Sorpresas y más sorpresas capítulo 5

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 Pequeñas travesuras

 Autora: Anais bvm

 Capítulo : 5sorpresas y más sorpresas 

 

 Connor

Esta mañana me levanté temprano para ordenar un poco la casa, como siempre empecé por la cocina. Mientras ordenaba pensaba que iba a cocinar y se me ocurrió que podía ser día de verduras. Se que a todos mis pequeños no les gustan y es una lucha constante pero las necesitan.

Terminé unas dos horas después todo lo que tenía planeado. Ya eran pasado las diez de la mañana y los niños comenzaron a despertar entonces me dirigí a sus habitaciones.

Primero fui donde el más difícil y pequeño, Mateo. Apenas abrí la puerta pude ver lo relajado que estaba y me daba pena despertarlo pero hoy tenía que hacer bastantes cosas, una de ellas eran sus tareas ya que en el colegio solo mandan guías aparte de las clases online.

• - Vamos cariño, arriba. - le di un beso en la frente.

• - Noo, papá. Es muy temprano. - tomó las mantas y se cubrió hasta la cabeza. Solté una risa sonriendo con su acto infantil.

• - Mi vida tienes que despertar. - abrí las cortinas y traté de destaparlo. 

• - Noo, hoy es un día más de vacaciones.

• - Algo parecido, tienes que hacer las tareas y sabes que son bastantes al  posponerlas durante mucho tiempo. Vamos, campeón.

Se revolvió en la cama y se levantó dándome un gran abrazo. 

• - ¿Me dejas dormir un ratito chiquito? Solo un poco y de verdad que me levanto. - un puchero se aproximó y me derritió.

• - De acuerdo, pero solo un poquito. - Sonrió de felicidad y se acostó nuevamente cerrando con facilidad los ojos.

Cerré un poco las cortinas y me dirigí hacia las demás habitaciones, con el que tuve un poco de problemas fue con Ethan ya que me hizo un berrinche inmenso solo porque quería dormir todo el día. 

Cuando lo desperté se puso a llorar y a decirme que quería dormir más, que estaba siendo injusto. También dijo algunas malas palabras pero las dejé pasar aunque varias advertencias fueron presentes.

• - Ethan, levántate del piso ahora. - si, hasta este nivel llegó y quedé impresionado. - ¿Que ocurre, cariño? - traté de aumentar mi paciencia.

• - Es que.. *snif* yo quería dormir. - lo levanté del piso para abrazarlo. Sus sollozos aumentaron y me preocupó.

• - ¿Porque querías seguir durmiendo? - mi curiosidad era demasiada. - ¿Era un buen sueño?

• - Si, aparecía mamá. - quedé helado. No sabía cómo responder a eso. - La extraño a veces y a mi hermana también.

• - Amor, sabes que ella se fue hace bastante tiempo y esta muy bien que aparezca en tus sueños. ¿A ti te gustaría verla de nuevo? - eso me asustaba, no quería que le afectara verla y quisiera irse con ella, aunque suene egoísta, no es una mala madre pero nos hizo bastante daño como familia.

La custodia la pudo conseguir cuando hubo una demanda de por medio. Mi hija escogió irse con ella y eso me dolió muchísimo ya que nunca pensé que iba a querer irse así. Fue muy difícil tener que dejarla pero no iba a tenerla a la fuerza conmigo. Ese día del juicio fue la despedida y no supe más sobre su vida.

Ella se encargó de eliminar a mis pequeños y a mi de todo su mundo incluyendo el de mi hija. Tengo el derecho como padre de visitarla pero luchó para que yo no estuviera presente. Fue cruel, ya que ni a mis hijos dejó que vieran a su hermana. 

No se por qué se comportó de esa manera si ella fue la culpable de todo y que la relación acabara.

• - No, me gustó soñar que era una buena madre. - sus ojos demostraban tristeza y enojo. - Pero no me gustaría verla con otra persona que no seas tú y mi hermana tomó la peor decisión de su vida porque se perdió al mejor papá y mamá que uno puede tener. - Mis ojos se llenaron de lágrimas.

• - Te amo. - le susurre mientras repartía besos por su carita. Trataba de no llorar pero era imposible, sus palabras me llegaron.

• - No llores papá, no quería que te sintieras mal. - me abrazó y limpié las lágrimas de su cara.

• - Empezamos el día tristes al parecer. - sonreí. - Vamos por el rico desayuno que les preparé.

• ¿Panqueques?

• - ¿Como adivinaste? ¿Tan evidente soy? - se puso a reír y me fui con él al piso de abajo pegado a mi espalda como un koala.

• - Chicos, el desayuno. Ya despierten. - les hablé antes de bajar. Como nadie salía de su habitación use la mejor técnica para empezar la mañana. - Panqueques. - con decir solo esa palabra bajaron como si no hubiera un mañana.

En el desayuno por suerte no hubieron peleas como cada todos los días. Todo estaba bien hasta que Liam le lanzaba malas miradas a Ryan, eso me causó curiosidad y quería saber que escondía. Conozco muy bien a mi hijo como para saber que algo le pasa.

• - Liam ¿me pasas la miel? - Ryan lo miró, él le respondió de una manera muy mal educada y grosera.

• - Tómala tú, que te cuesta estúpido. Déjame tranquilo y mejor ni me hables - se levantó de la mesa de golpe.

• - Liam Miller, vuelve aquí en este instante y te disculpas con tu hermano. - el desayuno tranquilo se esfumó al instante.

• - No, no tengo por qué hacerlo. 

• - Es la segunda y última vez que te lo digo, disculpate con Ryan. Si no quieres, trasladamos la conversación a tu habitación porque no tengo problema.- puso mala cara y me obedeció.

• - Lo siento, Ryan. - sus disculpas no fueron para nada sinceras pero no iba a presionarlo más. - ¿Puedo irme a mi habitación?

• - Si, puedes irte. Luego hablaremos los dos. - desapareció rápido por las escaleras casi corriendo. - No corras, Liam. 

Luego de ese problema llevé a Ryan a la sala para conversar a solas con él. Tuve que preguntarle que le pasaba pero se negaba a decir cualquier información, seguramente es cosas entre hermanos pero no podía dejar que se trataran de esa manera.

• - p es tan importante que no me puedes de...? - me interrumpió.

• - No ocurrió nada, solo es que Liam está de mal humor hoy. - era una mentira y se notaba a metros.

• - Digamos que te creo. - suspiró. - ¿Por qué te miraba mal en el desayuno? ¿Despertó y dijo "hoy miraré mal a Ryan y no a mis otros hermanos"? 

• - Mhm.

• - Se cuando me mientes, hijo. Dime ahora antes que vaya a saber por alguien más. Si es algo grande también estarás en problemas por ocultar algo.

La tensión en el ambiente era notoria y más cuando él por nerviosismo mordía sus uñas. Le aparté la mano para que parara.

• - Es que si te digo voy a romper el código.

• - ¿El de hermanos? - sonreí. - ¿Así que tienen un código para no decirle nada a papá, eh? 

• - Si pero no papá. Es que bueno, él..- cuando me iba a contar llegó Marco.

• - ¿Puedo ir a comprar algo al negocio? - me dijo mientras bajaba de las escaleras con una mascarilla.

• - Si, saca dinero del envase que está en la cocina. ¿Que irás a comprar?

• - Unas papas fritas, ya les pregunté a todos que querían que les trajera si me dejabas. ¿Y tú enano? ¿Qué te puedo traer de allá?

• - Unos pasteles pero de chocolate.

• - Con cuidado. - Respondió el típico "si papá" y salió. Traté de retomar la conversación con Ryan pero me evadió a toda costa así que lo di por un caso perdido, luego me iba a enterar pero sospecho que no es nada agradable.

Marco 

Se que está mal y muero de nervios, luego de ir a comprar recibí una llamada de una amiga diciendo que se quería juntar conmigo en la plaza, con todo esto tengo el tiempo y las salidas muy limitadas, papá es muy cuidadoso en ese aspecto. Llevaba la bolsa en la mano con las cosas y decidí ir a su encuentro.

Cuando iba llegando pude verla contenta pero me saludó de una manera un poco rara. Algo me tenía que decir, lo presiento.

• - Hola, tanto tiempo. - me sonrió.

• - Si, muchísimo. Quería saber como estabas.

• - Pues por el momento bien, encerrado y aburrido más que nada. ¿Tú?

• Preocupada. Sabes que nunca guardo secretos contigo porque eres un muy buen amigo. - aquí viene lo grande.

• - ¿Que ocurrió? 

• - Tu hermana. - la miré confuso. - Ella es mi amiga, lo sabes.

• - Si, desde un tiempo. ¿Que pasó con ella? ¿Tuvo algún problema?

• - De eso quería hablarte. Este tiempo a estado muy rara y le pregunté que pasaba, me dijo algo que me dejó sorprendida.

• -¿Qué cosa?

• - Su mamá quiere dejar su custodia y entró en depresión, está metida en el alcohol. Hace poco casi cae al hospital por consumir hasta el cansancio. 

• - No sé que decir. Hace tiempo que no tengo contacto con ella ni se de su vida y la verdad es que me da tristeza que esté metida en algo así. Si papá se llega a enterar... 

• - Todo pasará...

• - Seguramente quiera luchar por su custodia, tomó tan malas decisiones al irse. Los cinco la aconsejamos pero no nos tomó en cuenta.

• - Te encuentro la razón, lamentable que esté así pero tenía que decírtelo. No podía guardarme esto siendo que es tu hermana.

• - Gracias por contarme de todas maneras, te lo agradezco. Hablamos por llamada más tarde, ya me demoré mucho en "la tienda". 

• - Está bien, hablamos al rato. - me sonrió y se fue. Salí corriendo a la casa ya que esos diez minutos que me iba a demorar se convirtieron en treinta.

Al llegar todos estaban bajando para sentarse a la mesa a almorzar. Veo por sus caras que no es algo agradable. 

Connor

• - Puaj, verduras. - dijo Mateo apenas le dejé el plato en frente.

• - Te comes todo. Al igual que los demás, no quiero ninguna verdura en los platos al terminar.

• - Pero es que es asqueroso. - Ethan y Ryan dieron inicio al berrinche.

• - Papá ¿puedo comer solo el pollo? - Marco colocó un puchero al sentarse a la mesa.- Por favor, no me gusta el brócoli.

• - No, cariño. Comerán todo sin quejas  ¿entendido? - todos me miraron con ojos de cachorro, me lograron ablandar pero no dejaría atrás la orden que acabo de dar. - Además son exagerados, son riquísimas. Vamos que no es una tortura.

• - Papi no quiero. - Liam daba pequeños lloriqueos y quejas.

Me senté a comer mientras veía sus  muecas al ver esas verduras. Tocaban el pollo pero las apartaban, sabía que esto sería una lucha pero si era necesario se quedarían sentados hasta que terminen esos platos.

El primero en "terminar" fue Liam, lo cual fue extraño ya que seguía viendo sus verduras en plato.

• - Alto ahí jovencito, aún queda eso y lo sabes. Ya que comiste todo el pollo tendrás que comerlas solas.- mostró un gran puchero. - Con jugo las puedes pasar, vamos.

• - Ya no quiero más. - miré seriamente a Marco.

• - ¿Tengo que dartelas en la boca como un niño de nuevo? No tengo problema. - su cara de enojo era evidente. - Sin reclamos ya lo dije.

Fue un gran sacrificio hacer que ellos pudieran terminar los platos pero lo lograron. Luego de limpiar absolutamente todo recordé que tengo un tema pendiente con Liam, antes de subir mi hijo mayor se acercó a mi y me dijo algunas cosas que me dejaron preocupado.