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sábado, 17 de julio de 2021

Sangre flamenca capitulo 30


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 Sangre flamenca

 Autora: Terry 

 Capítulo: 30

 

 



  •  Moisés al rincón – le dijo Ramón después de que saliera Rebeca con Abraham por la puerta, al decir eso vio la cara de suplica de Noel y se dio cuenta que el culpable era Moisés pero quería saber hasta dónde llegaría su hijo al ver que iba a castigar a Noel por un delito  suyo – Moisés ¿no me escuchaste?... que no lo tenga que repetir otra vez – y Moisés se fue a la esquina que le señaló su papá
  • Papiiii – le dijo con voz de súplica Noel
  • Nada de papi Noel, que ya te lo deje bien claro anoche y parece que no te sirvió de nada, ahora vamos a ver si te quedan ganas de volver hacerlo porque no voy a ser tan suave como ayer – y a Noel no le quedó otra nada más que llorar


Si su hermano no le decía nada a su  padre, él no lo iba a vender, era una lealtad ciega la que ambos tenían, casi como un pacto y que compartían desde niños a diferencia de Abraham, quizás porque era el menor de la casa; Moisés al sentir a su hermano llorar salió del Rincón y se metió en medio de los dos, no podía permitir aquello.


  • Papá espera… Noel  no hizo nada fui yo – confeso y Noel por fin respiro aliviado, aún le dolían los de la noche anterior y no quería llevarse otra paliza y encima sin tener culpa
  • ¿Es verdad eso Noel? – Noel se estaba debatiendo si confirmar aquello o no a su papá, pero se dio cuenta que su hermano ya había confesado sin presiones, así que no lo estaba vendiendo
  • Si – le dijo a su papá mirando a su hermano encogiéndose de hombros
  • Bueno pues, entonces Noel ve y tráeme el cepillo de tu mamá que está en mi habitación – Noel abrió los ojos no podía creer que su papá le pidiera que hiciera eso
  • ¡Papá! – quiso resistirse, aquella orden era casi una traición  
  • Obedece hijo


Noel salió de la habitación para ir a la de su padre a por el cepillo de su mamá, Rebeca se lo dio de mala gana y aunque quería ir al rescate de Moisés sabía que era lo justo, Noel y Abraham había sido castigados la noche anterior por lo mismo.


  • Aquí tienes papá – Noel miró a su hermano como diciendo lo siento y Moisés se sintió avergonzado  
  • Gracias hijo, ahora vuelve con tu mamá – cuando Noél salió por la puerta Ramón no sé ando por las ramas sabía que si hablaba con Moisés no le iba a contestar de la mejor manera y no quería empeorar el castigo de su hijo
  • Moisés pantalones fuera – eso hizo que el chico se pusiera rojo de la furia
  • No me los voy a quitar – Ramón se masajeó la sien sabía que iba a ser difícil con Moisés
  • Mira Moisés estoy siendo lo más paciente que puedo pero mi paciencia hijo, tiene un límite y tú lo estás sobrepasando – le advirtió sin gritar, pero lo único que consiguió fue una mirada de odio de Moisés y no se movió al final termino elevando la voz enojado – ¡Ven aquí! y no te lo vuelvo a repetir
  • ¡No quiero!... esto es una mierda – a Moisés se le agolparon las lágrimas de rabia y empezó a tirar todo lo que vio a su alrededor, Ramón por un momento se quedó en shock pero no tardó en reaccionar cogiendo a Moisés por el brazo y descargando su mano en el trasero de su hijo

  • Plaf plaf plaf plaf  ¿estás tirando todo y llorando de rabia? –  le pregunto Ramón pero no tuvo ninguna respuesta – plaf plaf plaf plaf – así lo arrastro hasta la cama, pero Moisés estaba dando guerra y no se lo iba a poner fácil
  • ¡Ya déjame! – Moisés empezó a tirarse al suelo para que su papá no pudiera tener acceso a su retaguardia
  • No te voy a dejar, ya está bien de este comportamiento – le decía sentándose en la cama tumbando a Moisés en sus piernas


Pero Moisés se retorcía no quería que su papá lo castigará… estaba de muy mal humor  enfadado encorajado sin saber porque, Ramón le bajó el pantalón pero Moisés seguía retorciéndose para librarse del castigo hasta que quedó sobre la cama y se giro boca arriba, Ramón también enojado con Moisés no se hizo problema, le subió las piernas como si de un bebé fuera a cambiar un pañal subiéndole los bóxer hasta las rodillas, Moisés se puso rojo por la vergüenza y de inmediato quiso girarse, pero su padre lo tenía bien sujeto y Ramón aprovechó la situación mientras Moisés gritaba.


  • NO PAPÁ ASÍ NOOOO – pero esta vez Ramón hizo oídos sordos
  • Plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf  ya está bien el berrinche… hasta aquí te lo dejo pasar – respondió sin dejar de azotarlo – plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf te comportar berrinchudo como un niño te castigo como tal plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf
  • Ya SUÉLTAME – grito pero desde esa postura no podía moverse y la vergüenza lo estaba matando, Ramón paro y Moisés creía que ya había terminado su tortura pero estaba muy equivocado, su padre cogió el cepillo que le había traído Noel y continuo con la paliza
  • Plop plop plop plop plop  de ahora en adelante cambias tu actitud – le advirtió sin dejar de golpear el trasero o los muslos
  • AUUUU YAAAAA – ahora si dolieron y se pudo a gritar tratando de cubrirse
  • Plop plop plop plop plop plop  o esto va a pasar cada plop plop plop plop vez que te comportes así – y como solía cuando estaba muy enfadado hablo sin dejar de azotarlo
  • AAAAYYY YAA SUEELTA SUEEELTA – gritaba Moises llorando bastante no solo por la paliza también por vergüenza y toda la situación

PLOP PLOP – y con esos dos mucho más fuertes que los demás termino Ramón su castigo y le soltó las piernas a su hijo queriendo ayudarlo a pararse, pero Moisés se hizo a un lado evitando que lo toque

  • ¡Ya déjame shjjs ahiiiss! – contesto haciéndose a un lado y se metió en la cama sin mirar a su padre tapándose toda la cabeza sin dejar de llorar, realmente estaba mortificado
  • Ya hijo ven aquí – murmuro Ramón dándose cuenta de su error al castigarlo como lo  hizo, pero Moisés realmente lo saco de las casillas esta vez, y no iba a disculparse por eso, a ver si entendía que no  debía golpear a su hermano así que se acostó al lado de su hijo –  Chiqui se que tú no eres así ¿qué sucede? – le pregunto sin tocar el tema de la paliza pero Moisés no dijo nada solo se limitó a llorar, Ramón lo abrazó por la espalda dudando  pero para su sorpresa Moisés no se resistió esta vez, necesitaba consuelo – no entiendo porque golpeaste  a tu hermano sí incluso cuando yo lo castigo lo defiendes a capa y espada
  • Pues ya me cansé – contesto para su sorpresa
  • ¿Te hizo algo tu hermano? – quiso saber Ramón pillando a Moisés por sorpresa, nunca pensó que su papá le preguntará eso – porque si te molesto a él le va a ir igual – pero Moises no podía acusar a su hermano, no le hizo nada
  • Nada, no me  hizo nada…. yo no sé qué me pasó… solo ¡estoy harto!,  quiero irme de la casa – y volvió a llorar escondiendo la cara en la almohada no quería hablar


Y a Ramón no le quedo otra que respetar su silencio y se limitó a mimarlo hasta que se quedó dormido, sabía lo difícil que lo estaba pasando Moisés y en su mente se dijo así mismo que regresando de la gira, hablar con la familia de Almudena, su hijo era niño decente y se merecía el respeto de todos y el amor de  esa niña.





Moisés



 

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