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Ramón se
quedó asombrado de la reacción de Abraham, cuando pudo reaccionar fue a buscar
a su hijo y como él se vio obligado a pasar por la sala donde estaban todos
viendo la tele, Rebeca estaba de pie e iba a ir la cocina a hablar con Ramón a
ver lo que había pasado, los chicos estaban con los ojos muy abiertos de la impresión
de ver a su hermano correr desnudo escaleras arriba sin mirar a nadie.
- ¿Qué paso Ramón? – pregunto Rebeca
sin ningún reclamo, solo quería saber porqué Abraham salió desnudo de la
cocina, él era muy vergonzoso y jamás salía en calzoncillos fuera de su
habitación y ahora salió corriendo delante de todos con el culo al aire
- No lo sé… lo castigue y cuando termine salió corriendo – le
conto, ahora la culpa lo ahogaba ¿le abría hecho algo con la
paleta?
- ¿Al final comió o no comió? – quiso
saber Rebeca imaginando si ese sería el motivo por el que lo castigo
- No, no comió y encima se entretuvo a disparar con el
tenedor pegotes de puré en todos los muebles – Moisés y
Noel al escuchar a su papá empezaron a reír de lo que se le ocurrió a su
hermano
- No tiene gracia – advirtió Rebeca
apuntado a sus hijos con el ceño fundido, pero ellos no podían dejar de
reír y al final contagiaron a sus padres y empezaron a reír también, pero
luego Ramón se puso serio y les hizo una advertencia a sus hijos, más vale
prevenir pensó Ramón
- No quiero que le mencionéis nada de su desnudez,
como si no hubieseis visto nada – Moisés quiso retener la
risa para que viera su papá que se lo tomaba en serio, pero el esfuerzo no
le dio para mucho más y al recordar la imagen de su hermano con el culo
rojo se agarró el estómago que ya empezaba a doler de tanto reír
- Lo digo en serio, el primero que oiga reírse o
mencionarle alguna broma de lo que pasó hoy y se verá con el culo rojo
igual que él y parado en una esquina de la sala con el culo al aire y no
podrán salir aunque venga alguien – dijo muy serio
- Papaaaa – grito dijo Noel, a él no
le hizo gracia aquello
- Yo ya lo dije, el que avisa no es traidor – Rebeca
se quedo mirando a Ramón, pensando en que casi nunca perdía la paciencia
ni les gritaba pero si los chicos le desobedecían llevaba a cabo su
amenaza, en cambio ella perdía la paciencia les gritaba hasta que
prometían que no lo iban hacer
Mientras tanto, Ramón subió las escaleras para hablar con su
niño, Abraham en cuando llego a su cuarto se había tirado a su cama a llorar y
después de un buen rato se dio cuenta recién de que no tenía ropa y lloro más,
desesperado al darse cuenta de que había pasado por la sala desnudo delante de
sus hermanos, resignado se levantó a ponerse unos bóxer en el momento justo que
entró papá, Abraham estaba de espaldas y Ramón avanzo abrazándolo por detrás y
su niño se asustó.
- No llores mi vida – le dijo con
dulzura pero Abraham quería soltarse, tenía sus calzoncillos en la mano y
quería ponérselos
- ¿Por qué no llamas antes de entrar? – le
reclamo a su padre
- Si llame, solo que no contestabas y por eso pase no
sabía si estabas bien – le explico pero Abraham se removió
para soltarse, no quería estar con su padre ese momento
- ¡Suéltame!, me voy a vestir – le
dijo casi gritando
- Espera – contesto Ramón agachando a
Abraham sobre su cintura, apoyándolo en su cadera para ver si le había
lastimado con la paleta, total su niño estaba llorando mucho cuando lo
castigo, quizás se le pasó la mano pero Abraham estaba muy avergonzado para
que papá lo volviera avergonzar
- Suelta ¡tonto!...tonto, eres un tonto – y
empujo a su papá Ramón se enfadó una cosa era que le dijera tonto eso lo
entendía, su hijo estaba molesto pero otra es que lo empujara, no iba a
dejar que hiciera eso ni a él ni a Rebeca y lo cogió de la misma
manera que lo había cogido hacía unos minutos
- PLAFF PLAF PLAF PLAF – Abraham metió la
mano para cubrirse, no hacía ni media hora que lo había castigado su papá
y ahora dolían mucho más las nuevas nalgadas que les estaba dando
- Papiii yassa – se puso a llorar de
nuevo
- PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF – termino
y lo cogió por los brazos zarandeando un poco
- Que sea la última vez que hagas esto con tu mamá o conmigo
entendiste – Abraham afirmo
con la cabeza
- Lo siiiento shijj shijjj – papá al
verlo así lo abrazo pegándolo a su pecho acariciando su espalda y lo llevo
con él a sentarse en la cama y sentó a su niño en sus piernas
- Ya no llores mi niño – le decía papá limpiado sus lágrimas
- Pero me pegaste y no hice nadaaa – Ramón
soltó el aire
- Pajarito sabes que tuve motivos para hacerlo y te di
muchas oportunidades – sabía que su padre tenía razón pero
es que eso estaba asqueroso
- Pero no me gusta – le dijo con rabia
- Ya hemos hablado de eso y hay que comer lo que ponga
mamá en la mesa – Abraham ya no dijo nada, pero se le
notaba la rabia que tenía – además lo
que hiciste no estuvo bien, que es eso de tirar todo por la cocina
- No lo hice adrede – Ramón levantó
las cejas y se le curvo los labios en una sonrisa
- A no? Pues la comida no se disparo sola – Abraham
lo miro con un puchero
- El primero no, luego probé otra vez y era divertido…
cuando me di cuenta ya había disparado todo el puré pero no me di cuenta
hasta que entraste tu shijj shijj – se puso a gemir y
Ramón lo apego a su pecho en un abrazo
- No llores más que te vas a quedar ronco de tanto
llorar y mañana no vas a poder cantar – Abraham alzo la
mirada
- No voy a cantar – empezó a llorar
otra vez
- ¿Porque no vas a cantar? – Abraham
se dio cuenta que seguía desnudo
- Porque mis hermanos se van a burlar de mi …me vieron
desnudo – y no pudo evitar gemir y sentirse mal por eso
- No se van a burlar de ti – aseguro
Ramón pero Abraham no le creyó además acaba de darse cuenta que aún seguía
desnudo, así que salto de las piernas de su padre para ir a la mesita a
coger otro bóxer, Ramón rodó los ojos por lo dramáticos que eran sus hijos
- Mañana no voy a ir a la escuela – respondió
y Ramón le cogió la barbilla para levantar la cabeza para que lo mirara
- ¿Quién ha dicho que no? – las lágrimas no dejaban de caer
- Es que no quiero estar cerca de ellos, no van a dejar de
reírse de mi te loa seguro
- Y yo te aseguro que tus hermanos no se van a reír – pero era difícil confiar en su papá después de
cometer la tontería de corre desnudo si darse cuenta de que ellos estaban
viendo la tele en la sala, esa maldita sala que tenían que cruzar por hay
para ir a cualquier lugar de la casa – tu te ríes de
ellos cuando se llevan un castigo
- No, pero ello no salen corriendo desnudo – Ramón
lo volvió abrazar y en ese instante paso Rebeca
- Hola campeón – le dijo acariciando
el pelo de Abraham
- Hola shij sshijs – a Rebeca le dio
pena de su niño y quiso explicar por qué hizo esa cena
- Abraham cariño sé que no quieres verdura, pero hijo
hoy no habí aotra cosa… he estado con mucho trabajo y no pude hacer la
compra pero mañana voy a ir al súper – Abraham miro a su
madre porque era como si se estuviera disculpando
- Pero me comí el pescado y papá me pego – Ramón se molestó porque no tenían que
disculparse, tenían que comer sano no podían estar siempre comiendo comida
chatarra
- Ya Abraham ¡córtala!, ya hemos hablado del tema… si
toca verdura se come verdura, todos comimos lo mismo así que no
quiero más quejas – y Abraham bajo la cabeza por qué si se
estaba pasando un poco reconoció el mismo, y el móvil de Abraham sonó lo
cogió y era su profesor de música
- Si –
dijo Abraham
- Soy la profesor quería decirte que si tus papás
quieren asistir cuando vayas a cantar lo pueden hacer, ya le dije también
a tu compañero – y se despidió de su profesor
Sus padres salieron de la habitación para darle privacidad,
cosa que Abraham aprovecho para ducharse y ponerse un pijama y fue a contarle a
su papá sobre la llamada, seguro de que él si iría a verlo pero mamá sería un
milagro, así que llamo a la habitación de sus padres antes de entrar.
- Pasa – le dijo
Ramón, Abraham asomo la cabeza y paso – ¿Qué
sucede vida mía?
- Me llamo el profesor de música y me dijo que podéis
asistir cuando vayamos a cantar – Ramón embozo una sonrisa
hacía un rato dijo que no iba a cantar pero al parecer cambio de opinión
- Qué bien – contesto su padre Ramón
acariciando su mejilla, aún tenía los ojos rojos de llorar y la voz se le
oía un poco tomada
- ¿Vais a venir? – les pregunto, si
sus papás iban él se sentiría más tranquilo con más fuerza
- Yo si Pulgarcito – respondió su
padre cogiéndole la nariz en un pellizco, Rebeca que salía del baño le
hizo la misma pregunta
- Mami ¿Tu vendrás? – quiso saber y
Rebeca lo miro incomoda
- No puedo Abraham, tengo mucho trabajo… tengo que
terminar el diseño de un vestido – y Abraham se apago de
desilusión, su madre casi nunca quería ir al colegio
- No importa – contesto con tristeza
volviendo a su dormitorio, mientras su madre bajo a la cocina para
adelantar algo para el día siguiente, Ramón lo cogió le dio un beso en la
cabeza
- Hijo, sabes que lo adultos tenemos responsabilidades
que atender – le dijo arrastrándolo a la cama para
acostarlo – voy a por un vaso de leche
con miel para que se te quite el rasposo de la garganta
Abraham le dio una sonrisa a su papá y Ramón bajo a la
cocina mas que por la leche para hablar con su esposa.
- Rebeca no se te irá más de una hora en presenciar
cuando canten, a él le hará mucha ilusión que vayas – le dijo de frente
- Ramón no puedo ir, además yo a ti no te digo cómo
hacer tu trabajo – contesto a la defensiva y Ramón se la
quedó mirando sin entender a que vino eso
- Claro que no y yo no tengo derecho de decirte cómo tienes
que hacer el tuyo, solo que los chicos necesitan más de tu apoyo solo eso
Ramón desconocía a su esposa hacia como dos meses que estaba
muy distante de todos y siempre que hablaba con ella estaba a la defensiva,
pensando en eso preparo la leche con miel y se la subió a su Pulgarcito.
- Tómatela ahora que está calentita te hará bien en la
garganta
- Gracias papi – respondió cogiendo el
vaso y tomandose la leche ya no mas para acostarse y dormir
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