Una perfecta familia, Capitulo 65

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 Una perfecta familia

 Autora: Terry 

 Capítulo 65 

 

 

Luis: Dime una cosa Chus – le dijo Luis cogiéndose el puente de la nariz – dime que no pasó nada entre ustedes dos – Chus se quedó mirándolo con mala cara y se sentó en la hamaca sin hacerle caso – te estoy preguntando Chus – pero siguió de la misma forma sentado en la hamaca como si no estuviera escuchando a su papá, Luis a ver qué  Chus no le estaba  echando cuentas empezó a perder la poca paciencia que le quedaba sobre todo después de ver a su hijo en el jacuzzi de su dormitorio con aquella chica

Chus: Y a ti qué te importa – le dijo muy desafiante

Luis: hijo no quiero pelear contigo, yo zolo quiero hablar – pero Chus  no quería, no le pareció correcto hablar de sus intimidades a su padre, eran cosas suyas

Chus: No zalí de la caza azí que yo no sé por qué estás enfadado – técnicamente no lo desobedeció pensaba, mientras Luis se sentó a su lado soltando el aire procurando ser lo más paciente dadas las circunstancias

Luis: Mira Chus quizá tuve yo la culpa por no hablarte del tema antes, pero ahora quiero que me diga zi a  pazao algo con esa chica… después vamos hablar de  las relaciones sexuales – Chus miro aterrorizado, él no podía hablar de eso con su papá y quiso salir de la charla como sea, así que hizo lo único que creyó más oportuna: gritar

Chus:  ¡HICE LO QUE PEDISTE NO ZALI  DE LA CAZA! –  insistió poniéndose de pie dispuesto a abandonar el jardín

Luis: Bájale el tonito y te vuelves a zentar – le dijo Luis un poco enfadado

Chus:  No, no me voy a zentar porque no es justo lo que tú estás haciendo, yo te hice cazo no zalí de la caza – y se dio la vuelta, dándole la espalda dispuesto a entrar a la casa pero Luis se levantó y lo cogió por el brazo

Luis: Plas plas plas – y solto tres manotazos sin pensarlo pero sin arrepentirse – ¡te he dicho que VAMOS A HABLAR… y no te hagas la víctima porque zabes que lo que has hecho no está bien

Chus:  ¿Porque no está bien? – le preguntó enfadado – yo te hice cazo, no zalí de la caza – Luis respiro profundo para calmarse por qué Chus lo estaba sacando de quicio

Luis: No, no zaliste de la caza pero tampoco está bien lo que hiciste  hoy – si bien le dio la razón, también le recriminaba – o me vas a decir que es correcto traer una chica a la casa y meterla en mi habitación y sinceramente espero que me digas que no has tenido relaciones si no vamos a tener que tomar medidas

Chus: ¿medidas de qué? – le pregunto a su padre con el ceño fundido

Luis: Mira ziéntate y vamos hablar, no quiero pelear contigo – pidió su padre, pero  Chus estaba lejos de hacerle caso y se enfado más todavía

Chus:  ¿Pero qué mierda pasa con vosotros?... primero tú esposa y ahora tú – Luis abrió los ojos sorprendido por lo que había dicho su hijo

Luis: Mira Chus ¡no confundas las cosas!, lo paso con ella no me lo voy a perdonar en toda mi vida, pero ahora las cosas  son diferente, habrá reglas que tú tienes que obedecer  – y eso enojo a Chus y se levantó mirando a su papá

Chus: ¡Púdrete! – le grito corriendo hacia la casa, lo que hizo que Luis pierda toda su paciencia y se levante para traer a su hijo  de una oreja

Luis: YA ESTÁ BIEN plas plas plas plas plas

Chus: Hay yaaaa – Luis se sentó en la hamaca y puso a Chus en su regazo

Luis: Y todavía plas plas plas plas plas me viene a faltar al respeto plas plas plas plas – Luis bajo el pantalón corto que tenía puesto chus, junto con los bóxer – plas plas plas plas hoy te pasaste todo el día plas plas plas plas  desafiándome

Chus:  Ya papá yaaaa suelta – Chus estaba a punto de llorar, no porque no pudiera resistir el dolor si no porque estaban en el jardín y podría verlos cualquiera

Luis: ¿Te parece suficiente con lo que acabas de hacer? plas plas plas plas plas – siguió reclamándole sin darse cuenta del escenario – ¡vengo a casa y te encuentro con la chica metida en el jacuzzi!... quiero hablar contigo y encima plas plas plas estás de grosero y me falta plas plas plas el respeto

Chus: Para para para, papá – decía desesperado intentando subirse la ropa, pero Luis  le cogió la mano y la puso en su espalda

Luis: plas plas ¿que pare? no, hijo ya llegaste a un límite plas plas para que yo perdiera la paciencia

Chus:  Papá para aquí no – le dijo esta vez  llorando por la impotencia y Luis recién se dio cuenta de dónde estaba subió un poco su pierna para qué trasero de Chus quedará bien arriba

Luis: plas plas plas plas plas no vuelvas hablarme así nunca más esto solo ha sido una llamada de atención – y le subió la ropa y lo puso en pie pero al ver cómo lloraba Chus, lo sentó en su piernas – Chus es que llevas todo el día así – le recordó limpiándole la cara –  yo solo quería hablar contigo y en vez de responderme bien, eres grosero – pero Chus no hizo ningún esfuerzo por cambiar, aun muerto de vergüenza mirando a todos lados como si sintieron millones de ojos sobre su cuerpo y su padre también alzo la vista y no habia nadie alrededor – bueno ya cálmate – al final lo abrazo  acariciando la espalda y dándole el beso en la cabeza

Chus: Pero no debiste hacerlo – Luis  alzó  una ceja

Luis: ¿Quieres que te deje hacer  lo que te dé la gana? – pregunto – no he sido yo el que no quiso ir a ver a tu abuelo, no he sido yo quien tenía este numerito montado en la casa cuando he vuelto, no he sido yo el que no ha querido hablar ni he sido yo el que ha dicho todas esas groserías, así que no sé por qué dices que no debí hacerlo – Chus quiso separarse  de su padre pero Luis lo apretó más a su pecho

Chus: ¿Por eso lo hiciste aquí?, ¿para que todos puedan ver? – sollozo sin evitar sonar acusador, tratando de empujar a su padre, ahí se dio cuenta Luis de lo imprudente que habías sido, su hijo tenía  razón lo habían podido ver los vecinos

Luis: No, ¿como piensas eso?, solo estaba enfadado hijo – le aseguro

Chus: Ya – contesto queriendo volver a separarse – eso no evita que alguien me viera

Luis: Nadie nos ha visto hijo – le jalo nuevamente del brazo – los muros cubren todo el jardín, además a esta hora la gente esta aun en sus trabajos y si no te has dado cuenta, ustedes son los únicos niños del vecindario – y eso logro que Chus se calme un poco, lo que le permitió volver a hablar de lo que quería realmente… si Chus tuvo o no relaciones sexuales –  porque no pasamos dentro y hablamos – le pidió obteniendo un gruñido de Chus por respuesta – Chus hijo – lo obligo a mirarlo a los ojos, cogiéndolo de la cara – no quiero otra vez empezar a discutir solo quiero preguntarte unas cosas

Chus de mala gana acepto la demanda de su papá y empezó a caminar dentro de la casa guiado por su padre a la sala donde no tuvo más remedio que sentarse en el sofá, y mantener aquella incomoda conversación con su padre.

Luis: Solo quiero saber una cosa hijo y por favor no me mientas – le pido Luis más incomodo que su propio hijo tal vez ante la situación que no imaginó vivir – entre tú y esa chica ¿pasó algo? – Chus haciendo memoria de lo que sucedió no hace ni media hora se puso rojo como un tomate primero por la vergüenza experimentada y finalmente por el enojo y no respondió, solo hizo a un lado la cara, pensando en el mal trago vivido – Chus – volvió a insistir Luis y le levanto la cara cogiendo su mentón – no quiero que te avergüenzas solo quiero que me respondas, es  importante cariño, sí pasó algo entre ustedes la chica puede quedar embarazada – y Chus experimento el peor de los bochornos, hasta sentía que le hervían las orejas – sí es así, tendremos que hablar con sus padres y pedir la píldora del día después – Chus frunció el ceño  y miro su padre avergonzado y negó rápidamente

Chus:  no papá, no paso nada… solo nos estábamos bañando porque ella nunca entro a un jacuzzi – dijo con sinceridad y Luis pues,  lo abrazó tan fuerte no tanto para que viera que no estaba enfadado con el, sino por el alivio experimentado, hasta ese momento no supo cuando estrés tenia acumulado ante la sola idea de que su hijo se haya aventurado a cosas que si bien no tenían una fecha de caducidad, prefería que estuviera lo suficientemente maduro emocional y físicamente para experimentar aquello y goce como se debe y no sea motivo de depresión como lo fue para su hermano Mar, y finalizo el abrazo con un beso en la frente cambiando radicalmente de tema

Luis: pues… mientras que viene la comida que encargue vamos a recoger todo esto ¿si?

Y una sonrisa de alivio también se dibujo en el rostro de Chus, hasta que su padre no lo menciono, nunca pensó en el embarazo, ni complicaciones de otro tipo, él solo quería experimentar estar con una chica, aunque solo sea para mirarse desnudos sin tocarse… vamos que le tenía miedo a eso.