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miércoles, 13 de octubre de 2021

Una perfecta familia, capitulo 15


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 Una perfecta familia 

 Autora: Terry 

 Capítulo 15 

 

 



Antonio: zi hijo zi está aquí – respondió el abuelo enfadado con su hijo, ¿Dónde mierda estaba para no parar esa paliza?, se preguntaba con ganas de zarandearlo

Luis: voy allá – dijo con la voz evidentemente aliviada, cogiendo ya las llaves del coche, por fin dio con su paradero

Antonio: es un poco tarde mejor vienes mañana – agrego Antonio, que salió de la habitación para hablar en privado que no escuchara Chus

Luis: NO papá, voy ahora necesito verlo – nervioso, es que sus hijos le contaron la paliza y se les veía muy asustados

Antonio: ¿Necesitas verlo? – dijo irónico – ¿y donde narices estabas para no parar con esa paliza – no pudo evitar elevar   la voz dando a notar el enfado que tenía

Luis: Yoo yo no estaba en casa papá, fui arreglar unos papeles para la semana que viene ir con ustedes a Málaga – la voz de su padre lo hizo achicarse como cuando era un mocoso

Antonio: mira Luis zi tienes que echar las horas justas para llevar la empreza lo haces ¿de acuerdo? – respondió más tranquilo, pero no por eso menos enojado – lo primero zon tus hijos y ustedes zon los que tienen que batallar no Chus porque que yo sepa Chus no los parido ni engendrado – es que este temita venia siendo un calvario para su nieto, solo que hasta ahora el mismo veía el alcance de aquello y no le gusto para nada

Luis: Lo zé papá, lo zé, pero ahora voy a salir – cómo estaría Chus para que su padre este de esa manera, no pudo evitar preguntarse poniéndose mas nervioso

Antonio: ten cuidado he, zin priza  tienes casi dos horas de camino, asi que no corras Luis que el niño está bien, ahora está bien – si no lo tranquilizaba era capaz de volar con el coche

Luis: zi papá tendré cuidado Adiós – colgó la llamada


Luis tenía el corazón en un puñete, lo había estado buscando casi dos horas y por fin sabía dónde estaba, tenía que ir por él, pero tendría que llevarle ropa pensó, seguro que no quería volver a casa y quizás era bueno para todos que se quede allá un tiempo, metió la manos al bolsillo apretando la llave, mejor apurarse que se haría más tarde se dijo y se dio la  vuelta encontrándose con Carla de frente.


Carla: ¿es… está… está bien? – pregunto nerviosa, la angustia también la llevo al límite y la sentía en su pecho

Luis: tu veras que le has hecho – contesto Luis ásperamente, con tenía bastante dureza en la voz

Carla: voy contigo – respondió sin atender las palabra de su marido, apurandose para coger su abrigo

Luis: ¡NO!, voy zolo – no quería que fuera, tenia la intención de estar a solas con su hijo y ver que paso sin la intervención de Carla

Carla: yo voy también, no pienzo quedarme

Luis: ¡HE DICHO QUE NO! – grito Luis enfadado – Zegun tu le diste eza paliza por que dejó a su hermanos zolos ¿no? ¿y ahora pretendes dejarlos azí toa la noche? – la cuestiono duramente y aquello le llego a Carla como un balde agua fría – ¡maldita zea! Carla … él también es un niño al que nuca dejaz hacer na por cuidar a sus hermanos – le reclamo – sabías muy bien que le di permizo para salir, que llevaba dos días diciendo que zi podía ir al centro comercial y tu estuviste de acuerdo, para que al final no le dejes ir porque la muy zeñora tenía que estar en el ordenador como zi no pudieras verlos tu, ¡CARAMBA! ¡Que estabas en caza!, asi que NO; NO VAS A IR CONMIGO A FASTIDIARLO – grito y se dio la vuelta abriendo la puerta ya

Carla: PERO TAMBIÉN ES MI HIJO – respondió ella asustada, Luis no solía gritarle, y Luis pues, tras respirar profundamente por unos segundos y calmarse antes de hacer algo malo, se giro y miro enojado a Carla, pero muy decidido en lo que iba a hacer

Luis: mira Carla – dijo con un dedo elevado – ¿ves esas maletas de ahí? – y señalo un rincón donde estaba un equipaje – los chicos me han estado ayudando a preparar las cosas de Chus, porque él se va a quedar ahí donde esta – Luis al llamar a todos sus amigos y no encontrase con ninguno se le vino en mente que se había ido donde su hermano total, ninguno de los muchachos al los que llamo era un amigo intimo de Chus porque por culpa de ambos, nunca llego a crear lazos tan fuertes con nadie porque nunca podía hacer nada de lo que el resto hacia, mierda, pensó enojado con lo que el también había hecho, cortar la vida social de su hijo

Carla: ¿QUÉ?, ESTAS LOCO?, ¡no lo vas a separar de mi!, Luis, no lo harás – dijo indignada tratando de quitarle las llaves a su marido

Luis: SI LO HARE, ÉL SE VA QUEDAR ALLA HASTA QUE TERMINE EL CURZO  

Carla: NO PUEDES TOMAR DECISIONES SIN MI, TENIAS QUE HABER CONZULTAO CONMIGO – también gritaba a voz en cuello y Luis decidió calmarse y bajar el tono, no ganaba nada con eso, más bien complicaba las cosas ventilando intimidades

Luis: ¡Lo ziento! pero en este tema no, yo ya tomé la decisión que creo ez justa hasta que arreglemos esto de manera civilizada – que significaba eso, se pregunto Carla

Carla: ¡Ni ze te ocurra LUIS;  porque te puedo denunciar por llevarlo lejos de mi – lo amenazo jugando bien su papel

Luis: MALDITA ZEA CARLA, ¡zi te vas a poner en eze plan el que te denuncio soy yo, porque zegún los niños y mi padre TE PAZASTE DE LA RAYA, LO HAS LASMIAO

Carla: como zi tu nuca lo castigaras – murmuro Carla, enojada no quería que nadie le cuestiones

Luis: y no lo niego, sé que lo castigo pero óyeme bien, ¡no le saco moretones! ¡ni lo dejo zin poder moverse! – casi escupía las palabras del engado

Carla: yo no hize eso – Carla se negaba a creer que ella hiciera aquello

Luis:  ¿Quieres apoztar? – le pregunto decidido a ir las ultimas consecuencias – si es así apostamos pero el que da el veredicto es el médico forense en la comisaria de la Guardia Civil – y Carla se calló, había algo en el tono de voz de su marido que le advirtió que no era un juego, al final solo se puso a llorar y Luis aprovecho la guardia baja – ¿te das cuesta como tuvo que estar para tomar la decisión de irse a la caza de mi hermano? – le pregunto más calmado cogiéndole las manos – lo llevamos al límite Carla – y Carla lo miro extrañada – zi Carla, lo llevamos porque yo tuve que parar esto hace cuanto, también soy culpable de negligencia y dejar que tu actúes mal sin contar lo que Jesús necesitaba – agrego, iba a decir algo mas,  pero se vio interrumpido, Ismael y David al sentir los gritos bajaban por las escaleras, su papa los había acostado en la misma cama porque no querían separarse y les explico que Chus se iba a quedar una temporada con su tío, pues ambos estaban muy mortificados con lo ocurrido pensando que era su culpa

Isma/David: que paza porque gritan – con todo lo que sucedió en el día estaban asustados

Luis: no paza nada – Luis se acercó a ellos y los abrazo dándole un beso en la cabeza a cada uno – voy a llevarle las cozas que preparamos para Chus ¿vale?

Isma: ¿podemos ir contigo? – ya echaban de menos a su hermano  y se iba a poner a llorar cuando papá otra vez los abrazo

Luis: vamos hacer una cosa – les dijo – ustedes ze quedan aquí con mamá porque mañana hay cole – era un buen pretexto – yo le dejo esto a Chus y mañana regreso cuando ayude al abuelo con lo de la empreza de Málaga vamos el fin de semana a verlo ok

Isma/David: ok – dijeron resignados

Luis: esos son mis chicos – les sonrió alborotando sus cabellos

Isma: espera voy a por una cosa pa Chus – salió corriendo a su habitación

Luis: donde va? – le pregunto a David

David: no lo ze – hasta eso Ismael bajo corriendo las escaleras

Isma: toma dale esto y dile que lo quiero y que ya lo echo de menos – gimoteo y papá le acarició la mejilla mirando lo que era,  se trataba de una maquinita

Luis: ¿estas seguro? – era una Nintendo Switch que le insistió como regalo de reyes y que Luis no quería por tener un precio elevado pero a David y Chus les iba a comprar lo que pidieron así decidió comprársela pese a su precio, con miles de recomendaciones que lo que Luis temía era que  Isma al tener trece años no la cuidara bien

Isma: zi papi la pedí pa que pudiéramos jugar los tres pero zi ze queda allí prefiero que la tenga el hasta que regrese – a Luis casi le hace llorar

Luis: Isma… amor ellos también recibieron zu regalo de reyes – le daba pena que se quedará sin el

Isma: ellos no querían lo que pidieron – le dijo, con bastante lógica – lo pidieron porqué les hacía falta, Chus pidió el ordenador porque no le funcionaba y David la guitarra para sus clases pero ellos también querían la Nintendo –  definitivamente se lo comía le confesó algo que él no sabía que sus hijos avían pedido eso porque lo necesitaban

Luis: esta bien – total máximo en dos semanas iban a ver a Chus y la recuperaría cuando fueran – otra coza… los regalos de Reyes no son cozas que necesitéis zeran algún capricho que queráis ok – les dijo seguro que luego se arrepentía de eso, pero no ahora, no con todo lo que paso

Isma/David: ok



Después de eso Luis miro a Carla que se mantuvo al margen de todo observando a sus hijos con remordimiento, como pudo perder los estribos, se preguntaba.


Luis: lo dejamos lo que queda de curso hasta que arreglemos las cosas con él y a darle un descaso – le dijo mientras puso las manos en sus hombros – lo llevamos al límite Carla, necesita un poco de espacio y allí no tendrá responsabilidades, cuando esté más calmado regresa

Carla: Luis arruine las cosas pero yo lo quiero – se echo a llorar la verdad se sentía mal

Luis: lo ze, lo ze – y la abrazo – chicos zeran los hombres de la caza cuiden a su mamá y no la hagan renegar

Los dos asistieron con la cabeza estarían modosito por un tiempo sobre todo después de la paliza que escucharon, no vaya a ser que mamá haga lo mismo con ellos. Luis los beso a los tres y salió a su destino que era a la casa de su hermano


Antonio: vamos Chus abajo te preparo algo de comer – dijo el abuelo abrazando a su niño, cada vez que lo miraba le daba ganas de estrangular a sus padres

Jesús: no tengo hambre – pero el gruñido de su estómago lo delató y el abuelo apretó su abrazo

Antonio: pues tu pancita no dice lo mismo – murmuro, mientras caminaban a la puerta, chocando con Mar que subió para ver porque tardaban

Mar: Chus abajo quieren saludarte – le dijo – y a ti – agrego  señalando con el dedo índice a su padre – te está reclamando Toño, yo creo que está un poco celoso – y los tres se echaron a reír, la primera risa de la noche para el pobre Chus



Bajaron a la cocina, María saludo a Chus con un millón de besos y sonrisas, Toño también lo hizo frunciendo un poco el ceño por tanta atención a su primo, obviamente desconocía lo le había pasado a Chus.


Antonio: ¿quieres macarrones? – María no avía terminado de limpiar y como sobraron  muchos los iba a guardar

Jesús: bueno – a el le gustó lo que vio en la sartén

Toño: ¡NO! – grito Toño quitándole el plato – No le den eso el es un invitado lo van a envenenar – todos se quedaron con la boca abierta viendo a Toño con el sartén en el mano

María: ¡Toño! – reclamo mamá – ¿cómo dices eso?,  el que tú zeas un malcriado y no quieras comer verduras, no es para llamar veneno a la comida –  se ofendió un poco es que decir que su comida estaba envenenada era mucho

Jesús: a mi me gusta Toño – respondió Chus, sorprendido de la exageración de su primo

Toño: ¿aunque tenga  esa ramitas? – pregunto incrédulo Toño, que raro era su primo pensó


María colocó un comensal en la mesa, le puso el plato pan y un zumo, Chus se sentó lo más despacio que pudo no quería que nadie más supiera lo que pasó… total ya lo sabía su abuelo  y seguro su tio, mientras Luis recién en el coche se dio cuenta que no le había contado con su hermano sus planes, no le pregunto si Chus podía o no quedarse con el; ¡diablos!... golpeo el volante y en cuando pudo estacionó el coche y llamo a su hermano… está vez a su móvil, total era su casa; Mar a ver que la llamada era de su hermano salió de la cocina para hablar, preocupado por esa llamada tan inesperada.


Mar: ¿paza algo Luis? – le preocupo porque  ya venía en camino,  ¿había pasado algo?

Luis: no… no, no ha paso nada Mar, es solo que – y se relamió los labios – que he pensao una coza… tome una decisión y no te pregunté y al final tu tienes que decidir porque os afecta a ti a Maria y a Toño

Mar: ¿yo? – estaba muy confundido

Luis: si Mar… es tu caza – sabía que iba a decir que si pero tenía que preguntar

Mar: a ver dime

Luis: e penzao que voy a dejar a Chus con ustedes hasta que termine el curzo ¿qué dices? – tanteo el terreno

Mar: ¿y por qué lo preguntas?, zabes que zi – con esto, ahora si quería saber lo que pasó, pero eso hablarían en la casa más tranquilos

Luis: gracias hermano


Luis continuó con su viaje para llegar cuanto antes a Sevilla, en la casa todos estaban en la sala, era un poco tarde  así que María mando a Toño a la cama es que Mar no se daba cuenta la hora que era.

María: Toño zube a la cama amor, que ya es tarde mañana ahí cole – y Toño puso la carita de que no es justo, pero ese día no se atrevía a rechistar… María era de armas tomar, Mar al darse cuenta lo cogió de la mano y subieron a la habitación

Mar: vamos Toño, yo voy contigo – y cuando iban por la mitad de las escaleras Toño dio su reclamo

Toño: no es justo que todos estéis en la zala y yo tenga que irme a la cama – reclamo dando zapatazos en cada escalera que subía, es que según él el que vengan a casa era motivo de jaleo y fiesta 

Mar: mira churri – dijo Mar con una paciencia que ni el mismo lo sabía, sacando un pijama del cajón – Chus también ze va a la cama en cuanto termine de cenar, María el abuelo y yo vamos a esperar al tío – y creyó que con eso era suficiente, pero como de costumbre algo lo impulsó a Toño a hacer lo que hizo

Toño: zi yaaa – y  tiro al suelo la mochila que tenía en cima del escritorio, Mar fue directo a Toño le soltó una nalgada con bastante fuerza

Mar: PLAF – Toño llevo las manos a su retaguardia y como con retraso empezó a llorar, y Mar pues lo abrazo – churri mi vida hoy estás siendo muy caprichozo haz cazo ya zon las diez que  mañana no querras levantar para ir al cole – y Toño asintió

Antonio: buenas noches vaquero – apareció el abuelo con Chus cuando Mar le estaba colocando el pijama cuando y le dio un beso en la cabeza

Toño: buenas noches abuelo… ¿vas a venir ahora más tarde? – definitivo, Toño estaba un poco celoso, sus primos vivían en otra ciudad y siempre lo tenía para ellos y desde hace unas horas que él no tenía toda su atención

Jesús: buenas noches – dijo Chus cerrando el puño para chocarlo con Toño

Toño: buenas noches Chus

Antonio: claro vaquero ahora vengo ¿vale? – y Toño asintió con la cabeza, el abuelo llevo a Chus en la habitación en que iba a dormir mientras Mar termino de meter a Toño en la cama y luego fue a darle a Chus un pijama suyo, ya que lo de Toño les estaban chicos – voy a ver a la pulga que hoy a cogió un poco de celos – oyó Mar a su padre decir aquello al salir de la  habitación de Chus, quedándose con su sobrino a solas

 Mar: toma este pijama ¿quieres darte una ducha? – pregunto con suavidad le daba pena ver a su sobrino así tan triste

Jesús: no – lo que el quiera era tirarse a la cama, estaba cansado fue un día agotador

Mar: como quieras, descasa – y lo abrazo dándole un beso en la cabeza – buenas noches

Jesús: buenas noches



Antonio llegó a la habitación de Toño que no tardó en darle las quejas de todo lo que le habían hecho.


Antonio: Hola vaquero ¿no te duermes? – pregunto arreglándole la almohada, imaginando la batalla que seria para que se levantará al día siguiente

Toño: te estaba esperando – ya tenía todos los pucheros que podía en la boca, será sinvergüenza pensó el abuelo

Antonio: pues ya estoy aquí y me quedo contigo pero a domir que es tarde – y corto que se quejara


Cuando los peques estaban en la cama llegó Luis y estuvieron hablando del tema pero el abuelo no estaba muy contento con lo que se estaba enterando.


Antonio: que pienzas  hacer al respecto – aunque no quería ser duro no podía, sobre todo desde que vio los muslos y el trasero de Chus

Luis: tengo penzao dejarlo aquí hasta que termine el año, pero antes hablare con él y zi quiere quedarse ze queda

Antonio: no estoy hablando de ahora estoy hablando antes – dijo enfadado – ¿cómo os ocurre dejar a cargo a un niño a otros dos? – reclamo – porque esto no es de ahora Luis, esto está pazado desde que Chus era chico

Luis: yo le decía a Carla – se defendió con una pobre excusa –   pero ella me decía que cuando tenía la edad de Chus, se hacía cargo de zus hermanos y que a Chus no le iba a pazar na por cuidar de los suyos

Antonio: ¡qué bonito! – ironizo – entonces si a ella le hubieran casado a los 15, tu estarías haciendo lo mismo con tu hijo? – lo cuestiono

Luis: ¡papá!

Antonio: ¡nada de papá!... los tres son vuestra responsabilidad, los han tenido ustedes no Chus, y no digo que no colabore con sus hermanos, pero no en su cuidado – le reclamaba muy enfadado con el ceño fruncido y golpeando la mesa con el dedo – ¿cuántos años le llevas a tu hermano?

Luis: seis papa –  no sabía dónde quería parar

Antonio: cuantas veces te he dicho que cuides de tu hermano

Luis: ninguna – murmuro ya se hacía la idea por donde iba

Antonio: zi una… pero tampoco te lo exigí, te lo pedí como favor porque se prezento una emergencia y tu te quédazte con él, porque me hiciste un favor NO porque fuera tu obligación – y Mar recordó aquello, tenía 12 años y  se fue al jardín de la casa, al ser muy grande Luis no lo encontró y se desesperó cuando lo encontró lo cogió de la oreja hasta entra en la casa y no lo dejo salir al jardín en los dos días que estuvo papá fuera –  y zi te lo pedí,  fue porque YO zabía que tu zi podías manejarlo porque teníais dieciocho y tu hermano doce… ZEIS años de diferencia no uno ni dos como Chus le lleva a Isma y a David, ¡prácticamente parecen trillizos!… ¿crees que le van hacer cazo si dice algo? ¡Si ni a ti te obedecen!– y Luis bajo la cabeza, su padre tenía razón, de  verdad que se porto negligente, fue cómodo para él y Carla delegar esa responsabilidad a su hijo mayor – y encima, cada que sus hermanos ze meten en líos, lo castigáis a él, no me extraña con esa mierda de trato explote, porque lo habéis presionado al máximo y da gracias que le haya dao por venirse aquí y no haya hecho una locura de la que os podéis arrepentir luego… zi no os habéis dao cuenta tenéis un buen chico que nos os planto cara antes

Luis: tienes razón papá – dijo Luis avergonzado, ya sabía que se llevaría una raspa de su padre, pero no una tan dura como estaba siendo esta

Antonio: ¡claro que la tengo!...

Luis: ya papá, pero ahora no puedo dar marcha atrás

Antonio: no …no puedes, pero desde ahora que cambie la coza Luis, que otra vez me enteré que le hacéis daño física o moralmente va haber consecuencias – Luis se calló y no dijo nada él sabía que su padre era capaz de quitarle a Chus o a cualquiera de sus hijo si ellos le hacían daño

Luis: lo ze papá, lo zé por eso quiero que se quede una temporada aquí si tu y María estáis de acuerdo Mar, después de todo la casa es vuestra

Mar: por mí no hay problema estará como Toño se mete en problemas pues las mismas consecuencias que él y pues nada 

Luis: ze que es una responsabilidad muy grande para ti y eres muy joven para hacerte cargo de dos chicos casi adolescentes

Mar: Ya, pero yo no soy un chiquillo precisamente, además Chus es un buen chico, es obediente – y si lo era pensó Luis en su hijito, que si no hace cuanto que les hubiera mandado a cierta parte con eso de cuidar a sus hermanos, de verdad que abusaron en ese sentido de su nobleza – y zi tanto desconfiáis, pues na, que esta también el papá, que como viste, me ayudara con Toño jajajaja que se me hace estará celosillo de Chus


Con eso resuelto, todos se fueron a dormir y como era de suponer, Luis no quiso otra habitación y se quedo con Chus, pasaría la noche con él pues al otro día se tenía que separar de el aunque le doliera, pero era mejor para Chus hasta que todo vuelva a la normalidad.

Y mientras a Luis le comían el coco los pesares a Mar lo devoraba el entusiasmo, por alguna razón, estaba mucho mas cariñoso de lo habitual y se había colocado encima de María mientras jugueteaban sexualmente, y menos mal todavía no se habían desnudado del todo, porque claro Toño con tanta chuches pues le dolía la panza y fue donde su papá cómo siempre para quejarse


Toño: papiii – prendió la luz y María empujó a Mar y este cayó al suelo


¡Mierda!, pensaron ambos, ojala Toño no haya visto nada…


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