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Pena escondida
Autora: Terry
Capítulo: 11,
final…
Rafael salió
de la ducha dispuesto a pasar el día con sus tres hijos después de todo por eso
había adelantado su vuelo noche antes, había hecho todo lo humanamente posible
para terminar cuanto antes con todos los asuntos que requerían su
supervisión, pero bueno se había llevado un gran disgusto y ahora tras un
descansar, quería hablar con sus hijos, hacer las paces con Alex en realidad
porque no terminaron bien las cosas entre ambos.
Se dirigió a su alcoba, secándose la cara con una toalla
envuelta en su cintura, empezó a sacar ropa informal para vestirse y sacar a
sus chicos a un lugar agradable donde pasar el dia, hablaría con Sam para
postergar la mudanza un dia más, total el siempre podia tomarse un día libre en
la empresa… fue cuando se dio cuenta que Hugo se estaba haciendo el
dormido.
- Ve a bañarte Hugo – le ordeno, pero
Hugo no sé movió procurando fingir hasta que su padre se canse de
insistir, no tenía ganas de estar con su papá ni sentarse en ningún lado – Hugo hijo se que estás despierto – murmuro
y le acariciaba el pelo – voy a
preparar el desayuno hoy haremos cosas todos juntos – y
Hugo abrió los ojos y Rafael le sonrió
Lo que no esperaba papá era pasar día solo con Hugo nada
más, llevándose tremenda sorpresa cuando salió de la habitación y paso por las
habitaciones de sus otros hijos encontrando las vacías, inicialmente como
asomo solo la cabeza no se percató de la nota que había en la mesita de noche
de Álex, bajo a la planta baja creyendo que estaban allí pero tampoco encontró
a ninguno, en cambio al entrar a la cocina vio un papel encima de la mesa, era
un sobre que ponía para Hugo de Sam; Rafael rápidamente lo abrió en la nota
ponía.
Hola Hermanito…
He decidido adelantar un día en mudarme de la casa, me hubiera
gustado despedirme en persona pero Natalia vino temprano y no te quise
despertar, aquí tienes la casa para cuando tú quieras venir… es más si le pides
permiso a papá y te deja voy a por ti y te muestro algo de mi casa que aún no
has visto.
Chao enano
Sam
PD. pero que sepas que aunque ya no esté en casa te quiero y si te
pasa algo no tienes nada más que decirme, y yo estaré ahí para ayudarte y decirte
que mi casa también es tu casa un beso Hugo nos comunicamos por whats app.
Cuando Rafael leyó la nota subió rápido al cuarto de Álex
buscado otra nota como la que leyó abajo que dejó Sam entró a la habitación y
se dio cuenta que Álex no paso allí la noche la cama estaba como la dejo anoche
el pecho se le oprimió, quizás se pasó anoche pensó frotándose la cara con
preocupación… miro por todos lados encontrando otro sobre que estaba encima de
la mesita la abrió y también iba dirigida a Hugo.
Hola enano:
Espero que no hayas tardado mucho en encontrar esta carta, he
decidido ir al apartamento… ya sabes que esos días que estuve en casa fue por
la mudanza de Sam aquí me pilla la universidad más cerca y no tengo que
madrugar tanto ya nos veremos te escribo luego..
Un abrazo fuerte, cuidate…
ALex
Rafael se sentó en la cama de Álex con la nota en la mano no
se esperaba que sus hijos se hubieran tomado las cosas de esa manera, sabía muy
porque se habían ido de casa… era por él, era porque estaban enfadados con
él se dijo a si mismo y sin ninguna duda, porque ni Sam ni Alex se habían
despedido de él ni le dejaron una nota que leer como a Hugo.
Ojalá que se les pasará pronto pensó, tendría que hablar con
ellos se dijo pero no se disculparía eso sí lo tenían que tener claro los dos,
porque lo engañaron, hicieron cosas a sus espaldas se repetía mas para
convencerse que otra cosa, pero tenía que agradecerles que se partan así
con Hugo y lo ayudaran a salir adelante, sus hijos eran buenas personas, se
repetía mirando las dos notas, sumido a sus pensamientos cuando la voz de Hugo
lo saco de su trance.
- Papiii que te estoy hablando – Rafael
subió la cara encontrándose con la carita de Hugo aún roja de haber estado
llorando, se levantó de la cama lo abrazo y le dio un beso en la cabeza
- Anda vamos hacer el desayuno – dijo
tratando de sonar normal y Hugo noto que algo le pasaba a su papá
- Papá ¿donde están mis hermanos? – Rafael
suspiro como diciendo eso quiero saber yo
- A mira – trato de sonreír batiendo
las dos notas – esto lo dejaron tus
hermanos para ti, por lo visto tuvieron que salir temprano para atender
sus cosas – murmuro
entregándole los sobres, besando su cabeza saliendo de la habitación – iré a la cocina – le dijo y dejo a
su hijo en la alcoba de Alex
Hugo cogió las notas y las estuvo leyendo, no le llevo mucho
tiempo pero no bajo de inmediato, se puso un poco triste… ya había llegado la
hora de la verdad: quedarse solo con papá en esa casa tan grande.
- Podían haberse quedado a desayunar – dijo
Hugo con un puchero cuando bajo a la cocina abrazándose de su padre
- Ay hijo, mi Huguito – lo mimo
besando su cabeza, un mimo que hace años que lo tenía empolvado en su
corazón más por las ganas de independencia de su hijo que por él, pero que
ahora llegaba como anillo al dedo –
ellos tienen que hacer cosas, ya vendrán los fines de semana,
planificaremos – le dijo para que no estuviera triste pero
aquello sonó más como un consuelo para él que para su niño
- Pero si es domingo – musito
desanimado y su papá lo miro con algo de pena, sí que iba a
ser difícil para Hugo sin estar ninguno de los dos en casa, por lo menos
antes estaba Sam y Álex venia los fines de semana pero ahora se quedó
solo… se quedaron solos los dos
- Pon la mesa que ya está esto – Hugo
le hizo caso a su papá y puso la mesa empezaron a desayunar en silencio
absoluto; Rafael se dio cuenta que ya no los tendría a los tres juntos
hablando, gastando bromas montando la típica bulla propia de los
muchachos, ahora tendría solo a Hugo y el tampoco tendría a nadie para compartir
eso
- ¿Qué quieres hacer? – le pregunto
mirando su desayuno – ¿donde quieres
ir? – Hugo iba a decir que no iba a ser divertido ir
solo, pero luego quiso aprovechar la ocasión
- ¿Podemos ir a un parque de atracciones? – Rafael
se arrepintió pero ya no podía echase atrás
- Claro ve a coger tus cosas – Hugo
subió escaleras arriba, mientras Rafael aprovechó para llamar a sus hijos.
Primero marco a Sam, era un acto automático por ser el mayor
pero no le contesto, así que lo intento 10 veces más, okey hasta la cuarta
llamada creyó que estaría haciendo algo, pero luego considero que estaría
enfadado y decidió no insistir y dejar que el tiempo aplaque a su hijo en su
enfado, pero la sangre se le helo cuando tras llamar a Álex sin éxito, se dio
cuenta que además lo había boqueado del whats app y no podía mandar mensaje
alguno, al principio se puso furioso y después poco a poco se dio cuenta de lo
que esto suponía a la larga… el no saber nada de su hijo ni poder comunicarse
con él ni en casos de emergencia, eso lo asusto mucho porque Alex podía irse a
donde le dé la gana, total tenía una cuenta abierta en el banco que gracias a
su mayoría de edad, él no podía congelarla.
En eso bajo Hugo con una sonrisa radiante en los labios y
Rafael se vio obligado a recomponerse, no iba a fastidiar la alegría de su hijo
menor por los asuntos pendientes que tenia con sus otros dos hijos, así que
tras darle un beso en la frente y cerrar la casa se fueron al parque, como era
de esperar Hugo hizo montar a su papá en casi todas las atracciones y su padre
no pudo negarse, pues a diferencia de otras veces de otros paseos en familia,
no podía decirle estoy cansado y ve con alguno de tus hermanos, al final,
agotado de tanta vuelta, de tanta cola, de tanto grito, decidió pedirle que
tuviera piedad de él y ambos hicieron una pausa para ir a comer, pausa que
trajo de nuevo la preocupación en los pensamientos de Rafael, quien a
diferencia de otras ocasiones estaba muy distraído con el móvil, tentado
llamar nuevamente a Álex, sabiendo que Sam estaba bien, estaba con su novia y
que solo no lo quería hablar con él.
- Papá ¿pasa algo? – le dijo Hugo
dejando su hamburguesa en el plato
- No Hugo, no pasa nada – empezaron a
comer de nuevo y le pregunto a Hugo por si algunos de sus hermanos lo
llamaron – ¿te escribió Álex? – al
final tenía que saber y quizás Hugo era pudiera ser su nexo
- No papá, no me llamo para nada y tampoco me
respondió ninguno de mis mensajes – contesto mirando su
móvil antes de volver a concentrarse en su almuerzo
Con esa respuesta Rafael empezó a preocupar mucho más y
decidió mandarle a Sam un mensajes, sabiendo que aun cuando no le contestes no
podría evitar leer sus mensajes y surtió efecto, Sam leyó los mensajes
desesperado de su padre y le respondió brevemente diciéndole que apenas se sepa
algo de su hermano se lo haría saber, pero al no tener noticia alguna a lo
largo de la tarde, cuando regresaron a casa y apenas Hugo se fue a bañar
aprovecho para volver a llamar a Sam rogando que esta vez coja el móvil.
- Dime – le dijo Sam de mala gana, no
tenía la más mínima intención de hablar con su padre pero el tono de sus
mensajes preocupados lo hicieron desistir, su padre era un hombre
orgulloso que cuando creía tener la razón no daba su brazo a torcer, pero
ahora no era su insistencia por sé nada mas, sino que se notaba preocupado
de verdad
- ¿Hijo te has comunicado con tu hermano? – le
pregunto sin más adornos ni explicaciones
- No, no contesta
- ¿Puedes venir a por Hugo? – Sam se
quedó en silencio no quería ir a casa de su padre, al final cambio de
opinión
- Si puedo – y Rafael se sintió
aliviado
Es que quería revisar cosas para ver si Álex estaba o no en
ese apartamento con esos chicos con quienes vivía, Rafael subió a su habitación
a cambiarse y aprovecho para comunicarle a Hugo que su hermano Sam iba a venir
a recogerlo para ir a su departamento Sam, Hugo pues se sintió contento con
aquella idea, porque quería ir con Sam a su piso, tenia curiosidad por aquello
que su hermano quería enseñarle, así que se apuro en buscar su ropa y esperar a
su hermano.
Al poco rato llego Sam, sorprendentemente rápido, es que Sam
quería pasar tiempo con Hugo para compensar el haberse ido sin despedirse, pero
apenas llego su padre aprovecho que Hugo seguía en la ducha para hablar en
privado.
- ¿De verdad no has podido comunicarte con tu hermano?
– le pregunto su padre con el ceño fruncido y Sam
también empezó a preocuparse
- No, no me lo coge y tampoco contesta los mensajes
– Rafael miro a Sam
- Hijo nuca he hecho algo como esto, pero necesito
verlo para saber que está bien – Sam miro a su papá sin
comprender lo que quería decir – no
contesta mis llamadas y encima me ha bloqueado
- Es que también tu… – y
prefirió callarse, no quería hablar de lo sucedido, también estaba enojado
- Puede ser, pero no es normal, se ha marchado desde
anoche y no se puso en contacto con ninguno – Sam quiso
tranquilizar a su papá
- Estará en el apartamento que alquilo con esos chicos
– le dijo Sam queriendo
quitarle el hierro al asunto – sabes
cómo es cuando tiene cosas que hacer, seguro se atraso en sus tareas o
proyectos – le dijo pensando y rogando que así sea, es que
también estaba bastante preocupado
- Puede ser, pero prefiero cerciorarme – murmura
y entra a su despacho seguido por Sam, quiere revisar los movimientos de
la tarjeta de Álex, si bien puede acceder a los extractos no puede
bloquearla o usarla él, era una tarjeta autónoma que le dio a su hijo para
sus gastos y no tener que estar pidiendo dinero para comprar lo que le
hacía falta, Sam también la tuvo hasta que terminó la universidad – hizo algunos retiros – dijo algo
relajado al ver que Alex no había retirado grades sumas de dinero
En eso Hugo se asomo por el despacho de su padre menos mal
sin oír nada sobre la misteriosa desaparición de Alex y tras algunas
recomendaciones de su padre se fue con Sam, tras eso Rafael cogió las llaves
del coche y fue hasta el departamento que Álex compartía con un grupo de
estudiantes y tocó a la puerta varias veces.
- Buenas tardes – saludo Rafael al
chico medio dormido que salió a tenderlo
- Buenas tardes – le respondió el
joven, parpadeando – ¿Qué se le ofrece
señor? – Rafael se quedó momentáneamente sin respuesta
- Soy … soy el padre de Álex – dijo al
final aclarando la voy – ¿le
podrías decir que estoy aquí por favor? – y el chico lo
miro con el ceño fruncido, extrañado por aquello
- Álex vino anoche y se llevó todas sus cosas, no está
aquí – le respondió y Rafael se puso blanco de la
impresión, aquello fue como un golpe en la nuca – ¿se encuentra bien señor? – pregunto
el joven cogiéndolo del brazo pensando en que se iba a caer de la
impresión, es que se puso bastante pálido, Rafael no podía responder no
podía articular palabra y el chico al verle así le hizo pasar a la sala y
sentar apurándose en un vaso de agua, Rafael bebió el agua de a sorbos,
para ver si se le bajaba la opresión que tenía en el pecho cuando se
recuperó un poco le pregunto al chico
- ¿No dijo dónde iba? – Rafael tenía
la esperanza de que ese chico supiera algo
- No señor yo no sé nada, creí que se mudó a su casa, como
nos dijo que pasaría unos días allí y anoche vino y se llevó sus cosas
rápidamente
Rafael agradeció al chico y se fue de regreso a casa
confundido sin saber lo que hacer, mientras en la casa de Sam, él y Naty le
dijeron a Hugo que tenían preparado una sorpresa y claro se puso ansioso por
qué le enseñarán lo que era.
- Vale está bien pero no puedes ver hasta que te digamos
– le dijo Natalia, Hugo cerró los
ojos pero Sam conociendo a su hermano se los le tapo con las manos
quedándose detrás de él para guiarlo, así lo llevo hasta la puerta de la
habitación que le prepararon, Natalia la abrió y Sam retiro las manos y
Hugo cuando la vio le fascino la habitación, se puso tan contento
que Sam y Naty supieron que acertaron con gusto y que valió el esfuerzo
- Esto… ¿esto es para mí? – Sam reía de la cara de
asombro de su hermanito
- Claro que sí – dijeron Sam y Natalia
al mismo tiempo, Hugo corrió y se tiró de espaldas en su nueva cama
probándola, los dos mayores empezaron a reír
Después de aquello regresaron al comedor a cenar, Hugo como
era de esperarse, quería estrenar su nuevo espacio y le pregunto a su hermano
que si podía a quedar a dormir, Sam le dijo que le preguntara a su papá y si le
dejaba por él no había problemas y como era de esperarse, Hugo cogió su
teléfono y llamo a su padre.
- Papá – le dijo Hugo con mucha
emoción en la voz
- Dime pequeño – respondió con dulzura
- ¿Puedo quedarme en casa de Sam? – pregunto ansioso y sin darle tiempo a su padre
agrego entusiasmado – papá me han puesto una
habitación chulísima, tienes que verla
- A si, pues me alegro cariño – se vio
casi forzado a decir aquello con una falsa alegría, pero no podía dejar de
pensar donde estaría su otro hijo
- Papi… entonces ¿puedo?
- Si hijo si puedes, ahora quiero que le des el
teléfono a tu hermano tengo que decirle algo – y Hugo le
llevo el teléfono a Sam diciendo que papá quería hablar con el
- Dime papá – contesto Sam sin enfado,
lo que alivió a Rafael que respiro profundamente
- Samuel hijo… he ido al apartamento a buscar a tu hermano, pero Alex no se está y su compañero me ha dicho que anoche cogió sus cosas y se fue y no tienen idea de a donde, no les dio explicaciones, solo que se iba –
- Papá estará cabreado y se abra ido unos días algún
hotel para no hablar contigo, cuando se le pase ya verás como vuelve
– dijo lo más natural que pudo
- Si puede ser – respondió Rafael tras
un silencio incomodo – bueno como sea,
mañana lleva a Hugo temprano al trabajo, le llevo una muda de ropa y la
mochila y desde allí lo llevo a la escuela – Sam le noto a
su padre la voz cansada
- No lleves ropa papá, no hace falta… Natalia le
compro y tiene aquí algunas mudas aquí, solo lleva su mochila – y
Rafael se quedó pensando
- De acuerdo Sam, llevare temprano sus mochilas y
dejare algunas indicaciones que quiero que veas en la mesa de mi despacho,
solo iré para eso, me voy a ausentar toda la mañana porque quiero ir a la
universidad y ver si tu hermano está bien – y con eso se
despidió
- Vale papá, pero me llamas cualquier cosa – respondió
también, ahora si muy preocupado, Alex no solía enojarse pero al parecer
ahora si estaba muy cabreado… pero aun así podía comunicarse con él, eso
le daba que pensar, ¿y si le paso algo?
Y con el mismo pensamiento Rafael se acostó por primera vez
en su vida, en una casa completamente vacía, sin poder pegar ojo en toda la
noche pensando donde podía estar su hijo, prácticamente vio amanecer y en su
desespero quiso apurar al reloj para que amanezca, y cuando apenas empezó a
clarear se levantó como lo planeado se marcho a la empresa llevando la
mochila de Hugo y dejando un alista de cosas a su hijo, y de ahí antes de que
el primer empleado marque tarjeta, se fue a la universidad con la esperanza de
pillar a Alex, pero como su corazonada le gritaba, no encontrando rastro de su
hijo y ninguno de sus compañeros ni maestros lo habían visto desde el viernes.
Y con la angustia a full y el corazón oprimido llamo a Sam
contándole lo sucedido, Sam al sentir a su padre agitado; temeroso de que algo
le suceda lo fue a recoger de la universidad aun era temprano para la salida
del cole de Hugo, estando allá busco en el club de lectura que alguna vez le
comento Alex e incluso fueron al gimnasio donde practicaba spinning, un lugar
que su padre desconocía, demás está decir que Sam disfrazo su angustia con
enfado para que su padre deje de preocuparse un poco prometiéndole buscarlo por
su cuenta y al final pues acudir a la policía.
Y así pasaron todos una semana angustiosa de idas y venidas
incluso a los hospitales y tanatorios, Rafael estaba bastante mal física y
sicológicamente, Sam no hacía más que pensar que ahora sí Alex se merecía una
paliza que no se pudiera sentar en una semana, bueno estaba que se hubiera
molestado con su padre pero otra cosa es lo que estaba haciendo… su papá no se
merecía esto, era un hombre que lo daba todo por ellos a lo mejor un poco sobre
protector casi hasta asfixiarlos, pero no se merecía la angustia que estaba
pasando, era una buena persona que siempre estaba al lado de ellos para lo que
les hacía falta; además no solo era su padre, Hugo tampoco estaba bien desde
que se enteró que su hermano desapareció tras el incidente de la piscina, se
sentía culpable y no dejaba de repetir que si él no hubiera bebido nada de esto
estaría pasando, su hermano estaría en casa y su papá estaría bien no como un
zombi.
Rendidos todos y a punto de sentar denuncia por
desaparición, Rafael en el último intento antes de ir a la policía y además
llamar a un detective privado fue otra vez al apartamento y ver si esos chichos
se enteraron de algo, pues ellos también se pusieron en campaña para tratar de
localizarlo, fue cuando una luz se le abrió en el camino, uno de los chicos le
dijo que habían oído que estaba trabajando en un bar de copas y le anotaron la
dirección, Rafael le agradeció y salió disparado a la dirección que ponía el
papel encontrándose con el bar, rápidamente se metió dentro y estuvo
preguntando a los trabajadores, en eso salió un hombre trajeado preguntando a
los camareros si llego la ambulancia pero notando que Rafael quería información
de algo.
- Señor ¿se le ofrece algo? – por fin
alguien que le atendía
- Disculpe las molestias, solo es una pregunta
¿trabaja aquí Álex? – dijo casi sin hacer pausa y el
hombre elevo una ceja por la coincidencia
- Alex ¿Qué?
- Alejandro Sánchez – el hombre no se
lo podía creer, era el chico que llego hace una semana pidiendo trabajo y
que se había desmayado y aunque volvió en si, no lo iba a dejarlo sin que
lo viera un médico, aunque estaba formado un espectáculo diciendo que está
bien que para que lo quería ver el médico
- ¿Es algún familiar?
- Si soy su papá… es que se marcho de casa y lo vengo
buscando toda la seamana – el hombre respiro aliviado
- Pues pase por aquí, quería llevarlo a un medico
porque hace un rato se desmayó – declaro para susto de
Rafael agregando ya no mas al ver la palidez de Rafael – pero no se preocupe ya está bien, solo que
quiero que lo vea un médico, lo que pasa es que está formando un
espectáculo diciendo que solo se salto el desayuno – y
pasaron a la oficina, donde Álex estaba tendido en un sofá muy enojado
porque el administrador no lo dejaba salir a trabajar
- ¿Quién lo llamo? – pregunto de mala
manera al ver a su padre y el hombre lo miro enojado, le estaba dando
ganas de sacarse el cinturón y ponerlo en su sitio pero eso no era asunto
suyo
- Nadie; tu señor papá vino buscándote solo – contesto – lo mínimo es ser respetuoso y Alex callo
- ¡OH! hijo – murmuro su padre sin
hacer caso al comentario de ese tipo y se acerco a su hijo cogiéndole la
cara – mira cómo estás – Álex
se le quedó mirando pero sin decir nada – estas delgadísimo, mira que ojeras tienes – Álex
se incorporó en el sofá – he estado
buscándote toda la semana – le dijo sin reproche en la voz – tampoco fuiste a la universidad – el
hombre entrecerró los ojos, que ahí donde se lo veía, el padre del
muchacho estaba bien vestido, con ropa fina y afuera había una movilidad
cara
- Dijiste que te hacía falta el dinero y quisiste
hacer dos turnos aunque te dije que era mucho ¿no me estarás engañado?
– Álex miro al hombre un poco avergonzado aunque se repuso
rapido
- No te estoy engañando necesito pagar mi alquiler y pasar
todo el mes – Rafael lo miro desconcertado
- Hijo… eso no te hace falta, tienes una tarjeta para tus
gastos, si querías vivir solo, solo tenía que decírmelo – y Álex
dio un manotazo en el sofá
- Pero son tuyos y no quiero NADA DE TI – grito
y su empleador no dudo en intervenir
- EY EY EY, la educación lo dice todo – le
dijo y Alex se abochorno – podrás
tener muchos líos en casa, pero tratar así a tu padre no me parece,
por apariencia si quieres finge respeto – y Alex bajo la
mirada
- Tuvimos un malentendido – murmuro
Rafael callándose de golpe, no iba a disculparse ni justificarse
pero no fue necesario decir más, el hombre aquel termino todo de un tajo
- Mira Álex puedes venir a visitarme que en esta
semana te cogí aprecio, pero no vengas más a trabajar que lo que a ti te
hace falta es un buen escarmiento y que termines a universidad – y
con eso Álex se puso mucho mas rojo de la vergüenza, en eso llegó la
ambulancia Álex abrió los ojos
- No voy a ir a ningún lado – Rafael
soltó el aire el solo quería hacer las paces con el pero el chico se lo
estaba poniendo difícil
- Alex solo te van hacer exámenes – Alex
que todavía estaba furioso con su papá
- Pues háztelos tu – y Rafael ya se
cansó de tanto berrinche, lo miro a los ojos levantado el dedo índice en
su dirección cambiando de voz a un
tono que Alex conocia
- Mira Alejandro – le dijo serio – te vas a poner en la camilla por las buenas y
vamos a ir al hospital a que te examinen o te llevo yo por las malas
tu escoges
Y Alex no tuvo más opción que salir por su propio pie e ir
al hospital, honestamente, mas fue la espera que la atención, y pues tras
hacerle una rápida analítica y un examen físico general, se llego a la
conclusión que solo tenía estrés y un bajón de azúcar y presión por saltarse
las comidas y que solo quedaba un buen descanso y alimentación adecuada y con
eso los despidieron, tras estar ahí por casi 4 horas para coger el turno.
Rafael estaba esperando eso… el alta y que le digan que ya
podían irse a casa, pero como era de esperarse, Alex quería irse al cuarto que
había alquilado pocos días atrás, pero esta vez Rafael no iba a dejarse hacer
su gusto, no cuando no había necesidad de aquello, pero no fue fácil
convencerlo, en realidad se llevo a Álex cogido del brazo con la amenaza
de darle una cuera ahí en el hospital, amenaza que finalmente llevo a cabo en
casa porque Alex se puso terco y no quiso bajar del coche.
- Baja de una vez Alex, esto ya es ridículo – pidió
papá abriendo la puerta del copiloto esperando que Alex baje, llevaban
como 10 minutos en los mismo
- No, no quiero bajar – contesto una
vez mas y Rafael ya estaba perdiendo la poca paciencia que estiro desde
que saliera de aquel bar, pues Alex no dejo de manifestar su descontento y
de que no quería estar con él un millón de veces
- Baja de una vez Alex, es la última vez que le pido,
que si no te bajo yo a mi manera – dijo empezando a
desabrochar su cinturón, Alex trago saliva pero algo lo impulso a no obedecer
y ser obstinado
- Y yo te dijo también por última vez que NO lo hare
– y fue todo, papá se quito el cinturón y a cintazos lo
bajo del auto
- ZASs Zas ZAS – y Álex se puso blanco del
susto, pensando en que la gente lo podía ver y corrió a la entrada
principal apurado abriendo la puerta pero quedándose ahí, si obedecía era
su perdición, quería negociar pero ya era tarde su padre creyó que lo
estaba desobedeciendo – ¡sube de una
vez! – elevo la voz – ZAS
ZAS ZAS
- No… no – repetía ALex queriendo
decir que no le diera con el cinturón que quería hablar, pero su padre se
creía que no iba a subir
- ZAS Zas ZAS – empezó a tirar de él a la
plata de arriba entre cinturonazo y cinturonazo – Zas Zas ZAS SUBE
YA – grito cuando ya iban por mitad de la escalera
- Ya suuuubo pero no me peeegues – y
papá dejo de darle con el cinturón pero no lo solto de su mano y condujo a
Álex directo a su cuarto por delante, una vez dentro Rafael le saco un
pijama del armario y Álex fue a cuarto de baño a cambiarse, cuando salió
papá tenía la cama abierta
- Acuéstate hijo y descansas, luego hablamos – a
Alex no le quedo otra que obedecer, en eso papá alzo los brazos e
inconscientemente Álex se llevó la mano atrás hasta que se dio cuenta que
su padre quería abrazarlo – ¡Oh!
hijo… ¿sabes lo preocupado que me has tenido sin saber si te paso algo
malo? Y no solo yo, sino también a tus hermanos – Alex
sintió un poquito de culpa, pero no dijo nada, solo se metió en la cama y
no tardó en dormirse
Rafael acomodo el sofacito que tenía Alex en su
habitación y ahí paso la tarde velando la siesta de su hijo por si le
pasaba algo, al despertarse Alex vio a su papá en el sofá y pudo ver que estaba
muy pálido, lucía bastante mal pero otra vez lo venció el sueño, Rafael se
levantó a los pocos minutos, sobre las 6 de la tarde, se ducho y llamo a Hugo
para decirle que regresara a casa y mientras preparaba la cena para Álex hablo
con Sam contándole que encontrado a Álex y que estaba en casa, cosa que
contento a su hermano.
- Álex cariño despierta – lo movió con
suavidad – venga hijo despierta y come
algo que no desayunaste ni almorzaste nada – le dijo y Alex
abrió los ojos poco a poco restregándose, un poco desorientado se
incorporó quedado sentado con la espalda apoyada en el cabecero de la cama
mientras papá le puso la bandeja en las piernas – come cielo – le dio con dulzura,
Alex miro a su papá y Rafael le dio un beso en la cabeza – no vuelvas a hacer lo que hiciste – le
dijo en toso serio pero cariñoso, acariciándole la mejilla – en otra que te enfades conmigo no dejes
de hablar con tus hermanos, lo hemos pasado muy mal sin saber si te
encontrabas bien, no importa si conmigo no quieres hablar, pero ellos no
tiene porque pagar mis culpas – le dijo y a Álex se le
formó un nudito en la garganta su papá se veía muy desmejorado en verdad
lo paso mal
- Lo siento – murmuro al final bajito,
sintiéndose mal
- Yo también – le dijo Rafael
tocándole la cabeza
En eso llegaron Hugo y Sam, que se apuro en llevar a su
hermano menor a casa de papá pero sin decirle que ya habían encontrado a Alex,
quien estaba justo devolviendo el abrazo a su padre, en realidad se sentía bien
cerca de su padre, se sentía seguro y protegido y no pensó en eso hasta ese
momento.
- ¡ÁLEX! VOLVISTE, VOLVISTE HERMANITO... TE EXTRAÑE
TANTO – grito Hugo apenas vio a su hermano y se lanzo a
darle un abrazo, lo mismo que Sam y que Álex correspondió conmovido
- Papá ¿no le diste la paliza que se merecía? – pregunto
Rafael y Álex lo miro con enojo, ¿quién se creía su hermano que era?
- No Sam, no le di ninguna paliza, tu hermano es un
adulto – respondió papá y Sam miro a Álex dudando de
aquello
- Pues esta vez sí te la merecías – dijo
Sam elevando un dedo acusándolo –
¿sabes lo que le has hecho pasar a papá todos estos días? – le
dijo medio enfadado – no ha comido, no
ha dormido ni ha ido a trabajar por buscarte hasta en los hospitales
– eso lo dijo con el ceño fruncido y con un ligero
cambio en el tono de su voz, era un hecho que estaba enojándose mas,
Rafael miro a Sam algo sorprendido por su actitud protectora con él,
sintiéndose orgulloso de su amor, pero aun así tenía que cortar esa
situación, ya tenía a sus hijos en casa y no quería que empezarán a pelear
- Suficiente Samuel – papá elevo un
poco la voz y Sam no dijo más nada pero solo porque él se lo pedía, de
pronto quería darle un cocacho a su hermano
- Perdón –murmuro Álex apenado, mirando a
su padre, ahora se daba cuenta de la magnitud de las cosas
- Perdonado hijo no se habla más del asunto – le
dijo mirando a los tres
Tras eso bajaron a cenar, uniéndose Natalia a la reunión con
un riquísimo postre que compro en el camino, Rafael se sintió inmensamente
feliz, con una enorme paz en su corazón, era esa intuición que le decía que así
pasaría mucho tiempo por delante, con sus hijos llenando su corazón con su
alegría, con sus logros y sus triunfos y porque no… también con sus penas que
eran parte de la vida, no sabía cuánto tiempo ni cuando de aquello seria por
las visitas de Sam y Natalia, pero el anuncio de Alex de quedarse en casa, le
daba la certeza de que serian cuatro años mas por delante, hasta que su niño
del medio termine su carrera, ¿era poco?, ¿era mucho? no lo sabía, solo sabía
que era lo suficiente como para endulzar su corazón y darle un motivo para
seguir luchando en la vida como hasta ahora lo venía haciendo.
.......Fin......
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