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jueves, 14 de octubre de 2021

Pequeñas Travesuras, Capítulo 26


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Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo.

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   Pequeñas Travesuras

 Autora: Anaisbvm 

  Capítulo 26, Equivocaciones

 

 


Ethan 


Últimamente no se lo que me pasa como que siento mucha rebeldía, no me dan ganas de seguir ni las reglas, conversaciones o cualquier cosa. Todo me molesta parezco Emily como cuando está bipolar por andar en sus días. 


La locura que pensamos hacer con Ryan tiene en letras grandes un "castigo seguro" pero lo raro es que aún así no me detiene, creo que me arrepentiré.


- ¿Listo? - preguntó mi hermano.


- Mhm.- respondí.- Allá están.


En el balde de agua teníamos el agua pero nada mejor que llenarla de tierra también. Papá estaba charlando con mis dos tíos al principio del patio trasero así que teníamos cierta ventaja. 


Mis odiosos primos de parte del tío Nick estaban en el sofá de la sala, una de ellos es una adorable pequeña llamada Halsey con tres años, luego vienen los insoportables de Matthew y Agustín con quince años.


Podría decirse que no nos caen bien por egoístas, cuando pequeños peleábamos todo el tiempo. Al crecer nos llevábamos bien pero no del todo así que siempre nos alejamos un poco.


- Creo que ya no quiero hacerlo. Si, el imbécil de Agustín me robó la novia pero ahora que lo pienso ella me falló a mi, así que vengarse estaría mal. 


- No seas así Ryan.


- Es que si lo pensamos Liam tenía razón. Mejor pasemos un día agradable.


- ¿Estas hablando enserio? Déjame entonces, puedo hacerlo solo.


Tenía como enojo escondido, quizá por lo de ayer así que de todas formas tomé aquel balde y se lo lancé a papá. No estaba viendo sus caras ya que me coloqué al otro lado.


- Oh por Dios.- Esa no es la voz que conozco.- ¡¿Quién fue?!


- Mierda.- corrí por mi vida hacia la casa, era el tío Nick, tiene que tragarme la tierra y escupirme en otro país o donde se le dé la gana pero menos aquí.


Busqué apoyo en los demás pero ni siquiera me prestaron atención por no pensar las cosas y la culpa se vino a mi. Pasé por fuera de la cocina escuchando lo que decían.


- ¿Que te ocurrió? - ese era papá.


- ¡Mira como me dejaron! Alguien me empapó con agua.


- Llamamos ahora a los niños para que digan algo, uno de ellos fue, estoy seguro.


- Los únicos que estaban cerca eran tus hijos Nick, los demás están lejos por lo que sé.- mi tío enfadado se fue a secar y luego a hablar con ellos.


- ¿Agustín, Matthew algo que decir?


- No hicimos nada papá.- dijeron ambos.


- ¿Saben quién estaba adentro? Es que como hacer tal cosa.


- Te juro que yo no fui.- Agustín se encogió de hombros.


- Ethan venía con un balde hace un rato, lo vi cuando salí del baño.- maldito traidor.


Hice ruido sin querer en mi escondite y la atención se dirigió completamente hacia mi persona. 


- Puedo explicarlo.


- ¡Connor! 


- ¡Tío Nick le juro que fue sin querer, me equivoqué!


- ¿Entonces pensabas hacerle esto a alguien más? ¿Y con este frío Ethan? Es demasiado sobrino, te pasaste.


- Es que..


- ¡Connor! ¡Ven aquí! - papá apareció de la nada confundido hasta que creo que sacó sus propias conclusiones porque me quedó mirando con una ceja levantada.


- Dime que no es lo que estoy pensando.- tragué saliva.- Si no es así no me voy a enojar.


- Papá yo..


- ¿Tu lo hiciste? - asentí maldiciendo.


- Esto es demasiado, no puedo creer que hiciste algo como eso. - cerré los ojos.


- ¡Era para otra persona! - respondí.


- ¿Uno de tus hermanos? - negué.- ¿Primos? - volví a negar.- ¿Para mi? 


- Lo siento.- susurré.


Mi papá se colocó la mano en la frente suspirando pausadamente y con un gesto con la cabeza me indicó que fuera al patio. Tenía dos opciones, la primera era hacerme el tonto como si no hubiera escuchado existiendo la posibilidad de que me tomaran del brazo a la fuerza o seguirlo sin problema.


Obviamente fue la segunda.


- Esto es mucho. Te puedo aguantar demasiadas cosas Ethan, ayer en el centro comercial, cuando peleaste con tu hermana pero ¿esto?


- Fue una tontería.


- ¿Todo eso es tu justificación? Te ganaste un castigo ayer ¿sí o no?


- Si.


- Te quité el computador y el celular pero no el reproductor de música para el viaje porque pensé en como te ibas a sentir. Esto que quisieras tirar un balde lleno de agua que no se de donde sacaste a mi como venganza es inaceptable. Te pasaste por mucho y mi paciencia tiene un límite.


- Lo sé.


- ¿Entonces si lo sabes por qué igual lo haces? Ethan ¿es que te querías quedar castigado acaso?


- No.


- Tenías que pensar primero antes de hacer las cosas. Te vas a la mi habitación, ahora ya.


- Agh.- salí enojado pisando lo más fuerte que podía hasta el cuarto que me indicó. 


Siempre pasa esto por mis estupideces, aún no entiendo quién me manda a tirarle agua a una persona. 


Si buscaba a mi abuela probablemente me salvaría y papá saldría regañado. Es una de las ventajas de venir hasta acá.

Esperé hasta que mi papá entrara a la habitación para irme corriendo.


- Ven acá y sin reclamos.- si ahora está enojado no quiero saber cuándo su mamá lo vaya a regañar.


No se como pero salí de ese cuarto y corrí para llegar a la cocina donde ella se encontraba.


- ¡Abue! ¡Papá me quiere pegar! - la abracé escondiéndome en su espalda.


- ¿Qué? ¿Por qué razón? 


- Quería hacerle una broma de tirarle un balde con agua porque no nos dijo que nos íbamos a mudar de casa ¡pero me equivoqué y cayó en el tío Nick! 


- No hables tan rápido tesoro, fue un error. Tranquilo, toma un vaso de agua que te vas a ahogar.- le hice caso.


- Ethan ven acá.- mi papá entró a la cocina.


- ¡Basta ya Connor! ¿Es el día de retar a los niños acaso? Nadie de esta casa va a salir castigado ¿me oíste? Nunca vienen y ahora que están aquí no lo disfrutan.- dijo mi abuela.- Fue algo pequeño, todos cometen errores.


- ¿Es algo pequeño querer lanzarme un balde con agua pero equivocarse? - yo solo escuchaba atento.


- ¿Y no decirle que piensas mudarte? ¿No es nada acaso? - su cara cambió de inmediato entendiendo un poco la situación.


- ¿Era eso? - su mirada estaba en mi.- Tenías que decírmelo, no pienses que nos iremos así como así. Hijo ven aquí, no es la manera tampoco de hacer las cosas.- dude en acercarme pero lo hice.


- Me equivoqué.


- Lo sé y por eso agregas dos semanas más a tus cosas.- me separé enojado.


- ¡Pero se convertiría en un mes!


- No es conversarble y sabes bien que en otra situación no te iría tan fácil.


- Agh.- no podía hacer nada más que aceptar.- Pero insisto que no es justo.


Daniel


Apenas tuve un momento a solas con mi padre este me dijo un párrafo de como una hora sobre los peligros que corrí en ese lugar, también que el estar borracho era increíblemente peor y que si volvía nadie incluido mis tíos iban a poder decir alguna cosa para salvarme porque me llevaría el castigo de mi vida.


Era consciente que cumplía esas promesas por eso asentí en todo momento.


Durante la tarde fuimos en algunos caballos como dijo el abuelo y se pasó muy bien con los chistes en la fogata por la noche, chismes amorosos de parte de mis primos, confesiones jamás antes vistas, entre muchas cosas más.


Era triste que nos teníamos que despedir por la noche ya que el tío Connor cambió de opinión y pensaba en el día lunes sobre la entrada a clases junto a su trabajo.


Prometí que volvería a verlos a todos en otro momento, los abuelos nos regalaron galletas a cada uno para llevar y eso me dejó más que contento porque las amaba. 


Papá nos contaba en el camino que le habían propuesto cambiarse de casa a mi tío para tener a la familia más cerca y la idea me pareció la mejor de todas.


Mateo


Pensar que tenía que ir al colegio mañana me dejaba sin ganas de nada. No es que odie ir pero tenia justamente una prueba de matemáticas y dudo que tendré todo correcto porque no estudie nada.


Pensé en hacerme el enfermo pero tenía un partido importante y no me la perdería por nada del mundo. Pensaba ser el mejor en fútbol americano, de eso estaba seguro.


Al llegar a mi cuarto busqué mi mochila la cual ya estaba arreglada para el día siguiente y la coloqué más cerca de mi bolso deportivo para luego irme a dormir.


Nada ni nadie podría arruinar el día de mañana.


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