Un nuevo horizonte, Capítulo 12

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 Un nuevo horizonte 

 Autora: Terry 

 Capítulo  12 

Ya había pasado tres mese desde que Yolanda se quedará embarazada, era viernes y tenían cita con la ginecóloga que la estaba llevando el control ya que le pidió a su papá que fuera una mujer y Armando no dudo en llevarla a la doctora en una clínica particular.

- Cálmate hijo – le avía dicho Laura porque su hijo estaba todo nervioso y apurado

- Mamiii es que tardas y no vamos a llegar a tiempo – Laura contaba hasta mil porque Manu la tenía de los nervios, no eran ni las diez de la mañana y solo tardarían dos horas en llegar

- Calma, además hasta que no llegue tu papá no podemos ir – respondió Laura una vez mas

Manu pensando en esas palabras dejo a su mamá en la habitación y se fue en busca de su papá que estaba en los establos; se había puesto malo un caballo y estaba el veterinario y en cuanto acabasen todo se irían a la ciudad, se lo había dicho Diego, pero Manu no podía con su ansiedad, era siempre lo mismo cada que tocaba ir al médico al control.

- PAPIIII – grito Manu al entrar en la cuadra

- ¿Qué sucede hijo? – Manu entrecerró los ojos ¿qué, que sucedía?,  ¿acaso se le olvidó que tenían que ir a la ciudad?, esta vez le tocaba a él ir a ver a Yolanda y además tenían que acompañarla al doctor, hoy le harían la primera ecografía para ver a su bebé

- ¿Por qué tardas tanto? – le dijo con el entrecejo fundido con la voz un poco elevada en forma de regaño, Diego respiro profundamente, Laura y él habían hablado para tenerle más calma a Manu pero a veces se ponía insoportable.

- Hijo aún no termina de explorar al caballo – Manu frundió más las cejas

- Pues que se encargue el abuelo nosotros nos tenemos que ir

- Manu cariño hay tiempo – y eso hizo que Manu se pusiera encorajado del todo

- Si no vas a cumplir tu palabra no la des – dijo de mala manera olvidándose quien estaba al lado de su padre – ahora cumple tu palabra de hombre, tu siempre me dices eso – y el veterinario se quedó viendo al chaval, si que tenía pantalones ese niño si él le hubiera dicho eso a su papá a esa edad ya le habían dado en los morros, pensó el hombre

- Manu no estoy faltando a mi palabra y desde ya deja esa actitud, al parecer se te olvida que estás hablando con tu padre – lo amonesto Diego y Manu rodó los ojos

- Pero ¿vas a llevarme o no?

- Si hijo, ya está casi terminado y ya salimos – respondió dando un suspiro en un esfuerzo por mantener la calma

Manu se dio la vuelta sin decir nada para salir del establo y se fue a su habitación, pero al pasar una hora y su papá no había llegado cogió la bolsa de viaje y salió a la plaza del pueblo, ya lo había pensado de allí cogería un taxi que lo llevaría a la estación de autobuses, pero cuando iba a comprar el billete sintió una mano cogerlo por el brazo, se dio la vuelta y se encontró con su papá, qué ¿demonios hacía allí? ; cuando el veterinario acabo Diego fue directo a la casa para por fin emprender el viaje pero él y su esposa se llevaron una fea sorpresa, Manu no estaba en su habitación y su bolsa de viaje tampoco, dándose cuenta de lo que su adorable niño había hecho, así que ambos se fueron directos a la parada de autobuses y después de recorrer toda la estación, Diego vio a su hijo haciendo cola para comprar el billete.

- ¿Qué crees que haces? – Manu lo miró con el ceño fundido

- Ir a ver a mi novia – respondió dando un tirón a su brazo para salir del agarre de su papá

- Mira Manuel, basta de ser impertinente, ve al coche que está parado en la puerta pero ya mismo – pero el niño se mantuvo en donde estaba sin moverse – Manu ¡no lo vuelvo a repetir! – advirtió

- Pero si no querían llevarme, ahora es tarde… me voy en el autobús no tienen necesidad de estar perdiendo su preciado tiempo en mi – con todo Manu estaba enojado todavía y la gente que también estaban en la cola para comprar su billete empezaron a murmurar, Diego se cogió el tabique de la nariz quería ser paciente con Manu pero ese niño cada vez estaba peor, así que se acercó a su oído para hablarle sin gritar y sin que nadie se entere

- Tienes dos segundos para andar delante mío para ir al coche si no quieres que te de aquí mismo la paliza que te voy a dar con la ropa abajo – cuando Manu lo miro supo en los ojos de su padre que no era una amenaza en vano y en ese mismo instante le vino el recuerdo de cuando su padre lo castigó en el río delante de Óscar y el capataz

Trago la poca saliva que tenía atorada en la garganta y emprendió camino donde su papá le dijo; Laura negó con la cabeza preguntándose que sería lo que le habría dicho su marido al niño para que se pusiera blanco y lo obedeciera sin dar guerra.

- Conduce tu Laura – ordeno Diego dándole las llaves a su esposa y Manu al ver las intervenciones de su papá no quiso subir al coche

- Papá no – rogo pero Diego no le contesto – papiiii – Laura también quiso abogar por su niño

- Diego no creo que sea el lugar y tampoco creo que sea necesario – Diego miró a su esposa

- ¿No ves necesario que aprenda a no ponerse en peligro?, porque te puedo enumerar unas cuantas cosas – le dijo a su esposa ya muy molesto, desde que llegó a la casa apurado porque el veterinario tardo más de lo previsto y aún no había terminado tuvo que llamar a su papá para que le echara un ojo porque el caballo que estaba mal, el pobre animal tenía un cólico y tendrían que sondear y para colmo cuando llego a casa y se dio una ducha su esposa lo interrumpió llegando desesperada porque no encontraba a Manu, se quitó la espuma y se vistió lo más deprisa que pudo y fueron a la plaza por si había quedado con un chico con el que había entablado amistad sin éxito, desesperados  le preguntaron a un señor que había sentado en una banca si vieron pasar a un chico de unos quince años describiéndoles sus características y fue cuando se enteraron que su hijo se  subió a un taxi con una bolsa de viaje, después de agradecer al señor Diego ya supuso la gracia que había hecho el niño y ahora se encontraba ahí hecho una furia y su esposa diciendo que no era el momento, si ya se estaba conteniendo de no haberlo sacado a nalgada limpia de la estación

- Yo no he dicho eso – Diego respiro profundo soltando el aire después

- Vas a conducir o nos vamos a un baño – y Laura cedió no quería que su hijo se avergonzará porque le diera una paliza en los baños de la estación – sube Manu – Manu miro a su mamá para obtener apoyo 

- Papá – rogo con lágrimas en los ojos

- Sube Manu no me hagas perder la poca paciencia que me queda – pero Manu no quería subir porque sabía lo que le esperaba

- Papiiii ya no lo volvió hacer – prometió y Diego tiro la cabeza para atrás mirando al cielo, con el susto que se dio le despertó un horrible dolor de cabeza que era lo que le estaba haciendo perder ya la paciencia

- Claro que no lo vas hacer más, de eso me asegura – aseguro  y la gente del alrededor empezaron a mirarlos de reojo ya que Diego empezó a subir el tono de voz- Suban al coche – esta vez fue Laura la que hablo ya que se dio cuenta que estaban dando un espectáculo gratuito a la gente que pasaba por allí

- No es justo mamá – y Diego perdió la compostura lo cogió del brazo abriendo la puerta metiendo a Manu a la fuerza, ya estaba bien la majadería del niño, una vez dentro Laura arranco el coche saliendo de allí rápidamente para acabar con el bochorno que sentía, ya que ella si veía que todo el mundo los estaba mirando

- Lo que no es justo – contesto Diego poniendo a Manu tendido en sus rodillas ya que subieron a la parte de atrás de la camioneta le bajo el short – es el habernos dado el susto de muerte plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf saliéndote de la casa sin decir nada plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF plaf

- Ya papaaaa ya

- Plaf PLAF PLAF PLAF plaf ya que Manu NO te mandas solo plaf plaf no te das cuenta del peligro que corres hijo ¡tienes quince años! plaf PLAF PLAF plaf

- Shijj shijj shijj ya ya no lo vuelvo hacer

- Plaf plaf plaf plaf plaf plaf claro que no lo vas a volver hacer desde aquí en adelante no te voy a pasar ninguna más plafpla plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf – esas últimas se las dio sin descanso en las flexuras de los glúteos

- Buuuuaaaaa papi ya no más perdón no lo vuelvo hacer – Diego incorporo a su hijo

- Ya pollito ya – le decía mientras lo sentaba en sus piernas – hijo no puedes hacer esto, estos arranque de locura, haber dime cuándo no te hemos traído cuando te toca venir a verla –  Manu seguía llorando, sus padres no entendían

- Siempre me habéis traído – Diego lo atrajo más a su pecho

- Entonces porque este comportamiento – pero Manu no contesto, en ese momento se dio cuenta de la metida de pata que hizo – Manu cariño se que estás ansioso pero hijo, pero esas no son las formas, te paciencia todo va a salir bien ya lo veras

- Es que no lo entieeeendes – lloro Manu mirando el reloj – hoy iba a conocer a mi bebe, hoy iban a hacerle una ecografía en      4 D a Yolaaanda buaaaa y ya tenemos media hora de retraso

Y su padre sintió una punzada de culpa se había olvidado de aquello, no solo él sino Laura y ambos se miraron a la cara con los ojos cargados de pena mientras  Manu solo se limitó a llorar hasta que sus párpados se pusieron pesados quedándose dormido en el pecho de papá. Lo que ninguno sabía, era que la ecografía se había retrasado.