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martes, 6 de octubre de 2020

Capitulo 2




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  Sangre Flamenca
Autora: Terry
Capítulo 2

 


 

Cuando terminaron de comer Rebeca mando a Noel que se lavara los dientes porque tenían cita con el dentista, Noel no quería ir por nada del mundo pero con el humor que tenía su mamá a ver quien era el valiente y le reclamaba, así que subió a lavarse los dientes mientras Moisés y Ramón quitaban la mesa; Moisés se compadecía de su hermano pensando en que ir con mamá con ese cabreo era para tener cuidado, y seguro Noel no salía bien parado pensó.

Pero mientras él pensaba en la desgracia ajena se olvido de la suya propia, Ramón estaba un poco enfadado con su hijo, porque otra vez dejo a Abraham regresar solo acasa cuando tenía que traerlo él, solo que espero a que Rebeca y Noel salieran para reclamarle, pero antes Ramón en un descuido de su mujer le aconsejo a Noel que no le diera que hacer a su madre, que hoy estaba la cosas agrias y no saldría bien parado si su madre se enfadaba más de lo que ya estaba.

 

  • ¿Porque regreso tu hermano solo? – pregunto Ramón a Moisés mientras este lavaba los cacharros y Moisés tardo un poco en responder, no sabía si su papá se enfadaría si le contaba la verdad
  • Es que me pare a hablar y el no me espero y se vino sin mi –  le dijo rezando para que no le preguntara más
  • ¿Y con quién te paraste hablar? – Ramón era curioso por naturaleza y esta era una buena oportunidad para saber cosas
  • Con una de mi clase – dijo evasivo, sabía que papá no iba a parar hasta que se enterará de todo
  • Y no puedo saber ¿quién es? – agrego Ramón sabiendo lo difícil que iba a ser para su hijo contárselo
  • Que quieres saber papa – le dijo poniendo los ojos en blanco
  • Todo Moisés… todo – le dijo con una media sonrisa, mejor se lo contará a él y que su madre no lo descubriera por el momento ya que no se veía bien visto que un gitano o gitana se enamorase de un Payo, pero Ramón sabía que el corazón no se enamora por raza y que ese sentimiento que hacia sufrir al alma y padecer la razón, llamado amor no tenia barrera que lo detenga
  • Papá solo hablábamos de un trabajo y el Pulgarcito no me espero – prefirió contestar por si le reclamaba por dejar a su hermano solo
  • Conmigo no tienes que fingir hijo – le dijo Ramón serio, el no tomaba a la tontería los sentimientos de sus hijos
  • Papá no empieces, solo tenemos que hacer un trabajo – es que tanto él como ella no querían que se enterará nadie todavía, porque sabían que sus familias los separarían, asi que mejor verse a escondidas
  • Bueno está bien – dijo papa resignado – como quieras… si no me quieres contar no lo hagas – agrego sabiendo que le estaba engañando

 

Siguieron con la cocina hasta que terminaron de recoger todo tiempo suficiente para que Abraham baje a comer y Ramón frunció el ceño al darse cuenta  que su chiquitín no había bajado aún, así su niño,  que subió a ver cómo estaba es que el cada vez que sus hijos lo estaban pasado mal él no dejaba de ir a ver cómo estaban y efectivamente cuando Ramón abrió la puerta con cuidado se dijo que debajo de las mantas había un sube y baja que le indicaba que su niño aun estaba llorando, eso no le gusto nada, ya había pasado suficiente tiempo desde que lo castigo, además no lo castigo duro y el dolor seguro que hace mucho que fue historia.

 

  • Abraham – le dijo Ramón y Abraham al darse cuenta que su papá entró se quiso hacer el dormido, pero su papá ya se sabía esos trucos de sus hermanos mayores y el tenía otro que su pequeño no sabía, y volvió a abrí la puerta y la cerro dando un portazo y Abraham creyó  que su padre se fue y continuó su llanto, y Ramón  avanzó hasta sentarse en la cama, era hora de conversar – Eh pequeño – le dijo quitado las mantas para sacarlo de la cama y empezó a darle besitos en las cabeza – a ver cuéntame
  • Es que por más que quiera no me da tiempo a hacer los deberes para poder ir a ensayar – le dijo todavía llorando, tenía los ojos hinchados y rojos de tanto llorar
  • Cariño ya buscaremos una solución, no tienes que llorar así anda que te va a doler la cabeza – le dijo con cariño, el a diferencia de su esposa entendía los pequeños conflictos de sus hijos
  • Es que yo quiero bailar con los ustedes, ¿por qué no me entiendes papá? – le dijo quebrándose la voz
  • Claro que te entiendo cariño, pero tampoco  puedes dejar atrás tus estudios – le decía dándole besos en la cabeza, nadie más que él lo comprendía, si más de una vez le habían calentado a base de bien el querer dedicarse a ser bailaor ya que su padre no daba su aprobación
  • Pero yo quiero bailar, no hago nada malo si mamá me dejara acostarme a las diez podría ensayar – dijo poniendo sus mejores ojitos
  • Ya sabes que es un castigo que te puso tu madre y no lo voy a levantar – dejo dicho aquello bien claro ya que Abraham estaba empezando a manipular
  • No es justo – empezó a protestar pero su padre lo corto en seco
  • Sabes que fue muy justo, todos los días era la misma pataleta de no querer levantarte y el día que tuvimos que salir tu madre y yo no quisiste hacer caso a tu hermano y no fuiste a la escuela – le recordo
  • Pero ya me castigasteis – le dijo poniendo un puchero
  • Y tú mamá decidió que te irías a la cama media hora antes y fin del asunto Abraham – ya se estaba poniendo de mal humor , mejor zanjó el tema porque no quería darle lo que se estaba buscando por caprichoso
  • Papá te prometo que me levanto, te lo juro  que me levanto – le dijo suplicante
  • Yo no te castigue – prefirió responder Ramón lavándose las manos – si mamá te deja por mi parte no hay problema
  • Sabes que no me va a dejar – contesto abatido, si no pudo convencer a su papá no iba a convencer a mama
  • Bueno ya lo solucionaremos ,ahora vamos a bajo te hago algo para que comas
  • No ...no tengo hambre – y se negó cruzándose  de brazos
  • Vas a bajar por las buenas o por las malas, tu decides – advirtió su padre, ya era bueno de tanto capricho, pero Abraham ni se movió ni dijo nada es que cuando queria sacaba de quicio a cualquiera y Ramón aunque era paciente llego a su limite así que lo cogió del brazo levantándolo de la cama y cuando vio que su papá le iba a calentar el trasero Abrham empezo a gritar
  • No, no papá yaaaa bajo, ya bajo – dijo cubriendo su trasero con la mano libre que le quedaba

 

Ramón suspiro y lo rodeo con su brazo por el cuello y lo pego a su costado encaminándolo a la planta baja derecho a la cocina, no iba a dejarlo sin comer.

 

  • Papi – musito un rato de esos dejando su almuerzo a un lado
  • Que mi vida
  • Puedo ensayar hoy por última vez – murmuro como un susurro de moribundo y a Ramón se le escapó una risita, como se ponía su niño de dramático
  • No va a ser la última, si te gusta de verdad bailar y las cosas se arreglen vas a poder ensayar y cuando no tengas cole puedes actuar con nosotros si tu quieres – le dijo besando su cabeza
  • Entonces puedo ir hoy al ensayo – pregunto con los ojos iluminados
  • ¿Has terminado los deberes? – y al niño se le borro la sonrisa al instante
  • No, no he terminado – Ramón suspiro

 

No te martirices, tienes toda una vida por delante… eres muy chico todavía y harás lo que te guste porque yo te voy a apoyar en lo que tú decidas hacer – dijo muy serio – pero ahora mi principito tienes que centrarte en el cole y cuando no tengas tanto trabajo puedes bajar a ensayar

Abraham asistió con la cabeza porque sabía que no iba a sacar más y por el contrario solo podía cabrear a su papá y que le calentara el culo, así que comió la hamburguesa que le preparo su papá y se fue a la sala a terminar sus deberes, por esa sala es por donde tenían que pasar para ir al estudio donde se eran ensayos, Ramón la habilitó cuando hicieron la casa así no estaría lejos de los suyos, estaba pensando en eso, cuando la puerta se abrió violentamente dando paso a Noel frotado su trasero, corriendo directo a su habitación, Ramón subió sus ojos al techo sobre todo cuando su esposa entró detrás roja de la furia y se encaró con Ramón directamente.

 

  • Tu tienes la culpa – le dijo señalando con el dedo índice
  • ¿Y yo porque?
  • Por tenerlos así de consentidos – y Ramón lo menos que quería era discutir
  • A ver, a ver que ha pasado – demando, vamos que el ni salió de casa
  • Que ha armado un espectáculo cuando han dicho que necesitaba un aparato porque se le estaba montando los dientes de la parte inferior y yo le di mi autorización – bueno eso ya le habían advertido hace un tiempo – pero el señorito no tuvo suficiente con el relajo que al bajar del coche me ha gritado que soy un estúpida  
  • Y tú le has dado de cintazos en el jardín ..¿no?
  • De ¿cómo lo sabes? – pregunto ella confundida
  • Porque lo tienes en la mano todavía – dijo enojado – voy hablar con él – agrego parándose – y  Rebeca tienes que tener más paciencia
  • Ya la tengo Ramón – dijo furiosa, encima le daba la razón al mocoso
  • Pues creo que no, de tenerla no habrías tenido que utilizar el cinturón – él savia lo que dolía y se prometió que no lo usaría de no ser que los chicos hagan algo grave de verdad
  • Como puedes – grito Rebeca pero se quedó con la palabra en la boca
  • Voy a ver como ésta… pero esto te pertenece a ti, tu eres la que lo ha castigado y la que tiene que consolarlo

 

Y no le dio tiempo a más porque salió escaleras arriba a la habitación de Noel. Cuerpo de la historia.







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