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domingo, 13 de febrero de 2022

Una perfecta familia, Capitulo 45


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 Una perfecta familia 

 Autora: Terry 

 Capítulo 45 

 

 



Cuando ambos estaban en la habitación Mar le dio el verdadero anillo a María, ella se quedó impresionada por la hermosura de la joya, era un anillo precioso pero decidió guardarlo para el día de la ceremonia, quería que Mar se lo pusiera en el altar junto al aro de matrimonio, así que decidió llevar el anillo que le compraron los chicos hasta el día de su boda,

Al día siguiente estaban en la cocina desayunando cuando sintieron el tropel bajar las escaleras con risas escandalosas, los chicos estaban felices y desayunaron con bastante apetito, después de eso quisieron salir a dar una vuelta y Mar los dejo ir, total sería el último día en estar en la hacienda; Antonio anuncio que iba a dar una vuelta a caballo sobre los campos para supervisar que todo esté bien antes de atender el viaje y Mar dijo que lo acompañaba, así que ambos salieron con dirección a los establos para ponerle la silla de montar, los chicos   fueron al río pero decidieron no bañarse porque el abuelo fue muy clarito que si se acercaban al río se llevarían una paliza de su mano y no volverían a salir de la casa; como no podían bañarse fueron a los establos, pero al pasar vieron los  quads y los ojos de los más mayores se encandilaron al ver que tenían las llaves puestas, Chus fue el primero en   montarse y Lucas también lo hizo, por muy bien portado que quería ser desde que llegó a la casa de Mar no siempre podía al fin y al cabo era un adolescente con las hormonas dislocadas.


Chus: Toño zube – y Toño ya se iba a subir cuando le vino a la cabeza las palabras que le dijo su papá, si vuelves a poner tu vida en peligro la próxima vez te doy la paliza entera con la regla y para el eso dolía horrible y no quería probarlo otra vez

Toño: no Chus, mi papá y el abuelo ze van a enfadar – Chus rodó los ojos

Chus: no zeas bebé – el quería dar una vuelta a pesar que su abuelo se lo tenía prohibido

Toño: no Chus mi papá me dijo el día que me tire por la baranda, que la prózima vez que me ponga en peligro me daría la paliza entera con la regla y no quiero que me pegue con ezo – le dijo sin vergüenza alguna,  Chus y Lucas se quedaron en silencio – y tú ya zabes que el abuelo ze pondrá furioso

Chus: venga Toño nadie ze va a enterar – le dijo para convencerlo

Toño: no, yo mejor me voy para la caza – le dijo dando la vuelta para caminar a la casa

Chus:  ya vas a chivarte

Toño: no me voy a chivar yo no zoy como tú – se refería al día que rompió el adorno de la mesa y no tardó en decirle a su papá cuando pregunto

Lucas:  déjalo ya zi no quiere no tienes porque hacerlo

Chus:  pero va a ir a la caza y ze lo va a decir

Lucas:  te equivocas, el día que zaliste a ver a la niña eza te tapo y no le dijo a su papá – Chus al darse cuenta de que Lucas llevaba razón no insistió, pues era cierto, Toño no solo lo tapo si no que también lo ayudó a salir por la ventana

Chus:  como quieras bebito de pañales


Toño se dio la vuelta y se fue directo a la casa molesto con Chus, ellos cogieron los quacd, al principio solamente estaban dando un paseo si correr demasiado, pero al final dejándose llevar por la emoción; para eso Toño acababa de llegar a la casa y María se preocupo al verlo pensando que había pasado algo, pero al ver a Toño con el ceño fundido creyó que se habían peleado.


María: qué ocurre Toño – Toño la miro

Toño: na

María: como que na ¿entonces cómo estás en caza? –pero Toño no estaba de buen humor

Toño: solo estoy cansao, ya te he dicho que no me paza na – le dijo de mala manera

María: os habéis?  – Toño la miro mal

Toño: te he dicho que estoy cansado no zeas pezaa mujer – iba a subir las escaleras pero María lo cogió dándole la vuelta para que lo mirara

María: a mi no me hables azin, zolo estoy preocupada – Toño bajo la cabeza era verdad, la frustración que tenía con Chus la estaba pagando con su mamá

Toño: lo ziento, yo zolo estoy canzao hace calor por ezo me vine – María le dio un beso en la frente

María: anda ven conmigo esto te zentará bien – María avía preparado limonada para cuando vinieran los cinco hombres de la casa seguro que de tanta calor vendrían sedientos, María saco la jarra y le sirvió un vaso

Toño: gracias mamá – después de beber la limonada María encendió el aire acondicionado de la sala y se pusieron a ver películas a esperar que vinieran los demás


Lucas y Chus después de dar una vuelta por toda la hacienda, viendo la hora de regresar ya iban a dejar las motos en su sitio cuando Chus vio un montón de tierra.


Chus: te reto – le dijo a Lucas mirando el montículo de tierra, Lucas levantó una ceja

Lucas: ¿me retas? – contesto como diciendo ¿de qué hablas?

Chus: ves eze montón de tierra – Lucas se echó a reír

Lucas:  como para no verlo cabrón – era un gran montón de tierra que estaba como a dos kilómetros de ellos

Chus:  eres capaz de echar una carrera a ver quién gana

Lucas: pues ya zabes quién va a ganar – dijo colocándose bien la camiseta – mi menda – los dos se echaron a reír

Chus: ezo lo veremos – pusieron las motos en paralelo haciéndolas tronar – a la de tres Lucas

Chus/Lucas: uno dos y tres – y así salieron a toda velocidad con las motos


Antonio y Mar vieron cómo iban con las motos pero no sabían quiénes eran, solo decidieron ir a ver quién eran esos locos que manejaban a si sus quads, los chicos casi al llegar empezaron a frenar pero cómo iban a tanta velocidad las motos empezaron a derrapar les hicieron un van y ven y se chocaron con la tierra volcando con las motos, Antonio y Mar fueron a todo galope al ver que se estrellaron con las motos, asustados de que les haya sucedido algo y los ayudaron a levantarse sin saber quién era todavía al llevar los cascos en la cabeza.


Antonio: estáis bien – los chicos se extrañaron de la amabilidad de Antonio

Chus/Lucas: zi – empezaron a quitarse los casco y Antonio al ver que avían sido los chicos, la furia le hizo perder la cordura y con el rebenque que llevaba en la mano se acercó a ellos e iba a darle a Chus que era el que más cerca estaba, menos mal Mar al ver las intenciones de su padre se puso delante de Chus y le cayó a él el rebencazo en mitad del muslo

Mar: GRRRRR papá – fue ahí que Antonio se dio cuenta de su error con ese golpe podia haber cortado la piel de su nieto

Antonio: ¿EN QUE ESTABAS PENSANDO? – le dijo gritando a Chus tras cogerlo – ¿no vais a responder? – insistió ante el silencio de ambos, pero los chicos siguieron callados  –  ¿Quién os dio permiso?

Chus: abuelo yooo

Antonio: ¿a quién le pedisteis permiso? – le dijo sin gritar y Chus no pudo hablar de miedo

Lucas: a nadie – le dijo con la cabeza baja

Antonio: y lallaves de donde las cogisteis

Chus: estaban puestas – Antonio se puso más furioso aún pero con el encargado ya que le había dicho que guardara las llaves, que no las dejara puesta que se las llevara con el que él tenía unas de repuesto en su casa

Antonio: vamos a caza – y todos se fueron en silencio pero Mar se dio cuenta que Lucas cojeaba del pie izquierdo

Mar: Lucas ¿te duele el pie? – Lucas negó con la cabeza y Mar se puso de mal humor de que Lucas negara su dolencia – Lucas no adelantas na con negarlo de toas formas ya te ganaste una paliza y zi también quieres tener el dolor en el pie perfecto  – Lucas se puso rojo por qué le dijera  eso delante de Chus y el abuelo

Lucas: me duele un poco pero seguro ze paza – el abuelo lo miro

Antonio: na de que ze paza Mar te lleva al ambulatorio al llegar a caza – Lucas agachó la cabeza y no dijo más nada, estaba avergonzado de haber roto las motos


Cuando llegaron a casa Chus vio a Toño en la sala y empezó a ponerse rojo de la furia pensando que Toño le había dicho a su abuelo y por eso salieron a buscarlos y sin pensarlo dos veces le dio un empujón que al pillarle desprevenido se calló de culo.


Chus: te faltó tiempo para chivarte ¡soplón! – el abuelo lo cogió del brazo para que no se lanzará encima de Toño

Toño: pero ¿qué te paza?, ¿estás grillao? – se puso de pie con todas las ganas de tirarse sobre Chus y darle un puñetazo en toda la boca, pero se contuvo porque sabía que su papá o el abuelo lo sonarían

Antonio: que es lo que paza Chus – le dijo mirándolo a la cara

Chus: fue el quién os dijo que cogimos lo quads – el abuelo soltó el aire, tendría que hablar después con Toño por no decir nada

Antonio: no Chus tu tío y yo estábamos paseando a caballo cuando vimos dos locos a toda velocidad sin importarle zi ze rompían la cabeza y fuimos tras ellos y luego ezos locos eran dos desobedientes que hacen las cosas zin pensar las consecuencias – les dijo mirando a Chus y Lucas y los dos bajaron la cabeza avergonzados y se dio la vuelta para mirar a Toño – y contigo muchachito ya hablaré luego  – Toño abrió los ojos, el no hizo nada se tiró toda la mañana aburrido en casa por no tener problemas con su papá y ahora lo iba a regañar el abuelo sin hacer nada

Toño: yo no hice nada – grito a su abuelo con los puños apretados a cada lado de sus costados – aaaahuuu  – el abuelo le tiro de la patilla

Antonio: a mí no me grites – y Mar fue a abrazar a Toño

Mar: ya Toño no ze le grita al abuelo – le dijo dándole un beso en la cabeza

Toño: pero no hice na – le dijo a su papá a punto de llorar por la importancia que sentía

Mar: bueno ya Toño busca a mamá que vamos a llevar a Lucas al medico que yo voy a por el coche – Toño desapareció por las escaleras en busca de su mamá

Antonio: y tú jovencito te quiero en mi habitación – Chus ya no quería meter más la pata y se fue a la habitación de su abuelo que Antonio ya estaba mas calmado

Mar: papá no zeas duro – Antonio levantó una ceja, sabía muy bien lo que su hijo quería decir, él nuca tuvo ese arrebate y nunca avía dado a sus hijos ni un solo azote con el rebenque

Antonio: lo zuficiente

Mar: papaaa

Antonio: tranquilo Mar pero le voy a dar unos reglazos, esto ha ido más allá de una simple travezura – Mar se despidió más  tranquilo


Y mientras bajaba a por el coche junto con María y decidió de llevarse a Toño con ellos por si a Chus le daba por pelear y Toño tenía razón el no hizo nada pensó Mar, en tanto Lucas  regresaba de baño a donde lo mando a lavarse la cara y las manos para quitarse un poco la tierra y salieron al médico.


María: qué es lo que a pasado? – pregunto María volteándose a ver a su hermano

Lucas: na que a ti te importe

Mar: Lucas no estás en las mejores condiciones para zer grozero

Lucas: me lo torcí – contesto mostrándole la pierna

María: pero porque estás con tierra hasta los sesos – y Lucas guardó silencio

Mar: que ze les dio de estar de gallitos con Chus y cogieron las motos y se estrellaron con un montón de tierra

María: ¡Lucas! – María se echo a llorar, ¿en qué pensaba su hermano? Era él único que le quedaba de familia – ¿pero tú también quieres morir en un accidente?... eres tan egoísta que zolo pienzas en ti – lo acuso dolida y asustada de pensar en lo que pudo suceder sin dejar de llorar – tu no puedes dejarme también Luki – Mar le cogió la mano mientras conducía con la otra, era la primera vez que veía a María tan afectada e hiciera alusión al accidente de sus padres

Mar: tranquila no pazo nada – María ya no podía contestar estaba ahogada en su llanto lo que conmovió a Lucas

Lucas: lo ziento


El pie de Lucas al parecer era una simple torcedura pero le harían una radiografía para descartar que hubiera algo más, cuando el médico vio la radiografía les dijo que no había nada malo, le dio unas pastillas anti inflamatorias que tenia que tomarlas cada ocho horas por una semana y que no asentara el pie todavía.

Mientras en casa Antonio tras unos minutos que se di para serenarse entro a la habitación de Chus, y lo vio sentado en la mecedora siempre le decía que era muy cómoda.


Antonio: Chus – el niño se levantó y se dio la vuelta, estaba mirando por la ventana y al ver a su abuelo con la regla en la mano se puso blanco


Ver la regla en la mano de su abuelo le trajo amargos recuerdos de cuando su mamá lo castigaba y no podía evitar sentir miedo cosa como ahora que se quedo quieto y  blanco; el abuelo se dio cuenta de inmediato, Antonio no sabía cómo su hijo había dado lugar a esa situación y hasta ahora no habían solucionado nada y lo peor… desde que lo dejara a cargo de Mar había visitado a Chus solo una vez y la mamá ni una llamada, ¡ah! pero; eso lo solucionaría él al llegar a Sevilla, llamaría a su hijo a ver que explicación le daba al respecto y no era que no quería tener a Chus con ellos sino que un hijo tiene que estar con sus padres.


Chus:  abuelo – le dijo con la voz temblorosa, Antonio suspiro,  lo tenía que castigar pero también tenía que hacer sentir a Chus que no lo iba a lastimar

Antonio: ven aquí Chus – le dijo el abuelo calmado

Chus:  pero – el abuelo soltó la regla encima de la cama

Antonio: ven Chus hablaremos de lo que a pazao   – Chus se acercó despacito su papá casi nunca lo castigaba pero su mamá  si, solo que ella jamás decía vamos hablar solo cogía el cinturón y sin decir ni una palabra le daba de correazos hasta que ella veía conveniente sin medir su fuerza y sin dejar que él se quejara y para colmo nunca antes hizo lo que ahora había hecho en la hacienda…  destrozar los quads, pero se  puso al lado de su abuelo, Antonio también se sentó en la cama e hizo que Chus se sentara a su lado – zabes que no quiero que cojas las motos ¿Por qué lo hiciste? lado – Chus hundió la cabeza y el abuelo lo cogió del mentón  para que lo mirara

Chus: queríamos montar zolo ezo

Antonio: y porque no pediré permiso – Chus subió los hombros

Chus:  porque zabía que no me lo ibas a dar – Antonio se pasó las manos por la cara

Antonio: zi no te doy permizo Chus es por esto – dijo haciendo un gesto con la mano – por la poca responsabilidad de ir a toda velocidad hasta estrellarse – y Chus trago saliva – hijo a zio un milagro que no os haya pazao na

Chus: primero dimos una vuelta y no pazo na pero luego metí la pata – Antonio sonrió de medio lado por lo vulnerable que se veía su nieto

Antonio: ¿por que dices que metiste la pata?

Chus: porque ya las íbamos a dejar cuando vi eze montón de tierra y rete a Lucas – Antonio movió la cabeza en negación, con esa edad no se paraban a pensar antes de hacer cualquier locura

Antonio: pues ya sabes todas las acciones tienen consecuencias – y tiro de el para ponerlo en su regazo

Chus: no abuelo – y otra vez le vio el miedo en su mirada

Antonio: zi Chus… hiciste algo mal y serás corregido, zolo va a ser un castigo va a doler no te engaño pero créeme que no te voy a lastimar – le prometió  – se que tu mamá lo hizo, y yo no ze zi ezo fue un error pero yo no te voy a lastimar azin – no quería sacar el tema de su mamá pero la vez pasada también le vio la mirada de miedo cuando lo iba a castigar y esta vez le tenía que hacer entender que nunca iba hacer lo que hizo su mamá

Chus: no fue la única vez que lo a hecho – y Antonio sintió una gran rabia por lo que le estaba contando su nieto ¿Qué le pasaba a su hijo para permitir eso?

Antonio: quieres decir que avía pazao más de una vez – Chus froto sus manos en el pantalón

Chus:  zi, nunca tan fuerte pero cuando me castiga mi mamá me dejaba adolorido varios días hasta que los moratones desaparecían  – Antonio volvió a subir el rostro de Chus para que lo mirara

Antonio: y ¿dónde estaba tu papá para permitir ezo? – Chus se rascó la nuca

Chus: en el trabajo

Antonio: y tú nunca le dijiste a tu papá – Chus volvió a subir los hombros

Chus: no porque mi mamá me decía que si no dejaba de quejarme y luego volvía a quejarme a papá el me daría otra paliza – Antonio sentía unas tremendas ganas de coger a esa hoja de perra por el cuello hasta dejarla sin respiración, maltrataba a su nieto y encima lo tenía amenazado por eso su hijo no sabía nada

Antonio: cuando venga tu papá que va a venir el lunes cuando estemos en Sevilla quiero que le cuentes todo lo que me as contado a mi – Chus lo miro dudando – zi Chus tu papá tiene que saber todo, y ahora acabemos con esto – y ahora sí lo puso en su regazo y le bajo el short junto a los bóxer, a Chus se le puso la cara roja por la vergüenza, Antonio cogió la regla – plap plap plap

Chus:  abuelo ya

Antonio: plap que no se te plap vuelva a ocurrir hacer esto de nuevo – Chus empezó a llorar se había llevado castigos más fuertes ¿por qué lloraba así como un bebé? se pregunto Chus – plap plap  – esas se las dio en las flexuras con algo mas de fuerza y Antonio no siguió por lo que lloraba Chus, el sabía que había controlado bien su fuerza pero Chus estaba llorando mucho y no iba a seguir le subió la ropa y lo sentó en sus piernas, después de todo era su niño  – ya Chus cariño – le limpio las lágrimas pero seguían saliendo más – ya mi niño – le dio un beso en la frente – ¿Por qué lloras azi? – le decía mientras sacaba el pañuelo del bolsillo de su pantalón y le limpiaba las lágrimas y los mocos que empezaban a salir

Chus:  porque me pegaste – y Antonio ahora si reía a carcajadas arrullándolo en un abrazo, ¿cómo era alguien capaz de lastimar a un niño a si?, Chus la verdad es que se sentía extraño, después de la que se mando su abuelo no había sido tan duro con el, así estuvo abrazado a su abuelo hasta que Antonio se dio cuenta que se iba a quedar dormido y no podía dejarlo así estaba lleno de tierra por todos lados

Antonio: anda ves a ducharte que pareces un boquerón enharinao – y mientras Antonio averiguaría quién le dejo las llaves puestas 


 

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