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martes, 6 de octubre de 2020

Capitulo 12




"Los derechos de autor de este texto pertenecen única y exclusivamente a su autor. No pudiendo ser publicada en otra página sin el permiso expreso del mismo" 





Sangre Flamenca
Autora: Terry
Capítulo 12

 

Ramón al escuchar llorar así a Noel fue para sacarlo de la esquina sin imaginar la tragedia que se le venía encima, menos mal llamo a sus compañeros de la banda para cancelar la cita, quería tomarse un tiempo a solas con Noel.

 

  • Súbete la ropa Noel – no necesito que se lo dijera otra ver rápidamente se vistió – ¿por qué hiciste eso? – le dijo abrazándolo – ¿por qué te portaste tan mal? – le pregunto y a Noel la rabia volvió a comérselo de nuevo, por lo visto para eso si tenía tiempo para él, para darse cuenta solo de lo malo y castigarlo
  • No sé a lo mejor yo soy la escoria de hijo que te salió – respondió Noel dejándolo blanco y se soltó de su padre para salir   llorando… no pudo aguantar más se fue para la puerta de la entrada
  • ¡NOEL! NO VAYAS A LA CALLE – le decía con desesperación ramón tropezando en el sofá – ¡ESPERA! y dime ¿qué sucede?
  • ¡VETE CON TUS HIJOS!... ¡YO NO TE IMPORTO NADA Y A LA MAMÁ TAMPOCO! – y salió corriendo sin que a Ramón le diera tiempo a nada, dando un gran portazo en la puerta de la entrada al sentir tanto alboroto hizo que Rebeca bajo rápidamente
  • ¿Qué pasó?
  • Mi niño se fue corriendo – contesto aturdido – voy a buscarle le puede pasar algo – y salió por la puerta dejando a Rebeca con la palabra en la boca, cuando salió parecía que la tierra se lo trago no lo veía por ningún lado

 

Noel iba llorando no le importaba la gente que lo miraba estaba muy dolido con sus padres ¿Acaso no era su hijo? Primero papá no le pregunta si le fue bien en ese examen después mamá llega y se lleva a Moisés dejándolo a él sin importarle lo más mínimo y seguro ahora se quedaron cómodos con sus adorables hijos, los dos tenían muchas cualidades y el no era tan destacado como sus hermanos por eso a él lo dejaban de lado sin importarles como siempre  había sido.

Ramón al no encontrarlos por en los alrededores y no encontrar a su hijo regreso a la casa a por sus llaves, recorrería toda la ciudad todas las veces que hiciera falta si fuera necesario, su niño estaba mal y el no se percató de nada, debió hablar con él antes de castigarlo se recriminaba, desde la mañana estaba raro y ni siquiera le pregunto porque estaba así todo había sido su culpa, no paraba de decirse papá, dando vueltas y vueltas por el vecindario mirando de un lado a otro sin divisar por ningún lado a su hijo, era como si la tierra se lo tragara y un millón de feos pensamientos cruzaron su cabeza… y si monto en algún bus sin fijarse a donde?, no sabía si tenía dinero en el bolsillo, y si se calmaba y no podía volver, tampoco se llevo el móvil porque lo dejo en la mesa

Mientras tanto, Noel al estar un rato en el parque que estaba cerca de casa volvió y subió al tejado de la buhardilla, si subía por el árbol nadie lo vería y así lo hizo.

 

  • ¿Lo encontraste? – pregunto Rebeca a su marido preocupada, cuando Ramón regreso
  • No… no lo encuentro, he venido a por las llaves – le dijo sacando la misma del cajón – por los alrededores no está y ya lo ande todo. Voy a buscarlos en las paradas de autobús o no se
  • Voy contigo – Rebeca tenia la misma preocupación que Ramón, lo que hizo su hijo los sorprendió a ambos
  • Mejor quédate por si regresa – le pidió Ramón, estaba abatido eran las siete de la tarde y en unas horas anochecería tendría que darse prisa en encontrarlo, Moisés al ver la preocupación de sus papás decidió ir con su padre
  • Papá voy contigo – si alguna molestia tenía con su papá por parecerle injusto el castigo tendría que dejarlo para después, su papá no podía ir solo en las condiciones que estaba
  • Está bien, Rebeca ten el móvil a mano y tú Abraham si te llama tu hermano dímelo a mí o a mamá Abraham con eso no metes en problemas a tu hermano al contrario le ayudarías… la calle es peligrosa y más de noche
  • Si papi le dijo Abraham – contesto el menor

 

Tras eso, Ramón le dio un beso a Rebeca y otro a su hijo y junto a Moisés salieron con el coche a las canchas y parques que había por la ciudad después se marcharon a la parada del bus

 

  • Moisés tienes idea más o menos por donde puede estar – le pregunto a su hijo, apartando un poco la vista de la carretera para mirar a Moisés
  • No se papá – respondió Moisés, mordiéndose el labio inferior, no entendía que paso, tuvo que suceder algo entre su padre y su hermano, Noel no solía ser violento o montar berrinche así que tuvo que ser algo gordo – papa ¿Por qué se fue mi hermano? – le pregunto muy serio y casi en tono acusado y Ramón soltó el aire
  • Me equivoqué Moisés… no tuve que actuar así
  • No papá, no fuiste justo al castigarnos – contesto renovando su enojo, la verdad no fue justo, por lo menos con él y Ramón lo miro unos segundos y puso la vista otra vez en la carretera
  • No actúe bien en no preguntarle por su día y por su examen, no por el castigo – se defendió

 

Había tenido tiempo en repasar todos los momentos que paso con sus tres hijos y se dio cuenta que no había cruzado ni una sola palabra personal con Noel, se había dejado llevar por la emoción de la actuación de Abraham, tenía que reconocerlo, era su hijo menor, su debilidad privada, algo que nunca jamás ni bajo tortura confesaría porque sabía muy bien que un padre no podía tener favoritos, y en realidad eso era porque el amor que se les tenia era especial para cada quien, un poco mas de esto para este, o un poco de esto otro para el otro, porque cada uno demandaba diferentes cosas y ofrecía un abanico de muchas posibilidades emocionales, pero Ramón no podía mentirse, su debilidad no solo radicaba en que Abraham posea su dote artística sino porque simplemente era el menor de sus vástagos, y no hizo otra cosa que millones de padres, mimar un poquito más a su último esfuerzo.

 

  • Os lo dije, pero como papá siempre alza la mano nos lo tomamos a cachondeo ¿No? – le reprocho como diciendo, ustedes se han tomado a broma mis palabras y Moisés agachó la cabeza, tenia parte de razón pero no toda e hizo a un lado la cara, ya no quería hablar con su padre, si esa iba a ser su postura no quería empeorar su situación con él y tampoco quería enfadarse con nadie y ante el silencio que siguió a aquello ramón decidió seguir hablando – mira… para vosotros puede que sea gracioso, pero esta mañana Abraham no quería bajar a desayunar porque no quería que os rierais de el
  • ¡Pero yo no le dije nada! – se defendió a él solo le hizo gracia
  • Decirlo y morirte de la risa es lo mismo, fin de la historia – concluso molesto su padre y Moisés pensó lo mismo no iba a cambiar el pensamiento de su padre, como si a él nunca le hubiera ocurrido una cosa como esta, la de no poder aguantarse de reír y no por eso el mundo no se acababa, es mas algunas veces se reía de las cosas que ellos le pasaba, pero claro no podían decirle nada porque era el papá – mejor  vamos a concentrarnos a encontrar a tu hermano ya se va hacer de noche – dijo Ramón y la vos de su padre le llego a Moisés de lejos y cerro la boca, su papá tenía razón no estaba en situación de quejarse su hermano estaba desaparecido – toma llama a todos sus amigos – le dijo dándole su móvil el tenía en su teléfono los amigos más cercanos de cada uno de sus hijos, Moisés obedeció a su papá sin tener éxito, Noel no estaba con ninguno de sus amigo, Ramón al ver que ya eran las diez volvió a casa
  • ¿Lo has encontrado? – pregunto Rebeca con un nudo en la garganta, estaba muy preocupada, estuvo igual que Moisés llamando a otros compañeros de curso y nada
  • No Rebeca no lo encontré – contesto Ramón mirándola a los ojos y Rebeca se llevó las manos a la boca empezó a llorar
  • Dios mío Ramón ¡mira qué hora es!... ¿y si le sucedió algo a nuestro pequeño? – sollozaba y Ramón la abrazo para reconfortarla y reconfortarse el mismo
  • Voy a ir a la policía – murmuro con los ojos nublados, de haber estado solo ya habría ido, pero no quería que Moisés fuera a la comisaría, era un asunto que sus hijos no tenían porque presenciar

 

Abraham cuando oyó aquello empezó a ponerse nervioso no lo sabía a ciencia cierta, pero se le cruzo por la cabeza que quizás su hermano podía estar en su escondite favorito en el que una vez lo descubrió pero no sabía si debía o no decírselo a su padre, total, él entendía que era el lugar favorito escondido de su hermano donde buscaba privacidad y tal vez se enoje si les hablaba de él y no quería enojarse con Noel, pero al ver a su madre llorar y oír a su padre que iría a la comisaria le hizo pensar en lo delicado de la situación y de que no podía estar callado.

 

  • Papa – hablo en voz muy baja y Ramón dio la vuelta para ver a su niño
  • Vuelvo enseguida Abraham – le dijo acariciando la cara, pensando que buscaba su consuelo
  • Yo, bueno yo…– empezó a tartamudear y Ramón levantó una ceja dándose cuenta que algo mas pasaba
  • ¿Qué pasa sabes algo? – pregunto intuitivamente y Abraham empezó a pellizcar los pellejitos de los dedos y Ramón se acercó a él porque sabía que cuando hacía eso era porque estaba nervioso – cariño si sabes algo es bueno para él, no lo vas a meter en problemas –  Abraham se animó a decirle a su papá el escondite de su hermano
  • No sé nada, solo que una vez lo vi subiendo al tejado de la buhardilla – le dijo a papá temeroso – me dijo que ahí se sentía libre y protegido… pero me hizo jurar que nunca te lo diría papá, por favor – Ramón lo abrazo
  • Hijo en estos momentos no estás rompiendo ningún juramento… lo estás haciendo por el bien de tu hermano – le dijo papa, dándole un enorme abrazo por su valor y su ayuda – y ¡ojalá que esté ahí! – agrego pensando en dar un vistazo antes de ir a la policía

 

Y sin perder el tiempo se fue a buscar las escaleras de apoyo y subió con el amen en la boca de lo vertiginoso de aquello encontrándose con su Noel, la sensación de paz que sintió fue tan grande que hasta ese momento no se dio cuenta que tenía el corazón apretado, podía jurar que el alma le volvió al cuerpo.

Su hijo estaba tirado de espaldas con los brazos en la nuca dormitando, ¡diablos!, ¿cuántas horas estuvo ahí?, se preguntaba mientras avanzo lentamente hasta donde estaba Noel quedándose sentado a su lado, Noel al notar su presencia lo miro con los ojos muy hinchados pero no le dijo nada, se volvió a mirar el cielo estrellado, le gustaba contemplarlo aquello era sumamente relajante para el yle ayudaba a olvidarse de sus problemas.

 

  • Noel – murmuro papá en la necesidad de romper el silencio, es que su hijo no le dijo nada – hijo no sabes lo preocupados que hemos estado – agrego tras hacer pasar un trago amargo de saliva, pero Noel no se inmuto siguió mirando las estrellas como si su papá fuera invisible – Noel ¿No vas hablar?
  • Para que – respondió el chico ladeando la cabeza para mirar a su papá
  • Las cosas se soluciona hablando – Ramón poco a poco se puso al lado suyo y lo abrazo, pero Noel se deshizo del abrazo a la fuerza, se levantó y empezó andar para alejarse de él a Ramón se le heló el alma, se podía escurrir en cualquier momento y caer al jardín y había una altura de casi cinco metros – Noel hijo está bien no te toco si no quieres – le dijo levantando las manos como rindiéndose – pero siéntate te puedes caer – no pudo evitar la desesperación en su voz
  • Jjjaa como si te importará – respondió para sorpresa de  su padre – seguro estaban ocupado con tu ensayo y luego con tus hijos – lo acuso y Ramón abrió la boca, ¿ensayo?, pero él había cancelado la cita antes de que ocurra todo, y recordó que hablo con su grupo sin que Noel los oiga así que no sabía que cancelo el ensayo para hablar con él y se lo iba decir, pero Noel no le dejo – ¿sabes?, no necesitabas venir dejando a “tus hijitos” solos – dijo entrecomillas sin poder evitar que los ojos se agüen pero sin llorar  y Ramón suspiro se froto la cara y mentalmente se decía que el tuvo la culpa de esos celos
  • Pero no estaban todos mis hijitos y yo los necesito a todos – contesto papá de manera infantil queriendo calmar a Noel, mala idea –  me faltaba uno que no voy a dejar solo por nada en el mundo – y Noel soltó un resoplido de fastidio
  • Pues arreglado vas – contesto y se sentó dándole la espalda, las cosas estaban peor de lo que suponía pensó Ramón y los dos guardaron silencio sin moverse, pero cuando Noel bajo la guardia, Ramón se acercó a él en silencio hasta que lo cogió abrazándolo  con fuerza para que no se soltara y pudiera caer al vacío
  • ¡Suéltame! – grito en su pecho –  vete con tus hijos
  • Noel, hijo lo siento – Noel al oír las disculpas de su papá hizo menos fuerza por separarse – hoy he estado distraído por la actuación de Abraham y se me fue el santo al cielo
  • Pero de Moisés no te olvidaste – le recordó como aguja – pero de mí siempre lo haces – ya no podía aguantar sus lágrimas
  • No mi niño… yo no me olvido de ti, mi vida – hablo su padre acariciando su pelo y apretando más su abrazo ahora que Noel dejo de forcejear
  • Si lo haces… para mí nunca tienes tiempo – reclamo con un gemido ahogado y Ramón tiro de su niño andando unos pasos para no estar tan al borde del tejado, se sentó haciendo que Noel hiciera lo mismo para no perder el equilibrio y caer – ellos hacen cosas que te agradan… Moisés saca buenas notas, se porta bien y tu siempre andas diciendo que es un buen hijo que estás orgulloso del él y Abraham no hace falta ni hablar, todo el día has estado halagándolo y diciéndole lo mismo… que estas orgullosos de él  – y Ramón se cuestiono por primera vez si decía aquello con demasiada frecuencia
  • Y de ti también estoy muy orgulloso – dijo de manera automática como diciendo es una locura que pienses eso, pero no convenció a Noel
  • No mientas papá – Noel no creyó a su padre – no digas algo solo para salir del paso, ni siquiera has preguntado cómo me fue en el examen – y frunció el ceño abatido, se sentía desplazado pero no podía culpar a su papá, él no hacía nada para que estuviera orgulloso a diferencia de sus hermanos, es más, había dado un pésimo examen y lo más seguro es que lo suspendieran
  • Noel hijo… escúchame, no miento – dijo papa sosteniendo su cara para mirarlo – y llevas toda la razón, te tuve que preguntar por tu examen – Noel empezó a llorar más sentido
  • Yo quería contarte pero no me preguntabas y cuando lo iba hacer siempre les preguntas a ellos – Noel no dejaba de llorar escondiendo su cara en el cuello de su papá
  • Shuuu  no llores así mi vida … a ver cuéntame qué te pasó – preguntó Ramón, pero para Noel sonó falso
  • ¿Qué sentido tiene ahora?, me preguntas solo por preguntar y porque te reclame – y Noel se volvió a separa de su padre, pero Ramón no se permitió,  se dio cuenta que no era solo porque no le preguntará sino porque le había pasado algo importante y el no le dio su espacio para que le contara
  • No huyas hijo…que te tiene tan mal ¿mmm?
  • Te vas a decepcionar de mi – estaba convencido de aquello y Ramón le dio beso en la nuca
  • No hijo eso jamás cuéntame anda – ya lo estaba asustando
  • Hoy tenía un examen – Ramón respiro hondo seguro el tema eran las calificaciones y no algo más raro como todo lo que pensó en las últimas horas – y papá se que te vas a enfadar pero me fue muy mal yo creo que lo he suspendido – y se largo a llorar de nuevo
  • No se acaba el mundo por eso Noel, se que podrás recuperar – lo animo su padre – tengo fe en ti porque estoy seguro de que en las demás materias te ha ido bien
  • Sí, creo – respondió suspirando
  • Pues hijo solo que tienes que estudiar un poquito más para recuperarla en septiembre y ya por eso no tienes que llorar así – y empezó a arrullarlo para terminar de calmarlo – es hora de bajarde aquí – dijo finalmente después de un buen rato, levantándose para ir hacia la escalera
  • No papá, por la ventana es más fácil – murmuro Noel Ramón levantó una ceja
  • No es la primera vez que subes ¿Verdad? – ¡diablos!  se hizo pescar
  • No papá
  • ¿Y nunca has pensado lo peligroso que es?
  • Papaaaa
  • Vamos adentro luego hablaremos tú y yo de esto más tarde

 

Y le dio a entender que era sobre ponerse en peligro, Noel rodó los ojos pero pasaron por la ventana como lo sugirió y efectivamente era mas fácil que por las escaleras

 

  • Gracias a Dios – grito Rebeca avanzando hacia él –  Noel hijo que susto – y lo abrazo y empezó a llorar y soltar todos sus nervios – ¡no lo vuelvas hacer – lo sacudió un poquito – ¿qué quieres?... ¿matarme de la angustia? – fue recién que Noel se dio cuenta de lo preocupados que estuvieron toda su familia
  • Estas bien brod – pregunto Moises abrazándolo y Noel afirmo con la cabeza y se acercó a su hermanito
  • Lo siento Pulgarcito – se disculpo del menor y Abraham le sonrió de medio lado dándole un puñetazo en el hombro en plan broma y así Ramón se relajo teniendo a sus hijos unidos
  • Ve a bañarte Noel y te pones el pijama mientras pido pizza – Abraham y Moisés se alegraron, ese día no tendrían que comer sano como decía su madre y después de cenar seguro podían ver una película – y luego te vas directo a mi habitación – ordeno papá y Noel se puso pálido, si lo mandaba ahí era un castigo grande
  • Papiii – le suplico poniendo ojitos
  • Haz lo que te mando hijo – repitió y Noel subió sin decir nada, no quería arruinar más las cosas con su papá Rebeca quiso detenerlo
  • Ramón déjalo pasar, ya lo castigaste antes – Rebeca lo atajo del brazo y Ramón respiro profundamente
  • No Rebeca, esta vez no… – se negó muy serio, más que serio asustado, tenía que dejar claro que lo que hizo estuvo mal – ¿tú sabes la altura que ahí? – le pregunto y Rebeca no quiso contestar – además  lo hace muy a menudo y no dejar que se ponga en peligro… ¡peor estando en el estado que estuvo hoy! – y Rebeca mentalmente le tuvo que dar la razón, pero igual no le gustaba – y no pongas esa cara que no voy a ser duro solo le daré un susto para que entienda que no puede poner su vida en peligro – si no era esa promesa, Rebeca no lo dejaba ir, pero más tranquila lo dejo marchar, y Ramón se fue a su dormitorio pasando inevitablemente por la sala donde sus hijos estaban viendo tele aún
  • Abraham cuando pasé media hora a la cama
  • Paaaaapaaaa estamos de vacaciones – reclamo cruzándose de brazos
  • Si, pero son las once y si cuando bajé y no te hayas ido a la cama ya sabes como yo te ayudo – lo amenazo
  • Estúpido – farfullo por lo bajo y Moisés abrió los ojos, ¿que le pasaba a sus hermanos?
  • ¿Qué dijiste? – se giro papa
  • Nada que ahora voy

 

Y si no era por el apuro otra historia seria, pero Ramón subió las escaleras no muy convencido de lo que le dijo Abraham entrando a su habitación encontrándose a Noel sentado en la cama.

 

  • Noel sabes que te voy a castigar por ponerte en peligro
  • Queeeeee ¡no papá! – se negó con carita de no haber roto un plato
  • Lo siento,  solo te pusiste en este plano – no iba a discutir,  quería terminar y abrazar a su niño y no separarse en toda la noche por las horas que estuvo fuera de casa, pero antes lo primero,  se saco el cinturón para susto del pobre Noel que abrió los ojos como avestruz.
  • Papá noooo… con el cinturón no
  • Que os dije si volvíais a ponernos en peligro
  • Pero no lo vuelvo hacer – prometió pero ya era tarde Ramón lo cogió del brazo para levantarlo de la cama pero Noel hacia peso muerto en la cama sin poder levantarlo
  • Noel terminemos con esto ya
  • Pero no con eso, NO CON ESO, NO CON ESOO – empezó a gritar sin inmutar a su padre,  Ramón dejo el cinto en la cama, levantó a Noel se sentó y lo puso bocabajo en sus piernas, lo cogió por la cintura y bajo el pijama mientras Noel apoyaba las manos en las piernas de Ramón y hacia fuerza para levantarse, Ramón cogió el cinto y sin hablar más nada le dio con el cinto,  iba a terminar antes de lo que Noel pensaba
  • ZASS ZASS ZAS – y le dio tres, pero tres bien fuertes en las flexuras de piernas y ahí termino todo
  • AUUUUU – aulló como si fuera un lobo y recién papá pudo hacer lo que quería
  • Ya, ya… ya pasó mi niño – decía subiendo el pijama y sentándolo en su regazo – espero que ahora entiendas que no puedes ponerte en peligro
  • Maaaalo – lloro Noel y a Ramón aquella queja le sonó muy infantil y cuando lo miro todo compungido se le antojo más chico que Abraham
  • Ya no llores – volvió a murmurar Ramón mientras le repartía besos por toda la cara – que hago yo si te pasa algo eh – le pregunto y abrió la cama

 

Esta noche dormiría con papá y mamá bien arropadito pensaba Ramón mientras lo ayudaba a azotarlo, rezando para que su otro angelito le hubiera obedecido.









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