Al cuidado de mis hermanos capitulo 5

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 Al cuidado de mis hermanos

 Autor:little writer.

 Capítulo 5 los espejos no mienten 

 

 

 Luego de jugar un rato como a las 10:15 me fui a dormir...

Bueno me mandaron a dormir la verdad, tenía sueño, pero no podía dormir. Siempre me cuesta dormir por alguna razón.

 

 

Toc                                                                Toc                                                                                Toc

 

 

– estas despierto máx.– me pregunto Eduard

– no me dormí en los pocos minutos que pasaron desde que me mandaron a dormir.

Me queje no sé porque solo lo hice, creo que es algo instintivo en nosotros los adolescentes, discutir por todo y por nada.

– Ya me voy llego Jaime a traerme.

Se acercó a mi cama y se sentó en ella.

– ve con cuidado– le dije.

– extra cuidado– dijo acercándose a mí.

Me dio un beso en la frente, y me revolvió el pelo, me encanta que haga eso, pero decirlo en vos alta es algo que jamás are.

– duérmete, mañana será un día movido– me informo, me pregunto qué haremos.

– me dices que aremos–probé preguntar, ya sé que no me dirá.

–nop,

– ya que– me resigne.

– duerme bien pequeño

Pasaron algunos minutos y sigo despierto, como hacen esas personas que solo se recuestan y se duermen, me cambio de lado y alguien abre la puerta de mi cuarto.

Se acerca lentamente a mi cama y al notar que estoy despierto se sienta en ella.

-deberías estar dormido- dijo suavemente.

- ya sabes que me cuesta dormir Andy– me queje.

- ya, ya, sierra los ojitos peque, tienes que dormir gatito– murmuro con ternura.

- no soy ... Un bebe Andy– me queje entre bostezos.

- duerme bien si algo pasa sabes que estoy en la habitación frente a la tuya cierto.

- si– contesté adormilado–buenas noches.

- buenas noches, gatito.

Antes de irse también me dio un beso en la frente.

Salió en silencio de mi habitación, pasan los minutos y estoy casi dormido, pero alguien entra otra vez.3

Ven porque me quejo del seguro de la puerta, No me muevo, ni siquiera abro los ojos tengo sueño.

- dulces sueños gatito– reconozco la vos de Mark– sueña bonito.

Al igual que los otros dos me da un beso en la frente y sale de mi habitación, por fin logro dormir con una sensación de calma.

Al día siguiente desperté por la luz del sol en mi cara, por alguna razón la cortina no está cerrada, que raro juraría que la deje cerrada, da igual seguro lo olvide.

Me levante de la cama y baje hasta la cocina en busca de algo de comer.

Me muevo por la cocina una de las "zonas prohibidas" a las que no debo entrar porque es "peligroso" así como el refrigerador.

SIP mi día comienza rompiendo las reglas, me siento un rebelde.

El sonido del microondas me saca de mis "rebeldes" pensamientos.

Rebusco en la alacena y encuentro lo que busco, las galletas de Mark, tomo algunas y Mi leche y me voy a la sala a ver televisión.

Enciendo el televisor y pongo las noticias solo para ver qué pasa en el mundo....

 

!! QUE RAYOS HAGO DESPIERTO UN SÁBADO A LAS JODIDAS 7:40 DE LA MAÑANA ¡

A, si, el sol en mi cara.

– Tonto sol– me queje en vos alta total estoy solo yo despierto.

- Que le hiso el pobre señor sol, Max - dijo una vos a mi espalda.

Di un pequeño salto y casi, casi derramo la leche.

–!! Taylor¡¡!

El solo soltó una risita como si el casi darme un infarto fuera gracioso.

– que hace despierto Max– cuestiono – es muy temprano para usted.

–qué haces tú tan temprano – rebatí aun algo afectado por el susto.

– es mi trabajo Max– dijo como si fuera obvio – soy el encargado de su seguridad siempre estoy al cuidado de su persona. 

–no aparezcas así por favor– le pedí – me asustaste.

- lo tendré en consideración.

-Qué haces despierto- me sobresalto alguien otra vez a mis espaldas.

- dejen de hacer eso.

-Aser que Max– dijo confuso Mark.

- nada de qué preocuparse Mark– dijo Taylor.

- ok?

Con sustos y algunos panqueques después comienza mi día.

Los trillizos mayores nos llevaron a todos, incluidos los hijos de Eduard, a un parque de diversiones.

Por suerte sol lo suficientemente alto para entrar a todas las atracciones

Después de un rato me molesté no se despegan de mí y si me alejo me dan esa mirada de “piensa lo que vas a hacer”.

No soy un niño, no necesito que me lleven de la mano pasamos cerca de un "laberinto de espejos” y en un descuido de Mark me metí en el laberinto, ya soy grande casi adulto ¿qué puede salir mal?

Mientras vagaba por el lugar algo aburrido debo admitir ni siquiera vale la pena.

Yo alto, yo bajo, Yo gordo, deforme, en fin, muchos espejos y algunos son graciosos otros normales creo que para darle emoción al recorrido.

Un espejo capta mi atención es un normal, el reflejo debe ser normal, pero no lo es.

Soy yo, pero en lugar de mi camisa negra y pantalones azules. Viste totalmente de negro la camisa tiene un logotipo de alguna clase y parece ver hacia la derecha.

De repente me ve, digo al frente y sé va corriendo.

Me quedo pasmado, mi estómago
Da vueltas, que fue eso un fantasma!!, o, o algo peor.

Siento como me falta el aire entro en pánico cuando siento una mano en mi hombro.

–¡¡AAAAaa!!!.

– !! ¡¡Máximo!! Que pasa soy Mark Mírame.

Cuando por fin le reconozco lo abraso con desespero.

–hey, hey, tranquilo, respira eso es inhala exhala.

– están bien que paso– pregunta Taylor creo– porque el grito.

– no lo sé creo que lo sorprendí y se asustó. – dijo apretando él abraso.

–lo viste, lo viste cierto.

–ver que Max, el que te fueras de repente sin avisar o el susto que me diste, digo que nos diste a todos. – su vos ya no es suave está molesto, muy molesto. – espera que lleguemos a casa niñito.

No, no puede ser ¡¡no lo vio!! No vio el reflejo solo yo lo vi.

Y si era un fantasma o algo.

De repente sentí un dolor, en el trasero seguido de otros más.

Plass Plass Plass Plass

- aaaa au noo – los repentinos azotes me trajeron a la realidad. – Mark.

–Mark nada – me reto– agradece que es hora de comer si no te las doy aquí.

-noooo Mark. – me queje olvidando todo encuentro "sobrenatural" preocupándome por mi futuro inmediato– no me pegues.

- ni lo intentes, y más te vale comer cuando menos la mitad de tu comida cuando lleguemos al restaurante. – dijo mientras caminaba a la salida.

- no soy un niño no puedes– me queje siguiéndolo, aunque la idea de perderme en el laberinto no sonaba mal ahora mismo– soy casi mayor.

- pues agradece a que Taylor te vio entrar o te haría peor, y para tu información soy tu pa, tú, em, estoy a cargo de ti, y si puedo.

Me resigne, bueno me cruce de brazos y camine más lento Taylor me puso una mano en la espalda.

- tú lo viste verdad, se parecía a mí, pero no vestía como yo y yo.3

- no vi nada Máximo me preocupe por su grito y entre corriendo sin prestar mucha atención a mi alrededor– aclaró– no se asuste seguro solo fue un espejo y ya.

- cómo digas- desistí del asunto ya más tranquilo, tanto como se puede estar sabiendo que estoy condenado.

No fue el efecto de un espejo raro era uno normal, yo sé lo que vi, no fue una alucinación, después de todo los espejos no mienten