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Pequeñas travesuras
Autora: Anani bvs
- Dios, que hice.- dije mientras caminábamos hacia donde estaba estacionado.
- Si quieres nos unimos a ti. No te dejaré solo.- Dijo Ryan.
- ¿Y tu Ethan?
- Estas loco, es ganarse el bendito castigo de la vida. Así que estás solo. Lo siento.
- Ese es mi hermano.- dije entre dientes.
Subimos al auto y papá estaba enfadado solo por habernos demorado más de lo necesario y se notaba en su mirada.
Rogaba a Dios que no mirara mi nariz por él retrovisor porque si lo hacía ya me iba a largar a llorar.
- ¿Como se les ocurre no avisarme y no contestar sus celulares?
- Papá lo sentimos.
- Habla por ti Ethan no por los demás, no eres su abogado. Quiero explicaciones pero ya.
- Si.- susurramos los tres.
- ¿Acaso les dije que podían estar tanto tiempo afuera? Y sus mascarillas, caramba.
- Las teníamos puestas pero..- dijo Ryan y me acordé que las dejamos en el local.
Me puse a maldecir mentalmente.
- ¿Liam? ¿Que tienes ahí?.- mi corazón se aceleró al mil y cerré los ojos con fuerza.
- ¿A qué te refieres?.- me escondí en la oscuridad de la puerta.
- Eso en tu nariz. Acércate.
- Papá yo..
- Te dije que vinieras.- mis ojos se cristalizaron y con toda la cobardía del mundo me acerqué.
Frenó el auto de repente y entré en pánico de inmediato.
- ¿Que te dije Liam Miller? .- tragué.- ¡Por el amor de Dios que te dije! ¿Eso es un pircing?
- Puedo explicarlo.
- Explicar que cosa. ¿Que me desobedeciste cuando yo te dije que lo tenías prohibido? Ayer te dije muy bien que no y aún así lo hiciste.- se tocó el puente de la nariz mientra cerraba sus ojos con suspiros largos.
- Solo quería hacerlo porque quería, papá. No siempre puedes tomar desiciones de mi vida.
- Repítelo.- mala idea, pésima en realidad. No debí abrir mi gran boca.
- No puedes tomar decisiones de mi vida siempre.- repetí como un estúpido.
- Estas castigado ¿Lo sabes supongo?.- miró a los demás.- ¿Y ustedes? ¿Van a salir con lo mismo? Díganme qué no lo hicieron.
- Solo quería un aro no es tan grave.- Ethan susurró.
- Y yo una perforación en la clavícula.
Papá encendió el auto nuevamente y quedamos en silencio por un largo rato hasta llegar a lo que más temíamos, la casa. Fue un momento muy incómodo el no hablar pero si lo hacíamos seguramente empeorabamos la situación.
- Los quiero a cada uno en sus habitaciones, ahora.- no reclamamos absolutamente nada y corrimos por las escaleras. No miramos a nuestro alrededor por si estaban Marco o Emily solo queríamos desaparecer.
- Voy a morir.- dije entrando a mi pieza.
- Suerte porque hoy nos vamos bien calentitos a la cama.- Ethan entró molesto y cerró de un portazo.
- En que me metí.- Ryan copió la acción de Ethan.
Me cuestioné por bastante rato si colocarle seguro a mi puerta por sobrevivencia pero si lo hacía me iba a ir mucho peor. Sabía que estaba alargando el tiempo para calmarse lo suficiente hasta subir.
Mis manos temblaban por los nervios y aún más cuando escuché pasos en las escaleras. Negué mentalmente pero en el momento que se movió la puerta le puse seguro.
Ahora si que estoy muerto.
- ¿Es una broma, Liam? Abre de inmediato tu puerta si no quieres aumentar el castigo que ya es grande por cierto.
- Pero es que me vas a pegar.- no aguanto nada. Ya estoy lloriqueando.
- ¿Y tu que creías, que te iba a felicitar por lo que hiciste? Abre. Van 5 más.
- Papá..- caminaba de un lado a otro para no abrir la puerta.
- Mi paciencia se acaba. ¿Quieres que vaya a buscar la llave de tu cuarto y que te vaya peor? Dime ahora.
- No.- saqué el seguro y me tiré a la cama tomando una almohada como escudo. Me hice una pequeña bolita en la esquina.
- ¿Porque lo haces más difícil? ¿Que te costaba esperarme para hablar?
- Yo solo quería hacerme uno, no es como si fuera un delito.
- Lo sé. No es un delito hacerse una perforación pero te dije que no tenías permiso.
- Lo siento.- ahora si que lloré.
- Mira Liam, no estoy enfadado por demorarse un poco, o salir con tus hermanos, eso que quede claro. Es por tu desobediencia cuando recién ayer te lo dije. Entrarás a clases mañana, ¿por qué crees que no podías?
- No lo pensé.
- Eso es lo que pasa. Que no piensas antes de actuar, cariño. Sabes cuánto odio estar en esta posición por tu rebeldía. Creo que entendiste así que a mis piernas, vamos.
- No quiero.- se hicieron presentes mis sollozos en la habitación.
- Liam.
Me levanté y caminé a pasitos muy cortos hacía allá. Prácticamente me tiré y coloqué mi cabeza tapada en almohadas en la cama.
PLAS
No pasaron ni dos segundos y ya había recibido la primera palmada que dolió como los mil demonios.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
¡Joder! ¡Fui un tonto!
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
Mientras lloraba me puse a pensar en los mocos que tendría después, aunque suene asqueroso cuando me los quiera quitar llevaré a pasar el maldito pircing y dudo que no me duela.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
Esto pica y mucho.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
Ya está, no veré la luz del día.
PLAS PLAS *auch* PLAS PLAS *Au* PLAS PLAS *No* PLAS PLAS *Ay* PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS
Ya no aguanto, Dios sálvame. Quizá no soy muy creyente pero justo ahorita creo.
PLAS *Snif* PLAS PLAS PLAS *Ya, me duele* PLAS PLAS PLAS
- No te va a hacer cosquillas. Baja tu pantalón.
- ¿Que? - me iba a levantar de golpe y lo impidió.
Lo hizo el solo y vinieron otra vez las malditas palmadas que me iban a dejar sin trasero de por vida.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS * ¡Ya, me arrepiento!* PLAS PLAS * ¡Lo siento!* PLAS PLAS *Ayy*
- No quiero que me vayas a desobedecer de esa manera otra vez porque a la próxima esto será el doble de largo y créeme que no te va a gustar.
PLAS PLAS PLAS PLAS
Pegó esas cuatro justo en los muslos haciendo que me sobresaltara.
- Ven aquí, mi niño rebelde.- subió mi ropa mientras que yo como un crío lloraba sin control y me abrazó repartiendo besos por toda mi frente.
- Fui un tonto.
- No digas eso, fuiste desobediente que es diferente. Quita esas lágrimas si no fue tanto, mi vida.- tomó un pañuelo y lo pasó por mi cara.
- Lo dices porque tú no estás calentito.- le causó risa y sonrió para disimular. Me sentí estúpido por decir aquella cosa.- Haces que me sienta como un bebé. No me gusta- dije y me empezó a acurrucar como uno, estaba cómodo pero no iba a perder más dignidad de que ya había perdido.
- Esta bien, le iré a hacer mimos a Ryan entonces.
- ¡No! Digo, él no se los merece. Yo solito, si.
- Miren a este niño tan mimoso.- sonreí.
- No eres un bebé pero te comportas como uno, amor.- nos quedamos abrazos por un largo rato.- Te adoro.
- Yo también, papá
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