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Una perfecta familia
Autora: Terry
Capítulo 3
La cena fue bien solo que Toño estaba un poco triste, Mar lo achaco al castigo y empezó a hablar con para que distraiga.
Mar: ¿Toño estas bien? – pregunto Mar pero Toño no estaba allí con su familia, estaba más allá de la luna – Toño hijo – repitió tocándole el hombro.
Toño: ¡eh! – respondió dando un respingo, había salido de su trace.
Mar: que si estás bien.
Toño: zi ...zi claro que estoy bien
Respondió sin entrar en detalles y su padre no estaba muy convencido, pero ese momento María los llamo a comer, todos cenaron en un extraño silencio como si tuvieron mucho en que pensar, y cuando terminaron de comer Mari saco el poste uno para Toño y otro para ella.
Mar: ¿y el mío? – pregunto
María: ya te dije que para ti no había – y la cara de Mar era un poema
Mar: perooo ¡no es justo! – en eso empezó a arrimarse a Toño de broma – ¿le das a papá de la tuya? – le pregunto abriendo la boca, pero Toño le dio la espalda
Toño: no, porque seguro tu en otra mes vas pegar tan fuerte otra vez – que cara más dura tenía su hijo eso para lo que hizo no era nada pero se dio cuenta que nunca lo había castigado en serio, siempre era cuatro o cinco azotazos de advertencia
Mar: ¿y tú te vas a pone en riesgo tu vida otra vez? – cuestiono Mar que empezó a cogerlo por detrás en un abrazo – porque zi es azí zi que te voy a dar en zerio y ezas te parecerán cosquillas – respondió apretando más el abrazo, y aprovechando que tenía una mano libre cogió una cuchara para comer de la natilla de Toño, cuando terminaron recogieron entre los tres pero le tocó a Mar fregar los cachorros – Toño, hijo ¿le ayudas a papá con los cacharros? – se lo dijo juntado las manos como si estuviera rezando
Toño: ¡ummm! – y Toño puso los dedos en la barbilla como si se lo estuviera pensando – no – respondió – me pegaste – dijo y Mar sintió como si un puñal le atravesara el corazón, pero también empezó a molestarle que su hijo sacase aquello cada nada y peor como si lo hubiera machacado dejándolo lleno de moretones
Mar: bueno puez, entoncez que te parece si zubes a acoztarte – lo dijo ya un poco molesto
Toño: pero no hice nadaaaa – se quejo haciendo pucheros y frunciendo el ceño, sorprendido de que su padre lo envíe a la cama tan temprano
María: ¿que pasá? – quiso saber, pero ninguno de los dos se digno a responderle, como que no querían tocar el tema
Mar: Toño antes de ver la tele zube y te duchas – dijo depues de un rato, pensando en que realmente no tenia porque castigas adicionalmente a su hijo y con aquel pedido le quería decir que podía quedarse con ellos a ver la tele
Toño: perooo
Mar: ni peros ni manzanas Toño – corto su padre mientras María veía de palco aquel intercambio de opiniones – ni te creas que no me di cuenta que no te bañaste esta mañana
Con eso Toño subió escaleras arriba a su habitación a ducharse , ya en la salita estaba Toño sentado con sus manos retorciendo la tela de muslo de su pierna a eso salía Mar a la salita lo vio allí triste y tan infantil haciendo aquello se acercó a sentarse a su lado le cogió la nariz entre sus dedos
Mar: te la robe
Toño: ya soy grande para ezo papá – lo dijo con una media sonrisa, pues quiera o no le complacía aquel mimo
Mar: para mi ziempre zerás mi chiquitín –con eso Toño ya sabía que su papá ya no estaba enfadado con el
Estuvieron viendo la tele por mucho rato cuando Mar empezó a decirle que era hora de la cama
Mar: Toño mi niño, ya es tarde para acoztarte
Toño: espera que termine el programa paMar: no Toño ezte programa termina en la madrugada – le dijo jalándolo del sofá – Venga hombre... zube, ya es hora de acoztarnos – pero Toño no entendió lo de acostarnos se creía que su papá y María se quedarían se levantó como un rayo se paró delante de su padre
Toño: me importa una mierda lo que digaz... ella tenía razón erez un gilipollaz – y eso basto para que Mar también se ponga de pie, no iba a tolerar insolencias
Mar: ¿qué es lo que te pasa hoy? Mmm? –pregunto Mar enojado, poniendo los brazos en jarra – ¿que acazo no te daz cuenta que hablaz con papá? no con tus colegas de siempre – con eso lo cogió del brazo y lo reprendió delante de María – PLAF PLAF PLAF y ten ¡cuidao! con PLAF esa boquita – advirtió su padre dando a entender que esas pocas eran eso, pocas para lo que acaba de hablar, en todo eso Toño se cubría su lindo trasero pero de nada le sirvió, su padre estaba enfadado con ganas – PLAF AHORA ZUBE A LA CAMA –levanto la voz, señalando las escaleras, pero Toño no fue hacia ella, sino a la parte de atrás de la casa que más que una casa era una mansión que estaba todo rodeado de árboles y rosas, aparte de que toda la casa estaba rodeaba de un muro con rejas; dejando a su padre y a María en shock
María: ¡Mar! búscalo en la calle que hace frío HOMBRE – ella fue la primera en reaccionar, es que Mar se quedó paralizado, pero basto esto para que saliera por la puerta de atrás por donde salió Toño y empezó a buscarlo, pero no había rastro de él y como el terreno era grande le dio dos vueltas incluso pero aun así no había rastro de su hijo
Mar: ¿y zi ze zalto el muro? – pregunto Mar un poco asustado ya, preocupado por el chiquillo... a pero que lo pille le jala las orejas, pensaba
María: no Mar que va a zaltar semenaje muro, estará por aquí en algún sitio escondido – dijo volviendo a buscar entre los arbustos del jardín, grrr mocoso, salir asi en semejante frio
Mar: pero ya le di dos vueltas y no está –respondió desesperado ya, hablando debajo de un árbol cuando sintieron que les caía algo en la cabeza y al mirar se llevaron el susto, ahí estaba Toño, en una de las ramas del árbol y para colmo una bastante alta – ¡Por Dios! Chiquillo endemoniado – murmuro para que no lo oyera nadie – ¡Ten cuidao! –grito fuerte mirándolo – haber zi te vas a caer y te hacez una barbaridad – reprocho, tratando de no gritar para que no poner nervioso a su hijo – ¡baja Toño! – pidió su padre dando vueltas alrededor del árbol, pero a Toño por un oído se le metía por otro se le salía – baja hijo – volvió a pedir esperando que el muchacho lo haga, pero nunca se animo y fue cuando decidió subir el
María: con cuidado Mar, haber zi os vais a caer los doz – le recomendó con el corazón en la mano, enojada porque no podía hacer nada, sintiendo vértigo al ver la distancia de la rama al piso
Mar escaló hasta llegar donde estaba Toño, rabiando cuando el mocoso quiso irse todavía al otra lado, escapando de su padre, resbalando de la rama, meno mal lo pudo coger de un brazo antes de caer y lo ayudó a sentarse en la rama que estaba y fue cuando se dio que estaba llorando, tenía los ojos todos rojos y la nariz atascada de mocos
Mar: tranquilo mi monito ¿zi? – le dijo abrazandolo brevemente – venga, bajemos antes que nos podamos caer de aquí
Toño: zi papi – y ese papi a Mar le llego a lo más profundo de su corazón ¿qué le pasaba a su niño?, y lo más importante ¿qué haría él para que se lo contará?, pensaba mientras ambos lograron bajar a tierra firme, donde por fin abrazo a su niño con todas sus fuerzas, donde María también se unió a ellos
María: venga ya, vamos dentro hace frío –expreso sacando a los dos de sus pensamientos, pero ninguno de los dos quería separarse
Mar con el brazo echado por los hombros de Toño lo condujo a la casa, no vaya a ser que encima coja un resfriado, mientras Toño no sabía si su papá lo iba a castigar o no, porque alguna vez le dijo que si se ponía en peligro que lo castigaría duro, y ese pensamiento hizo que el estómago empiece a darle vuelcos y empezó a llorar otra vez más acojonado, fue cuando su papá lo abrazo mas fuerte
Mar: ¿que paza he?... porque no le dicez a papá que te está pazado hijo – y con eso empezó a llorar más fuerte todavía, y entonces papá recordó las palabra de Toño – ¿quién es ella? – quiso saber y Toño se puso nervioso
Toño: ¿de qué hablas?
Mar: antes has dicho que ella tenía razón ¿Quién es ella? – Toño trago saliva no podía decirle
Toño: lo ziento papá – se disculpo mirando el piso – hace un rato no zabía lo que decía... lo ziento – con eso María se retiro a la cocina para dejarlos solos
Y Mar decidió no decir nada mas y se lo llevo a su habitación, esa noche ya no se separaría de su niño, no quería perderlo de vista, Toño en cambio estaba nervioso porque no sabía si su papá lo iba a castigar por estar mintiendo a su papá, pero Mar permaneció callado hasta antes de meterlo en la cama, donde le limpio los pies con una toalla antes de acostarlo.
Mar: Toño no vuelvas a faltarme el respeto de eza manera – le dijo mirándolo fijamente limpiándole también la cara – no ze lo que te paza pero no lo vuelvas hacer – y con eso le bajaban dos lagrimones por la cara de Toño
Toño: lo ziento papi lo ziento de verdad no lo volveré hacer lo juro – prometió abrazandose al cuello de su padre
Mar: bueno, bueno ya está bien – respondió Mar y empezó a meterlo a la cama, acostándose él también, eso hizo que Toño ponga su cabeza en el pecho de su papá que ya se le cerraban los ojos
Toño: me voy a la cama – murmuro de pronto
Mar: ya estás en la camaToño: a la mía tengo sueño – sonrió un poco
Mar: no Toño esta noche tu duermes aquí – anuncio papá
Toño: ¿y María?
Mar: aquí también, si la cama es grande cogemos los tresToño: ¡no! Creerá que soy un bebé – dijo indignado y Mar empezó a reír a carcajadas mientras María entraba vestida con pijama, lista para meterse a la cama, oyendo lo que dijo Toño
María: no eztá noche Tolo, que de aquí no zales – le dijo empujándolo al centro de la cama – te vamoz agarra bien porque éste monito ze zube a los arboles – María y Mar se miraron estallando en risa y Toño escondió la cabeza avergonzado
Mar: vamos a dormir que mañana la pazaremos en el centro – anuncio con un bostezo para que nadie se olvide
A la mañana siguiente ninguno menciono nada de lo del día anterior y la pasaron estupendo, llegando a casa cansados pero felices como debe ser una familia.Y a las ocho de la noche, prepararon la cena en conjunto y luego compartieron un momento más viendo la tele y hablando.
Mar: Toño mi vida – dijo papá cambiando el canal para ver deportes, acababa de terminar el programa de Toño – ya ez tarde y mañana hay cole
Toño: zi ya voy
Respondió parándose de inmediato y esta vez subió sin hacer escándalo, pero a medida que subía se puso triste... papá no se despidió como antes no le dio ningún beso, pensó.
Mar: no ze lo que lo que le paza – dijo con pena Mar mirando las grandas
María: el cambio y que está creciendo Mar – respondió ella con una sonrisa
Mar: zi que está creciendo, esta grande y a veces me contesta mal – dijo pensativo – pero le pasa algo... lo ze, lo conozco –agrego preocupado pero no queriendo ahondar en esos pensamientos – bueno voy a subir y ya me acuesto yo también... estoy muerto, ya no puedo seguirlo tiene mucha energía – sonrió
María: espera yo también zubo
Y ambos sin decir nada subieron automáticamente a la habitación de Toño, al niño se le iluminaron los ojos al verlos, su papá no se olvidó de acostarlo, es que lo había hecho como siempre y aunque estuviera María, Mar no sé iba a olvidar de él, pero esta vez, fue diferente, ambos se sentaron en la cama para dale las buenas noches
María: Toño mañana cuando zalgas de cole vamoz a ir a mirar los muebles de la zala, la cocina, el zalón zi nos da tiempo claro, ¿te parece? – pregunto acariciando su mejilla, arreglándole el pelo como si importara ir a la cama bien arreglado
Mar: ¿te paso a recoger a la salida? – pregunto su padre tapando su espaldaToño: ¡no! – dijo sentándose de golpe, volviéndose a costar – Quiero decir que quiero cambiarme de ropa y no quiero que os vean, a nadie van a recoger al cole, eso es de párvulo y no quiero que ze burlen
Mar: eztá bien, ezta bien chaval, no es necezaria tanta explicación, pero derechito para la caza – y así con un beso en la cabeza de Toño salieron de la habitación
Toño: ¿y que hago cuando la vea? – dijo el muy pillo – ¡le diré que tengo que venir deprisa¡
Así se quedó dormido pensando en el día siguiente.
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