Una perfecta familia, Capitulo 21

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 Una familia perfecta 

 Autora: Terry 

 Capítulo 21 

 

 

Cuando Mar y Toño bajaron, María le echó una mirada a Mar que lo fulminó prácticamente y todo porque cuando Mar dejo a Toño en la silla de ruedas ella se dio cuenta de que su niño tenía los ojitos rojos de haber estado llorando solo que no le dijo nada porque era la hora de comer, ya hablaría con él pensó porque hablaron y acordaron no castigar a Toño por el accidente y ahora seguro que lo primero que hizo Mar fue castigarlo por eso grrr renegaba; Mar ajeno a lo que pensaba María ayudó a Toño a sentarse en la mesa para comer, estaban todos disfrutando del almuerzo cuando se vieron interrumpidos por una llamada que puso en mundo de María de cabeza.

Obviamente contesto en privado sintiendo su cabeza explotar, estaba metida en un buen lio, y cada vez se sentía mas ya ms afectada al punto de parecer enferma… no le gustó para nada lo que le dijeron…¿ahora qué haría? se pregunto pero volvió al comedor tratando de calmarse y no alarmar a nadie e hizo como si no pasara nada pero por más que quiso disimular se le notaba a leguas que algo le preocupaba y le había entristecido; Mar se dio cuenta apenas regreso del dormitorio, pero no quiso preguntar delante de los niños, lo haría cuanto cuando ya todos terminaron y toque recoger la mesa y la cocina aprovechando que era su turno y del María, pero no solo era él quien dijo que aprovecharía ese momento, María también tenía en mente reclamarle lo de Toño.

María: ¿porque castigaste a Toño? – le pregunto sin dejar lo que estaba haciendo – habíamos acordado que no lo ibas a castigar – le dijo algo molesta

Mar:: no lo castigue por ezo – se defendió Mar sorprendido por el ataque pero complacido por la agudeza que María tenía para con su hijo –  ...es que cuando lo metí en la ducha quizo zalirze y por poco ze cae de cara al zuelo,  no ze que le paza… pero desde que viniste a vivir con nozotros se porta muy infantil… ¡hace unas niñerías! – dijo como si fuera hubiera descubierto un hueco cuadrado

María: ¿me estás culpado? – dijo indignada

Mar: ¡NO!... por Dios  no pongas cozas en mi boca que no e dicho – dijo también algo molesto

María: en realidad Mar, Toñp ezta en la edad de hacer ezo, ¡vamos! no quieras que crezca tan pronto – reprocho elle pensando que le hubiera gustado estar con Toño desde chico

Mar: bueno yo lo dejaría azin el resto de zu vida – respondió  riéndose de su queja, era cierto, era la edad – pero bueno y a ti ¿qué te ocurre? eztaz medio rara desde esa llamada… ¿paso algo malo? – María se le quedó mirando contenta de que se haya dado cuenta de que algo le sucedía y aprovecho la ocasión para hablar del problema que tenía entre manos

María: Mar tenemos que hablar porque si ha sucedido algo que me trae preocupada – le dijo secado las manos y sentándose en la mesa de la cocina

Mar: Tú dirás – Mar se puso pensativo y se sentó junto a ella

María: ¿Dónde está Toño? – pregunto de pronto, es que no quería que los escuchara hablar

Mar: Mi padre ze lo ha llevado al jardín de atrás

María:  Zabes es mi hermano… me han llamado del internado – le dijo seria, pero Mar no le dio mucha importancia

Mar: ¿Ze ha metió en lios? – preguntó  levantando las cejas

María: No, no ze a metió en lío – y Mar ya se puso más serio

Mar: Entonces que le ha ocurrido – le dijo con cara de preocupación

María: me han llamado por qué esta mal a dejado de comer dicen que está muy triste y cuando termina las clases no zale de la habitación – le conto todo aquello caminando de un lado otro y frotándose las manos, estaba ansiosa

Mar: ¿Llevas mucho zin ir Maria? – ya se estaba haciendo una idea

María: Zi llevo mucho zi ir… hice mal, pero al principio estaba agobiada

Mar: ¿Por qué lo llevaste allí? – él no entendía porque lo distanció de ella

María: Cuando sucedió la muerte de mis padres yo me hice cargo de muchas cosas, y entre los arreglos de la empreza de mi papá, el papeleo y mi trabajo decidí llevarlo para que no pazara tanto tiempo zolo y me he equivocado Mar – dijo tapándose la cara no sabía qué hacer Mar la abrazo

Mar: Puez ir a verlo, hablar con él, explicarle tu auzencia y tratar de arreglar laz cozas ahora – le dijo acariciando la mejilla – yo voy a apoyarte en todo lo que decidaz – agrego

María: Quiero hablar con Toño y contárselo – le dijo limpiándose los ojos, necesitaba aclara la figura con el muchachito, es que con las inseguridades de Toño pensó que era lo mejor

Mar: Te he dicho un millón de veces que zu lugar está a tu lado – se acerco y la abrazo, antes de dejarla salir

Tras esas palabras de consuelo María y Mar fueron a buscar a Toño para hablar con él, María lo consideraba su hijo y quería mucho al niño y no quería que por un error suyo como el que cometió con su hermano, el niño se vea afectado… ¡diablos1 no habría día que se reproche por no haber sido asi de objetiva con su hermano.

Mar: Toño hijo, ven un momento – pidió, pero al darse cuenta que estaba en la silla de ruedas y que estaba con la mano mala fue quien se acerco a su hijo y lo trajo hasta donde estaban María y él, Toño se puso nervioso hasta y pensó que sería el regaño que estaba esperando por lo del accidente bajo la cabeza y se puso serio

María: Toño cariño tengo que contarte algo muy importante – murmuro María con la voz triste y Toño levantó sus ojos despacio hasta que miro a Mar y María que estaban en frente suyo

Toño: ¿No me vais a regañar? – pregunto con una carita que desprendía ternura, Mar lo cargó y lo sentó en el sofá y María se sentó a su lado

María: Toño verás yo nunca te hablé de él – María no sé estaba explicando bien, Toño estaba cada vez más confundido

Toño: ¿De quien? – quiso saber

Mar: Toño atiende y luego haces todas las preguntas que quieras – recomendó papá, dándole un beso en la cabeza, sabía que para Toño iba a ser difícil

María: Mi niño… yo tengo un hermano que está en un internado – dijo con los  ojos triste y aguados – y hoy he recibido una llamada y me han dicho que está mal – le conto cogiendo sus manos con cariño – ha dejado de comer y su salud no es buena, voy a ir a verlo y quizás tenga que venir a caza hasta que mejore – le explico e hizo una pausa y Toño se quedó mudo no sabía qué decir

Mar:  ¿Toño estáz bien? – pregunto su padre preocupado

Toño:  Zi – dijo no muy convincente – por favor llévame a mi habitación – pidió,  ya se había hecho un mundo en su cabeza

Mar: Cariño no vas a decir nada – presiono un poco papá, tratando de ver su raccion, pero tocado la pierna para que se tranquilizara

Toño: No, no tengo na que decir, solo llévame papá – Toño estaba a punto de llorar y Mar lo llevó para que lo asimilara

Y Mar hizo lo que le pidió, se llevo a su hijo a su alcoba, pesando que quizás ahí tenga mejor suerte y su hijo diga algo respecto al tema y apenas lo dejó sentado en la cama y él se sentó al lado suyo sin perder el tiempor para hablar.

Mar:  ¿Que tienes Toño? –  Toño se quedó mirando fijamente a su papá

Toño: ¿Por qué nunca me hablaron de el? – pregunto muy seriocomo sopesando lo que decia y Mar se quedo pensando, ahora que lo mencionaba no sabia la razon

Mar: No lo ze Toño, yo creo que no ze dio la oportunidad

Toño: Ya claro… me habéis hecho creer que estábamos formado una familia, ¡me habéis engañado! – Toño estaba sensible por todo lo que estaba pasando en su vida últimamente, María se mudó a casa a vivir con su padre, su  madre verdadera apareció de pronto buscándolo en el cole y le hizo creer un monton de cosas que no eran realidad, con el tiempo él empezo a ver a María como su verdadera mamá, luego vino Chus a vivir con ellos y no lo dejaba en paz y ahora esto, decia, ¿qué pasaría después?, ¿cuando su hermano esté en casa?... ¿María seguiría siendo la misma?, ¿lo trataría de misma forma como hasta ahora?, o también lo habría engañado como su mamá… con todos esos pensamientos ya no pudo más y las lágrimas empezaron a caer por su cara

Mar: Eh churri ¿porque lloras? – Mar lo abrazo frotando su espalda, algo tenia su hijo – ¿que tienes ? – dijo con dulzura,  empezando a cansarse de verlo llorar el momento menos pensando

Toño: ¿Por qué me hacéis esto? – le dijo apretando el abrazo de su papá

Mar:  El ¿qué mi vida? – ahora Mar estaba muy confundido

Toño: Me habéis hecho creer que éramos una familia, que María era mi mamá y ahora rezulta que tiene un hermaaano… seguro lo va a querer más que a miii – se puso a llorar pero soltándose de su padre, limpiandose las lágrimas con la manga de su camiseta, enojado incoscientemente con el como si hubiera sido parte de aquello; María que subió detrás de ellos se quedó en el pasillo y escucho todo porque la puerta estaba entreabierta así que entro rápidamente y se sentó al lado de Toño y lo abrazo

María: Tú en mi corazón vas a ocupar el lugar de ziempre mi bebe… como ya te he dicho, erez mi hijito, el tesoro más preciado que Dios me puso en mi camino – decía todo eso dándole besos por toda la cara y Toño se tiró a abrazar a María,  quería y necesitaba todos los mimitos y caricias de su mamá y ella así lo hizo, acaricio la espalda de Toño hasta que se fue calmando de a poco y Mar para suavizar la cosa se hizo el ofendido

Mar:  El es lo más preciado que Dios te puzo en tu camino ¿y yo que? – y también se sumó al abrazo, María y Toño se echaron a reír aligerando el ambiente

María: Estoy pensando que como mañana no tienes clase podemos ir los tres a ver a mi hermano, ¿que te parece? – le pregunto a Toño

Toño: No ze ¿él querrá que vaya? – dijo mirando a María

María: Toño zi te zoy zinzera no ze como va a reaccionar cuando me vea – ella sabía que no se había portado bien con su hermanito y le daba miedo enfrentarse ella sola a un adolescente de quince años

Mar: el zabe que vas a ir – quiso saber Mar al oir la respuesta de María

María: No, tampoco zabe que me han llamado, el no quier verme y no quería que me llamarán y no lo culpó Mar yo no zupe afrontar  la zituacion – al final se puso a llorar y Mar se abalanzó y le dio un beso en la boca olvidándose de Toño que estaba en medio

Toño: EEHH… dejaros de hacer eso que me estais traumatizando, que zoy un niño aún – y Mar y María se echaron a reír

Mar: Anda caradura vamos a bajo

Respondió entre risas y se lo cargo en la espalda a caballito y bajaron a la sala donde el abuelo y Chus estaban viendo la tele, gracias a Dios dijo Chus para sus adentros, medio aburrido de ver el noticiero con su abuelo, pensando que fastidiar un poco a Toño no estaría mal, tota se estaba aburriendo.