra parte, tenemos desde agentes del servicio secreto hasta narcotraficantes, pasando por algunos estafadores y no podemos dejar de lado a los policías de tránsito, hay tanto drama en esa familia que podría hacer una novela muy extensa.

Pero ella es nada más y nada menos que una psicóloga de perfil medio, no destaca demasiado pero no se puede mirar de menos su esfuerzo, de sus hermanos nada especial, el hermano mayor de Sebastián parece tener una pequeña adicción con el orden, pero todo dentro de lo normal, Como descubrí todo esto bueno no me fui a dormir hasta las tres de la mañana por nada.

Lo seguí de cerca y llegamos al lugar y no pude evitar notar que el lugar pertenece a la organización a la que pertenezco o más bien una sirve de fachada para la misma. Me pregunto si es una gran casualidad o algo más.

A penas llegamos tuvimos que hacer algo que odio hacer…   esperar, odio esperar y lo peor es que podía notar la mirada de Sebastián cada tres minutos, en especial cuando me senté sin aparentar nada más que indiferencia.

Tras una media hora de un sofocante silencio por fin nos atendieron, tomaron la muestra de sangre de Sebastián sin problema sin embargo cuando estaban por tomar mi muestra el me abrazo.

-Sebastián-le llame.

-si hijo-dijo sin soltarme.

-¿qué estás haciendo?-pregunte neutro por poco y saco uno de mis cuchillos y lo apuñalo por instinto.

-te abraso-respondió alegremente mientras el enfermero me clavaba sin piedad la aguja.

-permíteme reformular mi pregunta-le dije neutro-¿por qué?

-creí que lo necesitabas- dijo soltándose cuando el enfermero retiraba la aguja de mi piel.

-por qué iba a necesitarlo-le dije.

-bueno es que mis hijos…

-no soy uno de tus hijos-deje con más frialdad de la que quería-pero aprecio la intención-añadí mirando una mancha muy interesante en el suelo.

Rápidamente un silencio incómodo se formó entre nosotros al menos hasta que el enfermero nos llamó los resultados estarán listos en tres semanas, salimos del establecimiento y pensé que iríamos a su casa, pero no.

-¿te gustaría un helado?-pregunto con cautela.

-si-dije, pero rápidamente caí en cuenta lo que me pedía-digo no argg- gruñí indeciso si obedecer a la razón o a mi estómago.

-¿es un sí o un no?-cuestiono divertido.

-no puedo-dije mirando el suelo obedeciendo a la razón.

-¿puedo saber por qué te niegas a comer?-dijo con algo de molestia camuflada con preocupación.

Dude, pero creo que es mejor decirlo ahora 

-no puedo, yo aun no confió en ti-confesé mirándolo a los ojos.

-ya veo-dijo creo que dolido.

-no eres tú es que…

-no entiendo, tú tienes una postura rígida y mirada seria se nota que tienes entrenamiento en algo más que solo artes marciales-dijo viéndome a los ojos con sospecha.

-estaba destinado para ser el guarda espaldas de mis medio hermanos al final no sucedió- mentí.

para este punto me siento muy mal por mentirle, mas no tiene sentido que me sienta mal por eso… o eso me enseñaron y lo peor es que si quiere que viva en su casa tendré que mentirle casi a diario, pero él no debe saber de mi participación en las misiones es lo más seguro para él y más fácil para mí.

-¿y eso implica la comida?-cuestiono dudoso.

-se supone que ni ellos ni yo mismo podemos consumir algo de lo que no estamos cien por ciento seguros de su procedencia o preparación-dije y no es del todo mentira.

-ya veo-dijo con un brillo de comprensión en la mirada.

-vamos a casa te preparare algo en ese caso-dijo de repente muy feliz, que le pasa acaso es bipolar.

-está bien- accedí dudoso. 

Cuando llegamos a su casa me invito a la cocina, y nos la pasamos conversando hasta que sus hijos llegaron. No fue tan malo Anastasia parece ignorarme, Brandon se comporta, pero cuando su padre se da la vuelta me da miradas acecinas.

Y así paso una semana sin mucho que destacar…

Con el pasar de los días Sebastián tuvo que volver al trabajo Brandon no para de intentar provocarme, pero solo le dedico una mirada de superioridad y lo dejo solo, Dilan por otra parte una vez se cansó de acribillarme con preguntas se tranquilizó y solo me dirige la palabra cuando cree necesario lo cual es muy seguido, Anastasia solo me dirige la palabra cuando es necesario, pero desde hace un par de días me habla más.

A si por cierto mis vacaciones se redujeron a dos semanas y un día, comente que hay momentos como estos donde odio mi trabajo, ¿no? bueno pues lo hago ahora, la gran excusa no hay suficiente personal.

Si como no hay cuando menos siete mil hackers en toda la agencia, no hay personal pff solo digan que quieren mis virus en sus casos.

Y si soy mundialmente reconocido por mis muchos y versátiles virus, tanto que mi seudónimo en la Deep web es muy buscado, la agencia por otra parte me quiere porque diseñé un virus capas de infectar cualquier dispositivo y los dispositivos que se conectó con ese dispositivo.

Para ponerlo simple yo infecto el teléfono de una persona mala, los socios de esa persona mala lo llaman o le escriben un por cualquier app de mensajes y el virus infecta los dispositivos, lo cual si se usa bien puede otorgar mucha información.

Y ese es solo uno tengo muchos virus como el que deje en el servidor del FBI, ese virus en particular reacciona solo cuando el nombre de Sebastián aparece. Así cuando él hace un reporte o se le asigna un caso yo recibo una alerta, es cosa de seguridad y técnicamente también ilegal pero siempre y cuando no me atrapen no hay ningún problema.

También se me informo que la investigación de la desaparición de la mayor parte de mi anterior equipo sigue en curso y no se me autoriza a salir al campo hasta que termine la investigación.

La sensación que algo más está pasando sigue allí pero no sé qué es. Con Daiki perdí todo contacto cada tres días envía un mensaje indicando que está bien y eso es todo. No responde mis llamadas y madre solo me da cinco minutos exacto luego cuelga la llamada y no responde el resto de la semana.

-Akihiro baja a comer- grita Dilan.

Actualmente son la siete de la noche y Sebastián llego hace unos diez minutos, bajo a cenar y como de costumbre finjo interés en algún tema y haciendo uso de mi entrenamiento en manipulación de masas, hago que Sebastián piense que soy un adolescente normal.

Y me duele tener que hacerlo, aunque no lo vaya a decir nunca, le aprecio en serio y de hecho se siente bien formar parte de su familia, pero no soy normal se cosas que no se supone que sepa, hago cosas que no debería, mis gustos no son los de un adolescente normal, pero de que más podría hablarle sin preocuparle.

Digo no es como si pudiera decirle que soy un ciber-criminal que en realidad vende sus servicios en la Deep web para generar pruebas y poder dar casería a criminales, e informar a una organización mundial secreta para que mis superiores determinen su nivel de amenaza, menos que soy un informante anónimo para la policía de Tokio, ni tampoco que si quisiera podría dejar a tipos más grande que yo hospitalizados, menos que soy buscado por la mafia.

De que se supone que hable si no le miento, en lugar de chicas, prefiero hablar de armas, de tecnología que aún no se hace apta para todo público, no puedo ser honesto, no lo entendería, pero yo hago cosas técnicamente malas para hacer cosas correctas al final.

-por cierto, papá nos invitó a acampar la próxima semana-dijo Sebastián de repente.

Sus hijos gritaron de alegría, por mi parte odio acampar en el exterior porque no hay wifi, ni electricidad ni tecnología en general. Esto será un martirio.