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domingo, 13 de febrero de 2022

Una perfecta familia, Capitulo 43


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 Una perfecta familia 

 Autora: Terry 

 Capítulo 43 

 

 


Mar estaba en el patio de la casa fumando un cigarro que era lo que más le relajaba pero no podía demorarse mucho, tenía a un manojito de nervios esperándolo en su alcoba, así que debí apurarse con esto… cuando termino, apenas entro a la casa paso a su oficina buscando en su cajón para luego dirigirse escaleras arriba con la regla en la mano, esta vez tendría que ser un poco más duro con su hijo, a ver si de una vez por todas dejaba de ponerse en peligro pensaba.


Mar: Toño ven aquí – y  Toño lo miro con los ojos aguachados en lágrimas, cuando entro Toño estaba mirando a la ventana y él aprovecho y dejo la regla debajo de los cojines de la cama

Toño: Papiiii –  ese papi acompañado con un puchero para Mar fue encantador, pero sacudió la cabeza tenía que ser firme en esto

Mar: Ven aquí Toño – Toño negó con la cabeza –  Toño ven tenemos que hablar

Toño: Tu no quieres hablar ¡me quieres pegar! – Mar respiro hondo, se le estaba haciendo muy difícil mantenerse firme así que se levantó de la cama y fue en dirección a Toño que al verlo salió corriendo para encerrarse en el baño, pero Mar fue rápido en cogerlo –  ¡Zueltame!... zuelta ya papi – Mar se sentó en la cama arrastrando a Toño y como pudo llo puso en sus piernas bajado las bermudas junto a los calzoncillos, quería hablar y después castigarlo pero Toño se ponía muy nervioso así que hablaría con él después

Mar: ¡quieto! plaf plaf plaf plaf plaf plaf

Toño: ayyyy papi PLAF PLAFPLAFPLAF ya ya papi

Mar: No Toño porque PLAFF PLAF PLAF PLAF no entiendes PLAF PLAF que no PLAF puedes ponerte PLAF en peligro PLAF PLAF – Toño estaba llorando mucho y Mar le subió los calzoncillos, donde iba a castigar no le estorbarían, Toño ya creía que había terminado cuando sintió que le subió la ropa interior, pero Mar lo agarro más fuerte por la cintura subiendo mas el trasero de Toño y cogió la regla – PLOP – Toño dio un grito y empezó a desesperarse, eso no era la mano de papá y dolía a horrores, quiso poner la mano pero no pudo

Toño: Papiii ya…. ya nooo

Mar: Plop – cayó el segundo que hizo que Toño llorara desesperadamente

Toño: Noooo pa shijj shisjj ya no shijj maaaaásssss – el llanto de Toño hizo que Mar diera la última para finalizar, tenía intención de darle cinco pero no podía resistir el llanto de su niño

Mar: Plop – Toño ya no pudo hablar estaba ahogado en su llanto, Mar se levantó con Toño en brazos  que se abrazo al cuello de su papá y puso las piernas alrededor de la cintura de Mar como si fuera un koala mientras Mar acariciaba la espalda –  ya Toño… ya mi niño – pero Toño se puso a repetir la misma palabra

Toño: Me duele, me duele ahhh ahhh – era lo único que salía por la boca de Toño, Mar empezó a pasear por la habitación como cuando meces a un bebé para calmar su llanto, acariciando su espalda y con la otra empezó acariciar la parte donde había dado con la regla, ahora mismo quería quitar el dolor que el mismo le había causado

Mar: Ya mi vida ya paza cariño – prometió Mar y se sentó en la cama sentado a Toño en su regazo

Toño: Dueeeele, ags ags duele – repetía sin parar de llorar y Mar ya no sabía qué hacer para calmar el llanto de su niño

Mar: Ya mi vida, ya no llores corazón – Mar seguía dando besos en la cabeza esperando que Toño se calme, pero no lo sirvió de nada lo que lo supero haciendo que unas lágrimas empezaron a caer sin el darse cuenta pero si su hijo, Toño al abrazarse más a su papá sintió una humedad que no era suya y al mirar arriba, se dio cuenta que su padre también estaba llorando

Toño: Papii ¿Por qué lloras? – y lo que lograron sus palabras, logro aquel par de lágrimas, Toño dejo de llorar y en cambio no aparto la mirada de los ojos de su papá

Mar: Porque no quiero perderte churri – respondió su padre pegando un beso en su frente – prométeme un que nunca más te vas a poner en peligro – Toño bajo la cabeza

Toño: pero zi zolo me deslice por la baranda – respondió sin entender nada, para él solo fue un momento de diversión, ¿qué de malo tenia hacer eso?

Mar:  ¿No te daz cuenta de la altura que tiene la escalera? – pregunto Mar sorprendido pero dándose cuenta también que Toño no podía pensar en eso porque simplemente era un niño, pensaba y actuaba como niño, asi que tenía que ser él quien le haga ver sus errores – zi te caes te puedes romper un brazo, una pierna o lastimarte la columna y quedar zin poder moverte y incluso morir Toño – y al terminar de decir eso lo abrazo con estremecimiento, imaginando eso – ¿lo entiendes hijo

Toño: Lo ziento yo no penzé en eso, solo… es divertido

Mar: Churri mi vida… hay cozas divertidas zin ponerte en peligro


Toño afirmo con la cabeza ya se había calmado un poco pero todavía le caían lágrimas por las mejillas, Mar se tumbó en la cama con Toño a su lado y empezó a acariciar  metiendo los dedos entre su pelo, eso calmaba a Toño y esta vez no fue para menos ya que Toño se durmió con la cabeza apoyada en el pecho de su papá; Mar al darse cuenta lo acomodo bien en la cama bajo a la cocina donde estaba María y su padre ya con los preparativos de la cena, Antonio al verlo se dio cuenta que Mar no estaba bien, sabía de propia mano como se sentía cuando terminaba de castigar alguno de sus dos diablitos.


Antonio: Tranquilo hijo, verás como dentro de un rato está bien – le dijo mientras le frotaba la espalda en un abrazo

Mar: Entonces porque ziento está zenzacion en mi pecho, es muy difícil papá tener que castigarlo

Antonio: Lo sé hijo, lo sé – María que estaba ajena a lo que había pasado

María:¿Qué pazo mar? – Mar soltó el aire y le contó todo a María – mmm hoy ¿has tomado café? – le pregunto y Mar la miro sorprendido por la pregunta

Mar: No ¿Por qué?

María: Zabes que le gusta y ziempre te pilla un descuido pa tomarse un traguito

Mar: No, pero apuesto a que se comió los bombones que compró mi papá


Mar fue a la caja de bombones pero la caja estaba completa así que reviso el resto de escondites donde solian guardar caramelos o galletas pero todo estaba en su lugar así que solo quedaba averiguar si el chiquillo se compro por cuenta propia algún chuche sin que ellos se dieran cuenta y para eso solo quedaba revisar la basura,  fue cuando vio unos envases  que no solían consumir:  Red Bull; Mar fundió el ceño puesto que es una bebida energizante que podía despertar a una vaca dormida por lo que lo usaban algunas personas para mantenerse despierto en la carretera o algunos deportistas en el gimnasio y mucho adolescentes solo por monos, lo que hizo que coja un cabreo de mil demonios pensando que quizás tomaron aquello Chus y Lucas y de ser así esta vez no los salvaba nadie ya que les habían advertido que eso no era apto para ellos, fue cuando una bombilla se le encendió en la cabeza, quizás Toño la bebiera y no podía culparlo porque a él se le paso explicarle que aquello no era bebida para niños.


María: Que es eso – le dijo María intrigada

Mar: Esto es lo que le prohibí a ezos dos zinvergüenzas pero deja que me los eche a la cara – le dijo calentándose más –  ¡Chus! ¡Lucas! Os quiero aquí inmediatamente – y los dos chicos que estaban en la sala se miraron asustados ¿porque Mar estaba gritándoles?, aun así los dos chicos se levantaron con desánimo y fueron a la cocina – ¿Quién de los dos se bebió esto? – le dijo enseñándole las latas vacías


Los dos abrieron los ojos y juraron que ellos no fueron y Mar los creyó así que solo quedaba Toño, tenía que averiguar si fue él o no y hablar al respecto con calma y sin enojarse.


Mar: Toño mi niño despierta que ya vamos a cenar – Toño empezó a restregarse los ojos abriéndolos despacio, Mar se quedo a su lado fijándose en sus rojos e hinchados por la lloradera de hace un rato, Mar lo llevo al baño le lavo la cara y bajaron pero en vez de ir al comedor lo condujo a la cocina

Toño: Papi ¿no íbamos a cenar? – pregunto extrañado

Mar: Zi Toño, pero quiero hablar contigo antes – Toño se puso nervioso ahora ¿que había hecho?, Mar le enseño las latas y le pregunto – ¿te bebiste esto? – a Toño empezó a temblar el labio inferior, Mar al darse cuenta que iba a empezar a llorar lo abrazo – no llores churri que no va a pazar na pero antes dime ¿te lo has bebio tu? – Toño lo miro y afirmo con la cabeza – ¿quién te los dio?

Toño: Las cogí del frigorífico – Mar le dio un beso en la cabeza para que viera que no estaba enfado

Mar: Churri cariño… eza bebida es peligrosa, cuando te la bebés el corazón ze te acelera y te puede dar un infarto – lo cogió del mentón para que no bajará la mirada – prométeme que nunca más la vas a beber

Toño: Te lo juro papi –  con eso Mar le dio un beso en la frente y se fueron al comedor donde todos estaban esperando por ellos para empezar a cenar


Después de eso la cena transcurrió tranquila, incluso Lucas comió con gusto, hacía mucho tiempo no tenían una cena tranquila y agradable, después de cenar Toño se fue con el abuelo al jardín y María a la sala, está vez le tocaba recoger la cocina a Chus Lucas y Mar.


Chus: Castigaste a Toño – reclamo Chus esta vez sin mala intención, solo sentía pena ya que estuvo removiendo en la silla y tenía los ojos como dos focos

Mar: Eso no es de tu incumbencia Chus – le dijo serio, no quería que Chus empezará a fastidiar a Toño

Lucas: Ze nota a leguas que a estao llorando – Lucas también le reprocho y Mar soltó el trapo de la cocina

Mar: Lo que haya pasao entre Toño y yo no tiene que enterarse nadie ya lo he dicho

Lucas: Pues antes de pegarle le hubieras advertido como a nosotros sobre el peligro de esa bebida, apuesto a que Toño no lo zabe pero tú cómo ziempre no esperas a razones vas directamente hacerte muy hombre, ya que no ze puede defender – Mar abrió los ojos y Chus no se quedó atrás esperando la reacción de su tío, estaba enojado con el

Mar: Sentaros ahí – le señalo la mesa de la cocina y los dos se miraron pero obedecieron y el también se sentó en frente de ellos – no lo castigue por lo de los refrescos, pero Lucas tu que ziempre me estás juzgado que no lo hago bien con Toño lo único que te voy a decir que para un padre es muy doloroso tener que ser duro con un hijo pero a veces es necesario… pero jamás lo voy a lastimar – Lucas bajo la cabeza a veces se pasaba con Mar pensó

Chus: Ya tío pero esta vez zi te pazates… el pobre no podía estar zentao en la zilla – Mar puso los ojos en blanco ¿que le pasaba a eso dos hoy?

Mar: No Chus, no me paze, me azegure de ezo y ahora vamos a limpiar… ah y una cosa más Chus – su sobrino lo miro – no quiero que molestes a Toño con lo del castigo ¿estamos? – y aunque no lo era,  pareció una amenaza y a Chus le dio mucha rabia, pero su tío tenía razón estuvo molestado a su primo desde que llegó a la caza

Chus:  No lo iba hacer – respondió un poco molesto

Lucas: Entonces estuvo azin todo el día por que ze bebió los refrescos – pregunto Lucas para aligerar la tensión que se formo tras aquel intercambio de palabras entre Chus y Mar

Chus: Supongo que zi – Lucas empezó a reír – ¿de qué te ríes? – ya lo estaba contagiando

Lucas: Estoy por darle uno todos los días zi ze le ocurre cozas cómo lo de las ranas, para ver otra vez la cara de mi hermana – Chus empezó a reír abiertamente y Mar se mordía la mejilla para no reírse

Mar:  Ni penséis beber ese refrescó ni dárzelo a Toño porque zi no tendréis que usar un cojín en vuestro bonito culo por más de una semana – los dos rodaron los ojos estaba la cocina a medio pero los chicos pusieron permiso

Lucas: Mar ¿podemos ir al merendero?, los chicos han quedado en ir y nos han preguntado zi íbamos a ir

Mar: Lucas ya es tarde

Lucas: Venga Mar zolo estaremos hasta las diez

Mar: ¿Zolo hasta las diez? – pregunto con una ceja elevada –  y ¿quién te ha dicho que eza es hora pa que ustedes estén en la calle?

Chus:  Jo, tío es verano y a las diez aún es de día

Mar: Os vais a llevar a Toño – cedió con esa condición

Chus:  No hay problema tío, zi quiere venir

Mar: Gracias chicos, hoy él no tuvo un buen día – dijo tras un suspiro, Mar sabía que ellos eran más grandes que Toño y llevarlo quizás era una carga para ellos, pero tenía la esperanza de que eso le animara un poco, era un niño

Chus: ¿Toño bienes? – le pregunto Chus cuando vio a Toño volver del jardín con el abuelo

Toño: No puedo – respondió con timidez

Lucas: ¿Por qué? – pregunto Lucas y Toño miro a María

Toño: Estoy castigado – respondió resignado, pero Mar miro a María haciendo señas para que lo dejara ir

María: Esta bien Toño, ve con ellos – sonrió María y a Toño se le iluminó la cara con una sonrisa, por fin estaba sonriendo en muchas hora pensó Mar

Mar: Tener cuidado – le dijo Mar – y ni un minuto más de la diez – Lucas y Chus asintieron con fastidio pero por fin salieron, en el camino no pudieron esconder más a su curiosidad

Lucas: ¿Te castigo tu papá? – le pregunto haciendo que Toño se pusiera rojo y se quedó mirando a Chus

Chus: Esta bien me adelantó zi no quieres que escuche –  Toño se sitio mal

Toño: No Chus no importa y si, mi papá me castigo porque me deslice por la baranda de las escaleras – y los dos se quedaron sorprendidos, Toño era de armas tomar y le dieron la razón a Mar

Chus:  ¿Tío cómo ze te ocurre? – le dijo su primo, Toño bajo la cabeza y Chus por primera vez estaba siendo camarada con Toño le pasó un brazo por los hombros

Lucas: Da gracias que no fue mi papá, porque yo llego hacer ezo y no me ziento en un año – Lucas se echó a reír y Toño no quiso dar más detalles


Cuando llegaron al merendero se pusieron a jugar al baloncesto con los otros muchachos y Chus se dio cuenta que eran las diez menos cuarto y los tres pegaron carrera para llegar a tiempo a casa, Mar y María que estaban en el porche tomando el fresco no pudieron aguantar la risa de ver a los tres en una carrera.


María: Pobrecitos – murmuro María dándole un codazo a su marido – que le dijiste para que vengan azin zacando la lengua

Mar: Nada, zolo que tenían que estar aquí a las diez


Los chicos llegaron y saludaron a Mar y María y se sentaron en el suelo, estuvieron hablando un buen rato hasta que Mar los mando a bañar


Mar: Chicos a la ducha que apestáis a sudor – los chico rodaron los ojos pero fueron a ducharse – Toño espera que te ayudo

Toño: Yo puedo papá – Mar lo miro

Mar: Sabes que no churri, anda zi a mi no me importa ayudarte – le dijo y ambos subieron a la habitación de Toño


Ambos pasaron un buen tiempo de calidad conversando de cosas triviales mientras lo ayudo a ducharse y cambiarse, luego se acostó a su lado mimándolo para que Toño no se hiciera un mundo con sus inseguridades, cosa que casi siempre ocurría cuando le daba un castigo un poquito elevado de tono y cuando por fin estuvo a punto de dormir María entro a su dormitorio.


Toño: Mamá – le dijo Toño y María cerro el libro que estuvo leyendo y olvido dejar en su velador – ziento lo de las ranas, no lo volveré hacer – prometió y María le sonrió y le dio un beso en la cabeza

María: Lo ze mi niño

Toño: Papá ziento haberte dao tantos problemas hoy – le dijo bajado la cabeza

Mar: Tu no me das problemas churri – le dijo papá subiéndole la cara para que lo mirara

Toño: Hoy he zio muy malo, pero te prometo que mañana voy a zer bueno – Mar lo abrazo, le gustaba cuando su niño hablaba así con esas palabras de niño chico

Mar: Tu no eres malo churri, zolo as estado un poco inquieto


Y Toño abrazo a su papá con infinito amor antes de cerrar los ojos y dormir esperando un mañana feliz.


 

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