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martes, 6 de octubre de 2020

Capitulo 10




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 Sangre Flamenca
Autora: Terry
Capítulo 10

 

 

Ramón se quedó asombrado de la reacción de Abraham, cuando pudo reaccionar fue a buscar a su hijo y como él se vio obligado a pasar por la sala donde estaban todos viendo la tele, Rebeca estaba de pie e iba a ir la cocina a hablar con Ramón a ver lo que había pasado, los chicos estaban con los ojos muy abiertos de la impresión de ver a su hermano correr desnudo escaleras arriba sin mirar a nadie.

 

  • ¿Qué paso Ramón? – pregunto Rebeca sin ningún reclamo, solo quería saber porqué Abraham salió desnudo de la cocina, él era muy vergonzoso y jamás salía en calzoncillos fuera de su habitación y ahora salió corriendo delante de todos con el culo al aire
  • No lo sé… lo castigue y cuando termine salió corriendo – le conto, ahora la culpa lo ahogaba ¿le abría hecho algo con la paleta?
  • ¿Al final comió o no comió? – quiso saber Rebeca imaginando si ese sería el motivo por el que lo castigo
  • No, no comió y encima se entretuvo a disparar con el tenedor pegotes de puré en todos los muebles – Moisés y Noel al escuchar a su papá empezaron a reír de lo que se le ocurrió a su hermano
  • No tiene gracia – advirtió Rebeca apuntado a sus hijos con el ceño fundido, pero ellos no podían dejar de reír y al final contagiaron a sus padres y empezaron a reír también, pero luego Ramón se puso serio y les hizo una advertencia a sus hijos, más vale prevenir pensó Ramón
  • No quiero que le mencionéis nada de su desnudez, como si no hubieseis visto nada – Moisés quiso retener la risa para que viera su papá que se lo tomaba en serio, pero el esfuerzo no le dio para mucho más y al recordar la imagen de su hermano con el culo rojo se agarró el estómago que ya empezaba a doler de tanto reír
  • Lo digo en serio, el primero que oiga reírse o mencionarle alguna broma de lo que pasó hoy y se verá con el culo rojo igual que él y parado en una esquina de la sala con el culo al aire y no podrán salir aunque venga alguien – dijo muy serio
  • Papaaaa – grito dijo Noel, a él no le hizo gracia aquello
  • Yo ya lo dije, el que avisa no es traidor – Rebeca se quedo mirando a Ramón, pensando en que casi nunca perdía la paciencia ni les gritaba pero si los chicos le desobedecían llevaba a cabo su amenaza, en cambio ella perdía la paciencia les gritaba hasta que prometían que no lo iban hacer

 

Mientras tanto, Ramón subió las escaleras para hablar con su niño, Abraham en cuando llego a su cuarto se había tirado a su cama a llorar y después de un buen rato se dio cuenta recién de que no tenía ropa y lloro más, desesperado al darse cuenta de que había pasado por la sala desnudo delante de sus hermanos, resignado se levantó a ponerse unos bóxer en el momento justo que entró papá, Abraham estaba de espaldas y Ramón avanzo abrazándolo por detrás y su niño se asustó.

 

  • No llores mi vida – le dijo con dulzura pero Abraham quería soltarse, tenía sus calzoncillos en la mano y quería ponérselos
  • ¿Por qué no llamas antes de entrar? – le reclamo a su padre
  • Si llame, solo que no contestabas y por eso pase no sabía si estabas bien – le explico pero Abraham se removió para soltarse, no quería estar con su padre ese momento
  • ¡Suéltame!, me voy a vestir – le dijo casi gritando
  • Espera – contesto Ramón agachando a Abraham sobre su cintura, apoyándolo en su cadera para ver si le había lastimado con la paleta, total su niño estaba llorando mucho cuando lo castigo, quizás se le pasó la mano pero Abraham estaba muy avergonzado para que papá lo volviera avergonzar
  • Suelta ¡tonto!...tonto, eres un tonto – y empujo a su papá Ramón se enfadó una cosa era que le dijera tonto eso lo entendía, su hijo estaba molesto pero otra es que lo empujara, no iba a dejar que hiciera eso ni a él ni a Rebeca  y lo cogió de la misma manera que lo había cogido hacía unos minutos
  • PLAFF PLAF PLAF PLAF – Abraham metió la mano para cubrirse, no hacía ni media hora que lo había castigado su papá y ahora dolían mucho más las nuevas nalgadas que les estaba dando
  • Papiii yassa – se puso a llorar de nuevo
  • PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF – termino y lo cogió por los brazos zarandeando un poco
  • Que sea la última vez que hagas esto con tu mamá o conmigo entendiste – Abraham afirmo con la cabeza
  • Lo siiiento shijj shijjj –  papá al verlo así lo abrazo pegándolo a su pecho acariciando su espalda y lo llevo con él a sentarse en la cama y sentó a su niño en sus piernas
  • Ya no llores mi niño – le decía papá limpiado sus lágrimas
  • Pero me pegaste y no hice nadaaa – Ramón soltó el aire
  • Pajarito sabes que tuve motivos para hacerlo y te di muchas oportunidades – sabía que su padre tenía razón pero es que eso estaba asqueroso
  • Pero no me gusta – le dijo con rabia
  • Ya hemos hablado de eso y hay que comer lo que ponga mamá en la mesa – Abraham ya no dijo nada, pero se le notaba la rabia que tenía – además lo que hiciste no estuvo bien, que es eso de tirar todo por la cocina
  • No lo hice adrede – Ramón levantó las cejas y se le curvo los labios en una sonrisa
  • A no? Pues la comida no se disparo sola – Abraham lo miro con un puchero
  • El primero no, luego probé otra vez y era divertido… cuando me di cuenta ya había disparado todo el puré pero no me di cuenta hasta que entraste tu shijj shijj – se puso a gemir y Ramón lo apego a su pecho en un abrazo
  • No llores más que te vas a quedar ronco de tanto llorar y mañana no vas a poder cantar – Abraham alzo la mirada
  • No voy a cantar – empezó a llorar otra vez
  • ¿Porque no vas a cantar? – Abraham se dio cuenta que seguía desnudo
  • Porque mis hermanos se van a burlar de mi …me vieron desnudo – y no pudo evitar gemir y sentirse mal por eso
  • No se van a burlar de ti – aseguro Ramón pero Abraham no le creyó además acaba de darse cuenta que aún seguía desnudo, así que salto de las piernas de su padre para ir a la mesita a coger otro bóxer, Ramón rodó los ojos por lo dramáticos que eran sus hijos
  • Mañana no voy a ir a la escuela – respondió y Ramón le cogió la barbilla para levantar la cabeza para que lo mirara
  • ¿Quién ha dicho que no? las lágrimas no dejaban de caer
  • Es que no quiero estar cerca de ellos, no van a dejar de reírse de mi te loa seguro
  • Y yo te aseguro que tus hermanos no se van a reír – pero era difícil confiar en su papá después de cometer la tontería de corre desnudo si darse cuenta de que ellos estaban viendo la tele en la sala, esa maldita sala que tenían que cruzar por hay para ir a cualquier lugar de la casa – tu te ríes de ellos cuando se llevan un castigo
  • No, pero ello no salen corriendo desnudo – Ramón lo volvió abrazar y en ese instante paso Rebeca
  • Hola campeón – le dijo acariciando el pelo de Abraham
  • Hola shij sshijs – a Rebeca le dio pena de su niño y quiso explicar por qué hizo esa cena
  • Abraham cariño sé que no quieres verdura, pero hijo hoy no habí aotra cosa… he estado con mucho trabajo y no pude hacer la compra pero mañana voy a ir al súper – Abraham miro a su madre porque era como si se estuviera disculpando
  • Pero me comí el pescado y papá me pego  Ramón se molestó porque no tenían que disculparse, tenían que comer sano no podían estar siempre comiendo comida chatarra
  • Ya Abraham ¡córtala!, ya hemos hablado del tema… si toca verdura se come verdura,  todos comimos lo mismo así que no quiero más quejas – y Abraham bajo la cabeza por qué si se estaba pasando un poco reconoció el mismo, y el móvil de Abraham sonó lo cogió y era su profesor de música
  • Si  dijo Abraham
  • Soy la profesor quería decirte que si tus papás quieren asistir cuando vayas a cantar lo pueden hacer, ya le dije también a tu compañero – y se despidió de su profesor

 

Sus padres salieron de la habitación para darle privacidad, cosa que Abraham aprovecho para ducharse y ponerse un pijama y fue a contarle a su papá sobre la llamada, seguro de que él si iría a verlo pero mamá sería un milagro, así que llamo a la habitación de sus padres antes de entrar.

 

  • Pasa – le dijo Ramón, Abraham asomo la cabeza y paso –  ¿Qué sucede vida mía?
  • Me llamo el profesor de música y me dijo que podéis asistir cuando vayamos a cantar – Ramón embozo una sonrisa hacía un rato dijo que no iba a cantar pero al parecer cambio de opinión
  • Qué bien – contesto su padre Ramón acariciando su mejilla, aún tenía los ojos rojos de llorar y la voz se le oía un poco tomada
  • ¿Vais a venir? – les pregunto, si sus papás iban él se sentiría más tranquilo con más fuerza
  • Yo si Pulgarcito – respondió su padre cogiéndole la nariz en un pellizco, Rebeca que salía del baño le hizo la misma pregunta
  • Mami ¿Tu vendrás? – quiso saber y Rebeca lo miro incomoda
  • No puedo Abraham, tengo mucho trabajo… tengo que terminar el diseño de un vestido – y Abraham se apago de desilusión, su madre casi nunca quería ir al colegio
  • No importa – contesto con tristeza volviendo a su dormitorio, mientras su madre bajo a la cocina para adelantar algo para el día siguiente, Ramón lo cogió le dio un beso en la cabeza
  • Hijo, sabes que lo adultos tenemos responsabilidades que atender – le dijo arrastrándolo a la cama para acostarlo – voy a por un vaso de leche con miel para que se te quite el rasposo de la garganta

 

Abraham le dio una sonrisa a su papá y Ramón bajo a la cocina mas que por la leche para hablar con su esposa.

 

  • Rebeca no se te irá más de una hora en presenciar cuando canten, a él le hará mucha ilusión que vayas – le dijo de frente  
  • Ramón no puedo ir, además yo a ti no te digo cómo hacer tu trabajo – contesto a la defensiva y Ramón se la quedó mirando sin entender a que vino eso
  • Claro que no y yo no tengo derecho de decirte cómo tienes que hacer el tuyo, solo que los chicos necesitan más de tu apoyo solo eso

 

Ramón desconocía a su esposa hacia como dos meses que estaba muy distante de todos y siempre que hablaba con ella estaba a la defensiva, pensando en eso preparo la leche con miel y se la subió a su Pulgarcito.

 

  • Tómatela ahora que está calentita te hará bien en la garganta 
  • Gracias papi – respondió cogiendo el vaso y tomandose la leche ya no mas para acostarse y dormir

 

Ramón se metió en la cama con él, esa noche estaría con su hijo, había llorado mucho y ahora tocaba consolar,  Abraham no tardó de quedarse dormido abrazado a su papá y Ramón no hacía nada más que pensar en el cambio que estaba dando su mujer preguntándose el porqué.







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