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martes, 28 de diciembre de 2021

Una perfecta familia, Capítulo 29


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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

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 Una perfecta familia 

 Autora: Terry 

 Capítulo 29 

 

 


Cuando Mar iba por la tercera  copa María decidió intervenir y salir al encuentro de Mar a ver qué sucedía, sentándose a su lado en la banca cuando vio lo que Mar estaba haciendo, beber solo.


María: Hola cariño – le dijo cogiendo la copa que tenía Mar y bebiendo de ella le pregunto – ¿no pensabas invitarme? – en respuesta Mar le dedico una sonrisa tierna 


Mar: Fue de improviso – María le sonrió 


María: Me contarás qué es lo que te pasa – le pregunto con una sonrisa comprensiva pero Mar se sintió incómodo  


Mar: Na, no me paza na – aseguro porque no quería preocupar a María con sus dramas, estaba contento de tenerla a su lado, esperaba ansioso el próximo fin de semana para pedirle matrimonio  


María: Pues a mí me parece to lo contrario – y se quedaron en un silencio – ¿es que no confías en mí? – en respuesta Mar cogió la mano de María y la beso


Mar: Claro que confío en ti …. Solo no quiero aburrirte con mis dramas – María le dio un beso suave en los labios y apoyó su cabeza en el hombro de Mar sin intención de soltar el tema


María: Tus dramas son mis dramas amor – lo  volvió a besar y aprovecho lo de ponerse acaramelados 


Mar: Vamos a la cama – prefirió decir y la cogió por la cintura y la miró con picardía – no a dormir precisamente – se volvieron a besar apasionadamente y tuvieron una noche de amor




A la mañana siguiente todos se levantaron tarde ya que era domingo, Mar fue a despertar primero a Lucas ya que el chico se levantaba nada más llamarlo a diferencia de Toño y le dijo que se duchara y se vistiera cómodo que iban a pasar el día fuera, con eso fue suficiente ya que a Lucas la idea le pareció brillante pues llevaba mucho tiempo sin salir, casi desde que entro al internado donde nadie lo hacía si los familiares no pedían permiso para ello; Mar después de dejar a un sonriente niño fue a despertar al que día a día le daba las fuerzas de vivir… ¿qué haría él sin su bichito?.




Mar: Churri mi vida arriba – murmuro en su oído, pero solo tuvo como respuesta, un gruñido – vamos ¿quieres quedarte aquí? – y otro gruñido; Mar suspiro, sabía que hablando no iba a tener éxito, así que le quitó las  sábanas y tiró de él suavemente para pararlo de la cama, fue cuando Toño empezó a frotarse los ojos 


Toño: ¿Que paza? – pregunto y Mar le sonrió dándole un beso en la cabeza


Mar: Nada mi vida, que son las once y tenemos que desayunar antes de zalir – con eso Toño sonrió de oreja a oreja, tenía ganas de salir ya que el viernes le darían las vacaciones de verano y había  estado muy estresados con los exámenes




Claro que primero tenía que ayudarle a ducharse y a vestirse ya que todavía tenía la escayola en la mano, luego de eso Mar bajó a la cocina, donde solo estaban los adultos, los chicos estaban cogiendo todo lo que según ellos les iba hacer falta para la salida. 




Mar: Buenos días – saludo contento, estaba de buen humor hasta que su padre habló


Antonio: Buenos días…. Espero que hoy hablemos de qué puñetas te paza – dijo de buenas a primera y a Mar se le quitó el buen humor


Mar: Zi no te diste cuenta en to estos años, no ze pa qué te preocupas – respondió ásperamente




Antonio iba a decir algo, pero un tropel de gritos y risas entro a la cocina interrumpiendo la charla, lástima que no sea mas antes porque a Mar no cambio de humor todo el día, aun asi se sentó con el resto a desayunar y cuando sirvieron la tazas de leche para los chicos Toño empezó con su reclamo de siempre en mal momento.




Toño: Paaaa, yo no quiero leche, ¿puedo tomar otra coza por favor? – le dijo con voz lastimera 


Mar: Hoy no empieces Toño – pero Toño no se dio cuenta del cabreo que tenía su papá


Toño: Pero no quier – y se quedó sin poder terminar la frase, ya que lo levantó de la silla cogiéndolo por la axila 


Mar: PLAF PLAF PLAF – le dio tres azotes bien fuertes que Toño quiso esquivar poniendo su mano en el trasero y echando la pelvis hacia delante pero no tuvo éxito, Mar lo sentó en la silla y  a Toño se le cristalizaron los ojos del llanto, pero se aguantó, no iba a llorar delante de todos – ¡no quiero ni un reclamo más!




Todos lo miraron mal ya que esas nalgadas eran innecesarias, sin contar con la vergüenza que hizo que Toño quede en silencio muy triste, se le quitó toda la alegría con la que se levantó; María le echó una mirada asesina, estaba enfadada con Mar por su  manera de actuar; aun así se dispusieron a salir, fueron a un parque acuático que también tenía atracciones, los chicos alucinaron menos Toño que se sentía cada vez más triste, es que su papá no le dijo ni media palabra desde el desayuno y para colmo cuando bajaron del coche su padre lo cogió de la mano haciendo que Toño se sienta de nuevo avergonzado, él no tenía dos años pero no quiso decir nada ya que su papá le había dicho “ni un reclamo más” a manera de advertencia.


Chus y Lucas querían animar a Toño y lo primero que hicieron fue ir a los toboganes esperando que con eso Toño se anime, pero Toño no los siguió como costumbre, así que decidieron  llamarlo para que fuera con ellos pero Toño no quiso, se quedo en un rincón de la piscina bamboleando los pies, cualquiera que lo veía podía darse cuenta de que Toño no estaba bien,  todos menos Mar que sería distraído en su mal humor, así que María cogió a su bebé y lo llevó a las atracciones, casi obligado logrando que Toño se le olvidó un poquito de su tristeza, desgraciadamente no pudieron quedarse más rato porque tenían que volver con el resto,  era hora de comer lo  malo fue que Maria prometió que todo estaba bien, pero cuando vio la cara de su papá, pensó que aún estaba enfadado con él lo que le quito el apetito, deprimiéndose nuevamente.




Antonio: Vaquero ¿estás bien? – él sabía muy bien lo que le pasaba


Toño: Zi estoy bien 


Antonio: Pues no se nota no as comido na – dijo en voz alta a ver si su hijo se daba cuenta de lo que estaba haciendo, pero Mar estaba en otro norte, a Toño le estaba dando unas tremendas ganas de llorar pero no lo iba hacer delante de todos y pidió permiso para levantarse


Toño:  ¿Puedo ir al baño? – pregunto temeroso con la voz temblorosa


María: Zi, zi puedes – contesto, antes de que Mar meta otra vez la pata – ¿Lucas cariño puedes acompañar a Toño? – le pidió,  Lucas levantó la cara de su plato  extrañado, pero al ver a Toño se paró de inmediato


Lucas: Zi claro – contesto aunque extrañado de que no lo acompañará Mar, es que María le cogió de la mano… quería hablar con Mar de lo idiota que estaba siendo

Lucas mas perspicaz, apuro a Toño al baño y Chus se retiro a ver los juegos, mientras María le dijo a Mar que la acompañara, quería a cantarle las cuarenta  al tonto de Mar…

María: ¿Ze puede zaber qué coño te paza? – le dijo roja de la furia   

Mar: Na, ya te dije que na – respondió pensando en los líos con su padre, lo que enojo mas a María porque estaba claro que no se percato en el estado de su propio hijo


María: No ze que mierda te paza, pero Toño no tiene la culpa de tus pedos mentales – y eso sorprendió a Mar, luego se dio cuenta de que María se estaba conteniendo de no darle un sopapo 


Mar: Yo no – y no pudo decir nada más porque María volvió a la ataque 


María: ¡Te estás pazando con el niño! – le grito – esta mañana le pegaste zin motivo, luego no le hablas en todo el día y para colmo no solo él sino todos tenemos que aguantar la cara de enfado que traes arruinando nuestro paseo – no  podía aguantarse decir aquello, es que se estaba pasando de verdad


Mar: Yo no estoy enfadao con el – aseguro sorprendido de la acusación  


María: Puez ezo el no lo zabe ¿porque crees que se fue al baño? – le pregunto – porque cree que aún estás enfadado con él ya no le has dirigido la palabra en toda la puta mañana,  él, ni ninguno de nosotros tenemos la culpa de que estés enfadao con tu padre como para que traigas esa cara de mala leche a cuestas – e hizo una pausa para coger aire – o arreglas esto o nos vamos, porque no voy a permitir que Toño en vez de estar pazandolo bien, este llorando por los rinconcitos por el gilipollas de su padre – sin más María se dio la vuelta y se fue a la mesa con los demás




Mieentras Lucas empezaba a preocuparse más y más por Toño quien llevaba ya un buen rato dentro del baño y no salía así que se dispuso a llamarlo para ver si estaba bien.




Lucas: TOC TOC TOC Toño ¿estás bien? – pero no tuvo respuesta – Toño contesta ¿estás bien? – repitió  y la puerta del baño se abrió dando  paso a un Toño con los ojos rojos como tomates – ¡Toño!... ¿qué te paza? – pero Toño ya no pudo más y se abrazó a Lucas y se puso a llorar, al principio Lucas no sabía qué hacer pero a los segundos le correspondió el abrazo – ¿qué tienes?, ¿te duele algo? – y Toño se apretó más fuerte y empezó a hablar entre gemidos, quejándose


Toño:   Es que está enfadao conmigo… ni siquiera me habló – y rompió a llorar de nuevo con mucho sentimiento, y era de comprender, aun con Maria presente en el papel de madre, no  lo era y ese lazo de sangre algunas ocasiones tenía mucho peso, porque en el corazón de Toño su padre tenía que ser incondicional, como lo era él


Lucas: ¿Quien tu papá? – Toño afirmó con la cabeza y Mar que hacía unos segundos había llegado le dio la razón a María mentalmente y se acercó por detrás a su hijo y le dio un beso en la cabeza, rompiendo el abrazo de Lucas para abrazarlo el… como tenía que ser desde un principio 


Mar: Cariño no estoy enfadao contigo – le dijo agachándose él a su altura y Toño se apretó fuerte a su papá, Mar le dedico una sonrisa a Lucas, estaba agradecido con él, porque el chiquillo se estaba portando como todo un hermano mayor con Toño, protector y comprensivo – gracias Lucas por cuidar de él – murmuro revolviéndole el pelo y Lucas le dio una sonrisa – anda ve y termina de comer    campeón – le pidió con disimulo y Lucas entendió lo que quería, que lo deje a solas con Toño quería arreglar las cosas con su hijo – perdona cariño – le dijo mientras le besaba la frente saliendo del baño a una jardinera cercana –  yo estaba de mal humor y las pagué contigo, me porte mal hijo la siento – Toño se despegó un poquito del abrazo


Toño:   ¿De verdad? – le dijo con toda la cara cubierta de lágrimas y mocos 


Mar: De verdad churri el enfado no fue contigo




Mar se golpeó mentalmente la cabeza al recordar la promesa que se hizo a sí mismo, nunca hacer lo que su papá hizo con él: hacerlo sentir no solo mal sino inútil y eso hizo que recuerde sin querer aquel amargo momento, tantos años de eso y aun cuando su padre reconoció su error y se disculpo, la herida ya estaba hecha. Aquel entonces, Pilar se había marchado a su casa apenas nacer Toño aludiendo depresión pots parto, así que fue él quien se quedó a cargo de Toño con la ayuda de su padre; tenía que reconocerlo Antonio le había enseñado todo lo que se refiere a cuidar y educar a un hijo desde sus primeros pasos, vamos que le enseño incluso a cambiar un pañal, pero otra cosa que le enseño fue  ser muy sobreprotector y nunca la permitía que Mar haga algunas cosas solo sin ayuda de un adulto como bañar al bebe, pero tampoco le permitía que lo deje solo sin supervisión, eso obviamente cambio radicalmente su vida en todo sentido de pronto ya no podía hacer las cosas habituales a su edad y se fue alejando poco a poco de todos sus amigos.


Una tarde de esas en que estaba con el bebé a solas Taya, una mujer entrada en años ya que fue su nana, al verlo todo el día con el niño en brazos, decidió liberarlo de la carga aquella y se ofreció ayudarlo y cuidar del bebé para que él puede jugar o hacer lo que quiera, desgraciadamente eso lo metió en un problema con su padre haciéndolo sentir culpable sin motivo.




Mar: ¿De verdad Taya? – Mar se le puso un brillito en los ojos 


Taya: De verdad mi niño, esta tarde emplearla en lo tú quieras, pero ezo sin zalir de la caza, que zi no tu y yo estaremos en problemas – Mar desde ese momento ya sabía lo que iba a hacer 


Mar: Gracia Taya – y  le dio un gran abrazo antes de salir a la sala a ponen su videoconsola




Estaba tan concentrado en su juego que no sintió a su papá llega , Antonio al verlo jugar y no ver al bebé por ningún lado le pegó un tirón a los cables asustando a Mar.




Mar: Papi ….me azustaste – y se dio cuenta que su papá estaba muy enfadado 


Antonio: ¿Dónde está el bebé? – le dijo de un grito


Mar: Con… con Taya – no sabía porque le gritaba de esa manera


Antonio: Pero el que lo tiene que cuidar eres tú no Taya – y le jalo de la oreja haciéndolo parar – fuiste tú el machito que se metió en las bragas de una chica, azin que erez tu quien ahora azume tus consecuencias – y empezó a gritar cosas que ni Antonio se estaba dando cuenta 


Mar: Peroo – Mar quería decirle que Taya se ofreció pero su papá no lo dejaba hablar 


Antonio: ¿Tu también quieres echar el culo fuera como su madre? – le pregunto cortando toda posibilidad de explicación y Mar sintió un enorme hueco en el pecho – pues esto no estaría pazando zi hubieras dejado tu bragueta cerrada – y Mar se quedó sin habla su papá nunca le hablo de esa manera – tener un crío son laz consecuencia de follar sin condón – y Mar se puso rojo con un calor horrible en la cara, su padre lo estaba avergonzando sin necesidad y Antonio se arrepintió de haberle hablado así 


Mar: Permiso papá – dijo con un nudo en la garganta y se fue a buscar a Taya para coger a su bebé corriendo, tropezando en el proceso y no dejando que lo ayude




Antonio al verlo en ese estado se dio cuenta de que había sido muy duro con sus palabras, quería disculparse pero la hora se lo impedía, estaba con el tiempo a cabales así que cogió los papeles que había venido a buscar presto a salir, pero antes fue habla con Taya para que se echara un ojo a Mar.


  


Antonio: Talla échale un ojo a mi enano, por favor – sabía que se había pasado pero lo estaban esperando para una reunión


Taya: Pero si me ofrecí a cuidar al bebé esta tarde para que él tenga un respiro, mi niño no tiene tiempo para él y vino llorado y se lo llevó y se encerró en su alcoba – no sabía lo que pasó porque por más que le pregunto no tuvo respuesta 


Antonio: Cuando llegue y lo vi me enfade con él y he sido muy duro con mis palabras – dijo con vergüenza –  pero me tengo que ir me esperan en una reunión cuídamelo – le dijo con pena 


Taya: No hace falta que me digas yo siempre lo cuido




Con eso Antonio se marchó dejando a Mar hecho un mar  de lágrimas en su habitación, estaba tan deprimido no bajo a comer ni a merendar, solo salió a por los biberones de Toño; como no quiso comer Taya le preparó un bocadillo y zumo y frutas lo puso en una bandeja y se lo subió a su habitación pero Mar solo hacía que llorar y llorar y Taya salió de la habitación muy enfadada con Antonio por hacerlo llorar así de esa manera, cuando Antonio llegó preguntó por Mar y Taya le contó lo ocurrido que no salió de la habitación y no comió en todo el día Antonio subió a la habitación encontrado a Mar al lado de la cuna de Toño tocándole los piececitos. 




Antonio: Que lindo es – murmuro y Mar se sobresaltó porque no lo escucho pasar 


Mar: Zi – dijo con un nudo en la garganta 


Antonio: ¿Haz comido? – le pregunto dándose cuenta de la bandeja que estaba sin tocar


Mar: Zi – volvió a responder sin despegar la mirada ade la cuna y Antonio le dio una nalgada


Antonio: No quiero que me mientas – Mar miró a su papá con un puchero y Antonio lo abrazo recién, fue cuando Mar volvió a llorar desconsolado


Mar: Lo ziento yo...yo zolo quería jugar un momento – le explico – pero yo sí quiero a Toño – dijo soltándose de su padre y alzando al bebe para llorar abrazándolo, no quería soltarlo y lo apretaba demasiado haciéndolo llorar, a Antonio   se le hizo un nudo en la garganta por las palabras de su niño 


Antonio: Lo sé mi vida, lo sé – le dijo abrazándolo por detrás –  el que lo siente zoy yo,  no debí hablarte azin zi dejar que te expliques – y Mar se giro por fin


Mar:  Yo no voy a  dejar a Toño, yo lo quiero más que a mi vida – gemía sin dejar de llorar –Taya me dijo que ella lo cuidaba …...y  yo tenía ganas de jugar un ratito a la pley – y Antonio se dio cuenta de lo injusto que fue, su hijo ni siquiera se fue con sus amigos, solo estaba jugando que era realmente lo que le correspondía 


Antonio: Ya mi vida no llores – murmuro  limpiándolo con un pañuelo 


Mar: Ze que no zoy lo mejor para mí churri pero trato de esforzarme


Antonio: NO hijo no dij – pero no pudo terminar porque Mar siguió hablando


Mar: Tienes razón en vez de estar con mi hijo he preferido jugar con ese estúpido juego  soy una mierda de papá para Toño – y Antonio atino solo abrazarlo y darle besos en la cabeza para que se calmara meciéndolo parado sin dejar de murmurar palabras bonitas, queriendo borrar lo que hizo


Antonio: Na de ezo, ratoncito yo estoy muy orgulloso de ti eres un excelente papá y tu hijito se sentirá muy orgulloso y seguro de ti, como me siento yo




Aun así Mar no le creyó y se convenció de que lo decía  solo para que dejara de llorar, la vida era injusta primero murió su mamá cuando tenía doce años después en unos años conoció a María y otra vez se sentía feliz pero metió la pata con Pilar y la perdió, solo le quedaba por felicidad a esa bolita de carne rojiza, gruñona y llorona que paso a ser su única fuente de alegría por mucho tiempo.


Mar se quedo absorto en sus pensamientos sin darse cuenda que Toño seguía llorando abrazado a él y que tardaron más de la cuenta, tanto que Antonio los fue a buscar y cuando dio con ellos cogió a Toño limpiándose la cara.




Antonio: vamos a cenar mi vida tú hermano está abajo esperándonos – y los llorozos de Toño trajeron a Mar a la vida actual 


Mar: Heee ya no ze llora más – y se separo un poco para cogerlo de mentón y que lo mirara 


Toño: Es que no me hablaste y me sentía mal, ya sé que no quieres a un hijo que te de tantos problema… lo ziento – se disculpo nuevamente, Toño estaba más vulnerable que nunca


Mar: No… no mi vida, mi cielo, mi niño hermoso tú no tienes que disculparte de nada, yo te quiero tal y como eres churri, eres mi razón de vivir yo te quiero mucho hijo, ¿qué haría sin ti hijo, que haría sin ti si eres mi fuerza mi razón? – Toño miró a su papá   


Toño:  Yo también te quiero papi – respondió con un abrazo muy sentido de parte de los dos




Tras eso Mar hizo algo que Toño ni ninguno imagino, lo cargo como si fuera un bebe y así se lo llevo a la mesa, pero Toño por primera vez no se sintió enojado, sino se abrazo a papa de su cuello, era su necesidad de sentirse amado y amparado, aceptado como lo que era, un  mimito infantil para sanar su pequeño corazoncito herido, después de eso ambos lo pasaron juntos divirtiéndose hasta la hora de volver, y aun cuando los chicos rogaron por quedarse un poco más no pudo ser porque al día siguiente Toño y Chus tenían clases, en cambio Lucas ya tenía las calificaciones finales, prácticamente estaba de vacaciones pues los directores de ambos colegios decidieron que era mejor adelantar sus exámenes en vista al cambio de núcleo escolar, en vista de que no valía la pena volverlo a inscribir para tan apenas 2 semanas de clases más, así que todos se marcharon a la hora convenida, solo que esta vez, Toño ya no quería que papa lo trate como niño.




Toño:  Papaaa – le dijo enfadado, vaya manía que tenía hoy su papá – que no zoy un bebé zueltame, yo ze andar zolo – estaba indignado,  en esa zona había muchas personas y era vergonzoso ir de la mano de su papá pero Mar solo lo miro dio un suspiro


Mar: No, no vas a ir zolo y lo sabez – María suspiro, ese era el castigo que decidieron los dos desde el accidente


Toño:  ¡Porque eee¡ ¡porque! – ya se estaba cabreando y empezó azar la voz 


Mar: Primero me bajas ese tonito y segundo no vas a ir tu zolo hasta que vuelva a confiar en que no vas a salir corriendo –  Toño ya sabía porque era


Toño:  Papá ...ya no lo voy hacer mas – y miro a Mar a los ojos, pero papá los apartó sin no lo convencería


Mar: Lo ziento Toño, no voy a cambiar de opinión – y Toño dejo caer los hombros resignados




Chus y Lucas sintieron pena de Toño entendiendo que le diera vergüenza, asi que decidieron ponerse más o menos cerca para taparlo del resto, Antonio que se dio cuenta de la situación no pudo  recriminar nada, él había hecho lo mismo con Mar cuando era poco más como Toño y cruzó sin mirar la calle casi haciéndose atropellar por distraído.




Mar: Zube Toño, que ya voy y te ayudo – le ordeno su padre apenas llegaron a casa, es que a la salida del cole fueron a cenar a un restaurante y ahora estaban en casa, era casi el filo de la hora de dormir, pero cuando subió se lo encontró leyendo un libro de la escuela – ¿qué haces Toño? – le pregunto extrañado ya que en los últimos días ya no hacían deberes 


Toño:  Estoy repasando para un examen – a Mar le dio rabia ahora se iba a poner a  estudiar


Mar: Pero Toño hijo no crees que no es el tiempo ¿porque no dijiste nada antes? – no quería enfadarse con él pero estaba empezando a molestarse


Toño: Ya estudie, solo estoy repasando – contesto muy airado –  es que un chico de mi clase se hizo el vivo con el profesor y nos dijo que hoy teníamos un examen y servía para nota final – Mar se quedó mirándolo un rato, sabía  que eso lo hacían mucho los profesores, si uno la cagaba lo pagaba toda la clase 


Mar: Vamos te ayudo a bañarte, repasa media hora más y baja a que te pregunte para ver si estás preparado… tenías que haberme dicho Toño que tenías un examen 


Toño:   Es que yo también quería ir al paseo – Mar lo miro      resignado que mas podia ser, el hubiera hecho lo mismo es mas lo hizo muchas veces 


Mar: Anda vamos que te ayudo pero como suspendas el examen te tiras todo el verano estudiando – le dijo a modo de amenaza 


Toño:  Pero papiii 


Mar: Hijoooo – y uso el mismo tono de voz que Toño – anda vamos que te ayudo




Cuando terminaron Mar bajo con los demás, Chus y Lucas acababan de ducharse y estaban en la sala mirando un programa antes de irse a la cama, Toño a la hora acordada con su papá bajo para que le preguntara sobre el tema estudiado, contestando a todas las preguntas, es que se sabía el tema.


Así estuvieron un rato mas hasta que fue hora de dormir, quedando solo Mar y Antonio, pues María se adelanto a alistar la ropa de los chicos y la de Mar…




Mar: buenas noches – se despidió de su padre sin mirarlo y sin darle el abrazo que solía, apurado por abandonar la sala


Antonio: Quédate, tenemos que hablar – ordeno Antonio


Clavando a Mar en el piso momentáneamente paralizado, él sabía que su padre no cesaría en esto así que se giro mirando a su padre sin emoción en el rostro, sentándose en el sofá dispuesto a discutir, pero el problema era ¿Diría Mar lo que tenía dentro suyo?

















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