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lunes, 12 de julio de 2021

Sangre flamenca, capítulo 28


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Sangre flamenca

 Autora: Terry

 Capítulo :28

 

 Ramón se levantó de la cama y bajo para ayudar a Rebeca con el desayuno, se había quedado dormido y no la escucho levantarse y cuando iba a pasar por el pasillo, oyó como Rebeca estaba regañando a Noel pero no entró para darle privacidad a los dos, Noel era muy unido a su mamá.


  • Noel hijo es que siempre estáis lo mismo – le dijo Rebeca cuando se quejó de lo sucedido la noche anterior 

  • Pero yo siempre salgo perdiendo fue el que me pegó y encima me castigo a mí ,fue Abraham ,pero si fuese sido al revés entonces si me mata a mí 

  • Sabes que eso no es cierto te castigaría como lo hizo con tu hermano nada más – Noel creía que su mamá le iba a dar la razón pero estaba pasando todo lo contrario

  • Si claro, igual que a ellos – Rebeca se limpió las manos y se sentó al lado de su hijo

  • ¿Porque dices eso? – Noel rodó los ojos se iba a levantar pero Rebeca no lo dejo – Noel de donde sacas eso – Noel que ya estaba harto de que su papá le prometiera cosas y no las cumpliera, le había dicho que irían hablar con el profesor por lo del examen y ni se acordó

  • Lo sacó en que nunca está para mí, si está conmigo si abre la boca su adorable niñito quedó en segunda parte, además me promete cosas que no cumple – Rebeca le acarició la cara porque estaba a punto de llorar

  • Noel hijo, sabes que no es así… tu papá está con todos por igual, a ver qué cosas no cumple dime – le dijo con cariño, lo poquito que empezó a molestarse se le fue cuando miró la cara de pena de su niño

  • Pues me prometió ir a hablar con el profesor por lo del examen y ni se acordó – Rebeca suspiro, su hijo tenía razón pero no era a propósito, con lo de Moisés estuvieron tan situados en encontrarlo que se les pasó por completo aquello, ni ella misma se acordó

  • Tienes razón hijo, pero con lo de tu hermano estuvisteis desatendidos – Rebeca lo abrazo pero se deshizo del abrazo

  • Yo estuve desatendido, su hijito noooo – le dijo levantado la voz y separándose del abrazo


Sin querer las lágrimas ya estaban saliendo, se sentía tan miserable en ese momento; Ramón que hasta ese momento no quiso intervenir paso y abrazó a su hijo.


  • Noel eso no es cierto – el chico ya frustrado de que le den la contraria en todo, ya que para él estaba en lo cierto empujó a su papá y Ramón le dio un palmetazo en el muslo – ¡ya Noel!, se que por alguna razón crees que no te trato igual, cosa que si hago, lo que no voy a permitir es que me levantes la mano PLAF
  • Auuu ¿ves?... como no – Ramón lo volvió abrazar sabía que lloraba por la frustración

  • Ya cariño, perdón por no acordarme de lo de tu examen, en septiembre te prometo hablar con el director – Noel se deshizo del abrazo de su papá, otra vez estaba haciendo promesas que no cumpliría
  • No me hagas promesas que luego no vas a cumplir – y salió corriendo de la cocina


Ramón salió para ver si se salía a la calle pero no, Noel subió escaleras arriba como un torbellino, cosa que frustro a Ramón porque según su lógica él lo mimaba más que a sus otros dos hijos, es más, a él siempre le pasaba más que a los otros dos para evitar justo esto: de que a él lo trataba diferente; y con esa frustración entro a la cocina para calmarse, hoy no quería renegar con sus hijos, quería salir a la gira sin problemas pero al parecer no iba a poder ser de esa manera.


  • ¿Qué pasa Ramón? – pregunto Rebeca y Ramón la miro soltando el aire
  • Que hoy quería tenerlos en el desayuno a todos para decirle que nos vamos todos a la gira – Rebeca que tampoco sabía nada lo miro levantando una ceja interrogante, pensando en el conflicto que esto suponía porque también le perjudicaba a ella
  • ¿Y cuándo pensabas decirme? – Ramón se sentó en la silla frustrado
  • En el desayuno quería daros una sorpresa a todos – Rebeca se acercó a Ramón le dio un beso en los labios decidida a regresar con sus hijos y con el primero que iba hablar era con Noel
  • Pues se las vas a dar a todos tus hijos – acaba de cortar la fruta


Así que decidió ir arriba, llamo a Moisés que al parecer también se había levantado de mal humor, luego paso por Abraham que aunque no estaba de mal humor tenía la cara de un perrito apaleado en la lluvia, así que le beso y le dijo que bajara a desayunar después de ducharse finalmente entro a la habitación de Noel, iba tratar de hacerle entender que su papá no lo trataba diferente a sus hermanos por las buenas o por las malas, ya estaba harta que sus hijos tratarán así a Ramón, él era de los dos el más justo, ella si tenía que gritarles o soltar unas nalgadas en donde fuera no se lo pensaba pero Ramón siempre media lo que iba hacer.


  • Noel baja a desayunar – Noel miró a su mamá algo molesto
  • No, no voy a bajar, se me quitó el hambre – dijo enojado, y llevado por ese enojo agrego – tu marido siempre me quita el hambre – Rebeca se molestó bastante con esa respuesta de niño malcriado, se acercó a él lo cogió de la oreja hizo levantar de la cama – Auuu ¿qué te pasa? – Rebeca levantó una ceja poniendo las manos en la cadera
  • Me pasa que tú papá es el más justo de los dos y si os castigó hijo, no fue por capricho fue porque ustedes no paran… ¿que quieres?, ¿que tu papá se haga el ciego y dejé que os matéis entre los dos?

Si, pero yo no le pegue fue él – Rebeca trató de relajarse

  • Y por eso le fue peor ¿no?, precisamente tu hermano no se llevó un premio, se llevó un castigo más duro que el tuyo – y no tenía más argumento no sabía que le iba a decir a su mamá
  • Como sea a mi no me trata igual – Rebeca iba a darle un jalón de orejas de nuevo pero Ramón se lo impidió cogiéndole la mano
  • Ya Rebeca déjalo – se volvió y miró a su hijo – es verdad a ti no te trato igual pero desde ahora te voy a tratar igual, falta cometida castigo y punto – Ramón nunca era tan tajante con sus niños pero Noel ya se estaba pasando de la raya no hizo nada que no hizo con Abraham
  • Es lo que haces siempre conmigo – Ramón apretó las mandíbulas para no gritar lo que le iba a decir
  • No hijo, a ti siempre te paso más cosas,  siempre trato de razonar contigo hablando, porque siempre dices que a tus hermanos los trato diferente a ti y desde este momento vas a tener el mismo trato – Noel se sentó en la cama – vamos a desayunar Noel
  • No tengo hambre pero eso da igual, desayuna con tus hijitos  – Ramón ya si se enfadó porque Noel no terminaba eran quejas absurdas porque no lo trataba diferente

  • Ya, Noel Cortes Heredia ya está bien, ya te pedí disculpas por no acordarme lo del colegio, porque en esta semana he estado muy nervioso por lo de tu hermano y creo que todos habéis pagado las consecuencias – la verdad que Ramón estaba cansado muy agotado, toda la semana sin poder dormir ni comer de tan solo pensar en no volver a ver a Moisés

Si, yo si – le dijo también alzando la voz, Ramón se cogió el puente de la nariz, no quería pelear con nadie de sus hijos solo quería que se sentaran en la mesa y darles la noticia

  • Mira Noel tú pagaste las consecuencias porque olvidé de ir hablar con tu profesor y tu hermano pagó las consecuencias de una paliza  por solo gruñir que no le gustaba la comida… ¿cuándo os he dado una paliza  solo por eso? – Noel no dijo más nada porque se dio cuenta que su papá llevaba razón – Noel te vuelvo a pedir disculpas por no haberme acordado lo del colegio, pero hijo no quiero pelear solo quería daros una noticia en el desayuno y quería que estuvierais todos, pero si no quieres estar a mi lado no la doy – y salió de la habitación abatido , pero Noel fue detrás para ir a la mesa , Rebeca se puso al lado de Noel y le susurró para que su marido que iba  delante no los oyera
  • A eso me refiero Noel, tú papá es justo yo ya te hubiera dado una paliza y te hubiera sentado en la mesa – y lo adelanto acelerando el paso


Estando casi terminado el desayuno Ramón no sabía si decirle a sus hijos o no y irse solo, pero tampoco podía dejar a Rebeca con los tres como estaban últimamente, uno con su mal de amores el otro con que no lo trataba igual y el otro de protagonista de karate kid , pero después de pensarlo mucho decidió llevarlos y se iba a poner firme y ahora no iba a escuchar reclamos, sería porque yo lo digo.


  • Mañana salgo de gira – todos miraron a su papá porque ya sabían – y no voy a ir solo nos vamos a ir todos – al único que se le iluminó la cara fue a Abraham los otros dos tenían mala cara
  • Es tu trabajo ¿porque tenemos que ir todos? – Ramón siempre le daba una explicación a sus hijos pero últimamente eran muy egoístas y desde ahora el no les iba a dejar
  • Porque yo lo digo Moisés – Noel levantó la cara para mirar a su papá
  • Pero eso no es justo – Ramón se levantó de la mesa para empezar a recoger los platos
  • Justo o no ya dije, es lo que hay, hoy preparáis una maleta echáis ropa de gala, ropa de sport y bañadores – ninguno contestó


Rebeca en el fondo se alegró de que Ramón se pusiera así porque últimamente sus hijos abusaban de la buena fe de Ramón, Moisés subió a su habitación refunfuñando a prepara la maleta, Noel y Abraham también subieron, fueron a por las maletas que Rebeca las tenía guardadas en el ático de la casa.


  • Moisés ¿me puedes bajar la maleta? – le dijo Abraham a su hermano pero Moisés estaba de malas y no se aguantaba ni el mismo
  • ¿Crees que soy tu sirviente enano piojoso? – y salió dándole un empujón con el hombro dejando a sus hermanos con la boca abierta, Moisés no se comportaba así con Abraham nunca
  • ¡Idiota! – le gritó su hermano le hizo daño de verdad, Ramón que subió a por la suyas escucho el grito de Abraham y paso inmediatamente
  • ¿Qué tanto gritas Abraham? – le reclamo Ramón
  • Yo no grito, no le hice nada – Abraham empezó a llorar, Ramón miro al cielo sabía que lloraba porque después de los castigos Abraham está siempre muy vulnerable
  • Bueno ya pero no llores – Abraham se limpio las lágrimas enseguida
  • Yo no estoy llorando – Ramón soltó el aire pesadamente y bajo las maletas de Abraham y Noel

  • Yo si podía bajarla – le dijo Noel a su papá
  • Bueno pero a mí no me costó trabajo bajar la tuya también – Noel cogió su maleta y se fue a su habitación, Ramón al ver así a Abraham lo abrazo
  • Bueno ya, no te dije nada para que te pongas así – pero eso ofendió a niño y empezó a forcejear para que lo dejara
  • Suelta tengo que preparar mi maleta – Ramón a veces no entendía a sus hijos, unas veces le reclamaban su atención y cuando se las daba no la aceptaban
  • Tienes todo el día hijo vamos a ver ¿qué paso? ¿porque le gritabas a tu hermano? – Abraham quería contarle, pero por mucho que le molestó lo de Moisés no se lo iba a decir a su papá su hermano nunca le hizo eso, tendría un mal momento
  • Nada importante cosas de nosotros – Ramón lo dejo así, no ahondo más en el asunto
  • ¿Quieres que te ayude con la maleta?
  • No, ya lo hago yo – y salió a su habitación


Mientras tanto en la casa de Alberto, Carlos se durmió profundamente, por más que quiso quedarse despierto para ver si su papá volvía, el cansancio de estar casi dos días sin dormir lo venció y ahora no sabía si su papá había vuelto o no; se levantó y bajo a la sala, encontrándose a su mamá con la misma ropa del día anterior, eso quería decir que su mamá paso la noches sin dormir.


  • Mamá – le dijo sobresaltando a Lucía – ¿aún no vino papá? – Lucía no quería que Carlos se sintiera culpable
  • No hijo, se le abra echo tarde y se abra quedado donde tú tío o tu abuelo – eso no convenció mucho al chico que empezó a preocuparse de verdad
  • ¿Te llamo? –  Lucía se dio cuenta que no lo podía engañar, por más que ella lo viera como un niño su hijo ya creció y no podría convencerle que todo estaba bien
  • No, no me llamo – a Carlos se le vino una angustia por no saber si su papá estaba bien – voy a preparar el desayuno  – Lucía quiso quitar hierro al asunto aunque ella se pasó toda la noche marcando el número de su esposo y este lo mandaba a buzón de voz
  • Para mí no mamá, yo no tengo hambre llamaré a mi abuelo y mi tío a ver si ellos saben algo de papá – Lucía no quería que alarmara a la familia porque sabía que su marido estaría tomando en cualquier bar
  • Carlos, hijo no creo que debas alarmar a tu tío ni a tu abuelo, tu padre ya vendrá  –  Carlos la miro confuso
  • Pero mamá y si le pasó algo – a Lucía no le dio tiempo contestar porque la puerta fue abierta por Alberto
  • Papaaaa ¿dónde has estado? – Lucía se quedó mirando a su marido para ver qué le decía al niño
  • Solo estuve dando unas vueltas por la ciudad – le dijo abrazándolo
  • ¿Y porque no contestabas a las llamadas?, ¡nos tenías preocupados! – Alberto sonrió de medio lado hoy le estaba reclamando lo mismo que él le reclamo el día anterior
  • Lo siento se me quedó sin batería y no me di cuenta, ¿te asustaste? – le dijo sin deshacer el abrazo
  • Si papá si al menos hubieras llamado – Alberto soltó el aire
  • Pues hijo con esa angustia estamos tu mamá y yo cuando no sabemos dónde estás y no contestas nuestras llamadas – Carlos agacho la cabeza
  • Lo siento no lo volveré hacer
  • Carlos, hijo solo quiero que nos digas dónde estás solo eso, se que ya eres grande pero no por eso ya no nos preocupa lo que te pueda pasar, y perdóname tu a mi por haberte lastimado de esa manera – Carlos levantó la cara viendo la mirada de su padre de arrepentimiento y culpabilidad
  • Yo no te tengo que perdonar nada – Lucía decidió cambiar de tema porque ya lo había dicho todo
  • Carlos sube y te das una ducha y te cambias
  • Luego mamá – Lucía alzó una ceja como diciendo no hay luego que valga – pero mamá
  • No hay peros que valgan, sube – Carlos puso mala cara e iba a reclamar, pero su padre intervino
  • Obedece hijo – sugirió y Carlos subió de mala gana


Pensando que era mejor no tentar al demonio, pero su padre  no estaba enojado, solo que conocía perfectamente su mujer y sabia que Lucía quería quedar a solas con su marido, quería hablar con el; bueno estaba más que claro que de la reta de la señora no se salvaba…



 





 

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