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Una perfecta familia
Autora: Terry
Capítulo 4
A la mañana siguiente en la cocina desayunaron los tres juntos como empezaba a ser su nueva rutina, luego de eso Toño se fue a la escuela, mientras que Mari y Marc se marcharon a trabajar; María es decoradora de interiores y Marc tiene su propia empresa, al ser el dueño cuando se separó ajusto sus horarios para trabajar solo cuando Toño estuviera en la escuela así estaría con su niño y no se sentiría la falta de los dos, su mañana paso sin mayor complicaciones y Marc y María llegaron del trabajo y no había rastros de Toño, en un principio no paso a mayores, pero al pasar las horas empezaron a preocuparse.
Mar: le dije directo a la caza es que ziempre hace lo que quiere
María: cálmate Mar, seguro está conversando con alquien... no tardará –respondió empezando a ver que preparar para la cena
Mientras Toño había salido de la escuela apurado como siempre en esta última temporada, y corrió para dar alcance a quien lo esperaba, iba a encontrarse donde acordaron.
Toño: mamá no puedo quedarme, tengo que ir a la caza me están esperando – dijo con pena de separarse
Pilar: pero zi acabas de llegar – le reprocho– ¿le dijiste algo? – le pregunto mirándolo fijamente, aquello era un secreto
Toño: no, no le dije nada... solo que la novia de papá quiere hacer cambios en la caza y quiere ver muebles y llevarme con ella – le contó
Pilar: ¿y por qué no le dijiste que no podías? – esto era un inconveniente
Toño: porque me lo dijeron anoche, papá ze enfadado conmigo el sábado y no quería que ze enfade otra vez – respondió contrito y cabizbajo
Pilar: ¿por que tienes que hacer lo que zu novia diga? – pregunto enojada, a Pilar María no le gustaba nada – Toño, ezcuchame... tú no tienes porque hacerle cazo; ella no tiene porque meterze en tu vida – recalco con el ceño fruncido – o tu papá te obliga a que le hagaz cazo – cuestiono
Toño: ¡no mamá!, ella me lo pregunto que zi queríamos cambiar alguna coza de la caza... y a mi me da igual
Pilar: ¡NO! Toño, no te tiene que dar igual – le recrimino cada vez mas enfadada – tienes que defender lo que tú quieres ¿zi?, si ella quiere hacer las cozas y tu no, pues no se hace y punto, ella quieres ir de compras y tu no, pues te opones – fue instruyendo – acazo te pregunto zi tenías algo que hacer
Toño: no – respondió Toño apenado, no quería meter en problemas a su padre ni a María
Pilar: pues ahí lo tienes – le dijo, metiendo el gusanito del mal humor dentro suyo, pero en vista de que no podía retenerlo más sin levantar sospechas, lo despacho a casa – bueno, no importa... ve para la caza antes de que se enfaden, ya no veremos mañana
Toño: vale ya me voy – dijo sin moverse aun esperando que su madre se despidiera con un beso pero eso nunca paso
De camino a la casa se dio cuenta que era muy tarde, es que se fue meditando en lo que su madre le había dicho y si querer camino demasiado lento, su papá le iba a echar una bronca de esas, vaya fastidio.
Toño: ya estoy en caza – anuncio
Mar: ya era hora – respondió su padre parándose delante de él con los brazo en jarra– ¿qué te dije Toño? – pregunto enfadado, pero Toño se volvía mudo, pensando en que responder, pero Mar perdió la paciencia pensando que Toño lo hacía en son de rebeldía y fue cuando le soltó un azote – PLAF ¿qué te dije? – repitió la pregunta
Toño: lo ziento ze me olvidóooo – contesto llevando las caderas por delante tratando de escapar de un nuevo ataque – eztuve hablando con Juan y ze me pazo la hora –a todo eso le faltaba un duro para no llorar
Mar: ¿y el móvil pa que lo quieres entonces? – Mar le había dicho un monton de veces que si se va atrasar por algún motivo llame y Toño se puso en conflictos – como veo que no te hace falta me lo das – y le puso la mano abierta
Toño: pero papi
Mar: ¡nada de papi! – respondió enérgico llamando la atención de María
María: ¡bueno ya!... déjale el móvil y tu –señalando a Toño – zube a cambiarte y nos vemos – dijo sonriendo y cuando Toño subió le reclamo a Mar – ¿qué te pasa?
Mar: ¡ná!... zolo que hace lo que le zale de los cojones – se tiro al sofá frotándose los ojos, estaba realmente enfadado – que lo he estao llamando y zi no lo coge para que lo quiere
María: como todos los chicos para chatear con zus amigos – se acerco a Mar cariñosa, pero al ver que Mar no tenia intención de cambiar la cara agrego – y haz el favor de cálmate que ya te lo explicó lo que le pasó, así que tengamos la fiesta en paz –declaro marchándose al piso de arriba
Finalmente después de tanta vuelta Toño bajo ya cambiado con un morro que le llegaba a los pies y siguió así hasta que llegaron al centro comercial donde fueron a ver los muebles, María y Mar pensaron que el chaval se calmaría al distraerse con la salida, pero Toño estuvo con la cara de amargado todo el tiempo, respondiendo de mala manera a todo lo que le preguntaba.
María: ¿qué te parece éste Toño? –pregunto María tratando de mediar entre el mal humor del crío y el enfado creciente de Mar, pero a Toño se le descontrolo la lengua
Toño: que hagas lo que te salga de ahí abajo – respondió en voz alta haciendo que muchos de los clientes se giren para vergüenza de todos – que estoy harto de tanta tontería, ¡no eres el centro del universo!
Mar: TOÑO – Mar le pego un grito que al darse la vuelta para ver a su papá, éste lo cogió de la oreja atrayendo la cara a la suya, pero al ver la cara de dolor de Toño lo soltó llevando la mano a la nuca – Toño tienes trece años ya, edad suficiente para saber que azi no ze le habla a las personas – le recordó mordiendo no solo la vergüenza sino las ganas de darle una tunda ahí mismo – quiero que vayas al coche y me esperes allí nos vamos a la caza ¿contento? – le pregunto mientras lo sacudía un poco – María acompañarlo voy al baño
Se alejó lo más rápido que pudo, avergonzado de su hijo y en la primera banca que vio se sentó apurado, quería calmarse lejos de Toño porque si no le iba a dar todas las nalgadas que parecía haber pedido toda la tarde.Mientras María y Toño caminaban a la salida en completo silencio y Toño se paró en seco, se sentía culpable por haberse portado así toda la tarde y en cómo le hablo a María.
María: venga Toño vamos al coche antes de que tu papá ze enfade por no hacerle cazo – y antes de que terminara Toño se lanzó a cuello de María y abrazándola le dijo
Toño: lo ziento María, de verdad perdón ya no volveré a hablara azin de eza manera –sollozo culpable
María: no paza ná otra día volvemos con más calma
Toño: no, espera yo voy a buscar a papá y compras y miras todo lo que quieras
María: esta bien pero zi te dice que vayas al coche le haces caso zi – le recomendó
Y Toño salió disparar en busca de su papá, al que vio sentado en la banca frotándose la cara y otra vez le vino la punzada de culpa de hace rato y se acercó por detrás abrazando a su padre.
Toño: papá lo ziento – murmuro en su oído– perdóname no ze lo que me a pazao perdóname – gimió y así como estaba Marc alzo los brazos, lo cogió alzándolo por lo alto y lo sentó encima de él
Mar: no es a mí a quien tienes que pedir perdón – le reprocho sin gritar – le hablaste muy mal a María zin que ella te hiciera algo ¡hombre!... azin no se le habla a una mujer – y Toño se pusimos colorado que un tomate
Toño: ya lo hice le dije que te vendía a buscar para que compre la que ella quiera
Mar: me place, pero aun azin no le vuelvas a hablar...ella es buena contigo
Toño: lo ze papá no lo vuelvo hacer
Mar: más te vale Toño porqué desde el sábado eztas de una mala leche que no hay quien te aguante – le dijo Toño paro las orejas, su padre no solida decirle esas cosas tan crudas – que ya me faltaste el respeto ese día y hoy a ella – le recordó convenientemente – y pa que zepas.. ya no te pazó más hijo, ¡ni una más!, que la próxima tu culo cambia de color ¿me estas entendiendo? – y a Toño se le subieron otra vez los colores al rostro – venga... vamos con María
Con eso resuelto reanudaron la compra de los muebles que ya se los entregarían más adelante, luego regresaron a casa casi en silencio, es que Toño se porto modosito en todo el camino.
Mar: ¿dónde quieren parar a cenar? –preguntó en función a la hora
María: me da igual ¿Dónde quieres Toño?
Toño: ¿Yo?
Mar: si tu... aunque no te lo mereces – y Toño agacho la mirada y no dijo nada
María le echo una mirada de esas a Marc que si las miradas mataran María era acusada de asesinato, al final Marc fue a una hamburguesería que abrieron recién, Toño quería acompañarlo pero su padre le contesto que no, que iría solo y Toño se quedo llorando bajito en la parte de atrás mientras avanzaban en la carretera, cuando iban a bajar del coche Marc miro por espejo retrovisor y vio a Toño que estaba llorando y se volvió con todo el cuerpo hacia atrás.
Mar: ¿Toño que tienez? ¿Por qué lloras? –pregunto un poco confundido, definitivamente las hormonas estaban enloqueciendo no solo a su hijo sino a él también
Toño: por ná – dijo frotándose los ojos sin éxito
Mar: no ze llora por ná venga ¡que paza! – y al no tener respuesta se acordó de lo que le dijo pero a él se lo habían dicho mil veces cuando se portaba mal – ¿ez porque te dije que no te merecías elegir el lugar? – y Toño lloro ahogado con eso confirmo que era por eso, es que en esos dos días Pilar ya lo tenía bastante confuso; Marc bajo de coche y se fue a la parte de atrás, se sentó con Toño lo abrazo – ¡ya mi monito!, no llores zi te traje a donde querías el otro día – pero Toño lloraba más
Toño: tienes razón no... cofcof no meee lo merezco he sido malo todooo este tiempo – y se apoyo en el pecho de su padre avergonzado de María
Mar: no cariño – le dijo papá frotando sus manos – no eres malo las personas cometemos errores y a ti te a pazao estos días y ahora tenemos cuidado de no hacerlo más ¿zi? – y Toño afirmó con la cabeza pero no dejaba de llorar – venga ya no se llora máz – le limpiaba las lágrimas – si tu te lo mereces todo ¡Venga churri!... que ya voy a llorar yo también – le dijo y no era mentira estaba a punto se quedó ahí acariciado y dándole besos hasta que Toño se calmó – ¿vamos a cenar? – pregunto y su hijo asintió, cuando entraron al local Toño se fue al baño a lavarse la cara
María: te hubieses mordido la legua, si ya había pedido perdón y se le veía lo más arrepentio... ahí tienes la prueba de cómo lloraba – le reprocho enojada
Mar: María algo le paza él no es azin – dijo Mar muy pensativo – mira como lloraba algo lo tiene confundido
María: pues lo averiguas y no le hables azinMar: no a zido por ezo pues, no lo entiendo la verdad, que a mí me lo dijeron millones de veces; además yo ze lo he dicho otras veces también y zuele reírse el descarado, no a llorar azin – iba a seguir hablando, pero Toño salió de baño y cenaron pero sin esa alegría de antes, es más Toño no se comió su hamburguesa entera esta tristón.
Desgraciadamente al día siguiente se repitió la rutina.
Mar: ¿donde as estao hoy otra vez?Toño: en la escuela – ya sabía que su papá hoy no se lo iba a pasar
Mar: llevas una semana llegando a las tantas mintiendo – dijo y Toño lo miro asustado – ¡zi!... porqué sabes que se que me estás mintiendo
Toño: zolo me paro hablar con los chicos... todos nos paramos un rato – se justifico
Mar: ¿a qué hora zales de la escuela? –Toño se puso en un aprieto y no pudo contestar – Antonio José te estoy preguntando, que ezo de no responder –hablo, rojo ya de la rabia
Toño: a las dos – murmuro
Mar: qué hora es ahora
Toño: las tres y media – ya sabía que no iba por buen camino
Mar: ezo no es un rato hablando con los chicos
Toño: bueno pero a ti que te importa lo que yo haga no te metas en mi vida – y ahí Marc flipo a colores y sin más lo cogió del brazo
Mar: PLAF claro que PLAF me importa PLAF zoy PLAF padre PLAF zube Toño zube porqué hoy me dices la verdad por las buenas o por las malas – y Toño se quedó ahí parado – PLAF te he dicho que zubas a tu cuarto – Toño subió corriendo los escalera que parecía un caballo desbocado llamando la atención de María que salió al sentir el ruido
María: ¿que a pasao?
Mar: que llega y dice que a mí que me importa lo que haga en su vida pero hoy ze le ¡acabo! – dijo remangando su camisa
María: que vas hacer
Mar: lo voy a castigar – anuncio – ya no le pazo más, hoy me dice la verdad
María: no zeas duro con él, zacale lo que querrás, zin zer duro
Mar: va a zer lo que el quiera – dijo enfadado y se dirigió a la habitación de Toño, entrando sin llamar y lo vio otra vez con cara de culpable pero esa vez no lo dejaría pasar
Toño: podías llamar – murmuro avergonzado limpiándose los ojos
Mar: si te voy a llamar, pero llama la atención – y eso sonó fatal – me vas a decir donde has estado toda esta semana – pero Toño otra vez no respondió y Marc ya no tenía paciencia, llevaba una semana lidiando con eso, así que lo cogió y empezó a desabrochar el pantalón del uniforme
Toño: no papá... ¡no que haces!
Mar: ¿tú qué crees?, llevas una semana llegando a eztaz horas, azi que no me dejaz de otra que esto termina ahora – y Toño hacia fuerza para que lo dejara pero no lo logro, pues a su padre no le costó mucho bajarle el pantalón y ponerlo sobre sus piernas– PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF
Toño: ya ya paraaa
Mar: PLAF PLAF PLAF me lo vas a decir con que chicos eztas andando PLAF – le bajo también los calzoncillos que tenía muy colorido – PLAF PLAF PLAF PLAF me lo vas a decir
Toño: nooo – se quejaba Toño tratando de cubrirse
Mar: PLAF PLAF PLAF PLAF Toño espero una respuesta PLAF PLAF
Toño: nooya papi me duele yaaaa porfa –y Marc paró
Mar: pues dime dónde as estao PLAF PLAF
Toño: papiiiino ...no... cof cof – Toño no podía hablar de tanto que lloraba – no estoy haciendo na malo pero no te lo puedo deciiiir – se sincero con su padre y Marc se dio cuenta que por mucho que lo castigaría no lo iba averiguar, así que lo dejo un ratito ahí llorando y Toño no hizo nada por levantarse, así que Marc lo cogió y lo sentó en sus piernas y empezó acariciarle la espalda sin decir nada y darle besos en la cabeza
Mar: cariño a papá ze lo puedes contar todo – le dijo como cuando era niño – zi te paza olgo yo debo saberlo, porque zi no me dices que te pasa yo no te puedo ayudar, azí que ¿por qué no me lo cuentas?
Toño: ahora no puedo papá lo prometí –respondió muy dolido, porque no quería traicionar a su madre – por favor confía en mí no estoy haciendo na malo
Mar: ¡ezta bien!, ¡ezta bien! zi no me lo puedes decir ni modo; pero como yo no quiero castigarte azin otra vez te recojo a la zalida del cole y tu teléfono me lo das dezde ahora
Toño: papá no el móvil por favoooor
Mar: zi Toño, el móvil zi – dijo su padre cogiendo el móvil y metiéndolo al bolsillo de su camisa – no quiero caztigarte azin más espero que confíes en mí y me lo digaz
Toño: yo zi confío en ti
Mar: pues no lo demuestras, llevas una zemana ocultándose cosas – contesto y Toño solo se quedo callado, al final Mar no queira prolongar aquello y decidió darle una tregua – vamos viztete, vamos a comer
Toño: ¿papá puedo bajar más tarde? –pregunto – me duele la cabeza quiero a dormir un rato
Mar: ¿almorzaste algo?
Toño: me comí un dónut
Mar: ezo es muy poco... ¿quieres que te de algo? A ver zi ze te paza
Toño: no voy a dormir un rato – respondió y Mar lo metió en la cama y le dio un beso en la frente
Mar: que descanses – y salió de la habitación se paró apoyando la espalda en la puerta, ¿qué le estaba pasado a su hijo?
Lo tenía que averiguar si o si.
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