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Ramón se
sentía mal por haber castigado a Moisés pero no le quedó otra opción, solo
esperaba que las cosas se calmaran con su hijo porque no le gusto el gusanito
ese que se planto en el corazón, de llegar a la mayoría de edad y hacer lo que
quiera…
- Voy a hablar con el pitufo – le dijo
Ramón a Rebeca que la llevaba abrazada –
¿me acompañas? – y Rebeca miro a su marido
- Ni siquiera sé lo que ponía la nota – Ramón la saco del bolsillo que aún la tenía
guardada y se la dio a su esposa, Rebeca al leerla se estaba dando cuenta
que había sido más cabezona que sus propios hijos, no le hubiera costado
nada dejarle acostarse media hora más tarde, así su pequeño no estaría en
esas condiciones – si te acompaño tengo que aprender
mucho de ti – murmuro y Ramón
subió las cejas con el dedo índice señalando su pecho como diciendo
¿de mi haciendo un poco el payaso?
- No Rebeca no tienes que aprender de mi, solo
escucharlos aunque después les tengas que poner el culo morado – con
eso Rebeca se puso a reír negando con la cabeza, dándole un puñetazo flojo
en el brazo de Ramón – en serio, lo
que a nosotros a lo mejor nos parezca una tontería para ellos es
importante… no solo puede ser blanco o negro también puede ser gris y
llegar a un acuerdo – Rebeca le dio la razón y Ramón llamo
a la puerta del menor de sus niños, al no obtener respuesta giro la
manivela asomo la cabeza –
¿puedo pasar?
- Si papá pasa – le
dijo, pero cuando entro su papá y detrás vio a su mamá Abraham se tenso,
cosa que no paso desapercibido por sus padres, estaba recostado en su cama
con su espalda recargada en el cabecero de la cama con su guitarra, un
cuaderno y lápiz… ¿su pequeño estaba componiendo?, pero apenas ingresaron,
escondió el cuadernillo disimuladamente debajo de la almohada
- ¿Qué pasa? – pregunto preocupado, no
había hecho nada para que fueran a buscarlo
- Queremos hablar contigo – sonrió
Ramón imitando a su hijo sentándose de la misma forma en la cama y mamá
también se sentó en el filo, lo que lo tranquilizó un poco, parecían que
no estaban enfadados – hijo como te
van a dar las vacaciones hemos pensado tu mamá y yo que puedes acudir a
los ensayos – el corazón de Abraham latía de felicidad ¿cuánto
tiempo espero eso? – siempre y cuando
las notas que traigas sean buenas – fue decir notas y su
corazón se volvió a desinflar como un globo cuando dejas escapar el aire – ¿no te alegras? – pregunto Ramón y
Abraham lo miro con unos ojitos de perro apaleado, su papá se estaba
burlando de él
- Sabes muy bien que mis notas no van a ser buenas
– contesto y Rebeca lo miro sin poder evitar fruncir un
poco el ceño
- ¿Por qué no? – y a Abraham se le
escaparon dos lágrimas y agachó la cabeza, papá lo abrazo en su pecho
- Porque no he entregado los deberes y eso lo
penalizan con bajar la nota – Ramón sabía que no iba a ser
así porque ya los profesores le dijeron que esta vez iban alzar la mano,
pero no le iba a decir nada a su bebé para que aprendiera la lección
- Bueno pues nos levantamos temprano en la mañana,
estudias para la recuperación en septiembre y en las tardes vas con papá
– le dijo Rebeca y Abraham se despegó del pecho de su papá
y miro a su madre ¿eso lo había dicho ella o era su subconsciente?
- ¿De verdad? – Rebeca sonrió
- De verdad – Abraham abrazo a
su mamá por fin cambio de opinión pensó Abraham
- ¿Y ahora me vas a enseñar lo que estás componiendo?
– abrió los ojos como sabía su papá
- ¿Cómo sabes? – Ramón se echó a
reír por la cara de asombro de su niño
- Muy fácil tenías una libreta y tu guitarra
– dio un suspiro
- Es para música no dijo que intentemos componer una
canción, esto sube la mitad de la nota
- ¿Haber muéstrame? – Abraham
negó con la cabeza no sabía si era buena la canción – ¿Por qué cariño? – Ramón
intento coger la libreta pero Abraham la abrazo en su pecho para que su
papá no la cogiera
- Me da vergüenza – a Rebeca también
le dio curiosidad
- Bueno cántala y te damos nuestra opinión, te seremos
sinceros – Abraham se lo pensó un poco pero al final cogió
la guitarra y su libreta y decidió cantarles un trozo
Te siento en
esta habitación conmigo
Te siento tu
respiración tan cerca
Haces que se
vayan mis dudas sobre ti
Me acerco
lentamente con mis manos
Sabiendo cual
será nuestra respuesta
Voy sin saber
que harás de mi
Prefiero
callarme que me haces sentir
He abierto mis
ojos cancelando mis enojos
y he sentido que
te tengo un poco más
Aprovecho y me
cuelo enredándote en mi pelo
Insistiendo en
que me vuelvas a buscar
90minutos no
puede durar el amor pídeme más…
En cuanto término Abraham Ramón y Rebeca le aplaudieron con
sinceridad asombrados de su talento, Abraham se sonrojo avergonzado mientras su
padre no dudo en abrazarlo, aquella era una enorme sorpresa de verdad.
- Hijo es buenísima ¡qué hijo tengo! con tanto talento
– lo felicito besando su frente
- ¿Os gusta? – Rebeca que estaba
emocionada fue la que contesto feliz
- Cariño nos encanta… quién lo diría amor
– le dijo mamá
- Con esa canción tu profesor te va a subir el triple
de tu nota – el niño se echó a reír
- Papi aún no la he terminado – Ramón
le dio un beso en la frente su hijo tenía un buen talento
- Te saldrá bien mi vida ¿para cuándo es? – Abraham
se encogió de hombros
- Para mañana no sé si me dará tiempo
- Verás como si cariño – le dijo
su mamá dándole un beso en la mejilla
- Bueno te dejamos con tu inspiración – Ramón
le revolvió el pelo haciendo reír a su pequeño
Un problema solucionado pensó Ramón cuando iban a la planta
baja, pero quería ver a Noel, no lo había visto desde hace un buen rato que
quería saber en que estaba, así que cuando se acerco a su alcoba pensando en
que estaría durmiendo, escuchó unos sollozos y no se detuvo a
llamar, paso inmediatamente a ver que le sucedía a su niño y cuando entro se lo
encontró hecho una bola acostado en su cama, Ramón se acercó rápidamente lo
cogió entre sus brazos.
- Cariño ¿qué tienes? – Noel se
abrazo a su papá necesitaba un consuelo
- Papiii me duele – se quejo y
Ramón lo separó un poco para ver que tenía
- El que tesoro – lloro un poco más
antes de poder responder
- La boca se me ha hecho muchas heridas – Ramón
iba a ver la boca de Noel pero Rebeca cansada que desde que le pusieran el
aparato no hacía nada más quejarse intervino enojada
- Ya corta el berrinche Noel, no haces más que
quejarte para quitarte el aparato, pero no te va a funcionar – lo
amenazo y Noel la miro sin entender, ¿qué le pasaba a su mamá? y
dentro de él se enfureció porque no lo creía
- ¡NO ES UN BERRINCHE ME DUELE DE VERDAD Y MUCHO!
– le dijo gritándole a su madre
- PLAF PLAF PLAF – le dio tres manotazos
pillaron su pierna – a mi no me
grites ¿qué te has creído tu? – otro más iba a caer
pero Ramón le cogió la mano
- Ya no te va a gritar más – Noel
empezó a llorar más, Ramón lo sentó en la cama limpiado sus lágrimas – ya mi vida calma – Rebeca salió de
la habitación porque no quería darle la versión completa, estaba siendo un
malcriado desde que le pusieron el aparato todo porqué no quería tenerlo,
iba pensando Rebeca – hijo es que a la
mamá no se le grita – aunque estaba consolado
también lo reprendía
- Pero es que no me cree y ¡me duele! – dijo
osco, es que ya estaba mal aquello, era como si no tuviera derecho de
quejarse, peso limpiándose lo ojos con la manga de su camiseta
- Bueno ya, a ver déjame que te mire – cuando
Ramón le vio la boca efectivamente su hijo no se quejaba por gusto tenía
la boca bastante mal, estaba sangrando –
prepárate que voy a llamar al doctor que vamos para allá – bajo
a la cocina donde estaba su mujer y le contó lo sucedido, le dijo que
llamara al doctor que salían a la consulta que era urgente y lo tenía que
atender
- ¿No será cosa de Noel? porque si es así le voy…
– no pudo terminar porque Ramón la corto
- ¡Bueno ya! ¿qué te pasa? – le
contesto molesto – No es cosa suya que
la tiene bastante mal – le respondió – y si en vez de juzgarlo le hubieses echado
una mirada sabrías que no te miente – ya era bueno,
es que su mujer no iba a cambiar nunca, hacia un instante parecía que se
había propuesto cambiar
Noel bajo en busca de su papá, Rebeca le dijo que le enseñé
la boca y se dio realmente cuenta del dolor que tendría ahora mismo y otra vez
empezó a sentirse mal por no haber escuchado a su hijo; Ramón y Noel se fueron
a la consulta, menos no tardaron en atenderlos, el doctor le quito el aparato
porque supuestamente lo hicieron mal y por eso le dañaba la boca de esa forma,
le receto unas pastillas para el dolor y un líquido para enjuagarse.
Mientras en casa Abraham término su canción y bajo corriendo
a mostrarla a su papá pero no estaba, su mamá le dijo que habían ido al
dentista pero que no tardarían.
Moisés por otra parte también despertó pero él no quiso
salir de su habitación, Ramón llegó con Noel a casa un poco tarde y Rebeca
tenía la cena hecha y Ramón llamo a todos sus hijo pero Moisés aunque le
contesto no bajaba y Ramón se dispuso a buscar a su hijo.
- Vamos a cenar Moisés
- No tengo hambre – papá con esa
respuesta no sé conformo
- Pero tienes que comer – no le
gustaba ver así a su hijo sabía por lo que estaba pasando, él lo había
vivido en su propia carne y sabía que era doloroso, se sentó en la cama y
lo abrazo – si la quieres y vas a
luchar por ella está no es la manera – Moisés se separó
del abrazo y miro a su padre no entendía que quería decir y Ramón solo con
la mirada de su hijo sabía que estaba completamente perdido – Moisés hijo hundiéndote en ti mismo no
consigues nada, cuando termine el colegio tenéis los móviles y podéis
hablar y quedar sin que su papá lo sepa, cuando ella sea mayor de edad no
podrá prohibírselo solo tienes que echarle valor y no quedarte aquí tirado
todo el día en tu cama esa no es la solución – pero Moisés
también pensaba en su mamá ella tampoco estaba de acuerdo
- Es difícil papá – Ramón le froto la
espalda para reconfortarlo
- Lo sé hijo – Moisés se limpio las
lágrimas
- Es difícil que la gente que quieres no te da el
apoyo – Ramón lo abrazo otra vez, él lo sabía porque sus
padres no lo apoyaron cuando él tenía la misma edad de Moisés y se enamoró
perdidamente de esa chica, aquel tiempo sus padres se cansaron de
prohibirle estar con ella a tal punto que su papá le dio una paliza y lo
mando lejos con su tío y ahí se rompió la relación porque no supo más de
ella
- Dale tiempo a mamá, veras como al final te da el apoyo
- Eso espero papá
Ramón tiró de Moisés de la mano y bajaron a cenar, fue una
cena silenciosa porque Moisés no quería hablar con su madre, lo mismo que Noel
que aun seguía enfadado por no creerla y porque le dolía la boca, así que
cuando terminaron de cenar, cada cual se fue a su habitación Abraham fue a la
habitación de su papá con la guitarra.
- Papá ya terminé la canción – Ramón
sabía que lo que quería era cantarla para haber si le gustaba
- A ver cántala – se sentó en la cama
de sus padres cogió la guitarra y les canto la canción, ambos padres lo
felicitaron asegurándole que seguro tenia la mejor nota
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