Translate

martes, 6 de octubre de 2020

Capítulo 8




"Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo" 




Sangre Flamenca
Autora: Terry
Capítulo 8

 

 

Ramón se sentía mal por haber castigado a Moisés pero no le quedó otra opción, solo esperaba que las cosas se calmaran con su hijo porque no le gusto el gusanito ese que se planto en el corazón, de llegar a la mayoría de edad y hacer lo que quiera…

 

  • Voy a hablar con el pitufo – le dijo Ramón a Rebeca que la llevaba abrazada – ¿me acompañas? – y Rebeca miro a su marido
  • Ni siquiera sé lo que ponía la nota – Ramón la saco del bolsillo que aún la tenía guardada y se la dio a su esposa, Rebeca al leerla se estaba dando cuenta que había sido más cabezona que sus propios hijos, no le hubiera costado nada dejarle acostarse media hora más tarde, así su pequeño no estaría en esas condiciones – si te acompaño tengo que aprender mucho de ti – murmuro y Ramón subió las cejas con el dedo índice señalando su pecho como diciendo ¿de mi haciendo un poco el payaso?
  • No Rebeca no tienes que aprender de mi, solo escucharlos aunque después les tengas que poner el culo morado – con eso Rebeca se puso a reír negando con la cabeza, dándole un puñetazo flojo en el brazo de Ramón – en serio, lo que a nosotros a lo mejor nos parezca una tontería para ellos es importante… no solo puede ser blanco o negro también puede ser gris y llegar a un acuerdo – Rebeca le dio la razón y Ramón llamo a la puerta del menor de sus niños, al no obtener respuesta giro la manivela asomo la cabeza –  ¿puedo pasar?
  • Si papá pasa – le dijo, pero cuando entro su papá y detrás vio a su mamá Abraham se tenso, cosa que no paso desapercibido por sus padres, estaba recostado en su cama con su espalda recargada en el cabecero de la cama con su guitarra, un cuaderno y lápiz… ¿su pequeño estaba componiendo?, pero apenas ingresaron, escondió el cuadernillo disimuladamente debajo de la almohada
  • ¿Qué pasa? – pregunto preocupado, no había hecho nada para que fueran a buscarlo
  • Queremos hablar contigo – sonrió Ramón imitando a su hijo sentándose de la misma forma en la cama y mamá también se sentó en el filo, lo que lo tranquilizó un poco, parecían que no estaban enfadados – hijo como te van a dar las vacaciones hemos pensado tu mamá y yo que puedes acudir a los ensayos – el corazón de Abraham latía de felicidad ¿cuánto tiempo espero eso? – siempre y cuando las notas que traigas sean buenas –  fue decir notas y su corazón se volvió a desinflar como un globo cuando dejas escapar el aire – ¿no te alegras? – pregunto Ramón y Abraham lo miro con unos ojitos de perro apaleado, su papá se estaba burlando de él
  • Sabes muy bien que mis notas no van a ser buenas – contesto y Rebeca lo miro sin poder evitar fruncir un poco el ceño
  • ¿Por qué no? – y a Abraham se le escaparon dos lágrimas y agachó la cabeza, papá lo abrazo en su pecho
  • Porque no he entregado los deberes y eso lo penalizan con bajar la nota – Ramón sabía que no iba a ser así porque ya los profesores le dijeron que esta vez iban alzar la mano, pero no le iba a decir nada a su bebé para que aprendiera la lección
  • Bueno pues nos levantamos temprano en la mañana, estudias para la recuperación en septiembre y en las tardes vas con papá – le dijo Rebeca y Abraham se despegó del pecho de su papá y miro a su madre ¿eso lo había dicho ella o era su subconsciente?
  • ¿De verdad? – Rebeca sonrió
  • De verdad –  Abraham abrazo a su mamá por fin cambio de opinión pensó Abraham
  • ¿Y ahora me vas a enseñar lo que estás componiendo? –  abrió los ojos como sabía su papá
  • ¿Cómo sabes? –  Ramón se echó a reír por la cara de asombro de su niño
  • Muy fácil tenías una libreta y tu guitarra –  dio un suspiro
  • Es para música no dijo que intentemos componer una canción, esto sube la mitad de la nota
  • ¿Haber muéstrame? –  Abraham negó con la cabeza no sabía si era buena la canción –  ¿Por qué cariño? – Ramón intento coger la libreta pero Abraham la abrazo en su pecho para que su papá no la cogiera
  • Me da vergüenza – a Rebeca también le dio curiosidad
  • Bueno cántala y te damos nuestra opinión, te seremos sinceros – Abraham se lo pensó un poco pero al final cogió la guitarra y su libreta y decidió cantarles un trozo

 

Te siento en esta habitación conmigo

Te siento tu respiración tan cerca

Haces que se vayan mis dudas sobre ti

Me acerco lentamente con mis manos

Sabiendo cual será nuestra respuesta

Voy sin saber que harás de mi

Prefiero callarme que me haces sentir

He abierto mis ojos cancelando mis enojos

y he sentido que te tengo un poco más

Aprovecho y me cuelo enredándote en mi pelo

Insistiendo en que me vuelvas a buscar

90minutos no puede durar el amor pídeme más…

 

En cuanto término Abraham Ramón y Rebeca le aplaudieron con sinceridad asombrados de su talento, Abraham se sonrojo avergonzado mientras su padre no dudo en abrazarlo, aquella era una enorme sorpresa de verdad.

 

  • Hijo es buenísima ¡qué hijo tengo! con tanto talento – lo felicito besando su frente
  • ¿Os gusta? –  Rebeca que estaba emocionada fue la que contesto feliz
  • Cariño nos encanta… quién lo diría amor –  le dijo mamá
  • Con esa canción tu profesor te va a subir el triple de tu nota –  el niño se echó a reír
  • Papi aún no la he terminado –  Ramón le dio un beso en la frente su hijo tenía un buen talento
  • Te saldrá bien mi vida ¿para cuándo es? – Abraham se encogió de hombros
  • Para mañana no sé si me dará tiempo
  • Verás como si cariño –  le dijo su mamá dándole un beso en la mejilla
  • Bueno te dejamos con tu inspiración – Ramón le revolvió el pelo haciendo reír a su pequeño

 

Un problema solucionado pensó Ramón cuando iban a la planta baja, pero quería ver a Noel, no lo había visto desde hace un buen rato que quería saber en que estaba, así que cuando se acerco a su alcoba pensando en que estaría durmiendo,  escuchó unos sollozos  y no se detuvo a llamar, paso inmediatamente a ver que le sucedía a su niño y cuando entro se lo encontró hecho una bola acostado en su cama, Ramón se acercó rápidamente lo cogió entre sus brazos.

 

  • Cariño ¿qué tienes? –  Noel se abrazo a su papá necesitaba un consuelo
  • Papiii me duele – se quejo y  Ramón lo separó un poco para ver que tenía
  • El que tesoro – lloro un poco más antes de poder responder
  • La boca se me ha hecho muchas heridas – Ramón iba a ver la boca de Noel pero Rebeca cansada que desde que le pusieran el aparato no hacía nada más quejarse intervino enojada
  • Ya corta el berrinche Noel, no haces más que quejarte para quitarte el aparato, pero no te va a funcionar – lo amenazo y  Noel la miro sin entender, ¿qué le pasaba a su mamá? y dentro de él se enfureció porque no lo creía
  • ¡NO ES UN BERRINCHE ME DUELE DE VERDAD Y MUCHO! –  le dijo gritándole a su madre
  • PLAF PLAF PLAF – le dio tres manotazos pillaron su pierna –  a mi no me grites ¿qué te has creído tu? –  otro más iba a caer pero Ramón le cogió la mano
  • Ya  no te va a gritar más –  Noel empezó a llorar más, Ramón lo sentó en la cama limpiado sus lágrimas – ya mi vida calma – Rebeca salió de la habitación porque no quería darle la versión completa, estaba siendo un malcriado desde que le pusieron el aparato todo porqué no quería tenerlo, iba pensando Rebeca – hijo es que a la mamá no se le grita –  aunque estaba consolado también lo reprendía
  • Pero es que no me cree y ¡me duele! – dijo osco, es que ya estaba mal aquello, era como si no tuviera derecho de quejarse, peso limpiándose  lo ojos con la manga de su camiseta
  •  Bueno ya, a ver déjame que te mire – cuando Ramón le vio la boca efectivamente su hijo no se quejaba por gusto tenía la boca bastante mal, estaba sangrando – prepárate que voy a llamar al doctor que vamos para allá –  bajo a la cocina donde estaba su mujer y le contó lo sucedido, le dijo que llamara al doctor que salían a la consulta que era urgente y lo tenía que atender
  • ¿No será cosa de Noel? porque si es así le voy… – no pudo terminar porque Ramón la corto
  • ¡Bueno ya! ¿qué te pasa? – le contesto molesto – No es cosa suya que la tiene bastante mal – le respondió –  y si en vez de juzgarlo le hubieses echado una mirada sabrías que no te miente –  ya era bueno, es que su mujer no iba a cambiar nunca, hacia un instante parecía que se había propuesto cambiar

 

Noel bajo en busca de su papá, Rebeca le dijo que le enseñé la boca y se dio realmente cuenta del dolor que tendría ahora mismo y otra vez empezó a sentirse mal por no haber escuchado a su hijo; Ramón y Noel se fueron a la consulta, menos no tardaron en atenderlos, el doctor le quito el aparato porque supuestamente lo hicieron mal y por eso le dañaba la boca de esa forma, le receto unas pastillas para el dolor y un líquido para enjuagarse.

Mientras en casa Abraham término su canción y bajo corriendo a mostrarla a su papá pero no estaba, su mamá le dijo que habían ido al dentista pero que no tardarían.

Moisés por otra parte también despertó pero él no quiso salir de su habitación, Ramón llegó con Noel a casa un poco tarde y Rebeca tenía la cena hecha y Ramón llamo a todos sus hijo pero Moisés aunque le contesto no bajaba y Ramón se dispuso a buscar a su hijo.

 

  • Vamos a cenar Moisés
  • No tengo hambre –  papá con esa respuesta no sé conformo
  • Pero tienes que comer –  no le gustaba ver así a su hijo sabía por lo que estaba pasando, él lo había vivido en su propia carne y sabía que era doloroso, se sentó en la cama y lo abrazo – si la quieres y vas a luchar por ella está no es la manera – Moisés se separó del abrazo y miro a su padre no entendía que quería decir y Ramón solo con la mirada de su hijo sabía que estaba completamente perdido –  Moisés hijo hundiéndote en ti mismo no consigues nada, cuando termine el colegio tenéis los móviles y podéis hablar y quedar sin que su papá lo sepa, cuando ella sea mayor de edad no podrá prohibírselo solo tienes que echarle valor y no quedarte aquí tirado todo el día en tu cama esa no es la solución – pero Moisés también pensaba en su mamá ella tampoco estaba de acuerdo
  • Es difícil papá – Ramón le froto la espalda para reconfortarlo
  • Lo sé hijo – Moisés se limpio las lágrimas
  • Es difícil que la gente que quieres no te da el apoyo – Ramón lo abrazo otra vez, él lo sabía porque sus padres no lo apoyaron cuando él tenía la misma edad de Moisés y se enamoró perdidamente de esa chica, aquel tiempo sus padres se cansaron de prohibirle estar con ella a tal punto que su papá le dio una paliza y lo mando lejos con su tío y ahí se rompió la relación porque no supo más de ella
  • Dale tiempo a mamá, veras como al final te da el apoyo
  • Eso espero papá

 

Ramón tiró de Moisés de la mano y bajaron a cenar, fue una cena silenciosa porque Moisés no quería hablar con su madre, lo mismo que Noel que aun seguía enfadado por no creerla y porque le dolía la boca, así que cuando terminaron de cenar, cada cual se fue a su habitación Abraham fue a la habitación de su papá con la guitarra.

 

  • Papá ya terminé la canción – Ramón sabía que lo que quería era cantarla para haber si le gustaba
  • A ver cántala – se sentó en la cama de sus padres cogió la guitarra y les canto la canción, ambos padres lo felicitaron asegurándole que seguro tenia la mejor nota

 

Y no se equivocaron, en la clase de música de Abraham el profesor se quedó entre dos canciones como las mejores, al final después de hacer repetir a cada uno la canción, se decidió por la de Abraham, pero el otro chico no estuvo de acuerdo y el profesor decidió un solución poco convencional, les dijo que al día siguiente cada uno cantarían su canción en el gimnasio del colegio y pondrían unas urnas  para que los espectadores dejen su voto en un sobre, Abraham empezó a ponerse nervioso una cosa era cantarla en clase y otra frente todo el colegio, y cuando más lo pensaba más nervioso y ansioso se sentía, tanto así que estuvo muy callado a la hora de salida y sus hermanos al verlo tan nervioso, se miraron con sospecha, como diciendo ¿en qué lío se metió ahora?








No hay comentarios:

Publicar un comentario