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jueves, 14 de octubre de 2021

Pequeñas travesuras, Capítulo 25


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   Pequeñas Travesuras

 Autora: Anaisbvm 

 Capítulo 25, Domingo familiar 

 


Marco

El día sábado fue aburrido, no hicimos nada interesante ya que prácticamente pasamos todo el día acostados porque nos sentíamos mal con los efectos secundarios de la vacuna del viernes.

Papá se pasó de un lado a otro cuidándonos en todo momento, viendo cuando alguno tenía mucha fiebre, otros llorando por tener que comer cosas livianas, entre otras cosas. 

Por suerte hoy nos sentíamos todos mejor a excepción de nuestro hermano menor el cual seguía un poco mal. Nos tocaba el día familiar con los abuelos, por la mañana llamaron para saber cómo estábamos todos. Acordamos que llegaríamos en el almuerzo así que todos arreglamos nuestras cosas para irnos temprano hacia allá.

Daniel era el más nervioso porque su papá llegaba justamente hoy, durante la noche me dijo que lo iba a matar por haber hecho tal cosa, que si no salía vivo de allí le cuidara su nuevo play porque no lo quería dejar sin dueño.

Debo decir que estaba exagerando pero conozco como le va en los castigos con mi tío y el no es de usar solo la mano sino es capaz de quitarse el cinturón ahí mismo en frente de todos porque uno de mis primos se pasan. Agradezco eternamente que papá no sea así, siempre pensó que era un castigo muy excesivo lo de ocupar otras cosas y nunca hemos pasado por algo como eso.

El viaje fue lleno de lloriqueos por parte de Mateo.

- ¿Papi cuando vamos a llegar? - esa pregunta la repitió mil veces.

- Falta un poco mi vida.

- Quiero llegar.- se quejó.

- Mateo lo sé pero falta.

- Noo, me duele la cabeza.- solo podía ver como papá respiraba profundamente para detener el auto y buscar alguna pastilla para calmarle el dolor.

- No debíamos venir, te sientes mal así que nos devolvemos a casa..

- ¡No! ¡Quiero ver a los abuelos! ¡Papii! - se colocó a llorar con mucha intensidad.

- ¡Entonces deja de quejarte que me está comenzando a doler a mi! - Liam fue el primero en reclamar porque todos estábamos con audífonos por el viaje y otros durmiendo.

- Hey, tranquilos. Hijo deja de llorar porque empeora el dolor de cabeza y Liam paciencia.

- Ya Mateo, duerme un poco ¿si? - le dije y este asintió colocando su cabeza en mis piernas con una almohada que llevó desde la casa.

Después de un largo rato llegamos a la casa de los abuelos. Era muy grande, con un patio inmenso, tenían hasta caballos y distintos tipos de animales. Era poco lo que veníamos pero nos encantaba ya que nos mimaban mucho. 

- ¡Abuelaaa! - Mateo salió del auto corriendo a sus brazos.

- ¡Mi niño! - ella le sonrió abrazandolo y dándole besos por toda la cara.

- Hola abuela.- me bajé del auto para saludarla al igual que todos.

- ¿Como se han portado? Los extrañé tanto mis amores. ¡Daniel querido! ¡Ven acá pequeño! - él era uno de sus favoritos, mi primo se transformaba como un niño de 5 años con ella.

- Hola mamá, te extrañé.- lo primero que hizo papá fue darle un beso para luego abrazarla cariñosamente por un rato.- ¿Llegaron mis hermanos? 

- Falta solo Alex, lo llamé hace poco y dijo que venían en camino.- Daniel suspiró muy fuerte llamando la atención de ella.- ¿Que pasa amor? ¿Que hiciste ahora tesoro?

- Fue sin querer.- el escondió su cabeza en los brazos de la abuela.- ¡Me tienes que salvar!

- No te va a tocar ningún pelo tesoro. Déjalo conmigo, que se atreva porque con la escoba va a ver estrellas. ¿Verdad mi niño chiquito? ¿Quien es el más consentido? Hice tú pastel de yogurt favorito, ve por un trozo que está en la cocina.

- ¡Eres la mejor! - despareció al entrar en la casa.

- ¿Que hacemos aquí afuera? Vamos que el almuerzo ya está casi listo, si quieren ir a ver al abuelo está con los caballos en el establo.

Entramos a la casa y saludamos a todos, estaban nuestros otros tíos y primos conversando, con ellos nos llevamos bien pero no del todo. Son más reservados y no hablan demasiado.

Mis hermanos y yo fuimos directo al establo para ver a los caballos, nuestro abuelo estaba feliz de vernos a todos. Nos dijo que daríamos una vuelta en ellos por la tarde para luego visitar un lago que estaba cerca de acá.


Emily

El viaje me dejó un poco agotada, cuando pude ver a la abuela después de tanto tiempo casi me puse a saltar de la emoción, ella muy cariñosa como siempre me dio un abrazo muy apretado susurrandome en el oído lo mucho que me extrañó.

Me dolía el estómago y creo que eran los mismos nervios de antes. Con el abuelo fue diferente aunque me sentí cómoda de igual manera, nos enseñó los caballos y uno de ellos me enamoró por completo, el blanco que me dejó acariciarlo.

- ¿Puedo ir en ella más tarde? 

- Claro que si, es muy linda ¿cierto? - asentí.

- ¿Cuál es su nombre y el significado? - pregunté por curiosidad.

- Es luna. Cuando nació fue en la noche justamente a la luz de luna llena por eso su nombre.- sonreí feliz.- Es muy especial, como alguien que tengo aquí a mi lado. Creo que quiere ser tu amiga porque no deja que muchos la acaricien.

- Es preciosa, si tuviera un lugar grande como el campo sin duda tendría algún caballo, si mi papá me diera permiso obviamente.- él sonrió.


Daniel

Mirar con nervioso la puerta de entrada fue lo que hice durante los 30 minutos que habían pasado acá desde que llegamos, podría decirse que tenía miedo pero no a la vez ya que sabía las consecuencias.

Papá era algo duro para dar los castigos pero tampoco era como si nos fuera a lastimar, admito que los odiaba como toda persona. 

Cuando cometí aquella estupidez estaba borracho así que puedo tener una excusa aunque tampoco me ayudaría en absoluto al defenderme. 

Me distrajo el celular unos 5 segundos y escuché el auto de mis padres llegar. Cerré mis ojos fuertemente, mi respiración se cortaba y hasta pensé en irme otra vez pero a la cima de la montaña lejos de toda civilización.

- Hola.- mis hermanos entraron saludando, primero a mi y luego a los demás. Poco rato más tarde mis papás también pasaron.

- Daniel hijo.- mi mamá pasó casi corriendo para abrazarme.- Por Dios los infartos que tuve al no verte en la casa jovencito, que bueno que estás bien. Luego hablamos.- asentí.

- Hola familia, llegamos un poco tarde.- mi papá entro sonriendo, me saludó como lo hace normalmente y no dijo nada del tema.

Escapé del lugar a pasos lentos para ir con mis primos y no tener que vivir la tensión que había en el ambiente o que yo sentía por lo menos. 

- Tío Connor ayúdeme.- le dije en susurros.

- Voy a hacer todo lo posible Dani, anda con los demás, no te preocupes.- me fui lo más rápido que pude.

Connor 

Cuando tuve a mis dos hermanos en la sala sentados en el sofá comenzamos a hablar de anécdotas pasadas y las risas no faltaron.

Traté de ayudar lo más que podía a mi sobrino con el tema que le preocupaba, sabía perfectamente que no podría hacer nada en la casa de nuestros padres ya que eran sobreprotectores con todos sus nietos.

- Alex para mi que deberías dejarle pasar esta a Daniel.

- ¿Enserio me lo dices? Siempre anda de problema en problema hermano no lo trates de justificar.

- Eres muy pesado en algunas ocasiones, es un adolescente.

- Yo opino que Connor tiene razón aunque unas no le faltarían por poner su vida en peligro pero más que nada es pequeño.- me sorprendí con lo que dijo mi otro hermano Nick el mayor de los tres porque él en si es mucho más estricto.

- Verdad que si.

- Ustedes se unen en mi contra. Saben súper bien que sus hijos hacen algo así y no les dejan pasar el castigo.

- Puede que si pero no ya que estamos hablando de tu hijo, Alex.- este suspiró.

- Lo hablé con mi mujer e igual lo defiende en ese sentido, cualquiera comete errores pero algo como esto aún me enoja por exponerse al peligro. ¿Es que como explotar una moto..?

- Connor y yo pensamos que deberías dejarlo pasar, además pasó casi una semana, quizás hasta aprendió de los nervios que debió tener el pobre.

- Ya, puede que si.- lo miramos con los ojos entrecerrados.- ¡Ustedes son imposibles! Ya van a ver cuando defienda a mis sobrinos. Pero está bien, solo lo voy a regañar porque es lo menos que puedo hacer.

- Además dudo que nuestra madre te hubiera dejado ponerle un dedo encima.- los tres nos reímos.

- Si, tienen razón. Tenemos que pasar un momento agradable ya que no nos vemos nunca. Me acabo de acordar de algo, te tenemos una propuesta hermanito.- Miré a Nick confundido por lo que me acaba de decir.- ¿Que te parece una mudanza?

- Nick y yo pensamos en que como vives tan lejos de todos nosotros podrías considerar irte a vivir por esos lados. Te aseguro que la ciudad de Miami es fantástica, a mis sobrinos les va a encantar la idea.

- No lo sé es muy pronto ¿no creen? 

- Anímate, piénsalo un poco antes de decidir y si tu respuesta es la que esperamos te ayudaremos a conseguir una nueva casa, empleo, colegio, entre otras cosas.- Ambos sonrieron.


Liam

Por casualidad pasaba por el pasillo del baño y escuché como mis tíos hablaban con papá sobre una posible mudanza. Quedé sorprendido al no verlo negarse pero me asusté de inmediato. ¿Qué pasaría con mis amigos? ¿La escuela? ¿Los partidos de fútbol? ¿La chica que me gusta?

¡No puede ser cierto! 

Estaban tomando una decisión sin nosotros, les importó poco lo que pensábamos al parecer porque nunca nos llamaron para informarnos sobre el tema.

Como todo un loco corrí a contarles a mis hermanos sobre esta locura, todos conversaban en unos columpios ubicados en el patio.

- ¡No van a creer lo que escuché! ¡Piensan mudarse! 

- ¿De qué hablas? - Emily me preguntó.

- Papá estaba hablando con los tíos y le ofrecieron cambiarse de ciudad.

- ¡Genial! - Mateo sonrió feliz.

- ¡Claro que no es genial! Piensa en todo lo que vamos a perder idiota.- este borró su sonrisa por completo.

- Es una decisión que toman los grandes chicos, no comiencen una discusión.- Marco como todo hermano mayor trató de tranquilizar el ambiente.

- ¿Y nosotros estamos pintados o qué? - le reclamé.

- Deberíamos oponernos ahora mismo.- Ryan habló.

- ¿Quien se une? - todos aceptaron a excepción de Marco acompañado de nuestro primo los cuales lo vieron como una clara estupidez.

- Yo digo que deberíamos hacer una venganza por no tomarnos en cuenta.- todos colocamos la atención en Ethan.- Veo claramente el agua que toman los caballos por allá, si la sacamos en un balde y se la tiramos no sería mala idea.

- ¡Es pésima! ¿Quieres que nos mate acaso? 

- Piensa antes, nadie lo va a saber. ¿Que mejor que nuestros primitos de parte del tío Nick se lleven la culpa por accidente? ¿Ryan tú piensas que sería cruel si uno ya te robó la novia? - Ethan sonreía.

- Estoy de acuerdo, hagámoslo.- Ryan solo pensó con enojo y respondió.- ¿Están con nosotros dos?

- Claro que no.- dije enojado.

- ¿Ethan acaso estás idiota? - ella se cruzó de brazos.- Si quieres irte directo a un castigo no te lleves a Ryan contigo.

- No me está obligando incluso quiero ir. No digas ni pienses por mi hermana además ni los necesitábamos.- Ellos dos salieron del lugar en el que manteníamos la conversación para completar aquella estupidez.

- ¿Le contamos a Marco para que no cometan esa locura?

- Déjalos, Ethan estaba pidiendo un castigo desde ayer, si tanto lo quiere que se hunda solito.- dijo Emily antes de irse hacia los columpios.

- Si Liam, mejor vamos a pedirle a la abuela la tarta de yogurt que tiene en la cocina. Daniel dijo que está riquísima.- asentí antes de seguirlo.


 

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