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martes, 6 de octubre de 2020

Capitulo 13




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Sangre Flamenca
Autora: Terry
Capítulo 13

 

 

Noel no tardó en dormirse  el muchacho estaba agotado, tuvo un día particularmente pesado, Ramón aprovecho en ir a ver si sus otros hijos se habían acostado, por lo general a Moisés en días de escuela dejaba que se quede despierto hasta las once y media pero la tolerancia de Abraham eran las diez y media por eso le extraño que siendo más de las once aun no se había acostado con todo el jaleo que tuvieron en casa, así que le ordeno que se metiera a la cama ya no mas, que era tarde y tras eso se fue a la habitación de Moisés que si bien estaba en la cama, aun estaba chateando con el móvil.

 

  • Buenas noches Moisés – le dijo entrando a la habitación y sobresaltando al niño
  • Que susto – le dijo llevando su manos al pecho
  • Deja eso ya Moisés, es muy tarde y mañana tienes que ir a la escuela – Moisés mando el mensaje y miro a su papá
  • Papá déjame está las doce por favor – le pidió con esperanza en los ojos – te prometo que a esa hora lo dejo – Ramón suspiro porqué sus hijos eran cabezotas
  • Está bien pero mañana a la primera que te llame te quiero en pie – Moisés lo miro con una sonrisa
  • ¡Gracias papi! – le dio mimoso guiñándole un ojo
  • Si si si papi para cuando te conviene – respondió Ramón y le dio un beso

 

Salió de la habitación caminando para ir a la de Abraham pero su sorpresa fue cuando no lo encontró en ella y eso le extraño, ya hace un momento le había dicho que se acueste, así que bajo las escaleras creyendo que seguro se fue a la cocina, pero en cambio encontró a Abraham en el sofá viendo un programa, su hijo estaba muerto de risa ya que estaba viendo un programa de humor pero Ramón estaba furioso es que ese niño ¿nunca le iba hacer caso?.

 

  • ¿Qué te dije Abraham? – el niño se sobresalto y como en un momento antes hizo su hermano
  • ¡Qué susto papá! – se llevo las manos al pecho – soy muy joven para morir de un infarto – a Ramón en otras circunstancias le hubiera hecho gracia pero ahora estaba  muy enfadado con el
  • Te hice una pregunta Abraham – le dijo molesto y ahí se percató que su padre estaba enfadado y se lo quedó mirando pero no dijo nada, porque en realidad no sabía a qué se refería
  • Abraham ¿Qué te dije cuando subía con tu hermano? – y Abraham recién se acordó y agachó la cabeza porque no sabía si responder o no
  • ¡ABRAHAM COÑO! – y dio un manotazo en la mesa –  Que estoy hablando contigo –  Abraham dio un respingo y empezó abrir y cerrar la boca, su padre estaba bastante molesto para gritar y decir malas palabras
  • Yo… yo papá verás – no sabía que decirle porque sabía que su papá lo iba a castigar
  • ¿Qué veo? Abraham – y al no tener respuesta lo cogió y Abraham quiso soltarse
  • Espera papi – le decía tirándose al sofá para sentarse otra vez
  • Que espero ni no espero, te lo dije claro – Ramón tiraba con fuerza para levantarlo
  • Papaa ya me acuesto
  • Claro que te vas acostar pero bien calentito – Abraham tiraba con más fuerza pero su papá tenía más lo levanto y sin esperar más empezó a sonarlo
  • Plas plas plas levanta si no quieres que me plas plas plas quite el cinturón – Abraham se asustó a él nunca le había pegado con eso, solo a Moisés una vez cuando se montó en una moto y por poco choca con un coche; papá el cinturón lo usaba cuando era una falta grave y el solo se quedó un rato más viendo la tele, no le parecía justo – PLASS – una palmada más fuerte lo saco de sus pensamientos y por la amenaza que le hizo no puso mucha resistencia –  plas plas plas plas plas sube para arriba – Ramón lo tenía cogido por el brazo y Abraham empezó a subir las escaleras limpiando alguna lágrima que caía por sus mejillas, Ramón lo soltó y fue al armario a sacar un pijama empezó a quitarle la camiseta para ponerle una limpia y el pantalón del pijama , Abraham se sentía ridículo era grande y su papá lo estaba vistiendo como si tuvieran dos años pero no dijo nada no quería que su papá se enfadara más de lo que estaba, cuando fue a ponerle el pantalón del pijama se acordó que su niño no se había bañado por estar viendo la tele – plas plas plas – tres le cayeron en el muslo
  • Auuu paaapi – le dijo ya derramando las lágrimas sin importarle nada
  • Ni siquiera te bañaste hoy por estar viendo la tele, pero mañana antes de ir a recoger las notas te quiero bañado antes del desayuno – le dijo mientras abría la cama para que se acostara

 

Abraham se metió en la cama Ramón salió si ni siquiera dar las buenas noches al niño tenía un terrible dolor de cabeza hoy avía sido un día muy estresante, bajo a la cocina a tomarse una pastilla para la terrible jaqueca que le estaba dando se fue a su habitación a ver si podía dormir un poco y se pasará ese dolor.

Abraham cuando su papá salió de la habitación sin ni siquiera darle un beso de buenas noches no pudo aguantar las ganas de llorar y abrazar a alguien, pero no podía ir donde sus padres, a Ramón no le importó dejarlo sin ni siquiera saber si seguía enfadado pero ¡claro que lo estaba!, abandono la alcoba sin dirigirle la palabra, Abraham se sintió tan mal que estuvo tentado de ir a la habitación de Moisés, el siempre lo abrazaba cuando su papá lo castigaba pero no podía comportarse como un niño; luego miro en la mesita de noche y vio un peluche de cuando era pequeño al que no lo cogía desde sus diez años pero su mamá nunca lo quito de ahí, sabía que era algo infantil pero necesitaba abrazar a alguien así que cogió a su osito Muki y se abrazo a él y lloro hasta quedarse dormido.

Al día siguiente Ramón no se levantó mejor de su jaqueca fue a levantar a sus otros dos niños ya que Noel se había despertado con la alarma del despertador, fue a la habitación de Moisés y ya estaba levantado por lo que dio gracias al cielo porque hoy no tenía ganas de renegar con nadie con ese pensamiento en su cabeza se fue a la habitación de Abraham y al moverlo para que despertara lo vio con el osito de cuando era pequeño pero no quiso decirle nada por si lo avergonzaba, Abraham abrió los ojos miro a su papá para ver si seguía enfadado y al parecer a su juicio aun lo estaba.

 

  • Ve a ducharte mientras yo te busco ropa – Ramón estaba serio con el ceño fruncido pero no por su hijo sino por el dolor de cabeza que aún tenía desde la noche; Abraham se metió en el baño si decir nada, para él estaba claro que su padre aún estaba enfadado con el, Ramón distraído se acercó a la puesta del baño y dio un grito para que lo escuchara Abraham – ¡Dúchate rápido que se hace tarde! Abraham – y salió de la habitación para bajar a la cocina ayudar a Rebeca con el desayuno

 

A Abraham empezaron a caérsele las lágrimas por su cara mezclándose con el agua de la ducha, cuando termino se apresuró en bajar no quería enfadar más a su papá más de lo que estaba aunque no tenía hambre tenía el estómago encogido , se sentó en la mesa dando los buenos días, pero Abraham no podía pasar la comida estuvo jugando con el tenedor en los huevos revueltos con bacón que preparo su mamá ,Rebeca no tardó en darse cuenta que algo pasaba con Abraham.

 

  • Cariño que tienes no as comido nada – le pregunto su madre, acariciando la mano del niño
  • No tengo hambre – contesto casi en un gemido mirando a su mamá, Ramón se levantó y fue a exprimir naranja para hacer un zumo y no se fuera sin tomar nada
  • ¡Bébete eso! – murmuro papá, en otras circunstancias su hijo se hubiera dado cuenta que su padre estaba ojeroso como si no hubiera dormido, pero con la confusión para él, la mala cara de su padre era enojo y Abraham se lo tomó como una orden cogió el vaso y se lo bebió sin quejarse

 

Mientras que sus hermanos Moisés y Noel ya se fueron al coche de su papá, ese día les entregarían las calificaciones y por eso los llevaría Ramón; Abraham estaba cogiendo sus cosas que dejó en la sala con pesadez seguro que las notas no estaban muy bien por no hacer los deberes aquella semana, a ese paso a su papá no se le iba a pasar el enfado y él se sentía muy mal con eso.

 

  • ¿Qué es lo que te pasa mi vida? – mamá interrumpió sus pensamientos, le dijo dándole un abrazo y un beso segura de que algo le pasaba, tocando su frente de paso  para ver si tenía fiebre; Abraham estaba sensible y luego del abrazo de su mamá tierno cálido como era en tiempo atrás, soltó un lloroso – Eh ¿qué tienes? – empezó acariciar la espada
  • Papá está enfadado conmigo – se quejo y Ramón que venía bajando las escaleras de recoger su cartera porque en la noche Rebeca le dijo que sean las notas que sacaran sus hijos quería comer con todos juntos en algún restaurante, día de antes arregló las cosas con Moisés y quería tener una comida familiar
  • No cariño – quiso explicar Rebeca
  • Sí mami, anoche me castigo – entonces Rebeca se hizo como si no supiera nada, a ver si Abraham contaba tal y como había sido
  • ¿Por qué? Mi cielo
  • No le hice caso y no me acosté cuando me lo dijo shij ssshijsss – Abraham empezó a llorar
  • Ya mi vida y papá fue muy duro contigo seguro – dijo cogiendo la cara con ambas manos para que no la bajara y que le mirara
  • No, solo me amenazó que me iba a pegar con el cinturón si no caminaba a mi habitación shisj shisj – pero aun así Abraham no dejaba de sollozar, Rebeca sabía que había sido una amenaza en vano
  • Eso lo dijo con el enfado – lo consoló para que supiera que por eso no lo iba a castigar con el cinturón
  • Sí, pero luego ni siquiera me dio el beso de buenas noches, no se quedó ni un ratito y salió muy enfadado y está mañana tampoco me dio un beso y aún sigue enfadado – Rebeca lo abrazo dándole besos por la frente
  • Caramelito papá no está enfadado, es que desde anoche tiene jaqueca – le dijo para sorpresa de Abraham

 

Rebeca iba a seguir hablando pero Ramón bajo rápidamente dándose cuenta del error y por eso su niño ni siquiera había desayunado como debía así que lo saco de los brazos de Rebeca abrazándolo él.

 

  • Eh Pulgarcito no estoy enfadado – murmuro papá en su frente mientras Abraham se puso a llorar en su pecho – perdón hijo si te hice pensar eso, solo tenía un terrible dolor de cabeza y salí apresurado por tomar una pastilla – le explico mientras su hijo tímidamente se amino a mirarlo para ver si estaba diciendo la verdad o era una excusa –  y está mañana no estoy mucho mejor pero no es porque este enfadado contigo… y tampoco te iba a castigar con el cinturón eso es para los casos graves – y Abraham abrazo con fuerza a su papá
  • Pero anoche no me distes las buenas noches, ni un abrazo de consuelo – le dijo mimoso restregando la cara en el pecho de papá, y Ramón cayó porque su niño estaba abrazado a ese muñeco que por años ya no le hacía caso… esa noche se sintió solo
  • Bueno eso se puede arreglar ahora mismo

 

Empezó a darle besos por toda la cara y abrazándolo suspendiéndolo del suelo haciendo reír a Abraham y así salieron al coche a ver si ese día no era tan complicado como el día anterior. 






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