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Pena escondida
Autora: Terry
Capítulo 8
Rafael subió
hablar con su pequeñajo sabía que se lo iba a encontrar llorando y no se
equivoco, ahí estaba sollozando, así que decidió entrar sin llamar a la
habitación, pensó que al hacerlo Hugo se giraría a mirarlo, pero no, permaneció
mirando la pared, suspiro y decidió sentarse en la cama encontrándose una
bolita entre las mantas.
- Mi niño – le dijo Rafael sacándolo
de su escondite – ¿porque lloras
así?, a ver dime – pidió papá girándolo con cariño y
destapando su cara
- Tu nunca me quieres a tu lado – lo
acuso, sin parar de caer las lágrimas, él sabía perfectamente que su papá
lo había mandado a la cama por hablar con sus hermanos en privado, eso le
molestaba tampoco era tan niño como para no entender algunos temas
- Hijo sabes que eso no es cierto – y Rafael hizo algo que por mucho que Hugo
proteste en el fondo le gustaba, lo sentó en sus piernas y empezó a
quitarle el pelo de la frente que lo tenía pegado del sudor, un mimo que
era su marca personal, si hacia memoria Hugo, papá venía haciendo eso
desde que tenía memoria
- Entonces ¿por qué me pegas de la nada y me mandas
acostar tan temprano? – tendría cara su enano, pensó papá
- No te pegue de la nada Hugo – recalco papá – te mandé a la cama a la misma
hora de siempre, pero tú me desobedeciste, me gritaste por eso te castigue
– y dijo todo ello, acariciándole la cara para que viera
que no estaba enfadado con el
- Pero tú siempre quieres estar con ellos y a mí me
mandas a la cama sin razón – Rafael rodó los ojos
- Hijoooo – papa dijo a manera de
advertencia
- Es cierto, mañana no hay cole – le recordó
- Hugo mi vida, no es que no quiero estar
contigo o estar solo con ellos, pero tus hermanos son adultos y no puedo
mandarlos a la cama a dormir aun cuando yo pienso que lo necesitan
– le dijo apretando su nariz en una mueca cariñosa – cuando ellos tenían tu edad se iban a dormir
a la misma hora que tú – le explico Rafael con paciencia
para que se sacara eso de su cabeza
- ¿Papá? – hoy le preguntaría a su
papá si era verdad lo que sus hermanos le decían siempre, y que de alguna
manera explicaba el que porque se llevaban con tanta edad de diferencia en
relación con sus hermanos
- ¿Qué pasa hijo? – le dijo con
ternura y Hugo se separó del abrazo de papá
- ¿Es verdad que me encontraste en un contenedor de
basura? – el reconocía que aquello sonaba absurdo, pero en
situaciones como ahora con el ánimo en su punto más bajo, aquello rondaba
en su cabeza como posible excusa del porque su padre lo castigaba, en
cambio Rafael se quedó sin habla, sin saber si estar enojado pro la
sugerencia o reírse de aquello
- ¿De dónde sacas eso? – le dijo con
el ceño fundido, más o menos ya sabía de dónde vino aquello, solo quería
una verificación
- Yo le pregunté una vez a mis hermanos porque me
llevo tanta edad y ellos me dijeron que tú me encontraste en un contenedor
de basura y me trajiste a casa y después me adoptaste – ya
les daría adopción a sus hijos mayores
- Claro que no campeón, ellos te han estado haciendo
una broma – dijo papa muy serio, en cuanto terminara de
hablar con Hugo se encargaría de ese par de chistosos
- ¿Entonces porque me llevo tanta edad?
A ver… ¿como explicaba a un hijo que fue de una noche
de descontrol total?, aquel entonces Rafael y su esposa fueron juntos a una
cena de negocios que pronto se convirtió en fiesta, a Sam y Álex se los
llevaron los abuelos por todo el fin de semana, así que con eso en mente,
Rafael su esposa y los amigos que compartieron la reunión se fueron a una
discoteca y cuando llegaron a casa estaban un poquito pasados los dos entre
risas y más risas, les vino la pasión del sexo y lo hicieron por toda la casa,
empezando por la sala después en la cocina hasta que terminaron en su
habitación y así fue como fue engendrado Hugo, entre música disco, champan,
besos, tirones de ropa y lo mejor, sin el cuidado de que los niños puedan
oírlos.
- Papaaaa ….que te estoy hablando – reclamo
Hugo molesto, su padre como que viajo mentalmente
- Que pasa – pregunto confundido
- Porqué
me llevo tanta edad
- Porque decidimos tu mamá y yo tener otro bebé solo
eso Hugo – y rápidamente cambio el tema y sabia con que
salirse con la suya – ¿quieres que
haga chocolate y vemos una peli en mi cama? – y no se
equivoco con eso cortó las preguntas de Hugo a quien se le iluminó
la cara con la sola mención
- Siiiii si si – contesto casi
brincado
Y su padre se lo quedo mirando, definitivamente tenía que
hablar con el psicólogo sobre los cambios bruscos de humor de Hugo, a veces lo
desconcertaba que este tan triste llorando y pase a dar saltos como ahora, no
lo veía muy normal.
- Pues vamos a preparar el chocolate – sonrió
su padre sin dar señales de estar enfadado, por eso cuando bajaron a la
salita donde sus hijos mayores estaban viendo y se sacó el cinturón los
tres lo vieron asustados y como en cámara lenta doblo el cinto por la
mitad cogiendo la hebilla en la mano y jalo primero a Sam que se quedó
paralizado… ¿Qué diablos había pasado?
- ZAS zas Zas ZAS zas – no dijo nada y se
fue a por Álex, pero al verlo venir Alex quiso salir corriendo pero papá
lo cogió con rapidez sin darle tiempo a nada más que mirarlo con pánico
- Zas Zas ZAS zas Zas – y le dio los mismo
que a Sam, solo que a Álex se les escaparon unas lágrimas que pronto las
quito con el dorso de la mano y Sam le reclamó a su papá por la injusticia
- ¿Que hicimos? – pregunto con rabia
en la voz, pero sin gritar porque en la casa de abuelo también lo sonó
supuestamente por faltarle al respeto
- Que sea la última vez que le dicen a tu hermano que
me lo encontré en el contenedor de basura, eso no es broma – les
contesto colocándose el cinto y Hugo abrió la boca había sido por su
culpa
- Yoooo yo lo sientoooo – y
se puso a llorar caminando hacia Sam y lo abrazo por la cintura ya que Sam
era mucho más alto que él – no lo hice con esa intención de
verdad Sam – se disculpo y Sam se
quedó callado – yo solo le pregunté que si era
verdad…yo no quería esto – y se puso a llorar mucho mas apenado
ahora, no lo querrían ver sus hermanos
- No pasa nada Hugo no llores – a
leguas se notaba que Sam estaba molesto con su papá, Rafael después de ver
la cara a sus hijos se arrepiente de haberles pegado, sobre todo al ver a
Alex que era el que peor estaba, con la cara roja de aguantar las ganas de
llorar no solo por el dolor sino por la vergüenza y la rabia por la
injusticia de su papá total solo bromeaban con Hugo – Buenas noches – agrego Sam y
separó a su hermano despacito –
me voy a la cama – agrego dejando a su padre y
hermanos parados, pero Álex tampoco iba a quedarse, él ni siquiera hablo
solo quería salir de la salita para subir las escaleras pero papá lo
agarró en un abrazo
- Hugo ve sacando el chocolate – quería
quedar a solas con Álex y Hugo obedeció, se fue a la cocina… sabía que su
padre quería estar a solas con su hermano pero la tentación fue tan grande
que se quedó detrás de la puerta para escuchar
- Álex… lo siento cariño – se disculpo
papá – me deje llevar por la ira, no
debí castigaros… sois adultos y me doy cuenta que con hablar con ustedes
bastaba – papá no estaba fingiendo, fue muy sincero con
aquello, solo que como muchas veces se le olvidaba la edad de sus hijos y
ahora no fue diferente, porque apenas termino de disculparse volvió a
tratar a Alex como si fuera Hugo –
¿por qué no ayudas a Hugo con el chocolate y vais a mi habitación?,
veremos películas – agrego dándose la vuelta para volver a
hablar – voy hablar con tu hermano
– y se dio la vuelta sin esperar respuesta de Alex,
esa noche se iba a disculpar con su primogénito por segunda vez
- Papá no soy un niño – menos mal Alex
no era como Sam y el enojo duraba, así que solo rojo los ojos cuando
reclamo aquello
- Lo sé por eso quiero pasar esta noche todos juntos,
ya que cuando se vaya tu hermano no podré teneros a los tres a disposición
como hasta ahora – y Álex fue con Hugo pero sin decir nada
todavía, y Hugo no sabía si estaba enojado con él, si que decidió romper
el hielo con una disculpa
- Álex lo siento, yo solo le pregunté yo no sabía qué
– pero Álex lo interrumpió
- No pasa nada Hugo, tú no tienes la culpa – y
lo abrazo con cariño, sonriendo de medio lado, su hermano estaba deprimido
y el sabia que necesitaba mucha paciencia
Por otra parte, cuando Rafael subió a la alcoba de Sam y
llamó a la puerta no tuvo respuesta, Sam sabía que era su adre y no quiso
contestar con la esperanza de que no lo moleste, pero Rafael, era Rafael y no
iba a dejar las cosas sin resolver, así que llamo por segunda vez y al no tener
respuesta nuevamente, decidió girar la manivela y entrar sin llamar pensando en
que encontraría a su hijo enojado y no se equivoco, ahí estaba Sam sentado en
la cama sin zapatos, con la cara muy seria.
- ¡Que pasa! – de verdad que no creía
que su padre entrase sin permiso suyo, esto era demasiado – ¿también perdí el derecho de mi privacidad?
– ¿qué le pasaba a su padre? llevaba unos días que
lo estaba tratando como si fuera un mocoso y no le gustaba
- No Sam… solo vine a disculparme – hablo
su padre acercándose a su hijo – no
debí hacerlo – agrego mirando a Sam que a leguas se veía
que estaba molesto con él y no quería arruinar las cosas más de la cuenta,
total su hijo se iría en una semana y estando fuera de casa podría
perderlo
- Eso mismo, no debiste menos sin motivos – esta vez no se lo perdonaría tan pronto pensó
Samuel
- Sam hijo – esta vez iba a ser
difícil pensó Rafael y no se equivoco, a Sam se le desató la boca
- No papá, ya tengo veinticinco años y estoy a punto
de irme a vivir con mi novia y al parecer se te olvidó la edad que tengo y
siempre lo haces delante de mis hermanos, no es lo que pretendes – le
dijo molesto mirando a su papá a los ojos, esta vez no agachó la mirada
- Si exacto, se me olvidó que mi bebé creció y se hizo
un hombre – y lo abrazo y a Sam se le quitó todo el enfado
que tenía con su papá
- Eso no vale has hecho trampa para que te perdone
– y resignado devolvió el abrazo
- ¿Eso quiere decir que estoy perdonado? – y
los dos se echaron a reír, Rafael lo cogió del
brazo para tirar de él para sacarlo de
la habitación
- Vamos a mi habitación veremos películas
- A no… por ahí no paso papá déjame tener un poco de
dignidad – dijo con falso orgullo, pero feliz de que su
padre quiera mimarlo como a Hugo
- Sam – la voz de papá sonó de pronto
muy serio y triste – te hiciste un
hombre muy rápido para mi gusto y dentro de unos días volarás del nido
para formar el tuyo propio, pasemos esta noche todos juntos como cuando
erais más chicos por última vez – no se iba a ir a la
guerra, pero sus palabras eran ciertas, con mujer a lado en casa propia ya
no tendría momentos como lo de ahora –
dale esa satisfacción a tu viejito – agrego y Sam rodó los
ojos
- Papá… me cambio de casa no de país y os seguiré viendo
todos los días
Aseguro dejando que su padre lo abrace y lo escolte a su
habitación, donde como era de esperar ya estaban sus otros dos pajaritos y se
recostaron los cuatro en la cama viendo la tele, muy apretados como en los
viejos tiempos… solo faltaba mamá pensaron los cuatro sin decir nada.
- Si te hubieras visto la cara Sam, te pusiste blanco
– chincheo Álex y Hugo empezó a reír
- Si, pero al menos tuve la dignidad de un hombre y no
me puse a llorar como un mocoso – ahora fue Sam quien
empezó a reír
- Mentira yo no llore – dijo con falta
furia Alex tirándole las almohada en la cabeza
- Si que llorastes Álex – dijo
Hugo con los ojos brillando
- Y a ti ¿quién te dio vela en este entierro enano?
– Álex ya estaba picado, pero papá corto para que la cosa
no fuera a más
- Bueno ya basta si no queréis estar los tres llorado
en un minuto… fin de la discusión – y los tres se rieron
de buena gana, aunque luego de eso ninguno de las tres sacó más el tema
disfrutaron del chocolate con nata que prepararon Álex y Hugo hasta que
los cuatro quedaron dormidos
Al día siguiente después de desayunar fueron a llevar más
cosas a la casa de Sam, todo era como si de unos recién casados se
tratarse, muebles nuevos, ropas, electrodomésticos, en fin todo lo que una casa
necesitaba para empezar, aunque Sam ya estaba cansado porque Nati estaba siendo
un grano en el culo, siempre que colocaba algo era “amor ese jarrón no va
ahí" o “ ese cuadro más a la derecha” ¿qué más daba si estaba un
centímetro más o menos?, se preguntaba pero sin decir nada, como decía su
padre, eran cosas de mujeres, de pronto Álex fue a buscar a Sam muy sospechoso,
queriendo que no haya nadie alrededor, sus amigos lo llamaron para comunicarle
que lo tenían todo preparado para la despedida de soltero de Sam y así se
lo dijo, solo que no dieron cuenta que Hugo los escucho por
casualidad.
- ¿Vas hacer una fiesta? – pregunto
medio en serio, medio en broma pero con el ruego impreso en sus palabras,
y Sam bruscamente, que mas daba no podía esconderse, era un adulto y
podía tener una fiesta cuando quería, iba a vivir solo
- Si Hugo
- ¿Me vas a invitar? – y Sam no supo
que decir
- Si te deja papá claro que te invito – y
con eso se quitó el marrón de encima, pero no salió así
- Sabes que el papá no me va a dejar – agrego Hugo
con los ojitos en súplica
- Y qué quieres que haga Hugo – lo confronto molesto y esta vez Hugo se le quedó
mirando in decir nada, pero con la cara muy triste y se giro rápidamente
para que no vea lo afectado que estaba, no iba a llorar ni decirle nada a
su padre, pero era un rechazo frontal difícil de afrontar –
Esta bien vendrás – atajo Sam del
brazo – pero como se te ocurra hacer una de
las tuya soy el primero en contarle a papá – amenazo y Hugo abrazo a su
hermano con el corazón exultante de alegría
- Gracias… gracias… eres el mejor hermano del mundo
mundial
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