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Agridulce
Autora: katy-Hikary
Capítulo:2
Las palabras de Iris bastaron para que los gemelos entendiesen que no debían probar el pastel, sin embargo Iris les dirigió una mirada para reafirmar el mensaje por si quedaba duda, acto del cual se percato inmediatamente Leticia y siguiendo con el juego de miradas le dio una a su esposo solicitando apoyo.
-Ey peques, vamos denle un bocadito chiquitito, que esta muy rico -dijo Eduardo al interpretar la mirada de Leti y saber que sus niños deseaban hacerlo y no se animaban.
Los gemelos se llevaron un bocado a la boca y luego otro y otro hasta devorarse cada uno su trozo por completo, amaban el chocolate y tenían seis años, ya mucha fuerza de voluntad habían hecho cuando se negaron por primera vez...
Sin querer Leonel se untó su naricita de crema mientras que a Nicolas se le formo un pequeño bigote de crema, a su vez una sonrisa iba creciendo en sus rostros, acto que enojo aun mas a iris para ella sus hermanos habían caído en la trampa de la bruja y eso le parecía terrible.
Eduardo al ver la actitud de su hija intento bromear con ella para que se relajara un poco, pero solo logro que su hija se enfureciera mas, últimamente su relación era muy distante, Eduardo pensaba que se debía a la edad de la joven, para el no había otro motivo que la insensatez de la temprana adolescencia, por su parte Iris culpaba a su padre por cada una de sus decisiones, no comprendía como un hombre podía cometer el mismo error por tercera vez, no entendía porque esa necesidad de estar siempre en compañía de una mujer, acaso no le bastaba con el amor de sus hijos se preguntaba una y otra vez, en su interior empezaba a nacer un rechazo contra el, le molestaba cada mínima acción de su parte, un regaño, un consejo, una palabra y hasta su presencia, quizás era la edad, quizás era el pasado que en su corazón aun dolía y no había podido perdonar.
Al presentir lo que se avecinaba Leticia se acerco a Raquel y le pidió que por favor la acompañase a cambiar antes de ser devorada por las hormigas o seguir auto compadeciéndose a si misma, cuando las mujeres volvieron al salón de fiestas, el ambiente que se percibía era muy distinto al de una celebración, padre e hija retandose con la mirada en completo silencio, mientras los pequeños intentaban distraerlos pero fallaban en el intento.
-Amor, podemos irnos ya _pidió Leticia.
-Si cariño, al menos llegaremos de día a la cabaña _dijo Eduardo mientras le ofrecía una sonrisa a su esposa -Leti porfa acompaña a los ñniños al auto mientras me encargo de hablar con el personal luego dirigio su mirada hacia la amiga de su esposa -hasta luego Raquel -dijo con voz indiferente.
-En pocas palabras desaparece Raquel o quedate aquí me da lo mismo pues a la luna agridulce no estas invitada _dijo sarcásticamente Raquel.
-Quellll _murmuro en reproche Leticia.
-Quel nada, quien ha estado en los buenos y malos momentos, quien te ha hecho reír y ha secado tus lagrimas, quien siempre ha estado a tu lado, si, esa he sido yo y ahora me dejas sola esinjusto, yo también debería ir.
No, no y no primero tendrá que pasar sobre mi cadáver repetía en su mente Eduardo mientras con la mirada le suplicaba a Leticia que no fuese a caer en la trampa de esa loca, ya mucho era haberla aceptado como madrina de bodas y estar compartiendo lugar con esa mujer que estaba claro que lo odiaba, pasar tres días con ella seria un autentico sufrimiento.
-Que exagerada, eres además no te dejo sola te dejo con Cata.
-Que gran consuelo fuera que me abandonas tengo que cuidar a tu odiosa gata.
-Cuidado con lo que dices Raquel estas hablando de mi bebe, de catita, sabes que es mas que mi gata es mi gran amor.
-Ja en tu cara Eduardo quiere mas a la gata que a ti.
Eduardo rodó los ojos y se quedó callado pelear con Raquel para el no tenia sentido, pues ella siempre terminaba ganando y como venia la cosa si el le seguía el juego terminaría viajando con la loca y la gata, no, gracias el no caería en la trampa.
-Edu quieres ir llevando a los niños al auto, soluciono esto y voy.
Sin dudarlo el hombre llamo a los niños y salio corriendo a donde se encontraba estacionado el auto.
-Que, que no soy un asunto, soy tu mejor amiga y así es como me tratas, no entiendo porque pueden ir los niños y yo no, es mas hasta la gata debiese acompañarnos.
-Ya Quel para, sabes que mis esperanzas de sobrevivir a este fin de semana son del 1% si tu vas no solo mis posibilidades se reducen al 0,00001% sino que las de todos los que se suban a ese auto, quisiera que me acompañarás pero aprecio mi vida -Quel le dio una mirada de reproche -bueno un 1%, sabes que te quiero...
-Aja y ahora viene la parte donde dices no eres tu, soy yo y no se que mas chamuyo.
-Ni que fuéramos pareja
-Pues lo somos y me has sido infiel y como castigo te quedas sin patrimonio, o mejor dicho sin pastelería.
-Pues lo siento querida porque firmaste la clausula, donde aclaraba que en caso de divorcio a mi me correspondería el 100 % _contesto Leticia para luego romper en carcajadas las cuales fueron acompañadas por las de Raquel.
-Nadie hablo de divorcio pastelito, pero si ellos te matan todo sera mio.
-Joder, nadie sabe para quien trabaja nos vemos el lunes biscochuela.
-Arggg odio que me digas así, ni que tuviese un ojo desviado _se quejo Raquel, para luego tomar aire y suspirar fuertemente -ya largate antes que te secuestre.
El viaje en auto fue un poco molesto para Leticia acostumbrada al silencio de su vehículo, cada dos por tres tuvo que soportar el quiero ir al baño, tengo hambre, ya vamos a llegar, estoy aburrido, se me acalambraron la piernas entre otros reclamos de los niños mientras que misteriosamente cada tanto recibía una patada en su asiento y Eduardo le insistía que no se durmiese para que fuese sus segundos ojos en la ruta.
Después de cuatro horas por fin llegaron a la cabaña pero a ciencia cierta Leticia no sabia si eso era algo por lo cual alegrarse o preocuparse, los niños lo tenían claro la guerra recién comenzaba.
La cena fue tranquila, bueno no tanto, por un lado los peques se la pasaron comparando a los espaguetis con gusanos, cual era mas largo, cual era mas gordo, como la salsa podría ser tierra húmeda y como el guiso podría ser insectos, a Leti apenas escucharlos hablar se le cerro el apetito, intento con la mirada pedirle ayuda a su esposo pero este estaba concentrado en hacerle entender a Iris que en la mesa no podía usar el celular y poco le importo la conversación de los pequeños.
Después de cenar Leti recogió los platos mientras Eduardo se encargo de llevar a los niños al cuarto y darles las buenas noches, después que logro dormir a sus pequeños fue a buscar a su esposa a la cocina y empezó a besarle el cuello.
-Para amor aquí no, los niños podrían vernos.
-Los niños duermen cielo no hay de que preocuparnos _le susurro Eduardo al oído para luego continuar besándole el cuello
-Amorrrr, no _dijo con voz de reproche Leticia.
-Como usted mande señora de Rodriguez _respondió Eduardo mientras la alzaba y acomodaba entre sus brazos.
- Que haces Edu, bajameee _dijo entre risas Leti.
-No amor, la puerta de nuestra habitación la cruzarás entre mis brazos eso indica la tradición no? _dijo con tono de duda -o era la mujer quien alzaba al hombre _murmuro con picardía -mmm no recuerdo podríamos intercambiar lugares _sugirió entre risas.
-Ni lo sueñes...
-Ves como eres amor _respondió Eduardo para luego besarle los labios -igual así te quiero.
Eduardo entro a la habitación con su amada entre sus brazos, suavemente la acostó sobre la cama para dar paso a las caricias entre ellos, piel con piel, corazón expuesto y pasión naciendo, dio paso a la unión de sus labios y a la exploración de sus manos, la ropa empezaba a desaparecer cuando de repente...
Tock tock
Se escucho golpear la puerta para luego ser abierta y verse una cabecita asomarse...
Leticia rápidamente se cubrió con las sabanas.
-Papi puedo dormir con ustedes? -pregunto Nicolas mientras ponía ojitos de cachorrito y en sus labios se formaba un puchero.
-Claro que si bebe, ven aquí -respondió Eduardo para luego darle una mirada de disculpas a su esposa.
Para Leticia todo estaba claro la magia había terminado sin haber empezado...
La mujer se envolvió como pudo con la sabana y se dirigió al baño a ponerse su pijama, para ser mas precisos un pantalón deportivo y una camisa de su esposo, pues las pijamas que había empacado para el viaje mostraban mas de lo que tapaban.
Cuando volvió a la alcoba, descubrió que el pequeño había ocupado el mayor espacio posible y le toco conformarse con la orilla de la cama, antes de apagar la luz le pareció ver a Nicolas sacarle la lengua...
El niño había logrado su objetivo, eso estaba claro...
La noche dio paso al día, mas rápido de lo que Leticia y Nicolas hubiesen deseado por un lado la mujer a penas durmió pues cada vez que intentaba conciliar el sueño recibía una que otra patada y por otra parte el niño durante gran parte de la noche hizo gran esfuerzo para no dormirse y así terminar de arruinarle la noche a la bruja del cuento.
Leticia al principio pensó que el niño tenia un sueño inquieto pero ver ese par de ojitos cerrandose por si solos durante el desayuno le dieron la respuesta, no fue una simple casualidad.
La familia junto a la bruja salieron rumbo a un riachuelo que se encontraba cerca de la cabaña, llevando consigo el almuerzo, algo para merendar, un par de toallas y mantas, una pelota inflable y una silla plegable.
Al llegar al riachuelo Eduardo junto a los gemelos tomaron la pelota y se metieron al agua a jugar un rato, Iris puso su mejor cara de aburrimiento y fue a buscar la zona donde se encontraba varias rocas formando remolinos de agua, se acostó con cuidado e intento disfrutar de la corriente, el lugar lo encontraba fascinante pero los demás no tenían porque saberlo, leti se debatió entre colocar una manta en el pasto y acostarse un rato o ir a donde se encontraba Iris, el verla le hizo recordar cuando era joven y amaba sentir la corriente, cuantos raspones se había llevado por intentar llegar a donde esta nacía, literalmente ella era de las que siempre ando contra la corriente y verse ahora intimidada por un par de niños no era algo que podía permitirse no era así como quería vivir el resto de su vida, debía al menos intentar llevarse bien con ese trio de diablillos. Convencida de eso camino hasta donde se encontraba la niña, Iris al verla borro la sonrisa que empezaba a formarse en su rostro.
-Que haces aquí, vete _gruño Iris
-Tranquila, solo venia a hacerte compañía _dijo Leticia intentando apaciguarla, para luego poner una mano sobre la corriente -sabes es raro sentir que quiere llevarte y a la vez es como si te abrazara, siempre me ha gustado esa sensación
-Como si a mi me importara lo que te guste o no, te largas ya.
-Eyyy que genio, me puedes contar porque te desagrado tanto?
Iris se quedo mirándola con mucho enojo, conocía a las mujeres de su calaña y lo que mas detestaba de ellas era su actitud de mosquitas muertas, claro al principio no rompían un plato, pero luego rompían la vajilla completa y por la espalda te atacaban con los trozos de vidrio, ja ella no era tan ingenua para caer en su trampa y menos permitiría que dañase a sus hermanitos.
-A parte de bruja tonta _respondió al final con mucho rencor la niña.
-Que conste que lo intente _murmuro Leticia para luego irse.
Palabras que Iris malinterpreto e hicieron que el miedo se apoderara de su cuerpo y su mente de recuerdos.
Leticia sintiendo como la frustración la invadía salio del riachuelo tomo una toalla, armo la silla y se acostó reprochándose a si misma por no haber elegido aquello como su primera opción y disfruto por un segundo del ruido de la naturaleza hasta que una vocecita interrumpió su paz...
-Tengo frió...
Nicolas no había disfrutado del juego le costaba mucho atrapar la pelota del sueño que tenia y para el colmo a Leonel se le había ocurrido jugar al bobito (juego donde dos de los jugadores se hacen en los extremos dejando en el centro al otro jugador y tratan de impedir que este atrape la pelota) y Nico se había pasado la mayoría del tiempo en la mitad, situación que le molestaba mucho, además sentía que el agua estaba muy fría y sus ojos se cerraban solos, cuando le dijo a su padre el le insistió que jugase otro poquito y al decirle por tercera vez que se quería salir que tenia mucho frió este le respondió que le dijese a Leti que lo ayudara a cambiar y luego le pidiese una manta, al niño no le gusto la idea pero no le quedo otra que pedirle ayuda a la bruja.
-Mi bebe tiene frió _pregunto Leticia con ternura sin ser consiente de sus palabras.
El niño abrió un poco los ojos al escuchar a la mujer pero en vez de decir algo movió su cabeza en forma afirmativa.
Rápidamente la mujer se levanto, busco una toalla seca, cubrió con esta al niño, luego lo tomo entre sus brazos y sentó con el en la silla, actuó por impulso puro sin tener en cuenta que el pequeño al que alzaba no la toleraba, Nicolas se dejo cargar por la mujer tenia tanto sueño que no puso resistencia.
-mmm este pequeñin tiene sueño _dijo Leticia mientras acariciaba la espalda al pequeño y recordaba la mala noche que ella había pasado gracias a Nico -sera que anoche no durmió por andar de travieso _pregunto con voz suave, no estaba contenta por lo sucedido pero tampoco se enojaría con el niño, al fin y al cabo era eso un niño y le costaba creer que ese chiquito que tenia entre sus brazos era uno de los tres moustritos que estaban dispuestos a hacerle la vida cuadritos.
Nicolas le alzo los hombros en señal de altanería y Leticia comprobó que se trataba del mismo niño pero hizo caso omiso a su actitud.
-Bueno vamos a dormir un poquito, pero esta vez sin patadas cariño _dijo la mujer mientras se acostaba en la silla y acomodaba al pequeño a su lado.
Nicolas la miro con los ojos bien abiertos y estaba a punto de protestar o al menos sacarle la lengua cuando sintió que Leticia le acariciaba el pelo, el niño se encontraba confundido pensó que le iba a gritar o al menos regañar, se suponía que era una bruja mala pero estaba siendo buena con el y en su cabecita surgió la respuesta a dicha actitud, seguro le iba a decir a papá para que le hiciera pam pam en su colita.
-Le vas a contar a papá _pregunto triste el niño.
-Duerme un poquito, Nico.
-No le digas porfa, me hará pam pam _suplico Nicolas mientras en sus labios se formaba un puchero.
Leticia no omitió palabra le dio un beso en la frente y siguió acariciando con ternura la cabecita del niño.
El niño de repente se fue durmiendo cuando de repente...
-Suelta a mi hermano bruja _grito con todas sus fuerzas Iris, haciendo que Nico se despertara y debido al susto empezara a llorar.
-Que le hiciste desgraciada _siguió gritando la niña y dicho escandalo alerto a Eduardo quien de inmediato salio del agua.
Vaya luna de miel , jajaja con cargamento incluido .no tardes en actualizar lo dejaste muy interesante
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