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miércoles, 13 de octubre de 2021

Pequeñas travesuras, Capítulo 22


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 Pequeñas travesuras

 Autora: Anaisbvm

 Capítulo 22, Consecuencia.  

 

 

Connor

Por suerte pude dormir un poco en la noche porque llamé a la mamá de su amigo para que se quedara en su casa, obviamente no iban a asistir al colegio de esa manera.

Lo que ella me contó me desconcertó bastante porque según mi hijo tenía todo el permiso del mundo para asistir a aquella fiesta además de una libertad en la hora impresionante. 

Durante la mañana hice todos los desayunos y levanté a cada uno de ellos a excepción de los que probablemente iban a despertar con un gran dolor de cabeza. 

- ¡Bajen a tomar desayuno! - ninguno respondió y decidí subir para ver que pasaba.

La primera puerta que abrí fue la de Ethan y este aún estaba acurrucado en su cama tranquilamente sin ver que ya estábamos atrasados. 

- Hijo es tarde, arriba vamos.

- Mhm.- se estiró pero volvió a envolverse en las mantas.

- Ethan levántate, cuando vuelva quiero que estés abajo tomando desayuno.

- Agh, tengo sueño.- salí de su cuarto para dirigirme al de Emily que estaban al lado.

Ella sin problemas se levantó y corrió por usar el baño de las primeras lo cual aseguraba una pelea instantánea con sus hermanos.

En el caso de Ryan se encontraba listo y arreglando algunas cosas en su mochila.

- Hijo cuando acabes bajas a tomar desayuno.

- Si, enseguida. No me tardo nada.- asentí.

Mi hijo menor fue el que causó mucho más problemas ya que al parecer no durmió bien. Tenía un berrinche desde que puse un pie en su habitación.

- Mateo arriba.

- ¡Nooo! - se tapó hasta la cara.

- No te estoy preguntando hijo.

- No quiero.

- Mateo la ultima vez que te digo que te levantes o yo mismo te voy a vestir.

- Déjame.- colocó un gran puchero mientras pataleaba en cama lloriqueando.

- Hijo tienes que vestirte, hay clases.- me acerqué hasta su cama pero este me tiró una almohada en la cara antes de sentarme.

- Ya jovencito, esto es mucho. Te levantas ahora.- se movió hasta quedar en la esquina de su cama y yo sin mucho esfuerzo lo saqué de ahí. 

PLAS 

- No vuelvas a tirar las cosas.- me miró molesto.

- Ni me dolió.- ya mi paciencia se estaba agotando.

- ¿Ah si? - como si supiera en que se metió cambió de inmediato su carácter pegándose a mi como un koala. Lo abracé sonriendo por como se comportaba.

- Lo siento papá.

- Ya, tienes que vestirte.- lo separé un poquito para pasarle el uniforme escolar el cual miró con desagrado.- ¿Por qué no quieres ir?

- No me gusta levantarme temprano.

- A nadie cariño.- reí un poco.

- ¿Me llevas a tu trabajo? Prometo portarme súper bien.

- No puedo mi vida.- sonreí.- Ahora te cambias porque ya estamos mucho más atrasados que antes.


Liam

Mi cabeza iba a explotar, miré a mi alrededor desconociendo el lugar pero estaba en el cuarto de Julián acostado en un colchón con mantas en el piso.

- ¿Que hora es? - dije refregando mis ojos.

- Creo que son las 12 del día.- respondió bostezando.

- ¿Que pasó anoche?

- No lo sé, estaba con tantos tragos encima que recuerdo pocas cosas, como cuando le hablaste a tu papá.- se puso a reír a carcajadas.

- ¿Que? 

- Lo que escuchaste, me contaste cuando cortaste el celular.

Mierda..

Ahora que empezaba a pensar un poco me acordé de la llamada y creo que me van a matar apenas llegue a la casa.

Ya no podía más con el dolor de cabeza y me levanté al baño pero nunca imaginé que iba a devolver todo lo que comí ayer.

- Uy amigo.

- ¿Que tanto tomé?

- Bailaste con el perro de la vecina con eso te digo todo.

Maldición.. 

Lo menos que quería en este momento era llegar a la casa y más encima ni siquiera llegué a dormir allá. No se cuentas veces tomé una respiración súper profunda para calmarme.

Nos arreglamos un poco y Julián me prestó ropa porque la mía estaba pasada a alcohol. Su madre nos dio desayuno preguntando felizmente como la pasamos en la fiesta.

Quería alargar aún más la estancia aquí pero era imposible ya que tenía que volver a mi casa, decir que estaba nervioso quedaba corto porque ni siquiera pensaba salir vivo de allí.

Julián trataba de distraerme en el camino, hablarme de algunos videojuegos que salían en unas semanas pero yo solo veía que cada vez me acercaba a mi final.

- Mi niño llegamos.- su mamá me sonrió triste.- No te preocupes te irá excelente si tenías permiso.

- Eh, si.- buena mentira dije anoche.- Adiós y muchas gracias.

- Me hablas después.- le asentí a mi mejor amigo para luego salir del auto.


Lo más probable es que papá en estos momentos se encontrara trabajando en la clínica así que hablaríamos más tarde o eso pensaba antes de abrir aquella puerta y ver a mi primo junto a mi hermano sentados en el sofá con cara de arrepentimiento lo cual encontré extraño.

- Hola.- saludé casi susurrando.

- ¿Como dormiste? - papá salió de la cocina.

- Eh, bien. Sobre de lo de anoche papá yo..

- Hablaremos eso más tarde, ¿tienes hambre?

- Tomé desayuno en la casa de Julián.

- Entonces creo que ahora es el momento de hablar - tragué saliva.- ¿Puedes ir a tu habitación? - yo solo asentí listo para aceptar mi condena subiendo las escaleras.

Mi papá venía detrás y yo con los nervios de punta. Cuando entramos a mi cuarto ambos nos sentamos en la cama.

- ¿Que pasó ayer? ¿Acaso era el día de insultar a papá? Porque no me gustó para nada el tono que usaste en la llamada Liam.

- Estaba pasado en tragos yo realmente lo siento.

- Tienes claro que tengo muchísima paciencia, siempre trato de comprenderlos pero no me gustan las faltas de respeto.

- Lo sé.

- ¿Entonces por qué razón lo hiciste? Dicen que cuando una persona tiene tragos encima dice la verdad ¿no?

- Fue algo del momento papá, nunca fue mi intención decirte tal cosa. Quizá me sentía estresado o algo.

- No quiero nunca más una falta de respeto como esa.- asentí.- ¿Me puedes explicar cómo llegaste a una fiesta si te di permiso para otra cosa? Además de mentirle a la mamá de tu amigo.

- Hmm.- esperaba pacientemente a que yo le diera una respuesta.- Lo pensamos con Julián, solo queríamos ir a divertirnos un rato. Sobre lo de su madre me equivoqué y lo siento.

- De acuerdo ¿tienes claro entonces que algo así no se hace cierto?

- Si papá.- me sentía como un cachorro regañado.


Connor 

Mientras estaba sentado junto a mi hijo me llevé las manos a la cara tratando de analizar aún más la situación, buscar alguna cosa que justifique su comportamiento, algo que me diera la posibilidad de no tener que castigar a ninguno de los dos pero la verdad es que no encontraba ninguna. 

- Ya sabes que va ahora.- me miró triste.

- Papá yo..- esta parte no me gustaba, odiaba que me pusieran en esta situación pero no podía soportar que tuvieran esa desobediencia cuando quisieran.- Nada.

- Ven aquí campeón, afuera pantalones.- su cara fue un real poema ya que nunca le pedía tal cosa pero accedió sin problema.

Esperé un momento antes de empezar acariciando un poco su espalda.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 

- Nada de faltas de respeto.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 

- No me vuelves a levantar la voz de esa manera.

PLAS PLAS PLAS PLAS Au PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 


- No quiero que me digas que vas a un lado pero te cambias a otro sin avisar en absoluto.

PLAS PLAS Agh PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 


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- A la próxima va a ser mucho peor.


PLAS PLAS PLAS PLAS Hmm PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 


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- No sabes lo preocupado que estaba por ti.- recordé lo de anoche y algo me presionó el pecho.


PLAS PLAS Ay PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 


PLAS PLAS PLAS PLAS Au PLAS PLAS PLAS snif PLAS PLAS snif


- Esto es para que aprendas a no volver a hacer este tipo de cosas.


PLAS PLAS snif PLAS PLAS PLAS PLAS snif PLAS PLAS 


PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 


- Si necesitabas o querías ir a esa fiesta me tenías que pedir permiso.


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PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS 


- No me gusta estar en estas situaciones pero sabes que te la ganaste hijo.


PLAS PLAS 


Las últimas dos se las di con mucha más fuerza, Liam lloraba a mares y ya tenía partido el corazón porque era por mi culpa.

- Ya cariño, tranquilo.- se levantó con muecas y las mejilla rojas. No tardó ni un segundo en abrazarme lo cual me causó ternura combinado con tristeza.

- L-lo siento tanto Snif 

- Esta bien corazón todo perdonado.- le sonreí.- Vamos a lavar esa carita para que bajes a comer algo.

Aún me faltaba tener una conversación con Marco pero ese era otro tema, casi nunca se ganaba un castigo como estos porque siempre es muy obediente en todo.

Dejé a Liam en la cocina viendo el televisor de la sala y subí a hablar con mi hijo mayor. Al tocar la puerta de su habitación respondió el típico "Pase".

- Creo que tenemos que hablar.

- Si..- me senté en su cama.

- Sobre lo que ocurrió ayer fue muy peligroso juntar eso hijo.

- Me equivoqué.

- Es muy perjudicial para tu salud, nunca más vuelvas a hacer algo como eso. Podrías haber tenido una sobredosis, una deshidratación, golpe de calor y depende con cuál la consumas.- dije un poco molesto.- No sabes cuánto te daña pero te lo advierto, si por algún motivo haces eso otra vez te va a ir muy mal aquí.

- Se que no debí consumir eso papá. De verdad lo siento me dejé llevar.

- Mira, yo también fui adolescente y cometí muchísimos errores los cuales me arrepiento hasta el día de hoy pero aprendí de ellos. Te aseguro que siempre voy a estar para aconsejarte en estos casos hijo.

- Gracias y se que soy un estúpido.

- Claro que no.- lo miré directamente.- No te quiero oír decir eso de nuevo porque no lo eres. Solo fue un momento en el que no pensaste.

- ¿Me vas a castigar?

- ¿Que crees tú? ¿Debería?

- Yo por lo menos aprendí que no debo hacer algo como eso pero si, enserio.

- Entonces ven aquí.- se acercó lentamente a mi lado.

Traté de hacer todo más rápido para que no se colocara nervioso.


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- Marco lo digo enserio, nunca más.

- Si papá.


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- No es necesario decir que no tendrás celular por dos semanas ¿cierto?

- Agh.- suspiró molesto.


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Tomó una almohada y la colocó en su cara abrazandola fuertemente.


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- Hijo te puedes ahogar así. Hey, cariño.- no se la quitaba.

- No, sigue.

- Amor, deja eso si.- levantó su cara y la tenía llena de lágrimas lo cual me dejó mal.- ¿Te lastima? 

- No es eso snif - respiró entrecortado.- Me siento culpable y lo siento tanto.- su llanto aumentó.

- Todo perdonado.- lo levanté de ahí abrazandolo.- Terminamos aquí, nada más. 


El resto del día estuve mimando a mis dos pequeños los cuales querían estar conmigo en todo momento. Pedimos una pizza para la cena y en el caso de mi sobrino solo fue un poco regañado, no quería agregarle más condena con lo que tenía pendiente con mi hermano.


 

1 comentario:

  1. Eso fue injusto para Liam,Marco además consumió vi un favoritismo grande 😠

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