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Amor contra reloj
Autora: katy-Hikari
Capítulo :5
Pov Samuel
Me encuentro en la sala, sentado en el mismo sofá, donde había castigado a Mateo, sintiéndome miserable, cómo me había atrevido a golpearlo así, es un niño tan solo tiene 13 años y yo había descargado toda mi ira en el, cuando llego debí haberlo abrazado como hizo manu, debí haberle preguntado con calma donde había estado, porque había tardado en tanto en llegar, si estaba bien, se veía un poco sudoroso y acelerado como si fuese corrido una maratón, debí haberle ofrecido algo de tomar y preguntarle si ya había cenado, debí haberle dado la oportunidad de hablar y no golpearlo tan salvajemente, pero es que en ese momento la ira se apodero de mi estaba tan preocupado por él, sentía un nudo en la garganta y una sensación muy extraña en mi pecho, verlo me devolvió la vida pero también desató a la bestia y ahora mi conciencia me estaba torturando y en mi mente las voces cobraban vida.
"No soy su hijo, el no es mi padreee"
"Matt no está bien"
"El solo necesita sentirse parte de esta familia"
"Hacer eso no lo convierte en mi padre"
Eran frases, que se repetían una y otra vez en mi cabeza, cada vez me atormentaban más, eran el reflejo de que a lo largo de estos años me había equivocado bastante, me hacían sentir un desgraciado, me gritaban que había fallado, me advertían que estaba a punto de perder a una personita que recién descubre que la apreciaba, por eso esa era la frase,que más me dolía, que más me preocupaba, la que esperaba que nunca se convirtiera en realidad.
"Como si yo le importara, pero tranquilo muy pronto dejaré de darle problemas, ya logré que me den la emancipación"
Claro que me importaba, los últimos acontecimientos me habían hecho dar cuenta cuanto lo hacía, como podía estar pensando en irse de la casa, si era tan solo un niño, yo era ante la ley su padre adoptivo y sabía que a su edad jamás le darían la emancipación pero en unos 3 años si lo intentaba quizás se la darían y yo no estaba dispuesto a correr el riesgo y en ese momento la ira y el vacío en el pecho hicieron que lo abofeteaba, nunca debí hacer eso, debí abrazarlo y decirle que dejara de pensar en tonterías, que esta era su casa, el lugar que le pertenecía en el mundo.
Mi cabeza una pregunta se formulaba, porque un niño querría irse de su casa? y mi conciencia le respondía porque mas será idiota, porque es infeliz en ese lugar, porque lo tratan mal, porque te la pasas castigándolo, ahhh y debes saber que lo de hoy no fue un castigo, eso fue maltrato, por tu culpa se quiere ir tu eres el culpable, le has fallado a un niño que de pequeño te amaba, le has fallado a su madre, a esa mujer que decías amar y te confió a su hijo para que tu lo cuidarás como su padre a pesar de no llevar tu sangre, y a mi mente llego un recuerdo de seis años atrás.
Flash back
Estábamos en nuestra habitación descansando, Elen tenía 7 meses de embarazo, su vientre estaba bastante abultado, era hermoso, pensar que ahí se escondía mi malenita y pronto la tendría en mis brazos, últimamente los ojos de Elen lucían tristes, preocupados y por mas que ella sonreía, sus ojos no se enteraban.
- amor prométeme, que si muero tu cuidaras a los tres niños y no harás diferencias entre ellos
- cielo, no vas a morir, tú estarás junto a mi para cuidar a los niños
- prometemelo Sam, prométeme que cuidaras a teo como si llevase tu sangre, mi pequeñito te ama y es un niño bueno, él no te dará, prométeme que lo educaron como a un hijo más.
- no es necesario que te lo prometa, tu estarás a mi lado para ver que así será, por más que el embarazo sea de alto riesgo, a ti no te pasara nada, hemos seguido todas las recomendaciones del médico, así que no hay de qué preocuparse, la niña nació sana y tu estarás bien.
- algo me dice que tengo el tiempo contado y solo me podré ir tranquila si sé que mi chiquito esta en buenas manos, no tengo con quien mas dejarlo y lo único que le pido a la vida es que mi niño sea feliz, que mis tres hijos crezcan llenos de amor y alegría, prométeme que así será.
- te lo prometo mi amor y tu serás testigo de eso, juntos los llenaremos de amor y seremos una familia muy feliz, así será.
- Gracias mi cielo, te amo con todo mi corazón Sam
- y yo a ti mi Elen te amo con todo mi ser.
Le había fallado, le había fallado a mi El En, mi vida perdóname, por favor hazlo, soy un desgraciado, las lágrimas se escapaban sin querer y mi corazón se rompía en mil pedazos, cuánto lo siento mi amor, cuanto te extraño mi vida.
Pasaron los minutos y cuando las lágrimas se acabaron a pesar de que el dolor y la culpa seguían intactos, me di cuenta que llorar no solucionaría nada, por eso he venido a la cocina a preparar un sandwich y una chocolatada para mateo seguro que no ceno nada.
Entró en silencio a la habitación de Mateo y me doy cuenta que sigue llorando, eso me hace sentir aún más culpable ha pasado por lo menos una hora desde que se vino a su habitación, miró hacia su trasero el cual lo tiene al aire libre y veo que la sangre se ha secado y hay zonas que empiezan a verse moradas, he sido una bestia, de eso no hay la menor duda, me siento con cuidado en su cama y apoyó la bandeja en la mesita de noche, con cuidado le acarició el cabello para ver si logro que deje de llorar, esto es nuevo hace años no le hacía una caricia, nunca me tomé el trabajo de consolarlo después de un castigo, pero hoy después de haberme comportado como un salvaje siento la necesidad de hacerlo, de aliviar un poco el dolor, de estar cerca de el.
Pov Mateo
Mientras sigo llorando, escucho como alguien entra a mi habitación y se sienta al lado mío, ojalá sea mi hermanito, cuanto necesito un abrazo, sentir que alguien me quiere y por un momento dejar de ser un estorbo, siento como me acarician el cabello, se siente tan suave, tan bien, se siente como la mano que me había acariciado la espalda, ayyy no, quizás era un error, Samuel no vendría a consolarme, seguro era manu y mi mente me estaba jugando una mala pasada, con cuidado gire mi cabeza para descubrir quién era y vaya sorpresa cuando descubrí que era el desgraciado, cuanto quería que se alejara de mí, quería estar lo más lejos de él, me molestaba que me tocara pero a la vez sentía que necesitaba esas caricias, intente alejarme entonces el al ver mi molestia retiró su mano de mi cabeza.
- ¿ estás bien?-le dijo Samuel
Desgraciado como voy a estar bien después de la paliza que me dio, me duele hasta respirar, lo que menos estoy es bien...
- si, señor
- te traje la cena, levántate a comer, si
- no tengo hambre
- levántate y come, aunque sea un poco
- ya le dije que no, no pienso comer, no lo voy hacer -le dijo gritando
Vi como levantaba su mano y cerré mis ojos, porque era tan lenguilarga, ahora si que me dejaba sin trasero, entonces sentí como una mano volvía a acariciarme el cabello, pude soltar el aire que había contenido, menos mal no se había enojado, pensé en alejarme pero la verdad era que en este momento necesitaba de esos mimos.
- no me voy a ir de aquí hasta que comas -le dijo Samuel con voz suave cada vez se sentía más culpable
No le respondí, si él no se quería ir era su problema ya se aburriría mientras disfrutaría sus masajes en mi cabello, quizás nunca más los recibiera y se sentían bastante bien, era extraño sentirlo tan cerca, que me hablara con esa suavidad que en vez de haberme castigado por hablarle así, me estuviera consintiendo, me sentía como ese niño de 7 años que moría por un mimo de su papi.
-Idiota reacciona ya no eres un niño y el no es tu padre, no sabes porque te esta consintiendo, pero quizás nunca mas lo haga así que ni te ilusiones, ya estas grande para mendigar por su cariño.
-Shhh cállate conciencia, aunque sea por un ratito dejame disfrutar, así tendré fuerzas para luego soportar los gritos y golpes, solo por un ratito dejarme sentir como es tener un padre que te quiera.
-Que él no es tu padre.
-Qué te callas.
Pov Samuel
Han pasado 10 minutos y mateo no ha hecho ni siquiera el intento de levantarse por lo menos se ve mas tranquilo, se que debo tener paciencia la respuesta irrespetuosa que me dio, fue producto de lo adolorido que debe estar y también de lo mucho que debe estar odiándome, si lo regañaba o castigaba sólo empeoraría la situación, esto debo solucionarlo de otra manera.
- levántate si, come aunque sea un poquito.-le dijo con voz suave
- me duele mucho, no creo ser capaz de sentarme, mañana como si.
- puedes comer parado o sentarte sobre algunas almohadas, cuando termines de comer voy a buscar alguna farmacia abierta para comprarte una pomada para el dolor, se que esta vez te castigue muy fuerte, te prometo que nunca más será tan fuerte como hoy, te lo prometo, discúlpame no quería lastimarte pequeño, ahora come si.samuel se sentía muy culpable por lo que había hecho
Veo como se le escaparon unas lagrimitas...
- esta bien... pero es que estoy desnudo...
- jajaja, no me había dado cuenta, ya te busco alguna pantaloneta que te roce lo menos posible, pero levántate si.
- esta bien…-le dijo no muy decidido
Le busco alguna pijama suave, pero aun así creo que le va a molestar, se la doy y él se la coloca, empieza a comer en silencio sin protestar por nada, tiene los ojos muy rojos y se ve muy triste, después de un rato termina de comer, para mi sorpresa se ha comido todo, eso es un alivio para mi.
- si quieres acuéstate, en un rato vengo, voy a la farmacia...
Pov Mateo
Porque no podía tratarme siempre así, sin gritos ni reproches, por un momento sentí que le importaba que no era un estorbo, definitivamente el dolor me estaba haciendo imaginar cosas donde no las había, lo bueno es que la cena estaba muy rica y que prometió volver con una pomada porque el dolor me estaba matando...
Minutos después lo escuché llegar.
- Mateo ¿estás despierto?
- si, señor
- te voy aplicar la pomada, te aliviara un poco
- esta bien...
Cuando terminó me dijo buenas noches y no se si fue verdad o me lo imagine pero sentí que me dio un beso en la frente...
Me parece que a Samuel se lo va a comer la culpa
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