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Sangre flamenca
Autora: Terry
Capítulo : 17 la escapada
Ramón se levantó con la idea de que sus hijos desayunaran y fueran donde ellos quisieran, quería estar a solas con su esposa pero se llevó ingrata sorpresa al entrar en la habitación de su primogénito… su dormitorio se encontraba vacía con una nota encima de la cama; Ramón se puso blanco mientras iba leyendo la carta.
Hola papá se que vas a ser el primero en leer mi carta y que ahora mismo vas a enfadarte pero por favor compréndeme, ya sé que me dices que tu me ayudarás pero con lo que iba hacer el papá de Almudena no creo que podrías… la iba a sacar del país, la iba a mandar a Francia con unos tíos y ni ella no yo queremos separarnos, solo será un año papá hasta que cumplamos la mayoría de edad y el papá de Almudena ya no pueda separarnos , lo siento papá por haber hecho esto los quiero un montón y sé que los voy a echar mucho de menos dale un beso de mi parte a mamá y a mis hermanos os quiere Moisés
Al terminar de leer la carta a Ramón le bajaban las lágrimas por las mejillas ¿dónde estaría su hijo?, ¿dónde habría pasado la noche?, ¿y si no lo veía más?... eso no podía estar pasado; el intuía que algo preocupaba a Moisés y no hizo por averiguarlo y ahora ¿qué haría?, como pudo salió de la habitación de su hijo y fue a la suya a buscar a su esposa que de solo verlo supo que ocurrió algo muy grave porque Ramón traía la cara blanca de la impresión.
- ¿Qué te pasa Ramón? – este al no poder hablar porque su garganta se le hizo un nudo le tendió la carta a su esposa que a la medida de leerla su corazón se oprimía
- ¡Dios mío! – dijo tapándose la boca, Ramón la miro y se dio cuenta que él tenía que hacerse el fuerte para su familia
- Voy a la policía Rebeca – cogió las llaves de su coche pero Rebeca lo freno
- Espera voy contigo – le dijo apurándose a vestirse
- Pero y los niños – Rebeca lo miro y aunque no les gustaba dejarlos solos en casa esto era una emergencia
- Hablaremos con Noel y le diremos que tengan cuidado – Ramón suspiro sus hijos ya no eran tan chicos, su mujer tenía razón podrían dejarlos solos
Así que salieron de su habitación y fueron a la de Noel.
- Noel hijo despierta – le dijo Ramón moviéndolo suavemente Noel abrió los ojos y los volvió a cerrar
- Papi hoy quiero dormir hasta tarde ya terminaron las clases – Ramón lo hubiera dejado al no ser por el problema que tenían en ese instante
- Bueno Noel si quieres dormir está bien pero escúchame hijo – Noel al escuchar el tono de voz de su papá sabía que pasaba algo
- ¿Qué pasa? – le dijo restregándose los ojos
- Tú hermano se a ido de la casa y...– no pudo terminar porque Noel lo interrumpió
- Queeeeee – le dijo asombrado – ¿Quién? – le extrañaba que fuera su hermano chico pero no podía juzgar a ninguno
- Moisés.y mamá yo vamos a la comisaría queremos que le eches un ojo a Abraham – Noel se quedó mirando a su papá
- Pero yo también quiero ir – le dijo Noel levantándose de la cama
- No, Noel por favor quédate en casa con tu hermano – le dijo Ramón dándole un beso en la cabeza
- Pero yo también quiero saber de Moisés – le dijo mirando a su padre
- Noel, mi vida solo vamos a poner la denuncia, la policía no sabrá nada aún y tú me sirves más de ayuda quedándote con tu hermano,si tú vienes también tendré que llevarlo a el, quédate y así adelantamos tiempo cuanto antes ponga la denuncia antes empezarán a buscar a tu hermano.
Noel accedió a quedarse en casa con Abraham se quedó en su cama tratando de dormir pero no pudo y al cabo de una hora se levantó para despertar a Abraham tenía que hablar con alguien. además ya tenía hambre y no iba a preparar dos veces el desayuno levantaría a su hermano y desayunaron juntos.
- Abraham despierta – le dijo dándole un empujón bastante fuerte que Abraham despertó de momento sobresaltado
- Pero qué te pasa idiota – le dijo molesto por despertarlo de esa forma
- Que voy hacer el desayuno si quieres desayunar levántate – y Abraham le extraño que no lo despertara su papá y que Noel hiciera el desayuno
- ¿Y los papás? – le pregunto extrañado
- No están, han salido
- ¿A dónde? – era bastante extraño, sus papás no los dejaban solos al no ser algo importante
- Veras enano, Moisés se fue de la casa – Abraham abrió mucho los ojos no podía creer que Moisés se fuera de la casa, antes se lo hubiera esperado de Noel pero no de su hermano mayor
- ¿Y dónde fueron los papás? – no sabía dónde podía haber ido sus padres
- Han ido a comisaría a denunciar su desaparición – hubo un silencio y Abraham se le veía triste – bueno vamos a desayunar
Pero cuando iban a bajar por las escaleras el móvil de Noel sonó.
- Noel hijo – le dijo Rebeca
- ¿Saben algo de Moisés? – le dijo preocupado
- No, Noel vinimos a poner la denuncia y tenemos que esperar al comisario – le explico mirando a Ramón – solo llamo porque no estaba tranquila – de pronto empezó a ponerse nerviosa, si encendían la vitrocerámica se pudieran quemar aunque Noel ya la había utilizado más veces – ¿Ya habéis desayunado?
No mamá lo vamos hacer ahora
- Pues comer cereales, no enciendas la vitrocerámica y calienta la leche en el microondas – Noel rodó los ojos ¿Su madre estaba loca?
- Pero mamá ya la he utilizado más veces – Rebeca soltó el aire
- Lo sé Noel pero hazme caso por favor cuando llegue a casa os preparo algo rico para comer – a Noel no le quedó otra al sentir la preocupación en la voz de su madre
- Está bien mamá no te preocupes
- ¿Y tú hermano?
- Está aquí con migo
- Pues pásamelo – Noel le dio el móvil a su hermano
- Hola mami
- Hola corazón ¿estáis bien? – a Abraham le extraño la pregunta
- Si mamá ahora estamos por baja a la cocina a desayunar
- Está bien amor, hazle caso a tu hermano en cuanto terminemos vamos para la casa
- Está bien adiós mami
- Adiós mi vida – Abraham cortó la llamada y le dio el móvil a su hermano
- ¿Qué vas hacer de desayuno? – pregunto Abraham
- La mamá dijo que comiéramos cereales que no encendiera la vitro – Abraham abrió la boca y la volvió a cerrar
- ¡Jo! Yo no quiero cereales yo quiero huevos con beicon – Noel miro a su hermano moviendo la cabeza-p ero no se van a dar cuenta si lo hacemos
- Abraham tú quieres preocupar a los papás más que están – Abraham agachó la cabeza
- No quiero eso, lo siento
- Bueno podemos hacer tostadas con aceite tomate y jamón – a Abraham le cambio la cara esto estaba mejor
Noel puso el tostador hizo las tostadas y mientras que Abraham las preparaba el calentó la leche y lo pusieron en dos bandejas una para cada uno y se fueron a la salita a desayunar mientras que veían la tele, ninguno de los dos le dio mucha importancia a lo de Moisés, ellos creían que cuando se cansara de estar con su novia volvería a la noche así que no estaban preocupados , Ramón no hacía más que llamar una y otra vez al móvil de su hijo si tener contestación, pero Moisés estaba viendo cada una de las llamadas y se sentía el peor hijo del mudo, en un arrebato lo iba a contestar pero Almudena se lo impidió.
- ¡Moisés! – le dijo quitándole el móvil de las manos – ¿no ves que si contestas pueden dar con nosotros? – y Moisés no entendía el era más inocente pero Almudena lo tenía todo pensado
- Pero si sólo es para decirle que estoy bien estarán muy preocupados – y Almudena lo miro con lastima y ahí se dio cuenta que fue muy egoísta pedirle eso a Moisés
- Pero si han ido a la policía lo más probable es que tengan los teléfonos rastreados y si contestas y tener la llamada pinchada dan con la ubicación
Moisés decidió apagar el móvil para no ver las llamadas de sus padres así no se tentaba en contestar.
Ramón y Rebeca lograron hablar con la policía, pero poco podían hacer a más de esperar que la investigación continúe y por consejo de los mismos regresaron a casa, cosa que les pareció bien, porque en casa tenían dos hijos que aun esperaban noticias suyas.
- Subir y os quitáis el pijama – le dijo Ramón apenas los vio, los chicos aun estaban con los pantalones cortos de dormir, sin camisa por la calor que hacía, no habían hecho nada de nada, las bandejas regadas en la mesa de café seguían sin hacer aunque era tarde, pero ninguno de los padres quisieron enfadarse con ellos.
Los chicos subieron a sus habitaciones a cambiarse, Rebeca entró a la cocina y Ramón recogió el desastre que habían dejado sus hijos cuando sonó el timbre de la entrada, Ramón fue abrir rápidamente sintiendo alegría en su corazón pensando que era su hijo, que se arrepintió a última hora y volvía a casa pero al abrir la puerta se llevó un chasco.
- ¿Qué hacéis aquí? – les dijo Ramón sorprendido con algo de torpeza como si la presencia de sus visitan incomodara, pero así era, era una visita muy inoportuna
- Yo también me alegro hijo – le dijo su padre con sarcasmo
- Quiero decir que estabais de viaje – Ramón se hizo a un lado para que sus padres pasaran, dándose cuenta de su error
- Si hijo pero llegamos esta mañana y hago nada más que llamarte y no contestas y ya nos tenías preocupados – Ramón saco su móvil y se dio cuenta de todas las llamadas de su padre
- Lo siento papá no las he oído
Rebeca al oír la voz de sus suegros salió de la cocina después de saludarlos les pregunto que si se quedarían a comer, sus suegros aceptaron gustosos porque tenían un montón de anécdotas que compartir además de darles los regalos que trajeron para sus amados nietos
Como era de esperarse los chicos bajaron corriendo a saludar a sus abuelos, todos menos su mimado Moisés, Moisés era su nieto favorito por mucho por ser el mayor de los varones de su casta y Paco el padre de Ramón, y su madre tras esperar como 15 minutos ya todos en la mesa prácticamente echaron de menos a Moisés.
- ¿Y Moisés? – pregunto su abuelo y toda la sala quedó en silencio
Esa era un pregunta que Ramón temía saliera a la luz…
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