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lunes, 19 de julio de 2021

Sangre flamenca capítulo 31


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 Sangre flamenca

 Autora: Terry

 Capítulo:31

 

 



 
Ramon  y  Rebeca  caminaba dirección  a la  habitación del de su hijos, habían empezado la gira en su propia ciudad antes de viajar a Valencia, Madrid, Barcelona entre otras ciudades antes de salir al exterior; Ramón creía que Moisés no iba a estar preparado para la función después de lo que pasó en la tarde, pero su  sorpresa Moisés  también estaba  listo para brillar en el escenario.


  • ¡AY MIS AMORES!  qué guapos estáis – les dijo  Rebeca  a sus  hijos  abrazando  a cada uno de ellos y dándoles  besos  por  toda  la  cara, teniendo  queja  de  los  tres  por  como los estaba besando… pringándoles con lápiz labial

  • Yaaa mami  no  seas  pesada – le  dijo Noél  a su  madre  un  poco  fastidiado limpiándose  la  cara  para  borrar  los besos que le había dejado con el pintalabios

  • Pero  es  que es verdad estáis guapísimos – volvió a decir y volver a calcar tremendo beso en la frente mientras Ramón  se reía  de buena gana

  • Es verdad mis hijos son muy guapos – dijo Ramón abrazandolos uno a uno, orgullo de todos ellos

  • Mamá tú sí que estás linda – murmuró Moisés a su madre admirando el vestido – estas toda una diosa c con ese vestido

  • ¡Oh que galán! – sonrió ella dando una vuelta para que vean su precioso traje mientras todos la aplaudían – gracias hijo – le dijo  dándole  un  abrazo a Moisés  y  un beso  la  mejilla

  • Bueno vamos que se me hace tarde – Ramón abrazo a Rebeca contento por todo

  • ¿Papi? – interrumpió de pronto Abraham con tono preocupado

  • ¿Qué sucede hijo?

  • ¿Va a estar esa bruja que vino  al  almuerzo? – pregunto sin ocultar su antipatía por una corista que estaba reemplazando a una de las chicas

  • ¡Abraham no le faltes el respeto !- aunque a Ramón tampoco le caía muy bien no podía dejar que su hijo fuera grosero con esa mujer

  • Pero  papá   es  qué  es una estirada – Ramón  le  dio  una  mirada  de   advertencia

  • No  quiero  problemas  así  que  no  te metas en líos y la advertencia va para los tres, así que ya os lo  digo  no   quiero problemas con nadie – los chicos se miraron unos a otros, estaba más que claro que su padre estaba hablando en serio y aunque los tres querían rodar los ojos, asintieron al mismo tiempo lo que conformo a Ramón por ahora, porque estaban sobre la hora para ir al teatro – ahora vamos que se  hace tarde


Cuando llegaron teatro y salieron al escenario todo el mundo se puso en pie aplaudiendo,  a los seguidores de Ramón le había gustado mucho que hicieran una  gala con toda su familia y como era costumbre Ramón fue el primero en salir, después de unos minutos que Ramón estaba bailando  salió Rebeca  con un espectacular vestido de flamenca deslumbrando a todos con el genial diseño y por la magnífica interpretación de la danza, cuando ella concluyo, ingreso después que terminaran paso a Moisés  seguido de su hermanos haciendo su parte arrancando del público un gran ovación, que se magnifico cuando a la danza se sumaron sus padres.

Finalmente el espectáculo tenía que terminar con la presentación de Ramón y una bailarina invitada solo para esta presentación que resulto ser nada menos que la antipática que vino a almorzar y que a   Abraham le caía como una patada, peor con lo que le oyó hablar minutos antes, pero la cosa no hubiera ido a más de no ser por lo descarada que era, que no dudo en coquetear a su padre o por lo menos eso le parecía a Abraham cuando empezó a mandarle besos soplados al aire, parte del espectáculo, pero enfado tanto a Abraham que no dudo en meter un pie  para que la mujer se cayera, pero solo  dio un pequeño tropiezo y no pasó nada más, ganándose una mirada fulminante de parte de su padre quien vio la intención de su hijo.

Finalmente el espectáculo  llego a su fin y todo el elenco decidió celebrar con una cena y servirse unas copas entre amigos quedando todos en encontrarse a la salida del teatro, fue cuando Ramón aprovechando que Abraham acababa de entrar al camerino a cambiarse, le recrimino por lo que hizo y le advirtió que si hacía una cosa parecida a esa le iba a dar una paliza, Abraham se molestó y prefirió quedarse callado y su padre apurado por Rebeca decidió dejar el tema ahí y se fue a cambiar dejando a Abraham protestando en voz baja.


  • ¡Basta Abraham! haz caso a papá y no nos metas en problemas – le advirtió Moisés – no que te ganes una paliza si no que dejaras al papá y la mamá cómo gilipollas que no saben educar a sus hijos.


Abraham se quedo callado pensado en las palabras de su hermano decidiendo comportarse pero su intención duro hasta la cena,  desgraciadamente le toco sentarse al lado de esa bruja que con saña  también empezó a hablar maliciosamente de su familia sobre todo de Rebeca, además de tratar a Abraham como basura que ni la recomendación de Moisés frenó su reacción y cuando se levantaron todos los adultos  para ir a tomar la copa, Abraham piso  la cola de la falda de esa mujer con la silla y cuando se levantó la tela se rasgo por la cintura cayendo la falda al suelo ocasionando que  aquella bailarina grite como una loca y mucha gente se ría de la situación, solo que los únicos que no gozaron la gracia y miraron con sospecha a Abraham fueron sus padres.


  • ¡Es que no tienes modales MOCOSO! – grito la mujer toda  indignada y Rebeca miró su hijo con sospecha

  • ¡Abraham! – lo amonesto sorprendida

  • ¡Mami!  yo no fui – respondio poniendo cara de cachorrito

  • ¿Cómo que no?, ¡rata de  alcantarilla! – lo insulto con ganas de soltarle un golpe

  • No insulte a mi hermano, que su falda está atrapada en la pata de la silla – intervino Noel y todos consideraron el asunto un accidente, menos obviamente la bruja y los padres de Abraham


Rebeca se quito el chal que llevaba cubriendo con ello la semidesnudez  de Belén y la despacho en un taxi a su destino; el incidente hizo que Ramón aplace los planes de la noche y regresen a casa en medio de regaños.


  • Pero yo no hice nada – tuvo el descaro de decir – me voy a dormir – declaro queriendo entrar a su dormitorio  

  • No Abraham tú vienes con nosotros – hablo por fin Ramón quien todo el trayecto permaneció callado, Moisés se le dio una mirada de compasión a su hermano sabiendo lo que le esperaba

  • Y te dije que no hice naaada – Ramón  lo cogió por el brazo, estaba demasiado enfadado para lidiar con Abraham

  • Abraham no estoy de humor para tu caprichito_ si una cosa le molestaba es que sus hijos se comportarán así y la gente los juzgará sin saber cómo realmente eran sus hijos ,eran buenos chicos y sin maldad ninguna y eso es lo que Ramón detestaba que dieran mala impresión


Y lo llevo cogido del  brazo hasta llegar a su habitación.


  • Pero a ti qué te pasa por la cabeza, ¿sabes la humillación que le hiciste pasar delante de todos? – le dijo su madre enojada

  • Yo no fui – le volvió a decir y Ramón ya perdió la paciencia y exploto sobre su trasero

  • Plas plas plas no me mientas en mi propia cara – Abraham empezó a llorar por rabia quitándose las lágrimas con la manga de la camisa

  • ¿Porque me acusas  de algo que no vistes y no sabes si fui yo? – Ramón y Rebeca lo miraron abriendo los ojos por el descaro de su Pulgarcito

  • Abraham… en el escenario le metiste el pie para que cayera y ahora da la casualidad que se rompió el vestido estando a tu lado – Abraham miró a su papá y empezó a temblar el labio inferior eso quería decir que iba a volver a llorar

  • Es que no ha estado tratando mal desde el almuerzo – y esa era una confesión sin esfuerzo – y tú no le dijiste nada – Ramón se sentó en la cama con cansancio su Pulgarcito tenía razón

  • Lo sé mi vida, por eso les dije que la ignoran, solo la íbamos a ver solo un día… ella no es de la compañía, no tenías que haber hecho eso

  • ¡Se lo merecía! – Ramón se cogió el puente de la nariz

  • Hijo, ninguna mujer se merece esa humillación – le dijo Rebeca cogiendo la cara de su hijo

  • Ella sí – que volvió a repetir Abraham, Rebeca miró a Ramón que tenía la cara de frustración

  • Abraham hijo qué parte no entiendes que no podía hacer eso – Abraham arrugo el entrecejo

  • ¡Sí se lo merecía! ella estaba hablando mal de mi mamá y no lo iba a permitir – ahora sí que es verdad que estaban desconcertados ambos padres

  • A ver a ver – le dijo Ramón a Abraham para qué lo mirará – ¿porque dices  que hablaba mal de tu mamá?

  • Sí con la señora que había al lado – Rebeca se interesó y le preguntó al niño

  • Y que decían esa señora de mí – Ramón la miro negando con la cabeza, eso era dar cuerda al chico

  • Mami decían que tú tenías las tetas de silicona, que eras pura cirugía y que todo eso lo pagabas con el dinero de papá – Abraham abrió las manos y se sentó en la cama al lado de su papá – y eso es mentira porque tú trabajas y tampoco  tus tetas son de silicona – casi los dos se echan a reír pero no querían darle mensajes equivocados al niño – además, esa vieja bruja arrugada estaba coqueteando con mi papá y estaba diciendo que le gusta y todo a esa señora

  • Bueno ¡ya basta!  –  Ramón no quería darle alas Abraham ni a su mujer para que luego piense tonterías – son senos no tetas hijo,eso suena muy mal ,  pero de igual forma se lo hubiera pedido bien educado

  • Pero no es justo que me regañes ¿es que acaso a ti no te importa si hablan de mamá? – Ramón se quedó sin saber qué decir, no esperaba que su hijo le hiciera esa pregunta

  • Claro que me importa Abraham, pero el único que ha quedado como un salvaje ha sido tú y eso no te lo voy a permitir – el chico abrió bien los ojos sabiendo que aunque les conto sus motivos no se iba a salva del castigo – ve por el  cepillo de tu madre

¿Qué? – Ramón soltó el aire

  • Lo que escuchaste

  • ¡Pero no es justo!... esa estaba diciendo cosas de mamá que son mentira ¿y ahora tú quieres castigarme por eso?, ¿por  defender a mamá?, o es que te gusta esa loca – Ramón  a esas altura estaba para volverse loco estaba muy cansado y ahora Abraham  como siempre le daba batalla

  • No cariño, no fue por defender a mamá sino por CÓMO lo hiciste, y deja de insultar a la gente, ahora sí es muy tarde y terminemos de una vez… ha y tampoco es porque me guste – declaro y Abraham se quedó inmóvil – Abraham te estoy hablando

¡No! no voy a ir – le dijo ya menos gallito, estaba  a punto de llorar

  • Abraham haz  lo que te he dicho a la cuenta de tres porque si me tengo que levantar yo a por él no te va a gustar – pero Abraham no se movió de donde  estaba, Ramón cansado de que su hijo no le hiciera caso se levantó lo cogió del brazo una vez más

  • PLAS PLAS PLAS ¿ que te estoy diciendo?, PLAS PLAS PLAS cuando te diga algo obedeces PLAS PLAS PLAS – así lo  llevo hasta el tocador de Rebeca – CÓGELO – le dijo  señalando el cepillo, Abraham se quedó mirando a su padre, pero Ramón estaba bastante serio – mira Abraham si quieres nos podemos estar aquí toda la noche, hasta mañana yo dándote  nalgadas hasta  que cojas el cepillo Plas plas plas plas – Abraham de inmediato lo cogió y se lo dio a su papá

  • Ya… ya… ya  toma – le dijo con lágrimas en los ojos, de inmediato se dio cuenta que estaba siendo muy rudo con su Pulgarcito y en parte el niño tenía razón ,Ramón lo cogió y echo andar hacia la cama, al llegar a la  cama se sentó,  estaba cansado y  no quería castigar Abraham,  si hubiera sido uno de sus otros  hijos  los hubieras dejado con una llamada detención verbalmente, pero con Abraham sabía que no podía porque de si le das un dedo de confianza se coge el brazo, así que puso a Abraham por delante de él desabrochando el cinturón y el botón del vaquero bajándole los pantalones hasta la rodilla sin darle tiempo a quejarse; una vez  lo tenía en su regazo le dio un tirón al boxer que llevaba,  cuando Abraham  se dio cuenta y su papá le había bajado los  boxer se puso a gritar

  • PAPÁ NO ASÍ NO ESTÁ MI MAMÁ DELANTE – Rebeca rodó los ojos porque Abraham no tenía mucho  pudor de  andar por la casa en casa el calzoncillo, pero  Ramón no le hizo caso quería terminar de una vez, pero si bien le bajo el bóxer fue porque cambio la idea del castigo que le daría al principio 

Plas plas plas plas 

  • Auuuu  papá ¡no tan fuerte! – grito con desesperación, Ramón había aplicado a un poco más de fuerza que otras veces ya que no quería darle mucho

  • Plas plas plas  espero que entiendas que así no se arreglan las cosa – Ramón solo quería darle una llamada atención y a Abraham le dio el cólera

  • ¿Y QUÉ QUERÍAS QUE HICIERA? ¿QUE DEJARA QUE HABLARA MAL DE MI MAMÄ?  – Ramón había parado un momento creyendo Abraham te había entendido el mensaje

  • Está claro que no has entendido nada de lo que te he dicho y si no entiendes seguiremos – Abraham se desespero y metió la  mano a su retaguardia pero no sirvió de nada  Ramón la cogió a la espalda y continuo – plas plas plas plas plas

  • Buaaaa ya papi ya no lo vuelvo hacer – le dijo esta vez sinceramente, esas si que le habían dolido mucho pero Ramón cogió el cepillo que había traído y le dio cinco más con poca fuerza

Plop plop plop plop plop 

  • Buaaaa ya papiiiiii

 Ramón le dio la vuelta para abrazarlo

  • Ya Abraham  ya  ha pasado – le dijo abrazándolo y dándole besos en la cabeza

  • Eres malo… no es justo – seguía  quejandose

  • Pulgarcito sé que no te parece justo y me parece muy bien que hayas defendido  a tu mamá pero no de esa forma , hay muchas maneras de resolver las cosas no así – Rebeca también se acercó dándole un beso en la cabeza a su hijo

  • Cariño me alegro mucho que me defendieras – Abraham subió la mirada para mirar mamá – pero no así, ¿te hubiera gustado que me lo hubieran hecho a mí?  – Abraham negó rápidamente – ¿ves cariño? Es lo que tu papá te quiere decir, has humillado a esa mujer delante de mucha gente, eso no se hace – Abraham volvió a llorar comprendiendo lo que sus padres querían decirle

  • Lo siento, pero me dio mucha rabia… pero de verdad no pense que se le caería la falda, yo solo quería que se le rompiera – Ramón miró a Rebeca  y movio la cabeza, ¿pero que le pasaba al niño?

  • ¿Y porque querías que se le rompiera? – pregunto Ramón y Rebeca tenía la misma curiosidad

  • Porque se estaba echando el farol de que era muy caro y muy sexy y que al menor descuido de mamá tu estarías comiendo de su mano – y se puso a llorar con todo su corazón, aun se sentía traicionado el solo defendió a su madre y lo que era su familia

  • ¡Ay mi niño!


Rebeca lo abrazó le llenó la cara de besos y a Ramón pues no le quedo otra que abrazar a su hijo sin  enfado y tampoco decir nada al respecto porque se notaba que en la mirada de Rebeca no solo estaba el amor y el agradecimiento a su hijo por hacerle justicia a su manera, torpe eso si; pero también una silenciosa advertencia a Ramón, aunque el inocente no tenía ni la menor idea de las pasiones que levantaba en el corazón de aquella bruja escarmentada.

Ramón/Abraham











 

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