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Una perfecta familia
Autora: Terry
Capítulo 34
El regreso a casa de Chus fue de todo menos agradable, Chus iba en asiento de copiloto con la cabeza gacha sin atreverse a romper el silencio, porque su tío se veía muy enfadado… el nunca lo vio antes así tan furioso como ahora, que su necesidad de saber por su futuro le hizo romper el hielo.
Chus: Tío yo… – no pudo seguir porque Mar lo corto
Mar: En la caza hablamos ahora no – dijo sin gritar pero con tanta seriedad que Chus tras mirarlo de reojo y notar que el enfado de su tío seguía intacto, decidió no insistir más y apoyo la cabeza al cristal de la ventanilla y cerró los ojos, lo que le dio tiempo a pensar a ambos, Mar dándose cuenta recién de la distancia que estaba recorriendo, Chus se había mandado a la otra punta del cerro por así decirlo cosa que lo enfureció más, Chus por su parte estaba muy nervioso y tenía miedo, su tío nuca lo había castigado y no sabía si iba a ser como su mamá, casi siempre cuando lo castigaba le daba con el cinturón y lo lastimaba mucho, y eso lo puso más tenso a tal punto que cuando llegaron a casa y su tío le dijo que bajara Chus quería obedecer pero sus piernas no respondían – Jezús baja – ordeno Mar, pero Chus no podía, quería obedecer pero le daba miedo enfrentarse a lo que pasaría dentro de casa – Jezús baja del coche no te lo voy a repetir – Mar con eso creía que iba a obedecer pero no, al cabo de cinco minutos de esperar sin resultado, lo cogió del brazo tiro de el sacándolo del coche – PLAF PLAF PLAF PLAF ahora entra en caza – Chus reacciono recién y miro a su tío con miedo, algo que Mar pudo ver y trato de calmarse para asustar más a su sobrino – entra a la caza Chus – le dijo usando su apodo a propósito
Chus abrió la boca la cerro, agachó la cabeza y camino a la entrada resignado chocándose de frente con María.
María: ¿Por qué te zales zin decir nada? – pregunto María dándose un abrazo, cosa que desconcertó a Chus – no zabes lo preocupados que estábamos – y Chus se relajo con las palabra de María y también por el abrazo, se sentía tan cálido era una sensación nueva para él, papá si que lo abrazaba pero no era tan tierno como el abrazos de María, en eso llegó Mar
Mar: Vamos dentro – ordeno más relajado, cuando entraron ninguno de los otros chicos estaba en la sala así que Mar lo hizo sentar en el sofá – ¿Por qué zaliste? – pregunto y Chus empezó a limpiarse las manos sudorosas en pantalones y después de un silencio corto decidió decir la verdad le saldría mejor cuenta
Chus: Fui al cine y a comer un helado – Mar se quedó mirándolo
Mar: Pero estabas castigado y te zaliste si decir na a nadie – le recordó su tío y Chus no replicó nada – Chus ze que quieres zalir pero tienes que pedir permiso y decir dónde vas
Chus: No hize na malo – se defendió mientras Mar se masajeaba la frente
Mar: No te estoy diciendo que hicieras na malo, pero zi rompiste muchas reglas de las que hablamos los cuatro el otro día – dijo Mar con calma – te zales estado castigado zin avizar, te vas cazi a la otra punta de la ciudad… por Dios Jesús ni yo zabía dónde era, he tenio que poner el GPS pa encontrar la dirección que me diste, ¿qué pensabas?, ¿que tu tío era tonto y no ze iba a dar cuenta? – Chus lo miro arrepentido
Chus: No tío… yo zolo quedé con una persona y ya – contesto como si nadie se daría cuenta de que era una niña y Mar se rascó la nuca
Mar: Mira Chus zi no hubieras estado castigado y me hubiezes pedido permiso yo mismo te llevo… ze que eza niña te gusta pero zi estás castigado lo dejas para otro día; ¡zolo era hoy el castigo! – le recordó – y zabes que María fue blanda con el castigo y para colmo te dio a elegir y tu elegisteis este
Chus: Pero no quería que me quitara el móvil – y eso enojo de nuevo a Mar
Mar: No pues, pa la próxima vez no te castigaremos… ¡te reiremos la gracia! – le dijo con tal sarcasmo que Chus también se molestó
Chus: Yo hago lo que quiero, tu no me mandas – se puso de pie apretando los puños de forma desafiante, en ese momento Mar se dio cuenta que tenía que ponerse firme así que le cogió de la oreja y lo sentó otra vez en el sofá, todavía tenía algo que averiguar
Mar: Zi que te mando porque soy tu tío y segundo porque estás bajo mi responsabilidad, responsabilidad que me confió tu padre, ahora dime ¿Por donde zaliste? – Chus empezó a ponerse nervioso nuevamente
Chus: Por laaa – Mar no lo dejo terminar
Mar: No me digas por la puerta que por ahí no fue posible
Chus: ¡Claro que zali por ahí! – Mar lo miro enfadado porque le estaba mintiendo y otra vez le cogió la oreja – aaaayy ya
Mar: Pues no mientas que yo eché llave y zolo hay tres, una tiene María otra yo y otra el abuelo, azin que antes que me enfade más dime por dónde zaliste – Chus no quería meter en problemas a Toño el solo lo ayudó, pero tenía que decir por donde salió antes de que su tío se enfadara mas
Chus: Por la ventana – Mar se quedó esperando que le dijera por cual ventana pero Chus se calló, si tío iba tirar sus orejas de nuevo pero Chus fue más rápido y se las tapo con las manos
Chus: Tiooo – le dijo con voz suplicante
Mar: Pues di como zaliste
Chus: Por la ventana de Toño – Mar abrió la boca ahora se dio cuenta porque cuando entro con Chus no estaban los otros dos bandoleros
Mar: ¿Ellos te ayudaron? – pregunto y a Toño se le encogió el estómago, él y Lucas y Toño estaban en las escaleras viendo lo que pasaba, Toño se puso nervioso como su papá se enterará que el fue quien le dijo lo de la ventana lo iba a matar y Mar sabía que si le preguntaba a Toño notaría su mentira – ¡Toño! – grito y Toño estaba a punto de llorar
Toño: Lucas – musito con vocecita de asustado
Lucas: Tranquilo Toño – le decía apretándole el hombro
Toño: Lucas mi papá zabe cuando miento – en eso Mar al no tener respuesta lo llamo más fuerte
Mar: ¡Toño baja ahora! quiero preguntarte algo – Chus tenía que convencer a su tío
Chus: Él no me ayudó ¿Crees que yo le iba a contar? Para que te fuera con el cuento – Mar empezó a dudar, se llevaban como el gato y el ratón, mientras Lucas les estaba dando consejos a Toño para ser un buen mentiroso
Lucas: Relájate y baja como zi nunca hubieras escuchado nada, normal y cuando te pregunte te haces el ofendido diciendo que tú no ayudarías a un engreído como él – pero Mar quería saber si Toño lo ayudo de todos modos
Mar: Toñoooo – ¿por qué diablos su hijo no le contestaba?, Lucas por señas le dijo que se relajara y que contestará a su papá
Toño: Zi papi – contesto como todo un profesional con una vocecita muy inocente
Mar: Baja quiero preguntarte algo – Toño respiro hondo y Lucas le dio ánimo, si descubría lo de Toño ya saldría a la luz que todos sabían la escapada de Chus y Toño bajo las escaleras corriendo, Mar empezó a regañarlo – Toño no corras por las escaleras ¿Cuántas veces te lo voy a decir? – y Toño utilizo su mejor arma, abrazo a su papá por la cintura
Toño: No te enfades, me dijiste que baje rápido – y a Mar se le formó una sonrisita
Mar: Pues si no quieres que me enfade no lo hagas más no ves que te puedes caer y hacerte mucho daño – Toño lo miro con una amplia sonrisa
Toño: ¿Qué querías preguntar?
Mar: ¿Tu le dijiste a Chus que desde tu ventana ze podía bajar? – Toño empezó a ponerse nervioso pero se acordó de lo que le dijo Lucas
Toño: ¿Yooo? De donde, yo jamás ayudaría a un engreído como el – y Lucas soltó el aire al escuchar lo natural que le salió
Mar miro a Toño pero Toño para que no lo viera a los ojos para que no le notaba que le mentía lo volvió abrazar como lo había hecho hace un rato atrás y eso convenció a su padre, tanto así que le dio un beso en la cabeza y mando a Chus a su habitación mientras iba por un vaso con agua a la cocina.
María: Mar no zeas duro él, que lo hizo por estar con eza chica... que esta enamorao el chaval – pidió ella y Mar levantó las cejas
Mar: No prometo nada
María: Maaar
Mar: Le voy a enseñar a no desafiarme – y dejo a María con la palabra en la boca y se fue a su habitación ya que lo había mandado allí, no por tener más privacidad sino por lo que iba a usar al finalizar el castigo
Y como era de esperar, cuando entro encontró a Chus sentado en la cama y Mar se acercó, era la primera vez que no iba a ser el tío guay, no quería hacerlo pero ahora estaba bajo su responsabilidad se sentó en la cama le dijo a Chus que se pusiera de pie.
Chus: Tiooo – suplico y Mar resopló
Mar: Chus ni tú quieres ni yo tampoco, azin que terminemos cuando antes – Chus sabía que su tío iba a seguir adelante pero él no quería que su tío lo castigara, total solo le llevaba trece años y siempre le ayudaba a sacar permiso de su padre cuando venían a visitarlo y ahora estaba ahí a punto de castigarlo, con esos pensamientos quiso de salir corriendo pero su tío al parecer leyó sus pensamientos lo agarro del brazo y empezó a desabrochar el pantalón, a Chus le recorrió la vergüenza y se puso rojo y todo el intento que quería hacer para zafarse quedo en nada, Mar solo le bajo el pantalón para evitarle más vergüenza y tiro de él para tenderlo en sus rodillas, fue cuando Mar lo cogió de la cintura y Chus agarro el edredón de la cama de su tío y cerró los ojos esperando el primer golpe – plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF plaf NO VUELVAS A ZALIR ZIN PERMIZO plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF plaf plafff plaff plaf plaf plaf
Chus: Ya tío – estaban empezando a picar y Chus estaba nervioso no sabía cuándo iba a durar su castigo
Mar: NO ME VUELVEZ plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF plaf A ZALIR plaf plaf plaf plaf POR LA VENTANA PLAF PLAF PLAF plaf QUE TE PUEDE plafff plaff plaf plaf plaf PAZAR ALGO MALO
Chus: Ya tío yaaa auuu – Mar lo soltó y Chus aunque sí que le había picado bastante y le seguía ese escozor respiro tranquilo, pensando que salió bien parado pero Mar lo saco de sus pensamientos
Mar: Ve a por el cepillo – y Chus abrió la boca de asombro, ni loco iba a ir y negó con la cabeza y Mar le volvió a dar la orden – obedece Chus, que está en el tocador de María – ni siquiera tenía que salir, esa cosa estaba a unos escasos metros de él pero no iba a ir para que encima le pusiera el culo como un tomate y Mar cansado ya, decidió levantarse y Chus se quedó inmóvil, era como ver a su tío a cámara lenta coger el cepillo del tocador, ni siquiera lo tenía guardado en un cajón, Mar lo volvió a coger del brazo pero Chus empezó a tirar para soltarse no quería sentir ese instrumento en su trasero – ya Chus terminemos de una vez – pero Chus solo hacía que negar con la cabeza, al final Mar lo tiro con más fuerza y lo volvió a poner en sus rodillas – pak pak pak pak pak pak pak pak pak pak – se los dio todos seguidos que a Chus se le cortó la respiración y por muy valiente que se quiso poner, empezó a llorar
Chus: AAUUU aaauuu ya shij shij shij tío ya buaaaaa – Mar soltó el cepillo y le acarició la espalda, Chus ya se dio cuenta que todo se termino y se puso de pie, se limpio las lágrimas que le escurría por la cara y trato de vestirse
Mar: Los que te di con el cepillo es para que no vuelvas a desafiarme – le advirtió y Chus se puso rojo, era verdad que le gritó a su tío y cerro los puños con ganas de soltarle uno en lo cara
Chus: Lo ziento… perdón – Mar lo abrazo y lo pego a su pecho, ahí noto el cambio… su sobrino si que le llegaba en cambio Toño estaba unos centímetro más abajo
Mar: Perdonado – contesto pero lo tuvo un buen rato abrazado, era extraño el que su sobrino no estuviera diciendo lo injusto que era a diferencia de Toño, quizás eran los tres años de diferencia con Toño y se notaba la madurez
Chus: Voy a mi habitación – Mar lo volvió a abrazar dándole un beso en la cabeza
Mar: No tardes en bajar que vamos a cenar – Chus afirmo con la cabeza – ¿Chus estás bien?
Chus: Zi – respondió triste pero Mar no le dio mucha importancia, total¿que chico de su edad estaba feliz después de un castigo?
Mar bajo a la cocina y a los quince minutos también bajo Chus ya no se veía tan deprimido, se sentaron en la mesa todos estaban hablando como si nada hubiera sucedido cuando escucharon el timbre.
Toño: Yo abro – Toño siempre encontraba un pretexto para levantarse de la mesa sin terminar de comer sus verduras
Mar: Quieto ahí, ya obró yo – Toño resopló con fastidio pero volvió a coger el tenedor
Y Mar al abrir la puerta se llevó la grata sorpresa… su Taya ya había regresado, como siempre Mar la abrazo levantándola unos pocos centímetros del suelo dándole vueltas haciendo que la pobre grite, la mujer que ya estaba mayor para que Mar le hiciera eso, pero él la quería mucho… la quería como a una abuela.
Taya: Bájame pedazo de sinvergüenza – Mar empezó a reír sin parar de dar vueltas – bájame si no quieres que me quite la zapatilla
Mar volvió a reír dejándola en el suelo recordando la única vez que Taya lo castigo, ella nuca los castigaba no se veía con ese derecho pero Antonio salió a un viaje que no pudo darle de lado, para ese entonces Mar ya tenía a Toño que apenas tenía un mes y era un sube y baja de sentimientos, estaba deprimido y no quería comer y al no estar su padre aquello se acentuó, el primer día Taya se lo perdono, pero dos no, así que el segundo día le advirtió que si no se sentaba a comer se iba a quitar la zapatilla y le iba a dar una paliza, pero claro a Mar no la creyó capaz y se dispuso a salir de la cocina y Taya no tuvo más remedio que llevar a cabo su amenaza.
Taya: Zientate Mar que no quiero utilizar esto en tu trazero flaco – le dijo mostrándole la zapatilla, Mar la miro con enojo y quiso correr, y ya no más le vino la primera de muchas – plop PLOF PLOF PLOF – así lo fue arrinconado a una esquina de la cocina – PLOF PLOF PLOF PLOF PLOF PLOF
Mar: Ya Taya que duele – pero Taya ya perdió la paciencia y no le hizo caso y siguió con su tarea y Mar por más que quería esquivar le iban cayendo en las piernas y el trasero
Taya: PLOF PLOF PLOF PLOF PLOF PLOF PLOF
Mar: grrrrr ya – en eso Luis llego de la universidad mirando el espectáculo, ninguno de los dos escucho la puerta de la entrada
Taya: PLOF PLOF PLOF PLOF
Mar: grrrrr shisj shisj ya Taya – la mujer al verle llorar le dio pena
Taya: ahora te sientas y te comes lo que te ponga zi no quieres que ziga – y Mar se sentó y Luis lo abrazo, no solía hacerlo mucho pero sabía lo mal que lo estaba pasando su hermano, el también se sentó y cuando Taya les había servido abrazo a Mar – pequeño no ves que zi zigues azin te vas a enfermar venga come que después hay helado de chocolate – claro está que si a Luis le dio pena en ese instante luego fue burla por mucho tiempo hasta que una de las veces Taya le hizo la misma advertencia… que si no dejaba en paz a su hermano iba a probar la zapatilla
Toño al oírles salió a saludar a la mujer después que todos la saludaran y se levantarán de la mesa para ir a la sala Lucas se tuvo que agarrar porque sintió un gran mareo que asusto a todos.
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