Pequeñas travesuras, Capitulo 28

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 Pequeñas Travesuras

 Autora: Anaisbvm  

 Capítulo 28, Dirección 

 

 

Ethan

En todo momento caminé en silencio mientras pensaba en el regaño que me iba a llegar en casa por hacer aquella tontería. 

La señora sólo se dedicaba a caminar para decirle al director lo que acaba de pasar, moría de nervios y rogaba porque no llamaran a mi papá. 

- Espere aquí. - asentí molesto.

Se demoró alrededor de dos minutos para que luego me llamaran a sentarme en unas sillas al lado del escritorio en dirección.

- ¿Ethan Miller cierto?

- Si.

- ¿Me puede decir que acaba de ocurrir en el patio? 

- Nada.

- Escaparse del establecimiento está claramente prohibido, en el reglamento escolar aparece que se recibe una sanción por cometer aquel acto. Usted rompió una regla, ¿lo acompañaron?

- No, estaba solo.

- Llamaremos a su apoderado.

- No puede, digo...está ocupado.

- De igual manera le tengo que comunicar sobre esto. - él tomó el celular y al parecer papá no le contestó.

- Está en el trabajo y...

- ¿Bueno? - maldición.- Habla con el director de la escuela, si...- hizo una pausa. - El motivo de esta llamada es que su hijo Ethan Miller trató de fugarse del establecimiento y necesitamos que se presente lo antes posible aquí por favor. Gracias, hasta luego.

- ¿No vendrá?

- Si joven, espere en las sillas de afuera de la oficina.

- Viejo de m...- susurre bajo mientras salía de ahí.

Mi espera fue una tortura asegurada, mis hermanos estaban en clases, vi como Marco llegó a buscar a Mateo por el tobillo y le conté un poco de lo sucedido. 

- En resumen papá viene, genial.

- Te juro que si no hubiera sido por esa señora...

- Nada de eso, no debiste irte así. 

- No necesito tus regaños Marco.

- Pero los míos claro que si, entra a la oficina ahora Ethan. - papá había llegado dejándome helado y con los pelos de punta.

Ni siquiera hablé porque todo lo que dijera sería posiblemente puesto en mi contra y es lo menos que quería ahora.

El director obviamente exageró absolutamente todo porque nunca fui tan rebelde como él describió la situación. Papá de vez en cuando me miraba molesto y yo jugaba con mis manos.

- ¿Algo que decir sobre esto? - me preguntó. - Te escucho.

- No.

- De acuerdo, muchas gracias director. Le aseguro que no volverá a ocurrir otra situación como esta y hablaremos en casa con mi hijo. 

- No se preocupe, él solo vendrá por las tardes durante una semana a limpiar algunas cosas del colegio.

- Si, no faltará a ninguna. Adiós y gracias nuevamente.

Caminé a su lado súper callado, mi hermano mayor ya se había ido a la casa así que no tenía como salvarme en el auto con el regaño del siglo.

Cuando me fui a subir traté de irme atrás para estar lo más lejos posible de él porque no quería mirarlo a la cara.

- ¿Era necesario todo esto? - encendió el auto. - Tener que salir del trabajo porque tú querías irte a mitad del día con tus amigos.

- El director exageró.

- ¡Pero lo hiciste Ethan! No quiero contar cuantas te dejé pasar durante la semana y ahora ya no puedo. Realmente acabaste con toda la paciencia que me quedaba. 

- Si claro. - dije sarcásticamente. - Siempre es la misma mierda.

- ¿Disculpa? - estábamos en carretera y estaba seguro de que paraba el auto en cualquier minuto.

- Nada.

- No vengas a decir malas palabras ni a contestarme de esa manera. Estas hablando con tú papá.

- No me digas. - pensé que se iba a estacionar y entré en pánico. - No quise decir eso.

- Basta, quiero que te quedes en silencio allá atrás. Sigue diciendo comentarios sarcásticos porque en la casa vas a ver como aumenta tú castigo jovencito.

Me crucé de brazos esperando llegar de una vez por todas a la casa, si que estaba enojado por sobrepasar los límites. 

Connor

Mi cabeza me dolía demasiado, cuando recibí aquella llamada de la escuela nunca creí que uno de mis hijos iba a estar en problemas. Parecía que mientras más hablaba el director mi enojo aumentaba y era lo que menos quería.

En casa solo le dije a Ethan que se fuera a su habitación porque íbamos a conversar, no pensaba irme en ese momento solo porque quería tranquilizarme. Mi hijo mayor estuvo dándome consejos y tratando de salvar a su hermano.

En el trabajo me dieron el resto del día, me sirvió para pensar en que estaba haciendo mal como padre tal vez porque no podía hallar explicación a su comportamiento, quizá soy muy estricto o pongo demasiadas reglas. Quizá hasta ni le coloque mucha atención y por eso lo hace. 

Camino a su habitación respiré como diez veces, él estaba acostado en su cama con una almohada en su cara.

- Hijo.

- ¿Ya me vienes a castigar? 

- Vengo a conversar contigo, quiero ver tu versión.

- No tengo nada que decir, ese señor ya te lo dijo todo.

- Quiero escucharte a ti, no a él.

- Mis amigos querían irse a tomar algo y yo me uní, ellos lograron salir pero por mala suerte me detuvieron antes de irme.

- ¿Por qué dijiste que estabas solo?

- Soy buen amigo, no los iba a delatar para que tuvieran problemas.

- ¿No pensaste en las consecuencias? ¿En qué podías tener una expulsión?

- No me importó en el minuto pero después que lo pensé si.

- Tienes que cuidar lo que haces, con quien te juntas también, no son amigos los que te conducen por mal camino. Desde un principio no debiste tratar de irte porque te iba a traer problemas.

- Pero pudo haber resultado.

- ¿Quieres dejar de estudiar? ¿Es eso? Si quieres mañana mismo voy a firmar.

- No papá, si quiero seguir estudiando y ser alguien el día de mañana. Tengo metas por cumplir pero eso no significa que siempre tenga que seguir las reglas.

- Tienes razón pero no te acostumbres a hacer cosas como esta, elige muy bien a tus amistades cariño.

- Es que es difícil, no tengo a nadie más y no es fácil hacer amigos.

- Algún día tendrás uno de verdad pero cambiando de tema no quiero volver a recibir una llamada del colegio porque te escapaste ¿estamos claros?

- Si, pa.

- Porque te va a llegar el castigo de tu vida, te mando a estudiar no a escaparte. 

- Lo sé.

- Ven aquí y fuera pantalones. - puso mala cara y se recostó en mis piernas. - Lo tienes más que merecido.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

- Nada de cometer estos errores otra vez.

PLAS PLAS PLAS *Snif* PLAS PLAS PLAS PLAS *Ay* PLAS PLAS 

- La próxima será el doble.

PLAS PLAS *Noo* PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

- Basta de rebeldía.

PLAS PLAS *¡Au!* PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 

PLAS PLAS *Ya entendí* PLAS PLAS

- No me contestes sarcásticamente otra vez y menos de esa manera.

PLAS PLAS *No lo vuelvo hacer* PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 

- Tampoco las malas palabras cuando te este hablando.

PLAS PLAS *Ya no seguiré siendo una decepción* PLAS 

- No digas eso de nuevo.

PLAS PLAS PLAS 

- Pero lo soy. - dijo llorando y lo abracé de inmediato.

- Mi niño claro que no, eres el mejor. Todos cometemos errores de vez en cuando, hasta yo cuando fui adolescente, es normal.

- ¿Te escapaste de la escuela alguna vez? - se limpió las lágrimas.

- Mmm.

- ¡Lo hiciste! - se sorprendió.

- Más de dos veces pero no sabes lo que me pasó en casa cuando se enteraron. Esto que te di era solo el principio.

- Entonces no se vale que me hayas castigado.

- ¿A ver jovencito? Claro que si campeón, no tenias que escaparte.- le hice cosquillas y se empezó a reír sin control.

- Lo siento enserio. - puso un puchero.

- Todo perdonado cariño. - le di un beso en la frente. - No sabes a los peligros que te expones allá afuera, si te pasa algo yo no se que haría sin ti.

- Soy grande, se cuidarme solito.

- No lo dudo. - le sonreí. - Pero sigues siendo mi niño así que mi deber es cuidarte.

- Te quiero.

- Yo más. - se subió la ropa y empecé a recordar algo. - ¿Que iban a tomar? - levanté una ceja y su cara se transformó con los ojos cristalizados.

- Papi..

- Ethan dime ahora mismo que pensaban hacer allá afuera.

- No te enojes.

- Te espero...- no lo iba castigar de nuevo.

- Unas cervezas. - susurró. - ¡Pero yo no lo iba a hacer!

- Imagínate te hubiera pasado algo por esos lados caramba, ahí sí que la pasas mal.

- Pero no lo hice. - me abrazó de nuevo. - Perdóname.

- Ya dije que estabas perdonado cariño.

PLAS

- ¿Y eso?

- ¿Pensabas que era tan fácil decirme que te irías a tomar? ¿Con esta edad? 

- ¿No que me perdonaste?

- Estoy bromeando campeón. - se puso a reír y le revolví el cabello.

- Papá muero de hambre.

- Supongo que podemos pedir una pizza para el almuerzo.

- ¿Enserio? ¡Eres el mejor!

- Pregúntale a tus hermanos para que se pongan de acuerdo como la pedirán.

- ¡Si! - salió emocionado del cuarto y yo lo seguí al comedor.