Translate

miércoles, 13 de octubre de 2021

Una perfecta familia, Capitulo 26


一一一一一一一一一一一一一一一

Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

一一一一一一一一一一一一一一一




 Una perfecta familia 

 Autora: Terry 

 Capítulo 26 

 

 



Aun con las primeras reservas de Toño con lo dicho por su padre, de darle a Lucas el mando, la verdad es que se pasó bomba con él, Lucas resulto ser muy considerado amable y protector, tanto así que apenas papá le puso el dinero en el bolsillo, Lucas empujó la silla hacia las maquinitas y lo pasaron genial, el dinero no les duró mucho como era de esperar así que sin mayor conflicto volvieron donde estaba Mar y María, retornando de nuevo a la clínica, donde la doctora les dijo que Lucas tenía anemia y que tendría que tomar unas pastillas después de almorzar por el lapso de tres meses,  comer adecuadamente y dentro de un tiempo volver hacer otra vez la analítica, después de eso,  con la receta en la mano y la recomendación dietética se fueron a casa, pero a Toño ya le estaba haciendo efecto el café.


Toño:  Papiiii – y otra vez con el papi, pensó Mar

Mar: ¿Que pasa Toño? – respondió mirándolo por el espejo retrovisor y lo vio dando saltitos en el asiento, ya sabía que no iba a terminar bien la cosa

Toño:  ¿Podemos jugar? – pregunto, pero Mar lo corto

Mar: No Toño – negó papá sin mirarlo más, concentrado en la carretera, pero explicando el plan que tenía en mente – cuando lleguemos te ayudo a bañarte, haces los deberes que te los iban a mandar con Chus, después cenaremos juntos, si hay tiempo vemos un ratito la tele y a la cama que mañana si tienes cole – pero eso no convenció a Toño que recurrió a su madre

Toño:  Mamiiiii dile que un poquito

María: No Toño, papá tiene razón ahora has cazo a papá

Toño: Vosotros flipais en colores, yo voy a jugar un rato a la Play – dijo con mucha actitud

Mar: Lo que va a cambiar de color es tu trasero a uno muy intenso ¿quieres? – pregunto papá que para eso volvió a mirar por el espejo retrovisor esperando respuesta

Toño: NOOO – elevo un poco la voz y  se cruzó de brazos, tras eso prefirió mantenerse callado en su asiento


Mientras Lucas reía en sus adentros, asombrado de la naturaleza de Toño, ese chico era alucinante y cada vez le caía mejor y eso solo porque era capaz de hacer que Mar y su hermana renegara todo el rato, algo que el disfrutaba sanamente, después de 15 minutos más o menos, llegaron a casa y como era de esperar los adultos se contaron todo pero como era costumbre Toño le conto todos los pormenores a su abuelo, solo que al estar tan agitado hablaba casi a gritos, moviendo mucho las manos y el abuelo ya no sabía ni lo que le estaba contando, en algún momento perdió el hilo de la charla.


Antonio: Mar ya lo dejaste comer mucho dulce – acuso a su hijo

Mar: No papá, se bebió mi café cuando estaba distraído – le conto con cara de resignación y  Antonio tuvo que morderse la boca para no reírse, pero por cómo  estaba Toño, sabía que su nieto no terminaría bien – Toño vamos al baño te ayudo – pidió papá apiadándose del abuelo

Toño:  Es ¿que no ves que estoy hablando con el abuelo? – pregunto todo descarado, mientras Lucas estaba cronometrando el tiempo, a ver cuánto tardaba en perder Mar la paciencia y no tardó mucho cogió a Toño y se lo cargó al hombro como si fuera un saco de papas subió escaleras arriba sin decir nada – ¡déjame no quiero bañarme todavía! – chillaba moviéndose como una culebra

Mar: Suficiente Toño ¿qué te paza? 

Toño: Ozu que pezao eres – contesto de mala manera y Mar prefirió hacer oídos sordos, prefiriendo hacer lo que tenía en  mente: bañar a Toño, así que le quitó la ropa, lo puso en la ducha y empezó a enjabonado con la esponja pero Toño no hacía nada más que gruñir – aagrrr ahhhh ¡no me des tan fuerte! que me vas  esollaaaar – Mar no decía nada pero Toño no dejaba de moverse hasta que en una de esas pego el resbalón y casi cae de espaldas, de no haber estado papá seguro se hacía algo espantoso

Mar: Ya estate quieto PLAF PLAF PLAF – Toño empezó a llorar, fueron pocas pero le dolieron un horror pero Mar siguió con su tarea y lo llevó a la cama donde empezó a vestirlo pero Toño no quiso, estaba enrabietado

Toño: Yo sé vestirme ¡déjame! – le dijo enfadado

Mar: No lo dudo, pero no puedes con la mano lastimada – respondió sin gritar, e le iba a acariciarle la cabeza, pero Toño la ladeó, así que Mar dejo que se vistiera solo, pero Toño no podía y otra vez quiso ayudarlo solo que Toño estaba emberrinchado

Toño:  ¡Te he dicho que yo puedo! – grito y  le pegó en la mano de su papá – PLAF – Toño se quedó sorprendido por lo que hizo y Mar perdió el hilito que le quedaba de paciencia, cogió a Toño de la cama se lo puso en la cadera con el brazo alrededor de la cintura de Toño que se quedó sin que sus pies tocaran el suelo

Mar: PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF

Toño: ayyy ya ya – empezó a gemir

Mar: Hasta que no terminas azi no paras – dijo refiriéndose a siempre terminaba castigándolo – PLAF PLAF PLAF

Toño: Papiii shjis shijs ya no lo vuelvo hacer – empezó a patalear pero no podía soltarse ya que no llegaba sus pies al suelo

Mar: Pues Ezo y espero no zentirte en toda la tarde PLAF PLAF PLAF

Toño:  Buuuuuaaa ya papi me duele – y se largo a llorar ahora si con ganas

Mar: Ya PLAFF no PLAF quiero PLAF mas PLAF berrinches PLAF – Mar lo dejo en la cama para vestirlo, mientras Toño se llevó las manos a su trasero y  empezó a frotarse

Toño:  Shijss shijsss – Toño no dejaba de llorar y ya tenía un sube y baja en sus hombros y la carita llena de lágrimas, cosas que conmovieron a su padre, quien se sentó en la cama y puso a Toño en su regazo

Mar: Ya Toño, no llores – le dijo suavemente mientras le limpiaba las lágrimas  con la palma de la mano, pero eso activo peor el llanto – ¡OH! churri… cariño, ya pazo – empezó a mecerlo – es que nunca haces cazo – se justificó el porqué​ le había castigado

Toño: Yooo lo sieeetooo – ya casi no se le entendía lo que hablaba

Mar: Bueno ya pazo – le limpio los mocos y le beso por toda la cara como cuando era un bebé – no paza ná


Ya cuando estuvo más calmado lo bajo en brazos a la sala donde estaban todos sentados, por los ojos rojos que tenía y el que no quiso soltarse del cuello de Mar ya sabían todos que le habían subido el sueldo, pero nadie hizo comentarios aunque a todos les dio un poquito de pena hasta a Chus, pero Toño no había avía sacado la cara del hombro de papá ni se soltó de su cuello y eso que ya había pasado media hora, Mar se sentía mal, pensando en que quizás se le paso la mano, por el lo dejaba ahí, pero Toño tenía tareas que hacer así que  poco lo separó de su cuerpo para mirarle a la cara.


Mar:  ¿Vamos hacer los deberes? – le pregunto pero Toño negó con la cabeza, no quería soltarse de su papá y le daba igual lo que Chus le dijera por estar sentado en las piernas de su padre, ahí estaba a gusto, además era su forma de hacerle saber que estaba triste por lo que hico – vamos yo te ayudo ¿zi? – agrego papá, pero no dejo que contestará solo se levantó y así cargado lo llevó a la mesa del salón, sentándose ambos a hacer los deberes que Chus le trajo del cole, estuvieron así un buen rato y Mar creyó que Toño volvería a la normalidad, pero no fue así, triste – cariño ya pazo – murmuro al ver que Toño dejo caer una lágrima sobre su cuaderno – basta de llorar si? Ya no quiero verte triste – pero Toño otra vez se puso a llorar

Toño: Yoooo lo siento – murmuro dejando caer un montón de lágrimas nuevamente

Mar: Ya churri – papá lo abrazo secándole las lágrimas – todo está bien entre nosotros no hay que llorar

Toño: Pero yo te pegue – Toño se estaba mortificando con aquello y papá lo sentó otra vez en sus piernas

Mar:  Zolo fue una reacción, no paza nada, además no te castigue por ezo – anuncio y Toño se le quedó mirando – hijo,  es que nunca haces cazo – le explico – no me hiciste cazo cuando el accidente… te hiciste atropellar y mira como eztas y en la bañera no puedez eztar jugando, un golpe en la cabeza y puedes morir y ¿qué hago yo zin ti?, ya van dos veces y encima ziempre haces berrinche – le reflexiono sobre sus actos

Toño: Lo ziento – contesto apenado

Mar: Bueno ya no lo vas hacer más verdad – pregunto papá como era su costumbre para zanjar el tema y Toño negó con la cabeza volviendo con ello a sus deberes


Cuando hubo terminado, después de un rato se fueron a cenar, Mar creyó que Toño volvería a la normalidad pero no fue así, Toño no estaba del todo bien se veía triste todavía y si le hablaban contestaba a duras penas un sí o un no y de ahí no pasaba, pero nadie quiso presionar; acabada la cena los tres chicos se fueron a la sala a ver la tele; Lucas y Chus ya estaban cogiendo confianza y querían ambos que Toño participe, pero aun cuando metían a Toño en la conversación, el menor de los críos persistió en su tristeza, finalmente Chus aburrido subió a la planta alta para sacar su móvil, fue cuando su tío lo intercepto.


Mar: ¿Has hecho ya los deberes? – pregunto

Chus: Zi mientras tú te los llevaste al centro comercial – contesto dejando ver que aquello lo afectaba aun cuando quiera admitirlo menos mal Mar se dio cuenta y fue detrás de él, tenía que aclarar ese malentendido

Mar: No fuimos en plan diversión ni por pasarlo bien

Chus:  A ¿no?,  pues Lucas dijo que estuvieron jugando a las maquinitas – se había prometido no sentir celos pero ahí estaba con ella comandando su voz

Mar: Fuimos al médico con Lucas y mientras zalía los resultados fuimos a comer,​ zolo ezo… no hize una salida, no zi ti cariño – agrego acariciando su cabello

Chus: Pero a Toño zi lo llevastes – murmuro

Mar: Zi porqué el abuelo ze iba a la empreza y no podía dejarlo zolo Chus, si eztando con nosotros delante tenemos que tener mil ojos puestos en él, imagina dejarlo zolo, seguro estaba  aquí toda la policía y bomberos de la ciudad – le dijo y Chus sonrió de medio lado,​ su tío tenía razón su primo era capaz de meter fuego a la casa


Después de eso, ambos regresaron a la sala donde todos veían la tela menos María Mar se sentó a lado de Toño tratando de animarlo, al poco rato María llegó cargada de bolsas y les dio a cada uno las suyas, Chus se puso contento aunque él no fue con ellos en la mañana no se olvidaron de él, pero aun así Toño siguió triste y solo atino a a poyar su cabeza en el hombro de su padre y empezó a jugar con los botones de su camisa, Mar lo rodeo con un brazo y poco a poco Toño se quedó dormido y llevo a su hijo a su dormitorio cuando Antonio le dijo que Toño se durmió.

Minutos después de arropar a su hijo en su cama que esa noche dormiría con él, mando a los otros niños a la cama, recordándole que tenían escuela al día siguiente, pero Chus empezó a protestar.


Chus: Venga tío estamos viendo este programa deja que termine – le pidió con cara de corderito

Mar:: Esta bien pero os advierto, mañana no quiero empezar el día calentado traseros – los amenazó y los chicos pusieron los ojos en blanco


Menos mal la amenaza cayó en saco roto, pues no tuvieron problemas para despertar y Mar se puso contento, pues le tocaba a él llevar a los tres muchachos al cole, pues tenía que inscribir a Lucas en el grado correspondiente, y tenía la esperanza puesta que el día sería maravilloso pero no fue así, al final de la tarde los muchachos se metieron en un lio porque Toño golpeo a Chus, pero nada de aquello hubiera pasado si no era que Chus empezó a molestar a Toño diciéndole frases como “ ya le echo papito en talco al bebé”  o “ ago mi  bebito” , frases que Toño prefirió ignorar, pero todo tiene su límite y el lleno su cuota después de almorzar, haciendo que Toño se suba por las paredes.

Es que Chus no lo dejaba en paz aprovechando que Toño no se quejaba, pero Lucas estaba también muy atento a lo que sucedía sin meterse todavía, dándose cuenta de lo capullo que estaba siendo Chus lo que también lo molesto, todos habían almorzado tranquilamente y Mar y María decidieron salir a ver muebles para decorar las habitaciones de los muchachos, mintiendo al respecto porque era una sorpresa, así que los tres adolescentes se quedaron en la sala viendo un programa mientras Antonio se metió a la cocina a hacer flan para la cena, cuando ya no mas Toño estallo harto de las tonterías de Chus.


Chus: ¿Ya le pusieron pomadita al culete de mi bebé? – pregunto haciendo un ademan de tocarle el culo a Toño y Toño monto en  cólera

Toño:  ¡PEDAZO DE GILIPOLLAS! – grito olvidándose de las buen  hablar – ¡DEJAME EN PAZ CABRÓN! – agrego tomando por sorpresa a Chus, pegándole un empujón que de tan fuerte que le dio acudido por la rabia casi hace hacer a Antonio, que salió alertado por los gritos, viendo el empujón que Toño le dio a Chus, desgraciadamente el abuelo que salía con una paletita de madera que estaba removiendo el azúcar para hacer caramelo se dirijo a Toño cogiéndolo del brazo y planto tres Paletazos en el trasero

Antonio: PLOF PLOF PLOF  que es eso de pegar Toño – y  Toño tomado por sorpresa y dolido, solo atino a frotar su culito mirando al abuelo sin responder, con los ojos cristalizados en lágrimas y se echo a correr escaleras arriba, María y Mar que acababan de llegar y se quedaron parados al ver el panorama, Antonio se iba a volver hacer lo mismo con Chus y fue cuando Lucas increpo a Chus, prendido de rabia es que según él, Chus tenía una sonrisa en la cara

Lucas: ¡HIJO DE PUTA! … LLEVAS AZIN TODO EL DÍA JODIENDO – y le dio un derechazo a Chus en toda la mejilla haciéndolo caer, pero se levantó del suelo rápidamente e iba a responder el puñetazo pero los adultos reaccionaron a tiempo

María: ¡LUCAS! – grito llamando su atención sujetándolo – ¿se puede zaber que te paza? – le pregunto

Lucas: Que este gilipollas lleva azin desde la mañana y el abuelo solo le pego a Toño por su culpa – cuando le dijo “el abuelo” se avergonzó

María: Zube a tu cuarto pero ¡ya! – prefirió cortar María antes de que se meta en más problemas

Lucas: Peroooo

María: Nada de peros ya sabes que pensaba papá de las peleas y de las malas palabras – y Lucas bajo la cabeza y obedeció a su hermana

Antonio:   Tu también ve al tuyo que vamos hablar los tres tu yo y está paletita – le dijo mirándolo fijamente y Chus se puso rojo como un tomate, avergonzado pero obedeció a su abuelo, pensando en que quizás se paso esta vez con sus  bromas

Mar: Huele a quemado – interrumpió Mar frunciendo el ceño y Antonio salió corriendo a la cocina acordándose que no había apartado el cazo donde estaba haciendo el caramelo, cosa que causo gracia a Mar que empezó a reír sin parar, mientras su padre quería fulminarlo con una mirada – deja eso papá, yo me hago cargo, mejor ve a hablar con ellos


Le sugirió dejándole la fea tarea en sus manos, total el lio era con él y Antonio subió a ver a los tenía que hablar con ellos, así que paso primero a la habitación de Lucas.


Lucas:  Paza – respondió cuando llamaron a la puerta se creía que era su hermana, estaba abatido pensando que su hermana seguro venia con Mar para castigarlo por decir palabrotas, pero se sorprendió al ver a Antonio que se quedo en el umbral

Antonio:  ¿Puedo pazar?

Lucas: Zi zi puede paza señor

Antonio:  Me gusta más cuando me dices abuelo – dijo acercándose a  Lucas y se sentó a su lado

Lucas: Lo ziento… yo no debí – y el abuelo lo corto

Antonio: Claro que zi, ya zomos familia… tu hermana y mi hijo están juntos, Toño ya es hijo de María y tu ya eres mi nieto – lo abrazo y Lucas le dio una sonrisa – y  no quiero que me llames de otra forma y menos señor porque eso tiene consecuencias sino pregúntale a Mar – bromeo y Lucas volvió a reír – bueno voy a ver a Toño y después a Chus que parece que en un rato todos os habéis metido en problemas – y  Lucas pensó por culpa de Chus pero no quiso decir nada al respecto, sabía que estaba en problemas con el abuelo


Pero Antonio no fue donde Chus, primero tenía que hablar con su nieto consentido: Toño, y se quedo un rato en la puerta como dándose ánimos,   ya sabía que no iba a ser fácil hablar con él, así que decidió no llamar a la puerta y entro directamente, encontrándose con un Toño llorando desconsoladamente,  Antonio se sentó en la cama y fue a cogerlo del brazo para darle la vuelta para que lo mirara. 


Antonio: He vaquero – Toño miro al abuelo con toda la cara bañada en lágrimas y mocos

Toño: Ya no zoy tu vaquero, ya me has cambiao – dijo sin poder contener las lagrimas

Antonio: Yo no mi vida ziempre zeras mi vaquero – e intento acariciar la mejilla de Toño, pero éste ladeó la cara y al abuelo le dio una espinita en el corazón que no se dejará acariciar… su nieto estaba resentido con él

Toño: Ya no, tú me pegaste a mi zin zaber que pazo, ziempre lo defiendes a él sin zaber quien tuvo la culpa, es más fácil echármelas a mí que zoy el que ze porta mal y el que os hago renegar y él es bien portado que todo lo zabe hacer – reclamo muy sentido

Antonio: No Toño

Toño: AH ¿no? – dijo incrédulo empezando a enfadarse más con su abuelo – el otro día me tiraste  de las oreja zin preguntar y hoy lo mismo, zolo te das cuenta de lo que yo hago pero no de lo que hace el – y Antonio tuvo que reconocer que sus actos confundieron a su nieto para su desmedro pero no pudo decirle nada porque Toño siguió reclamándole – cuando vino a caza me dijisteis que tenía que tratarlo bien y lo estoy haciendo, pero él no y de ezo no os dais cuenta… zolo lo que hace el tonto de Toño ya que a él ze porta bien y yo no – dijo y se largo a llorar de pronto vulnerable y al mismo tiempo sintiéndose culpable, como si se mereciera ese trato – yo no lo hago a propósito… yo no puedo zer como él pero voy a cambiar lo promeeeto – gimió – voy a ser como él azin también me creéis a mí que yo no le hago nada – realmente estaba muy afectado y lloraba entrecortadamente limpiándose con la manga de la sudadera, tenía los ojos rojos los mocos colgando y lágrimas que no dejaban de salir, el abuelo quería abrazarlo pero sabía que tenía que dejar a Toño que dijera todo lo que tenía dentro, pero quizás era mejor haberlo hecho porque lo que dijo después dejo en claro que Toño estaba con el autoestima muy baja a por culpa de Chus o mejor dicho por culpa de sus acciones – yo no zoy bueno, ziempre hago renegar a papá… ayer le pegue en la mano y todos me vais a odiar por lo estúpido que zoy, pero voy a cambiar te lo juro – y se tapo la cara con sus manos sin dejar de llorar y fue cuando su abuelo lo abrazo y beso su cabeza tratado de que se calmara para hablar con él; Mar quiso entrar al oírlo llorar pero cuando vio a su padre abrazar a Toño prefirió no interferir, pero eso sí, iba a tener una larga charla con los tres muchachos para dejar en claro las reglas de la casa, para evitar más peleas  malos entendidos como este

Antonio: Ya mi vaquero ya – decía el abuelo apretando a Toño en su abrazo – no llores azin mi vida… tú no tienes que cambiar y  menos decir que eres tonto y estúpido

Toño: Zi lo zoy y Chus tiene razón… soy un bebé – musito sin estar convencido de las palabras de su abuelo cavando sin querer la tumba de Chus

Antonio: Con Chus voy hablar yo – murmuro el abuelo besando su frente – nunca pero nunca cambies, porque eres maravilloso – dijo con sinceridad – anda deja de llorar – le pidió de nuevo, sacando un pañuelo para limpiarle los mocos y la cara – y para tu información mi bichito – dijo apretando un poco su nariz – cuando te tire de la oreja él también se llevo unos azotes – le explico, pero Toño prefirió no ser tan crédulo por ahí y se lo decían solo para que deje de llorar o no se enoje con él – y Toño, mi vida nunca pienses que te dejo de lado porque aquí – dijo tocándose el pecho – esta divido en cuatro partes iguales para mis cuatro nietos – claro que nunca que para Toño había un hueco más grande para que sus otros nietos no se sientan mal – yo te quiero mucho Toño y si te castigue es porque no debéis pegaros… zois primos, zi te hace algo no los cuentas a nozotro y lo resolvemos ¿vale?

Toño:  pero tu deberías preguntar primero – se animo a decir y el abuelo sonrió

Antonio: vale lo hare, pero recuerda, no puedes golpear a tus primos hijos por muy enojado que estés

Toño:  Lo ziento es que perdí los nervios, desde que vino no deja de meterse conmigo y hoy no paro desde esta mañana – bueno ya que había empezado a quejarse para que callarse aquello.


Para ese momento Mar decidió intervenir, conociendo a Jesús seguro el chico estaba a punto de darle un infarto, así que decidió entrar para liberar a su padre de Toño, además quería abrazar y mimar a su hijo y para eso toco a su padre del hombro y Antonio le cedió el abrazo, fue así que Toño paso del abrazo de su abuelo al de su padre.


Mar: Como te oiga decir una vez más que eres tonto y estúpido vamos a tener problemas tú y yo ¿estamos?

Toño:   Estamos –  se abrazo a su papá se sentía protegido en los brazos de papá


Mientras que Chus se quedó blanco cuando vio a su abuelo entrar con ese instrumento. 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario