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martes, 12 de octubre de 2021

Una perfecta familia capitulo 13


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 Una perfecta familia 

 Autora: Terry

 Capítulo13

 

 



 




Mar se quedó parado tocándose la mejilla donde María le había dado la bofetada dando un suspiro, si que había metido la pata… lo malo era que ahora no podía hablar con ella tenía que dejar que se tranquilizara porque le había hecho daño con las palabras que dijo ¿cómo pudo ser tan estúpido?, en fin se repitió antes de hacer su siguiente parada: su Hijo; ahora iba hablar con Toño y esta vez no iba a meter la pata porque analizando la situación más calmado se daba cuenta de una cosa, Toño no era agresivo algo tuvo que pasar para que Toño se fuera a los golpes, con ese pensamiento se dirigió a la habitación de su niño.


Mar: ¿Toño puedo pasar? – Mar quería que se diera cuenta que iba en son de paz

Toño:: ¿pa que? ¿Pa zeguir pegándome? – Toño quería que su papá se sintiera un poco mal, después de todo le h izo pasar un momento muy malo y bochornoso

Mar: no Toño – se apuro a decir Mar – sin para que me cuentes que paso – en el fondo Mar sabía que había metido la pata con los dos; sus nervios lo traicionaban y siempre que algo le preocupaba perdía los estribos y arruinaba las cosas como ahora

Toño:: ¡¿Ahora?! Pues ahora yo no quiero hablar ni explicar na, ¿me oíste? Na? – Mar dio un suspiro, se acercó a la cama y se sentó a lado de Toño empezó arreglar el pelo de su hijo, Toño se iba a ladear pero le gustaba mucho cuando su papá hacia eso asi que se quedo quieto

Mar: mira Toño se que no tiene justificación lo que hice, pero estoy muy nervioso desde el incidente con Pilar – Mar empezó a explicar y justificar sus actos – no sé a dejado ver en toda la semana, María la agredió y lo mismo ha podido poner una demanda – y Toño miro a su padre sin entender, el no tenía idea de los asuntos judiciales – mira hijo – dijo papa cogiendo sus manos captando su atención – no es por ponerte en contra de tu madre pero ella es capaz de cualquier coza – y Toño sabía que eso era cierto, le había mentido a él y le había lastimado adrede – y tu llevas toda la zemana desafiandome Toño y yo no tengo la culpa de lo que pazo… yo no decidí zepararme fue ella y tampoco no puedo retener alguien a mi lado a la fuerza, fue tu  madre la que tomo zu decisión y debemos respetarla

Toño: papá yo ze que a veces los padres ze zeparan porque no ze llevan bien, lo que no entiendo es porque no quizo zaber na de mi – y Toño cambio su rabia por dolor, estaba herido como cualquier niño, porque no hay nada más cruel que un niño se sienta rechazado por uno de sus padres, además, su papá tenía razón él no tenía la culpa de lo que su madre hizo y se desquitaba con él, Mar abrazo a Toño con todas sus fuerzas

Mar: no lo ze mi vida, no tengo la respuesta para eso – Mar se dio cuenta que era muy doloroso para su niño que su madre no quería saber nada de él, y era lógico que se sienta enojado, total los niños no saben manejar ni manifestar verbalmente sus frustraciones como los adultos, él también se sintió así cuando su propia madre murió pero a diferencia de Toño él entendía que la ausencia materna, en cambio ni su hijo ni él tenían claras las razones de Pilar, lo que lo hacía más doloroso, así que solo atino a darle un gran abrazo, uno de esos que le haga entender que él estaba a su lado pero al apretarlo a su costado lastimo las costillas magulladas  reavivando el dolor

Toño: aaaah

Mar: ¿Qué te paza? – pregunto Mar, fijándose atentamente el rsotro de su hijo, descubriendo la hinchazón en la mejilla, realmente parecía que se hubiera encontrado con un pugilista profesional, y era dable porque a su niño le faltaba un mes para cumplir los trece y su sobrino tenía quince; ya hablaría con él pensó

Toño: meee duele buaaa – Toño ya no pudo más, le dolía el corazón y los golpes se puso a llorar

Mar: ya mi vida ahora te doy algo para que no te duela voy a por algo para curarte esa cara – Mar le tocó la ceja

Toño: aaaah papá que duele – Toño no lo tenía que jurar porqué la cara de dolor que tenía lo decía todo

Mar: bueno ahora me vas a contar que pasó entre ustedes

Toño: papiiii ya no me regañes – Toño casi se pone a llorar creía que Mar lo iba a regañar por la pelea

Mar: ya no te voy a regañar, solo quiero zaber que pazo

Toño: el estuvo toda la mañana fastidiando pero no le hize cazo pero no me dejó yyyyy… – Toño se quedó callado

Mar: y que Toño a ver dime

Toño: a lo mejor crees que soy un tonto pero…

Mar: cuéntame ¿si? – dijo papá cortando sus argumentos – no creo que seas un tonto porque no lo eres yo ze que eres muy inteligente

Toño: pues yo a María le digo mamá porque ella me quiere y yo también la quiero; al principio cuando dijiste que venía a vivir con nosotros pues me dio un poco de miedo pero después me di cuenta que me quería de verdad – bueno  Toño se está liando, pero Mar no lo iba a interrumpir lo dejaría que hable aunque coman a las once de la noche – y Chus me dijo que no tenía que llamarla mamá porque mi verdadera mamá me abandono porque era tan odioso que no me aguantaba – y se puso a llorar abiertamente, realmente era un tema muy delicado no solo para Toño sino para él también, pensó Mar mientras abrazaba a Toño pero esta vez con más cuidado para no lastimar su costilla; en esos momentos era capaz de poner a Chus sobre sus rodillas y darle una buena paliza aun cuando su padre se enoje

Mar: ya cariño, ya – consolaba papá – no llores mi vida no se porque dijo eso pero después hablo con el…



Abajo Luis se llevó a Chus al despacho de Mar para hablar con él, después de todo en la pelea, habían dos protagonistas su sobrino y su hijo, y su hijo sabía que no le gustaba que se lie a golpes con nadie, menos con la familia, pero apenas Jesús entro con él al despacho, Luis se dio cuenta que su hijo no parecía el mismo, era la culpa por haber dicho y hecho lo que hizo, y era dable, Jesus no media sus fuerzas y era más grande que Toño, algo que acababa de darse cuenta, además con la cabeza fría pensó en las cosas que le dijo a su pequeño primo.


Luis: a ver ¿qué paso? – pregunto Luis sentándose en el borde del escritorio

Jesús: yo… yo – titubeo relamiéndose los labios, ¡diablos!, estaba obligado a decir la verdad porque seguro Toño ya se lo conto a su padre, además faltaba ver la cara de Toño y la suya, el no tenia ningún rasguño – veras papá yo

Luis: tú ¿qué?, Jesús – mal iba la cosa, papa le llamo Jesús no Chus

Jesús: que metí la pata con Toño buaaa – y se puso a llorar, Luis sabía muy bien que estaba arrepentido y con la presión que su mujer ejercía sobre Jesús, cuando este se veía un poco suelto se le olvidaba que tenía quince años y se lanzaba a actuar como un mocoso

Luis: zi, ezo lo vimos todos

Jesús: buaaaa lo ziento

Luis: a mi no me tienes que pedir disculpas Chus – Luís suavizó un poco su enfado – ¿Qué paso exactamente?

Jesús: quise chicharle un poco pero ze me fue de las manos le herí sus sentimientos papá – le conto el resumen de todo sin mencionar que le dijo exactamente – luego el me golpeó y yo se lo devolví y se me olvidó la edad de Toño

Luis: que palabras hirientes le dijiste, según tu – los golpes lo vieron todos, pero para que Toño reaccione algo malo, muy malo debió decirle y eso es lo que quería saber él

Jesús: pues – y Chus miro sus zapatos, él sabía que cuando repitiera lo que dijo, se iba a ganar un buena pero se lo merecía se dijo a sí mismo por estúpido – que era tan molesto que hasta su mamá lo abandonó – al final decidió suavizar las palabras

Luis: ¡Chus! ¿¡Como se te ocurre decir eso a tu primo!?



Dijo Luis sin gritar y con un poco de amargura, como adulto que perdió a su madre  a temprana edad lo mismo que su hermano Mar, sabia lo sensible que uno es cuando no se tiene a su madre al lado, así que le fue fácil ponerse en el lugar de su sobrino, seguro lo estaba pasando mal, de hecho fue de lo que estaban hablando él y Mar antes de que los dos chicos se trencen a puñetazos y para cuando Luis asimiló las palabras de su hijo,  Chus en ese momento era un mar de lágrimas no por el castigo que se iba a llevar sino por lo culpable que se sentía.

Luis enemigo de que su hijo maltrate a alguien verbal o físicamente, cogió a Chus de la mano y lo llevo al sofá que había en el despacho, se sentó en el y tumbo a Chus sobre sus rodillas y de un tirón le bajo la ropa hasta medio muslo, con facilidad porque vestía un bañador, Chus ni puso resistencia, sabía que se lo merecía se sentía tan culpable que ni se quejo.


Luis: PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF – papá empezó a golpear su trasero con toda la palma abierta y con bastante fuerza – PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF

Jesús: Buaaa yaaa paaa, lo siento – se puso a llorar

Luis: no vuelvas hacer daño de esa manera a nadieexigió enojado – PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF

Jesús: AaaaUUu auu yaaa paapi – trata de soltarse,aunque ese papi le bajo tres tonos a su enfado Chus había empezado con su rebeldía y dejó de llamarlo así 

Luis: nada de peleas y menos  entre ustedes que son primos –  le dijo y sin saber si utilizar el cinturón era lo que tenía pensado pero su hijo también era un niño y para dejar las cosas claras no tenía que ser tan duro con el cogió una regla de plástico que seguro que era de Toño de hacer la tareas subió un poco más su rodilla para dar los últimos golpes ,Chus no se dio cuenta que cogió esa regla que estaba encima de la mesita al lado del sofá ,solo supo que en esa zona los azotes dolían más 

Jesús: NOO PAAAAPI NOOO; POR FAVOOOR; NOOO – empezó a rogar, Luis por un momento lo iba a dejar pero no sería justo para su sobrino que su hijo siguiera dañando lo asa

Luis: plaf plaf plaf plaf plaf 

Jesús: BUUUUAAA AHHHHH PAAAAPIII – grito llevando la mano atrás tratando de protegerse, pero papá había terminado, y le subió la ropa apenas lo puso de pie para abrazarlo

Luis: ya mi niño… ya pasó

Jesús: no pasoooo – lloro – ahora me odiara el tío y el abuelo buaaaa

Luis: no te va a odiar nadie cariño – dijo papá frotando su espalda – venga no llores más – murmuro dándole besos en la cabeza hasta que se calmo lo suficiente

Jesús: voy a disculparme con toño_ lo dijo muy apenado quizás su primo no quería perdonar



Luis le iba a decir que tenía que disculparse con todos pero ya no quiso hacerlo pasar más pena, su hijo ya se sentía lo bastante culpable, después de eso Chus salió del despacho sin mirar más que el piso ya que no quería encontrase con nadie pero aun así, subió las escaleras hasta la habitación de Toño, tenía que disculparse con él, algo que su padre no tuvo ni que mencionar porque Chus tomo la decisión solo; se quedo parado un momento delante de la puerta como si tratara de coger valor, cuando lo tuvo como la puerta estaba abierta entró sin siquiera llamar y se hizo un silencio que ninguno de los tres se atrevió a romper; Mar reacciono primero pues acababa de percatarse de la traza de Chus y le dio un poco de pena ver a su sobrino así como estaba, con todos los ojos hinchados y rojos de haber estado llorando, seguro que su hermano ya lo castigo e hizo un carraspeo para romper sutilmente el silencio, Chus se dio por enterado y al final decidió dar el sabía que el paso.


Jesús: ho..hola – no termino ni de saludar cuando Toño se levantó de la cama para irse con todo hacia su primo

Toño: FUERA DE AQUÍ – grito y Mar atajo a Toño para que no golpee a Chus porque se veía que esa era su intención, sino para que apretar los puños?, así que le puso las manos una a cada lado de la cara

Mar: Toño mi vida dale la oportunidad de hablar – le pidió con calma mirándolo con cariño – después ya tomas la decisión que creas oportuna – Mar sabía que Toño tenía todo el derecho de sacarlo de la habitación y no perdonarle, pero eran primos y tenían que darse una oportunidad; Toño se quedó mirando a Mar y al final bajo la guardia

Toño: bueno pero no ze zi lo perdono

Mar: con que lo escuches me basta – Mar salió de la habitación para darle privacidad a su sobrino, pero tampoco se iba alejar mucho por si tenía que intervenir otra vez

Jesús: Toño yo… yo fui un estúpido – le dijo a Toño con la voz rota – no estuvo bien decirte eso, tampoco golpearte… lo ziento de verdad Toño, lo ziento – murmuro y se quedó callado ya no sabía que más decir, no había dicho nada que convenciera a su primo para que lo perdonará, pero bueno tenía 15 años no iba a dar un discurso psicológico

Toño: no has dicho nada que no sea mentira – murmuro Toño con voz suave pero mirando a los ojos a Chus – mi mamá se fue cuándo yo era chico y María no es mi mamá

Jesús: Toño lo ziento – que su primo dijera esas palabras lo hacían sentir peor

Toño: ¡déjame terminar! – dijo en voz alta – María no es mi mamá biológica pero yo la quiero como si lo fuera, porque ella hace todo por mi desde que la conocí y no como la mierda de madre que tengo y  se acordó de venir a verme solo para hacerme daño – Toño estaba hablando como todo un hombre pero era un niño y al final se puso a llorar sin sentir mas que pena, Chus al verlo así fue a abrazar a Toño y también se puso a llorar

Jesús: Toño perdóname, lo ziento de verdad no quise hacerte tanto daño – dijo Chus apretándolo fuertemente

Toño: aaah, me haces daño – se separó de su primo tocando sus costillas – me golpeaste a conciencia

Jesús: lo ziento Toño, de verdad pídeme lo que quieras – dijo angustiado – en estos dos días hare lo que quieras pa que te sientas mejor – prometió solemne

Toño: ¿lo que quiera? – lo dijo levantado las cejas con cara de malicia

Jesús: zi – dijo de mala gana, ya se veía siendo el esclavo de su primo por esos días

Toño: zolo que no te metas conmigo

Jesús: bueno lo intentaré… es que me provoca mucho hacerte enfadar

Toño: Chussss

Jesús: hacerte enfadar no haberte daño…



Mar que se quedo en el pasillo y vio que no ardía Troya fue al baño a por el botiquín y una pomada para el dolor de costillas, cuando Mar término de curar a Toño bajaron los tres como si no hubiera pasado nada, pero Mar sabía que le quedaba lo más difícil… que María le perdonará, algo que no sería fácil, después de todo se portó como un cerdo


Toño: ¿y María? – quiso saber ya que todos estaban allí menos ella

Antonio: se fue atrás de la casa, creo que está en la fuente – respondió el abuelo mirando con sospecha a Mar



Ese sitio era especial para María la verdad que era especial, había una fuente de piedra en la que pusieron peces de colores con bancos de piedra a todo el alrededor; María desde que le dio la bofetada a Mar se fue a sentar allí, no quería toparse con nadie para que no le preguntarán lo que le pasaba o porque lloraban, no quería explicar a nadie nada, además era un asunto entre Mar y ella, Mar cuando dijo que estaba en la fuente lo agradeció ahí podía hablar sin nadie de por medio.


Toño: voy a verla – se dirigió a la puerta de atrás

Mar:  Toño espera… déjame que hable yo primero mi vida que yo también metí la pata, no zolo tu primo – lo dijo en voz baja solo para que Toño se enterara



Mar fue a donde estaba María sin saber que decir, sabía que dijera lo que dijera,  no podía remediar su error, María estaba de espaldas sentada en un banquillo de piedra Mar llegó por detrás y la abrazo.


María: ¡zueltame gilipollas! – jo, estaba bravísima – ¿te cres que con ezo lo arreglas todo? – María estaba realmente dolida que le remarcar lo de “mi hijo” estaba más que claro, era recordarle su lugar en la ecuación, que Toño no le pertenecía… era como decir mío no tuyo

Mar:  lo ziento – dijo en voz baja sentándose a su lado cogiéndole las manos para que no se levante – te voy a decir lo que le dije a Toño – pero María lo corto, ¿hablarle como a si fuera una mocosa?

María: ¡Toño es un niño!... no creas que me puedes convencer igual que a él – dijo indignada

Mar: no lo convencí – dijo Mar – le dije la verdad – pero María no parecía impresionada así que cambio de estrategia empezó a rogar – escúchame por lo menos – murmuro – por favor… te lo pido como favor

María: esta bien te escucho – con el odio puesto todavía en sus ojos, estaba enfadada de verdad

Mar: ze NADA justifica lo que te dije María pero la verdad estoy muy preocupado por lo de Pilar – y eso capto la atención de María que se digno en mirarlo – no a dao señales de vida en toda las zemana y estoy muy nervioso… ze que trama algo – dijo con suspicacia – lo de la agresión puede llevarlo en contra nuestra,  puede denunciar y decir que no le estamos dando a Toño una buena educación o qu se yo; la verdad no se que penzar María – le dijo con angustia, apoyando su espalda al banco – ella es capaz de hacer cualquier coza, la conozco bien esta tramando algo, luego Toño estuvo toda la zemana desafiándome y estoy muy nervioso y encima lo de la pelea con Chus y pues… cuando estoy nervioso digo cozas que lo arruinan todo María – y apretó sus manos para que sepa que no estaba inventándose nada – de verdad que lo ziento no debí decir lo que dije – María se quedo pensando en las palabras de Mar, largo rato por cierto poniendo nervioso a Mar, pero Mar no dijo nada, sentía que si decía algo todo se iria al carajo

María: esta bien – dijo al final, cuando Mar ya estaba por gritar – entremos – murmuro suavemente – vamos a tratar de lo que quede de la estancia de tu hermano y zu familia no ze zientan incómodos, pero escúchame bien está muy lejos de que yo

te perdone todavía – le advirtió y Mar cerro la boca que ya estaba por esbozar una sonrisa pensando que fue fácil –  porque te voy a dejar una coza muy clara Mar – y elevo el índice en señal de advertencia de cuidado – no me digas jamás que Toño no es mi hijo y grávate esto… aun si tú y yo no estemos juntos en un futuro, a Toño no lo vas arrancar de mi vida, al menos que sea él, el que no quiera verme

Mar: ezo no va a pazar cariño – dijo al final Mar atreviéndose a abrazar a Maria que se notaba estaba temblando de rabia, de emoción, de miedo de todo – nozotros ziempre vamos a estar juntos – Mar sonrió de medio lado y María lo miro con mirada asesina que al final duro muy poco, ella amaba a Mar y haría todo por estar con él



Las cosas estuvieron bien esos dos días y María ya estaba perdonando a Mar;  Luis y su familia se fueron al finalizar la semana y todos regresaron a su rutina, Mar se fue a trabajar llevando a Toño al cole; María ahora mismo no tenía que trabajar pues le quedaban días de su vacación, así que se dio un respiro para acomodar la casa a su gusto, ya que le quería hacer esos cambios con los que se tuvo soñando, además esa tarde le iban a trae los muebles que pidieron.

También quería seguir adelante con su proyecto especial, algo de lo que hablo con Mar, ella quería acomodar una habitación para Toño por lo que le pidió que no le dijera nada todavía al niño que le quería dar una sorpresa, y que cuándo llegará el momento Mar tenía que llevarse a Toño por todo un día entero pero eso sería después de que cambiar la planta baja.

Durante ese tiempo que nadie tuvo noticias de Pilar, pero con el asunto en manos de los abogados, Mar estuvo más tranquillo y aprovecho que María estaba en casa para ir a trabajar también por la tarde para dejar cosa hechas, ya que la siguiente semana siguiente iban a ir a la empresa de Málaga a prestar ayuda a Antonio su padre, que por estar con Toño  tenía trabajo atascado, este tiempo también sirvió para que María se de cuenta que Toño no le hacía mucho caso cuando Mar o Antonio se iban a la empresa y se quedaba a solas con él, algo que ya era hora de cambiar.


María: Toño zube y te bañas, para cuando venga tu papá y el abuelo cenamos

Toño: ¿ahora? – puso cara de flojera – que sea después estoy viendo esto – rogo mirando la tele

María: esta bien, termina eso y luego a la ducha – cedió María, pero el programan termino y Toño no hizo caso



María se fijo la hora y prefirió no decirle nada mas, ya se bañaría  cuando Mar viniera como siempre, pero una tarde de la que Mar y el abuelo se fueron a la empresa la paciencia de María lleno su cuota.


Toño: María puedo ir al kiosko a comprar chuches – se le olvido decirle mamá pero a María no le importo

María: no Toño… zolo no espera que termine de hacer la salsa y vamos los dos – le pidió

Toño: zi zolo hay que cruzar dos calles no zoy ningún bebé puedo ir zolo – dijo cruzándose de brazos y zapateado en el

suelo a María le extrañó aquello,  ella había visto alguna que otra vez hacerle a Mar una pataleta pero no a ella

María: venga esto no tarda ya vamos los dos yo también quiero unas cosas – María se le dio un abrazo le beso la mejilla – anda a ver la tele un  ratillo y ya vamos zi?


Toño se fue a la sala y puso la tele, a la media hora ya se cansó de esperar, y pillando un descuido a María se fue al kiosk,  total su papá no estaba y María no le castigaba nunca y tampoco le contaba nada a su papá, pero con tan mala suerte, María termino lo que estaba haciendo y salió para decirle que ya podían ir cuando se encontró la sala vacía, al principio creía que Toño subio baño, pero nunca bajo, así que fue a echar un vistazo a su dormitorio y como no lo pillo lo busco en toda la casa pero no había rastro de Toño, el mocoso se había ido sin ella, María se puso furiosa porque Toño siempre que no estaba Mar no hacía caso a nada de lo que le decía, pero esta vez iba a ser diferente ya no le iba a tomar más el pelo.

Toño no tardó mucho fue a compra las chuches y regreso enseguida, por mucho que estuvo tentando a quedarse en el Parque que había detrás del kiosco, pero se lo pensó mejor y no quería meterse en líos asi que regreso contento , es mas entró a la casa todo feliz con una bolsa todas llena de chuchus, María al  abrir la puerta salió de la cocina con una paleta de madera que solia usar para cocinar, por lo que Toño

no se esperaban lo que iba a suceder.


Toño: Hola mami ya vine de comprar – le dijo con una enorme sonrisa sacando un dulce,  Toño tenía toda su carita feliz

María: con que permiso – dijo María cruzándose de brazos – a ver dime quién te dio permiso Toño ¿Quien te dio permiso? – repitió

Toño: mami – la sonrisa se le esfumó de golpe

María: te hice una pregunta Toño

Toño: nadie – y Toño bajo la cabeza

María: exacto nadie – María cogió a Toño del brazo por la parte de codo, le dio la vuelta y con la paleta de madera le sono en el trasero – PLOF que sea PLOF la última vez PLOF que yo te diga algo y no me hagas cazo PLOF ya estoy cansada que solo me escuches cuando está el papa PLOF y menos zalirte de la caza

Toño: hayyyy ya – Toño no se podía creer lo que había hecho su mamá era peor que cuando papá se enfada

María: ¿ya?...NO, aún no hemos terminado – María lo arrastró a la cocina agarrado por el brazo, Toño entró en pánico, si seguía dándole con la paleta moriría, si solo con cinco y ya le escocía todo el trasero debajo de la ropa

Toño: no….n o ya …ya te hago cazo – María hizo oídos sordos entro en la cocina con Toño y lo puso en la primera esquina que vio de la cocina

María: te quedas hay hasta que yo diga – Toño se sentía estúpido su papá nunca lo puso en la esquina, bueno de más chico lo ponía en la silla de pensar pero ahora era grande

Toño: peroooo – Toño se dio la vuelta  pero María lo cogió de nuevo

María: PLAF – un nuevo azote le cayó en el trasero y esta vez con la mano pero también dolió – ¡ahí! Toño hasta que yo diga ¿estamos o seguimos? yo no tengo problema

Toño: estamos maaami, estaaamos… ya me quedo aquí



Toño empezó a llorar María se enfadó con él y lo había castigado; Mar y el abuelo habían entraron en la casa en el último momento cuando María dio el último cucharazo a Toño y se quedaron de piedra… ¿que habría hecho Toño para que María lo castigue?, generalmente ella que era abogada de todas las causas de Toño pero decidieron no hacer bulla y se limitaron a entrar, apenas dieron unos pasos más y Mar se tropezó con la bolsa de las chuches y supo lo que paso,  Toño se salió sin permiso a comprar, suspiro y junto a Antonio  pasaron a la cocina a ver que estaba sucediendo tras esas paredes.


Antonio: buenas noches María – dijo sin enojo y se dirigió hasta Toño – buenas noches vaquero – y le abrazo por detrás y le dio un beso en la cabeza y como respuesta tuvo un llanto más fuerte

Mar: Hola María – se acerco y le dio un poquito en los labios – Hola campeón – Mar si lo giro y lo abrazo

Toño: papiiii – ya veía el regaño que le iba a caer por parte de su papá, pero Mar le dio un beso en la frente y le limpio la lágrimas

Mar: ¿ves lo que paza por zalirte sin permiso? – Mar se lo dijo dándole besitos en los ojos

Toño: ¿quién te dijo? – como su papá se entero que había salido sin permiso

Mar: me encontré con tus amigas las chuches – Mar se arrimo a su oído – cuando la mamá te quite el castigo yo te las doy ¿vale? y esta noche puedes comer todas las que quieras –  por una vez le encantaba ser el consentidor y no el que le provocará las lágrimas – pero cuando mamá te suspenda el castigo



Dijo mirando a María dándole con eso su aprobación sobre la disciplina de Toño, con lo cual María se relajo visiblemente… las cosas empezaban a ir por buen camino.








 

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